Abrió lentamente los ojos, la luz había desaparecido pero su vista se mantenía aún nublada, la cabeza le dolía, llevó su mano derecha a esta mientras emitía una mueca de dolor, se levantó, la luz era suficiente para ver el círculo dibujado en el piso… un círculo negro… eso era demasiado raro por lo general eran de color claro y por si fuera poco, vio más cerca el piso de lo que recordaba, empezó a inspeccionar el lugar, había varios contenedores vacíos, notas, libros… tiza oscura… se acercó a uno de los recipientes, vio su reflejo, ahogo un grito de terror y corrió a despertar a su compañero quien aún yacía en el piso “otros cinco minutos” expreso el otro con cansancio …
Necesitaba tranquilizarse, pensar y analizar apara poder llegar al fondo del asunto, seguramente él no se despertaría en un buen rato y no sabía que podía pasar si lo despertaba de pronto estando en su estado, solo le quedaba esperar… y decidió investigar un poco más, ordenar sus pensamientos y pensar con frialdad para averiguar que estaba sucediendo…
Abrió con pereza sus ojos, sintió una fuerte presión en la cabeza, tocó esta y sintió algo extraño entre los dedos, llevó ambas manos a su vista ¿guantes? El no tenía guantes, levantó una rodilla ¿uniforme? ¡Qué estaba pasando!, de golpe se paró y vio más lejos el piso, vio el círculo pero no hizo mucho caso de este, miró el lugar y ¡ahí estaba él! ¿Pero cómo? Si el estaba aquí, dio un grito de terror que distrajo al otro de su lectura.
-Vaya Alphonse hasta que despertaste
-¿Co-Coronel? Pe-pero ¿Cómo? ¿Que pasó? ¿Qué es esto?
-Por lo que he logrado averiguar nuestras almas han cambiado de cuerpo
-¡¿Qué?!
-Mira, estas notas que vez aquí pertenecen a Isaac McDougall, un antiguo Alquimista Estatal, al parecer este lugar era su laboratorio personal, esta muy bien equipado lo que hace pensar que desde hace mucho estaba en Central, esos contenedores son especiales para el agua roja, como se vio en el Laboratorio 5, tal vez por eso se delató a sí mismo subiendo a la superficie para conseguir el agua roja y seguir con su teoría de Transmutación Humana.
-¿Tra- Transmutación Humana?
-Así es, según esta notas buscaba hacerla para crear un grupo anti-gobierno que reforzara la rebelión con gente semi-muerta, que no sintiera pero que fuera lo suficientemente fuerte para enfrentarse a los Alquimistas Nacionales, al menos su intento no ha producidos los suficientes frutos, solo el…intercambio de almas… su odio hacia el Fürher es mucho más grande de lo que imaginaba- esto último lo dijo en un tono más bajo, más para si
Alphonse se quedó mudo ante la explicación del Coronel jamás pensó que este fuera tan deductivo, calculador e…inteligente…su experiencia con él y su staff fue muy superficial comparándola con ese instante, Roy Mustang solo se presentó como un flojo, irresponsable, flojo, mujeriego, flojo, necio y…flojo…ahora veía ante el a alguien muy inteligente que con observar un poco a su alrededor, leer unas notas y atar cabos había deducido una hipótesis creíble, posible y un tanto sencilla; sin salir de su asombro un recuerdo vino a su mente y al analizarlo un poco hizo una rabieta.
-¡No puede ser! Hoy es mi primer día y ya perdí mi cuerpo…mi hermano me va a regañar – dijo mientras con su pie derecho golpeaba una y otra vez el piso a la vez que movía los brazos arriba y abajo rápidamente.
-En cuanto a eso…estaba pensando en que lo mejor es guardar el secreto
-Pero ¿por qué? él es mi hermano y no le he ocultado cosas, mucho menos tan graves como esta
-Lo sé pero se preocuparía demasiado y se volvería a encerrar en la biblioteca buscando una solución y no podrías ayudarlo porque estarías haciendo mi trabajo como Coronel y…
-Señor- lo miró entrecerrando los ojos en señal de que no le creía nada, no era tonto y sabia perfectamente que el militar no solía tener muchas consideraciones con su hermano
-Está bien…si se entera se las cobraría todas “Coronel…eres tan pequeño ¿Qué se siente volver al Kinder?” “Lo siento, ¿Qué dices? Es que tu voz-e disminuyó con tu estatura ja ja ja”
-¡Oiga! No soy…chiquito
-bueno, pero más que yo si… y además, Alphonse ¿quieres volver a preocupar a tu hermano?
-No…yo
-¿Entonces porque lo piensas tanto?
-Creo que tiene razón… pero si es así tampoco la Teniente Hawkeye debe saberlo
-Pero yo confío en Riza
-Y yo en mi hermano… intercambio equivalente ¿no?, solo nosotros lo sabremos si se resiste a que se entere mi hermano
-Está bien Alphonse
-Pero aún así siento que no es justo para él
-Bueno, bueno dejemos de pensar en eso y veamos la forma de actuar de cada uno de nosotros para que los otros no se den cuenta aunque… el verdadero peligro recae en Riza y Acero, suelen ser…suspicaces
-Ahhh…- y otra vez el “Coronel inteligente” hacía su aparición
-Yo no se como eres con Acero y tú no sabes prácticamente como soy porque casi no pasaste tiempo conmigo porque Riza te lo prohibió para que no fueras una “distracción” aunque no sirvió de nada, y bien ¿Cómo eres?
-Yo…yo soy…emmm, pues…no lo sé, solo actúo como yo
- Mmm
-Me gustan los gatos – dijo complementando con aire inocente su comentario
--*esto no servirá de mucho*- pensó Roy Mustang al ver que sería muy difícil sacarle información al chico- supongamos que Acero se encuentra triste ¿Qué harías?
-Trataría de darle ánimos y además le recordaría que hizo un buen trabajo al devolverme el cuerpo… que por cierto ya perdí
-Creo que eso es algo
-lo mejor es que se muestre feliz por todo, después de todo recuperar un cuerpo es fantástico y diga ¡genial!, eso nunca falla… por cierto, como es usted en pocas palabras- pregunto con gran curiosidad
-Soy guapo, inteligente, conquistador y sobretodo evito el trabajo, si pretendes ser como yo haz eso y verás como el mundo se resuelve aunque tendrás que acostumbrarte a las balas de Hawkeye
-Será muy difícil…
-Podrías fingir demencia- Al lo miro reprobatoriamente mientras cruzaba sus brazos- bueno está bien, solo muéstrate furioso por la misión fallida, enciérrate en la oficina ¡Y listo! No tendrás que dar explicaciones y tendrás tiempo para pensar
-Otra cosita…que hay con sus…con sus…ya sabe…eso…
-¿Mis citas con chicas sexys?
- si…
-No hay problema, por el momento el trabajo ha aumentado y no me queda tiempo para eso por desgracia
-Ya es tarde…deberíamos volver, seguramente los demás están preocupados
-Tienes razón
Ambos caminaron por las calles oscuras de Central, no sería fácil y lo sabían…Mustang ¿tierno? Y Al ¿un galán? Era algo por lo cual aterrarse, ver el mundo desde una perspectiva diferente era algo atrayente pero no dejaba de ser un reto, suspiraron al mismo tiempo, definitivamente ninguno estaba conforme. Llegaron al Cuartel y vieron la inmensa entrada, todo se había calmado cuando descubrieron que el “vienen Los Rebeldes” era una falsa alarma, entraron con paso lento, se detuvieron en la oficina de Mustang, entonces Al abrió la puerta dejándose ver ante “su” preocupado staff.
-Señor ¿Dónde se había metido?- preguntó Riza alarmada pero solo recibió silencio por respuesta hasta que Alphonse (Roy) le propino un leve y discreto codazo a Roy (Al)
-¿Ah? Si je ¿ese soy yo verdad? Soy Roy Mustang *eso es genial, referirme a mi mismo con otro nombre*
-Deja de hacerte el tonto… te perdiste por varias horas inútil y para colmo te llevaste a mi hermano contigo…por cierto, Al…
-Que *el enano cree que yo soy su hermano…esto será divertido*
-¡¡¡DONDE DIABLOS TE METISTE!!! Me tenías preocupado ¿tienes idea de lo que le pudo pasar a tu cuerpo? Tus sentidos están sensibles y cualquier rasguño por mínimo que sea podría producirte un inmenso dolor
-Este…
-¡Cállate! Aún no acabo, ¿Por qué te separaste de mí? Eso pudo ser terrible pudieron capturarte y torturarte hasta hacerte confesar el crimen que no cometiste
-Hermano no es para tanto- dijo Roy (Al), su staff y “Los” Elric lo miraron extrañados, él solo se rascó la cabeza pensando algo para enmendar su error- bueno esos es lo que piensa Alphonse ¿cierto?
-Si…*no me gusta que me digan que hacer ¿Cómo puede Al soportarlo? Maldito pitufo lo haré sufrir cuando recupere mi cuerpo*
-Mira maldito inútil no te metas en esto, no te incumbe, mejor vete a “realizar” tus labores que de seguro están pendientes desde hace años… Oh, lo siento, olvidé que no tenías la suficiente inteligencia para hacerlo ja ja ja
Los ojitos de Roy (Al) brillaron, realmente se sentía feo que su “hermano” lo insultara con ese sarcasmo y palabras que lastimaban.
-Tú… ¡Tú eres un enano!- dijo dolido
-¡¿A quién le dices enano complejo de Dios con cerebro de cenizas?!
-¿Hay otro?- respondió Al (Roy) a la interrogativa, todos lo miraron y el sudó gotita, no debió responder, tarde comprendió su error, quiso enmendarlo pero no se le ocurría nada, Acero realmente lo irritó al callarlo, era Roy Mustang y el callaba, no lo callaban… entonces recordó lo que dijo Al- es…¡es genial insultarte! - dijo con entusiasmo mientras los demás excepto el Coronel caían al piso.
-Oye Al, ¡eso no es gracioso!
-*si lo es*
- mejor hay que irnos, seguramente todas estas emociones te tendrán agotado
-vamos *ya que…*
-Este…”Acero” *que bien es divertido llamarlo así*
-Que quieres
-Mañana… ¿mañana vas a venir?- dijo con tono dulce que los demás no notaron excepto Ed
-Pues…es parte del trato…- contestó extrañado ante el tono que “Mustang” utilizó
-Tiene que venir jefe-interrumpió Havoc-después de todo hay que festejar
-¿Eh? ¿Festejar? ¡Eso me parece fantástico!- gritó con euforia Ed- ¿Qué te parece Al?
-Este…*tengo el presentimiento de que mi oficina quedará hecha un desastre* si…es bueno festejar… ¡yujú!
-Bien, ahora si vámonos… adiós
Salieron de la oficina, Roy (Al) se sintió triste, pasó mucho tiempo lejos de su hermano y ahora que había recuperado su cuerpo… o un cuerpo, se tenían que separar de nuevo y lo peor era que él no lo sabía… dio un largo suspiro “señor ¿Qué pasó allá?” cuestionó Riza sacándolo de sus pensamientos y de acuerdo al “trato” que hizo con el Coronel no debía decir nada “No quiero hablar de eso…quiero estar solo” respondió con tono sincero de tristeza, Riza ya no cuestionó y sacó a los demás a balazos de la oficina dejando solo a Roy (Al), este se acercó a su escritorio y se sentó en la silla que era muy cómoda, y fue entonces cuando le dio curiosidad pero eso estaba mal ¿o no?, después de todo era en ese momento Roy Mustang y esa era “su” oficina, además así podría conocer más sobre el Coronel, abrió un cajón, vio varias cartas, tomó una al azar y empezó a leer, su rostro comenzó a ponerse rojo por todo lo que decía, en definitiva todo estaba… explícito… no llego a leer toda porque sintió que su cabeza estallaría por el pudor, la dobló y la metió nuevamente al sobre sumiéndola a la oscuridad del mueble, cruzó sus manos en el escritorio y hundió la cabeza… ¿eso hacía el Coronel en… sus citas? él jamás haría algo así.
En otro lado de la ciudad, “los” Elric caminaban por la calle para llegar a la posada “Al…lo siento” empezó a disculparse el mayor “¿Por qué?” respondió el otro extrañado “por no haberte cuidado… si algo te hubiera pasado yo… no me lo perdonaría… hemos pasado por muchas cosas, eres mi única familia yo fui el que perdí tu cuerpo por mi estupidez y hoy estuve a punto de volver a perderlo” dijo con tono de tristeza, el otro se extrañó así que de ese modo era Acero, era más maduro de lo que pensaba, vio la inmensa carga que tenía a cuestas: la culpabilidad, lo entendía porque él sentía algo parecido con la guerra acontecida en Ishbal y con Maes… pese a todo era extraño, no había visto es faceta de Ed: protectora y hasta cierto grado tierna “no hermano, no te disculpes, gracias a ti tengo mi cuerpo y ¡es genial! Poder disfrutarlo” Ed sonrió.
El Coronel Mustang (Al) vio la pila de papeles en su escritorio, era realmente grande “vaya, el Coronel realmente no hace su trabajo” dijo con burla, vio que todos los documentos requerían “su” firma, el problemas es que él no sabía hacer “su” firma “¿Qué hago?...quizá encuentre algo que me ayude”, empezó a buscar y “¡lotería!” ante él estaba él único papel que contenía su firma y por lo visto lo único que había hecho en el día, suspiró, tomó una hoja en blanco e intentó “falsificar la firma” Roy Mustang, Roy Mustang, Roy Mustang…hasta que después de unas horas salió: Roy Mustang, sonrió triunfante, la puerta se abrió y rápidamente escondió el papel “señor, es hora de irme , espero haya echo su trabajo” dijo amenazante Riza “descanse… siento lo de McDougall” continuó “sé que debió ser difícil para usted volver a verlo…después de todo… Ishbal es un mal recuerdo” terminó dejando la puerta cerrada tras de sí, ¿McDougall? ¿Acaso “ese” Alquimista había sido más en la vida del Coronel de lo que aparentaba? Riza habló de forma extraña sobre él, había muchas cosas en el aire que debía averiguar…eso sería mañana cuando Alphonse (Roy) Fuera de visita junto con Ed, entonces hablaría largamente con el menor, por el momento lo mejor era ir a “su” casa a descansar, las altas emociones lo tenían agotado, ahí recordó “su” casa, ¿Dónde demonios estaba su casa?, estuvo dos años metido en Central, sabía santo y seña de Fuery, Breda, Havoc, Falman, Sciezka, Maria Ross, Bloch y Riza, pero no del Coronel “¿Por qué no me preocupé de saber de él?” se recriminó, bueno algo “bueno” tenía que pasar con todo eso a cambio de sufrir frío, hambre e incomodidad en la enorme oficina… vio los papeles “quizá debería terminar el trabajo” dijo a la vez que comenzaba a firmar.
La tibia posada era un lugar agradable, los cuartos eran pequeños pero bien equipados, Ed se quitó las botas, el abrigo y la “camisa” negra, se deshizo la trenza y se dispuso a dormir, Al (Roy) en cambio entró al baño, se miró al espejo, se quitó la chaqueta, los zapatos y meditó unos minutos, salió y vio a “su” hermano roncando… Ed, Ed, Ed realmente era mas distinto de lo que imaginaba.
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