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Derrota por Dark Ebory
Notas del capitulo: Vale, creo que lo dije hace tiempo: no se me da bien narrar peleas. Y, como no se me da bien, me he saltado esa parte xD Para ponernos en escena: Grimmjow ha vuelto a pelear con Ichigo, y aun conserva sus dos brazos (si, ya...eso lo cambie xD necesitaba que tuviera sus dos brazos) Ademas de esto, ni Rukia ni los Vizard aparecen. Supongo que se sobreentiende que Ichigo va perdiendo ^^
Me ha quedado algo raro...pero creo que esta lo suficientemente bien como para dejar que alguien lo lea xDD
Y ya, antes de "irme", se lo dedico a MEIKAI. Pediste un IchigoxGrimmjow...y aqui esta. Espero que sea de tu agrado.
Miró con cierta indiferencia a aquel que se retorcía levemente a sus pies. Le causaba gracia verle derrotado tan pronto y, a la vez, se le revolvía el estómago. Entrecerró los ojos, taladrando aquel maltrecho cuerpo que sangraba por varias partes, manchando la tierra que había debajo.
Una mueca de desagrado se implantó en su cara al tiempo que aspiraba una gran bocanada de aire.
-Levántate, Shinigami.-tronó, rompiendo el cómodo silencio que él mismo había instaurado. Al ver que su enemigo no pretendía obedecerle, o bien no podía hacerlo a estas alturas, rió con fastidio.- ¿Esta es toda tu determinación? ¡Sólo eres basura!-Quiso gritar con todo su alma en aquel momento; no podía creer que todo hubiera resultado tan sumamente fácil. Era…absurdo.-¡¡Shinigami!!
Con dolor aquel le respondió con una mirada fiera. Quería…no, debía ponerse en pie. Solo era cuestión de tiempo que aquel demente acabara con él, y si se daba el caso, sería peleando. Hizo acopio de fuerzas, apretando la mandíbula hasta tal punto que temió romperse los dientes con tal de no deleitarle con ningún quejido. Inspiró, hinchando sus pulmones, y finalmente se puso en pie. Y dolía…no podía decir que era exactamente lo que dolía, seguramente era todo su cuerpo, pero lo cierto era que dolía tanto que sospechaba que terminaría por perder el conocimiento si antes no perdía la vida a manos de su enemigo.
Una risa se elevó en el aire de forma violenta; no podía ser de otra forma tratándose de quien se trataba.
-Vamos a terminar con esto, Grimmjow.-gruñó como toda respuesta.
-Ja. ¿Vamos?-se burló.- Lo que aquí va a pasar es que tú acabarás muerto. Sólo eso.
Entre las manos del humano estaba aquella espada, temblando como una hoja mecida por una suave brisa. No era por miedo, Grimmjow sabía eso bien. Todo su cuerpo temblaba porque el Shinigami estaba ya más muerto que vivo.
-Tú no…-comenzó a decir, viéndose interrumpido por aquella potente voz.
-Esto es muy aburrido.-comentó. Miró directamente a los ojos marrones de su oponente, distinguiendo sin duda alguna el comienzo del fin.- No tengo que hacer absolutamente nada para que mueras, Shinigami. Es realmente aburrido…no sé en que momento llegué a pensar que esto podría ser mínimamente interesante.
Las palabras golpearon a Ichigo lentamente, lacerando cuidadosamente y de forma minuciosa cualquier atisbo de esperanza. Era absurdo e incoherente, pero las palabras de ese espada le dolían y se reprochaba mentalmente el no ser mejor, lo suficiente al menos como para plantarle cara. Lo suficiente como para resultarle un reto, o siquiera entretenido.
-Voy a destrozarte antes de que “nada” pase.-volvió a gruñir. Hasta vocalizar correctamente le suponía un esfuerzo. Agarró con firmeza a Zangetsu en sus manos y afianzó sus piernas sobre la tierra. Vio como la sonrisa de Grimmjow regresaba, dando un toque de locura a sus ojos. Y lo volvió a sentir: era la presa de un espada. En cualquier momento se lanzaría hacia él y lo devoraría por completo, como había hecho con otros antes.
-Me gustaría verlo, Shinigami.-susurró, con aquel tono de voz tan amenazante.
Ichigo no dudó demasiado: atacó a su oponente con todo el reiatsu que le quedaba, intentando cortar su pecho y desgarrar todo órgano que aún quedase en el interior de aquel ser. Zangetsu vibró entre sus dedos y no tuvo necesidad de verlo para conocer lo que había ocurrido.
Las piernas le fallaron y hubiera caído al suelo una vez más si unas manos potentes no le hubieran agarrado las propias, que aún se aferraban a Zangetsu. Se vio alzado hasta que sus pies no rozaban el suelo.
Grimmjow lo mantenía fuertemente sujeto con una sola mano, sin que eso supusiera el más mínimo esfuerzo por su parte. El golpe había resultado ser una caricia para su cuerpo y el final para el Shinigami.
-¿Ya está, Kurosaki Ichigo?-agregó, buscando su mirada y encontrando únicamente unos ojos casi velados. Gruñó abiertamente, con desagrado.- ¿Es esto todo lo que me puedes ofrecer?-preguntó, enfadándose con el muchacho que prácticamente colgaba de su mano.- ¡Contesta!
El grito recorrió al adolescente, reavivándolo. Era una orden que no admitía réplica; una orden que, sí o sí, debía obedecer. Alzó apenas el rostro, reconociendo en su interior que dejarse dominar por aquel espada era más sencillo que intentar oponerse.
-Voy a…matarte.-jadeó; los ojos azules brillaron con regocijo y creyó poder leer en ellos la excitación que sus palabras producían en el otro.
-¿Quieres matarme? ¿Deseas realmente matarme?-rió. Se notaba que aquella declaración le divertía.
-No lo deseo…voy a matarte.-jadeó una vez más.
-Di mi nombre.-ordenó con impaciencia.
-…Grimmjow.-le concedió.
-Dilo…una vez más.-murmuró.
-Grim…jow…-el aire comenzaba a ser extremadamente escaso en sus pulmones y no sabía si sería capaz de decir algo más en su vida.
Frente a él, el espada sonrió abiertamente, irguiéndose todo lo que su estatura le permitía. Era una bestia salvaje, Ichigo lo sabía, y a pesar de ello se sentía irremediablemente inclinado a admirarle, atraído de una forma enfermiza.
-No voy a destrozarte ahora mismo, no obtendría ninguna satisfacción con eso.-dijo, agarrándole el mentón para hacer que los ojos marrones no se desviaran en ningún momento de los suyos.- En lugar de eso, me marcharé ahora, Shinigami. Tú sobrevivirás, te recuperarás y mejorarás…porque tu vida me pertenece y regresaré a reclamarla.-hizo una pausa, asegurándose de que aquel humano comprendía sus palabras.- La próxima vez que nos veamos, si no eres capaz de luchar a mi nivel, te destrozaré. No habrá más oportunidades.-acercó su rostro al ensangrentado de Ichigo y, con sorna, lamió la sangre que resbalaba de su boca hasta llegar a sus labios. -¿Te ha quedado claro?-murmuró. La mirada desafiante fue suficiente respuesta para él.
Le dejó caer sin el menor miramiento, teniéndolo postrado a sus pies de nuevo. Se dio cuenta en ese momento que no le disgustaba nada verle derrotado y a su merced, y realmente solo lamentaba el tener que alejarse de él ya.
Giró sobre si mismo y se dispuso a marcharse cuando un leve susurro llegó a sus oídos.
-Dilo…-pidió, casi sin sentir ya su propio cuerpo, Ichigo.-Dilo-repitió, rogando porque su deseo le fuera concedido.
-¿Qué…?-preguntó, sin comprender que era exactamente lo que aquel necesitaba tanto en ese momento.
-Mi nombre…dilo.-volvió a rogar, atragantándose con su propia sangre.
Grimmjow no le miró, así que su vista solo pudo contemplar su fuerte espalda, que comenzaba a alejarse.
-No vayas a morirte…Ichigo.
Y el sexto espada desapareció de su vista. El Shinigami sonrió, cerrando los ojos.
No moriría…no podía. Había recibido una orden directa…y él no podía desobedecer las órdenes. No si las mismas provenían de ese ser mitad humano mitad bestia que le había arrebatado la razón.
Notas finales: ¿Ha gustado? Tengo una "segunda parte" escrita. Si no gusta, lo dejare aqui...si desean leer algo mas, diganmelo y subo el segundo.
Por cierto...me ha desaparecido un fic que tenia subido hace mucho tiempo (y que aun no habia acabado, por cierto) ¿alguien tiene idea lo que ha podido ocurrir?
PD: he intentado por todos los medios separar un poco mas las cosas (en plan: dejar una linea entre puntos y aparte o entre narracion y dialogos) pero no me deja. Intentare cambiarlo otro dia u.u
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