Light estaba frente al monitor con algunos datos importantes. Estaba totalmente concentrado en su labor y no esperaba que nadie lo interrumpiera, sin embargo... El chico de cabellos azabaches y ojeras pronunciadas se levantó de su asiento con rueditas, se fue al sofá y de debajo de este extrajo una caja azul oscuro con letras plateadas que rezaban: "Recuerdos de L". Light reconocía esa caja, él mismo se la había regalado, se levantó de su asiento y fue donde su extravagante amigo que le miraba mientras buscaba una llave debajo de una tetera.
- Ryuuzaki, ¿Por qué has sacado la cajita ahora? Es momento de investigar, debemos capturar a ese ladrón tan raro... - El afamado detective sacó triunfante la llave de plata y la introdujo en la caja mientras decía:
- Pensé que sería un buen momento para hacer un descanso... además mientras comía mi pastel de chocolate he recordado un momento bonito... - giró la llave mientras abría su caja, dentro de ella había un monton de objetos, desde cosas simples como lápices hasta raras como un hilo rojo. Light suspiró algo fastidiado:
- En vez de preocuparte tanto por tus recuerdos deberías preocuparte más por el futuro de las otras personas, sin contar del tuyo propio y también del presente de los afectados por el ladrón... deberías restarle importancia a los recuerdos - El azabache, con su semblante habitual neutro, contestó al argumento del castaño.
- Un recuerdo es muy valioso Light-kun, por lo menos a mí me gusta recordar lo que he vivido junto a tí... - Elle abrió su caja y empezó a buscar alguna cosa importante dentro de ella.
- Y a mi Ryuuzaki... ¿Pero no crees que primero deberíamos preocuparnos por el caso?... - Inquirió el cantaño mientras se sentaba a su lado.
- Sí Light-kun, el caso es importante, sin embargo, a nadie le hace mal tomar un pequeño descanso... - cerró su caja sacando una cinta de Video, la puso en la televisión y mientras suspiraba sonriendo se sentó junto a su castaño - Oye Light-kun...
- Dime... - Pasó su brazo sobre sus hombros atrayendolo más hacia sí. El azabache le miró directamente a los ojos mientras decía:
- Recuerdas esa vez que... ¿que fue nuestro primer beso? - Light asintió y con una voz calida y dulce dijo:
- Como olvidarlo... aunque nunca me dijiste que lo tenías en video... - En la pantalla de la televisión apareció una imagen que él reconocía perfectamente, su amado detective estaba encorvado en su silla revisando unos gráficos. Light, al ver esa escena, empezó a rememorar el momento... tal si como fuera el día de ayer...
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Estaba atareado, el joven detective revisaba datos pacientemente como si así fuera a encontrar al asesino de masas que era llamado "Kira" y se auto proclamaba como el dios del nuevo mundo. Sorbió un poco de su café y cerró los ojos meditando lo que sucedía... Yagami Light había salido de sospechas debido a la regla de los 13 días hayada en la Death Note del Kira de Yotsuba, pero el no lo creía así... sabía que aquel castaño que parecía ser perfecto no podía serlo, nada era tan perfecto en su perfecta perfección y sin embargo el chico aparentaba serlo. No concordaba. Pero, por más ganas que quisiera demostrar que él era Kira y mandarlo al patíbulo, empezaba a creer que si Light era Kira no podría cumplir su promesa. Era un sentimiento similar a la tristeza, a la más pura desazón y la rabia de saber que se estaba hundiendo en algo de lo que luego no podría salir... sin embargo, lo seguía haciendo, quería acercarse más a la mente del castaño, comprenderlo y quizá ser su amigo de verdad... ¿O algo más?
Se abrió la puerta de el lugar y el solitario moreno pudo ver como el chico que acaparaba sus pensamientos entraba y se sentaba a su lado, según él, para trabajar y atrapar a Kira. Y aunque tecleaba y tecleaba sin parar en su teclado, realmente no se esforzaba en buscar datos. Su mente también volaba en lo más profundo de su conciencia, ciertamente había recuperado los recuerdos sobre la Death Note y su plan para matar a Ryuuzaki, sin embargo... la cercanía que había tenido con el por tantos días y tantas noches habían hecho florecer en su corazón y sentimiento que jamás había experimentado por nadie... ¿Qué sería?... ¡¡¿QU… DIABLOS?!!, ¡¡EL ERA KIRA!! El dios del nuevo mundo y para crear su utopía debía acabar con su único obstaculo: Ryuuzaki... L... pero, el era amigo de Ryuuzaki y no podía... cada vez más pensaba que le iba a ser muy difícil matarlo...
- algunas horas después -
Elle comía sus dulces, estaba en exceso preocupado por cada trocito de chocolate que aquella delicia de pastelería selecta le ofrecía. A su lado, Light Yagami le veía mientras mentalmente se debatía: ¿Qué era lo que él sentía por su amigo de azabaches cabellos? Sus penetrantes ojos seguían cada movimiento que realizaba el detective, desde su peculiar manera de tomar la cuchara hasta los ligeros temblores que le provocaba la placentera sensación que le producía el chocolate del pastel con los que él sentía cada vez más envidia ¿Por qué aquel pedacito de comida le causaba más placer que él? ¡¡¿En qué diantres estaba pensando?!! ¿Por qué iba a tenerle envidia a un simple pastel de fresas con chocolate que hacñia estremecer al moreno?... Y en medio de sus pensamientos lo escuchó, con gran claridad: Un gemido… un gemido que escapó de los labios del detective al saborear un poco de la crema achocolatada, seguido por un suspiro. Seguido, vió como el detective se ensuciaba la cara con un poco de chocolate e intentaba alcanzar los restos de dulce con su lengua. Eso fue suficiente, Light no lo aguantó más. Se paró bruscamente de su asiento y caminó hacia donde estaba L. Este le miró sorprendido, ¿Qué le sucedía a su Yagami-kun?... Light tomó una servilleta que tenía a su derecha, tomó entre sus manos el rostro del detective y luego, con exquisita delicadeza, empezó a frotarla sobre la pálida mejilla izquierda del mayor:
- Light-kun… ¿Por qué haces esto?...
- Porque te ensuciaste menso… por dios, eres mayor que yo y sin embargo eres descuidado, algo infantil y… - se detuvo un momento al percatarse de la cercanía de sus rostros y el hecho de que L empezara a adquirir lentamente un suave tono rosa en sus mejillas. …l miró los labios de su antagonista, se le veían tersos, muy suaves y quizá su sabor… repasó sus labios con uno de sus pulgares mientras que aún tenía la servilleta contra el rostro de Elle Lawliet. La retiró lentamente y cuando la soltó volvió a posar su mano en su mejilla. Intercalando su mirada entre las enormes orbes negras que tenía en frente y los labios que seguía rozando con su dedo dijo apenas dejando escapar su tibio aliento - y… a veces tan inocente…
- L… Light-kun… - Light ejerció una suave presión con su mano en la nuca del moreno para acercar sus rostros más, sin embargo, antes de que estuvieran lo suficientemente cerca se detuvo y volvió a mirar los ojos de L… de apariencia oscura, dos pozos negros, pero a esa distancia se podía distinguir algo en sus irises… algo de lo que nunca se había percatado… el color de sus ojos. Eran azules, un azul tan oscuro pero profundo que a las sombras fácilmente se podía confundir con el negro, pero él, a esa distancia, se había dado cuenta. Maravillado ante su descubrimiento contempló un largo rato esas dos orbes oscuras que se mostraban algo nerviosas. Elle se estaba poniendo más nervioso, el que el castaño estuviera tan cerca de él, pero manteniéndose estático, le producía cierta sensación de inseguridad e inquietud. Cerró sus ojos esperando a que Light actuara y el contacto no se hizo de esperar. Entre abrió un poco los ojos para divisar que las distancias entre él y su sospechoso eran nulas. La suave tibieza del contacto le encantó, el ámbito de las caricias y besos eran casi desconocidos para él, por lo que el intentar responder a aquel beso le fue muy complicado. El beso era comparable a una deliciosa caricia totalmente dulce en la que el cariño y la ternura eran los principales invitados. Light se sentía liberado, esperaba que así todos los sentimientos que le eran tan difíciles de entender quedaran completamente claros. Se separaron un poco y los ojos entre abiertos de ambos se contemplaron unos momentos, luego Elle se abrazó al castaño pasando sus brazos alrededor de los hombros del otro y hundiendo su rostro en el hombro de él, podía sentir su aroma claramente… canela, miel, hierbas varias y el aroma propio, una fragancia exquisita e inigualable. Por su parte, Yagami hijo correspondió el abrazo percibiendo la esencia de el moreno: Azúcar pura, fresas, chocolate… para él, Ryuuzaki era el dulce de la mejor selección. L decidió por fin lo que sería de su corazón, de sus sentimientos y de sus palabras... le habló rozando el lóbulo de la oreja del castaño:
- Light-kun… yo te quiero… y mucho… - Yagami negó lentamente y se separó a la misma velocidad del azabache mientras decía:
- Ryuuzaki, yo a ti no te quiero… - Esos fueron flechazos de frialdad para el corazón del detective, ¿Si no sentía nada por él por qué lo había besado?. Volviendo a razonar como siempre solo una teoría vino a su sagaz mente: él estaba jugando con su persona, solo quería dejarlo en ridículo. Bajó su mirada hacia el piso con un deje de tristeza por oír las palabras del castaño, sin embargo… - … Ryuuzaki… yo te amo… - Elle levantó su rostro de golpe y le miró con los ojos muy abiertos, incrédulo. ¿Era verdad? ¿No le estaba tomando el pelo? Sintió como si unas abrazadoras llamas descongelaban su corazón y un par de lágrimas de alegría descendieron por sus mejillas. Light estaba anonado, era la primera vez que veía llorar a su detective y por alguna razón eso no le gustaba en lo absoluto. Con sus pulgares limpió sus lágrimas y se volvieron a besar, uno sonriendo en medio de esta dulce acción y el otro planificando su próxima movida de ficha… - "Lo que ahora me toca hacer con la Death Note es… renunciar a su propiedad, así nunca nos separarán...".- El ya había decidido, lo que él sentía por su amigo no era nada más ni nada menos que amor y no dejaría que nada ni nadie rompiera lo que ahora vendría a ser el inicio de su relación con el bellísimo Elle Lawliet.
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- "Y aunque lo he prometido, no he podido cumplirlo..." - pensó melancólicamente mientras su mirada se ensombrecía. Si es verdad que había dejado de realizar asesinatos masivos, ahora los realizaba en menor frecuencia llamando claramente la atención de L, porque todo había comenzado desde que él y Light habían tenido su primer beso lo que en concecuencia, a su pesar, aumentaba considerablemente sus sospechas contra él. Su compañero había notado su cambio, preocupado se acercó a él:
- ¿Light-kun...? - Light inmediatamente salió de su trance, abrazando más fuertemente a Ryuuzaki.
- Oye... ¿Tu me quieres verdad?
- No, yo te amo... - Le hizo recordar lo que él mismo había dicho hace tan solo algunos meses atrás. Light volvió a preguntar:
- ¿Y estarás conmigo para siempre?
- La eternidad y lo que haya después... - Seguido, se acercó a sus labios y lo beso tiernamente para decir finalmente - ... Te lo prometo... nada nos separará - se levantó de su asiento y dijo - Bueno, se acabó el descanso. A trabajar mi querido Light.
- "Sí... a trabajar y espero que en verdad nada nos separe..."
FIN DEL PRIMER ONE SHOT
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