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Compañero por Mabu

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Notas del capitulo: OMG!! lemon!!! xDDD
advertencia.. si no les gusta el lemon no lean xDDDDDD
Aguantando la respiración para no despertar a Ren, Leo comenzó a acercarlo lentamente hacia su cuerpo, estaba bastante nervioso. Cuando ya lo tuvo lo suficientemente cerca, lo abrazo con fuerza, ya no le importaba si su compañero se despertaba, solo quería sentirlo y que él lo sintiera, deseaba lo que se había prohibido pensar con este chico que llego a su casa por casualidad.

Ren al sentir como era abrazado, se despertó de golpe, se había quedado dormido hace bastante poco, por lo que se despertó un tanto asustado. Cuando abrió los ojos, notó como su rostro estaba a la altura del hombro de Leo, levantó la mirada para ver si el mayor estaba dormido o en el mejor de los casos despierto. Al levantar la vista, notó como Leo lo miraba bastante concentrado, Ren lo miraba fijamente, recorría el resto de Leo con sus ojos; cuando llego a los labios, no aguanto el inclinarse un poco para poder rozarlos con los suyos. Leo aceptó el beso mucho mejor de lo que Ren esperaba; el menor cerraba los ojos al tiempo que sus manos subían hasta el cuello de Leo para descansar en su nuca.

Sus lenguas no paraban de encontrarse, se quedaron sin respiración después de un corto tiempo por lo que tuvieron que separarse – lo siento- fue lo único que salio de la boca de Leo, quien no separaba sus ojos de los de Ren, y tampoco cedía en su abrazo, al parecer lo que decía no concordaba con lo que sentía.

-¿realmente lo sientes? – era evidente que solo lo decía por cumplir, algo que Ren no aceptaría tan fácilmente, después de todo quien empezó, no fue precisamente él – yo… realmente deseaba que esto pasara… creo – al parecer quien tenia que ser abierto con sus sentimientos, era el pequeño teñido, esperar a que le dijeran lo que quería no era algo a lo que estaba acostumbrado.

-No me disculpaba por el beso… la verdad es que pensaba hacerte algo peor – cuando dijo esto notó como los ojos de Ren se abrieron dando a conocer la sorpresa que esas palabras le hacían sentir; Leo al ver la reacción no se contuvo, estaba dispuesto a todo esta noche –pido permiso… para todo - fue lo último que dijo cuando una de sus manos tomó el mentón de Ren para acercar esos labios y juntarlos nuevamente con los suyos que tanto los esperaban, la necesidad de sentir al otro, de hacer realidad lo que estaba en sus pensamientos la mayor parte del tiempo, era más fuerte de lo que imaginaban.

Sus manos no se quedaban quietas, Ren tenia ambas manos en el cabello del mayor y lo desordenaba desesperadamente, mientras Leo comenzaba a bajar lentamente, solo con besos, por el cuello y los hombros – Leo… - un suspiro largo invadió el ambiente, el placer que le hacia sentir lo tenia en un mundo donde solo existía eso, placer y deseo, deseaba sentirlo más cerca, ser completamente uno con él, su cuerpo lo pedía, interminables suspiros y jadeos no dejaban de salir de su boca, lo deseaba desesperadamente, en un impulso tomo el rostro de Leo fuertemente y lo dirigió hacia sus labios, para darle un beso intenso, tal vez algo brusco, pasando sus piernas por encima de él para unir sus caderas, sería la única forma en que podría decirle claramente que lo esperaba con ansias.

Tomando en cuenta la actual posición que tenían, Leo volteo cuidadosamente a Ren, para que así este quedase mirando hacia el techo y él pudiera continuar, con más comodidad, su deliciosa tarea, hacer sentir bien a aquel chico era completamente distinto de todo lo que había imaginado, la realidad superaba con creces cualquier idea que hubiera tenido, aquella piel suave que se encontraba debajo de él, lo llamaba, y estaba completamente dispuesto a responder aquel llamado, ya había empezado, no se quedaría a medio camino, como iban las cosas, eso seria imposible, con sus manos, se aseguraba de recorrer una y otra vez aquel hermoso cuerpo que estaba a su merced, estaba extasiado con todo, el aroma del menor, aquellos pequeños jadeos que se escapaban y que lo hacían sonar tan sexy y ese contacto, ese calor, que lo invitaba a seguir como él quisiera.

El roce que se generaba entre el cuerpo de Leo y el ya erecto miembro de Ren, hacia que este diera pequeños gemidos de placer. El mayor, extasiado con los gemidos reprimidos de aquel que estaba indefenso ante él, no se contuvo más, dejo de jugar con su lengua en el pecho del menor, para bajar y saborear el pequeño amigo de Ren, que pedía atención con urgencia – ¡ah!... más… ¡más!-progresivamente las peticiones aumentaban, la desesperación también, el placer se hacia dueño de todo su ser, disfrutaba completamente todo lo que estaba pasando, mantenía sus dedos enredados en el cabello castaño y hacia pequeños movimientos con sus caderas acrecentando la sensación, cuando creyó que terminaría en la boca del mayor, este se detuvo, aprisionando su nuevo juguete para evitar que así Ren terminara solo y primero. Leo estaba llegando a su limite, el chico hacia que se excitara de sobre manera, con solo ver como deseaba más, acompañado de tantos suspiros y gemidos que llenaban la habitación, no aguantaba un segundo más, quería sentirlo, saber que ese cuerpo era solo suyo asegurarse que nadie se lo iba a quitar, un extraño sentimiento de posesión se apodero de él, deseaba dejar en claro que ese cuerpo le pertenecía y nadie más debía tocarlo.

-ven – fue lo único que dijo, separándose lentamente de Ren, acto seguido, se sentó en la cama, esperando a que Ren lo obedeciera y se sentara frente a él – pasa tus piernas por los lados – no podía apartar su mirada de aquel rostro ruborizado completamente por el placer, el deseo tal vez algo de vergüenza, lo que hacia que fuera más difícil controlarse – pasa… pasa tus piernas por fuera – hacia gestos indicándole la forma en que quería continuar; Ren obedeció y quedo sentado sobre Leo, sus miembros se rozaban, lo que generaba escalofríos a ambos, Leo llevó su mano hacia la entrada de Ren, introduciendo cuidadosamente sus dedos, uno a la vez hasta lograr que Ren se acostumbrara, el menor permanecía abrazado al castaño, sujetándose fuertemente por la espalda, probablemente dejando marcas poco visibles en Leo, disfrutando de sus labios, cuando sintió como los dedos eran retirados y el miembro de Leo entraba en su lugar, gritó, separando sus labios de los de Leo, pero luego se concentro en seguir con aquel beso interrumpido, moviendo sus caderas, primero lentamente, el ritmo fue aumentando progresivamente, la sensación era esplendida, no pensaba en terminar nunca con aquella deliciosa situación.

Leo no guanto más, y empujó a Ren, quedando él encima; comenzó a embestir salvajemente al menor, provocando que éste gritara, sus respiraciones eran aceleradas, Ren paso sus manos por el cuello de Leo y le dio un ultimo beso, hasta que terminaron, primero Ren, manchando el vientre de ambos, y luego de unas pequeñas embestidas, Leo, quien cayó sobre su compañero, el que a la vez lo abrazo fuertemente, disfrutando de la sensación de tener dentro durante unos segundo más al castaño – eso estuvo… muy bien… demasiado bien – susurro al oído de Leo, recuperando lentamente el aliento, por su parte Leo solo se limito a una pequeña risa, levantó su rostro y miró al menor, para luego besarlo tiernamente mientras con una mano sujetaba el rostro de éste, acariciándolo; luego del beso, ambos cerraron sus ojos acomodándose en el cuerpo del otro y al fin pudieron dormir.-


El sol amenazaba nuevamente con despertar a esa pareja que dormía tranquilamente, aunque completamente distinto a como se habían quedado dormidos. Ren, por una parte, estaba con su cabeza en terrada en las almohadas con sus pies y su espalda completamente destapadas; Leo estaba con sus pies fuera de la cama y con la mayoría de las sabanas se tapaba hasta la cabeza, debido a esto el primero en despertarse por el sol fue el menor, quien al voltearse para ponerse de pie, se dio cuenta lo mucho que le dolía su trasero y un poco disgustado, tomó una almohada y se la arrojo a Leo en a cabeza- ¡levántate!, ya es de día… quiero ir al baño… - lo ultimo lo dijo bajo, pero completamente audible para su compañero

-Pues ve si tanto quieres, nadie te lo prohíbe – se escuchaba la voz mientras se notaba como el bulto a un lado de la cama comenzaba a moverse, estirándose para ocupar toda la cama

-no es que me lo prohíba alguien… es solo que algo paso que no me puedo mover muy bien que digamos… ¿Qué habrá sido? – completamente sarcástico quería crear culpa en Leo, lo que dio resultado al instante. Al fin se pudo ver el rostro de aquel bulto, sus ojos estaban centrados en Ren.-

-de verdad… ¿no te acuerdas? – Hablaba completamente sorprendido y con una expresión de inocencia.; su pregunta hizo que Ren se riera hasta que el dolor pudo más con él provocando que la risa se alejara para ser reemplazada por pequeños quejidos de dolor.-

La conversación termino cuando Leo se puso de pie, tomó en brazos al menor, y lo llevo al baño, para que hiciera cuanto quisiera, mientras él iba de vuelta para ponerse algo de ropa encima y preparar así algo comestible para la mañana.

Comieron en silencio, ambos completamente inmersos en sus pensamientos, un sonido los saco de sus pensamientos, era el teléfono de Ren, una llamada entrante esperaba a ser atendida; Ren se paró apresurado y contestó, yéndose para el baño, de esa forma podría hablar más cómodo y el castaño no lo podría escuchar.

Leo se quedo observando a Ren, la expresión que puso cuando el teléfono sonó y como fue a contestarlo a un lugar donde no pudiera ser escuchado, definitivamente no quería que él se enterara de con quien hablaba y que cosas decía, lo que provoco un sentimiento extraño en Leo, sabría de que se trataba todo, eso fue lo que se propuso en el momento.-

Al volver a la mesa, notó como Leo ya no estaba allí, tampoco lo que comía – ¿Leo?... tengo que salir en menos de hora – camino hacia la mesa y termino de comer lo poco que le quedaba – ¿donde demonios te metiste?- miraba disimuladamente hacia los lados pero aún así no lo encontraba.

-¿volverás temprano?- Leo salió de su cuarto, con ropa en sus manos, al parecer ordenaba lo que había quedado, por la acción de la noche pasada- digo, no es que me lo tengas que decir… - caminaba de un lado para otro con las cosas que consideraba sucias.

-emm… no creo que este aquí temprano, en cualquier caso voy saliendo enseguida, tengo cosas que hacer antes, nos vemos más tarde – tomo una chaqueta, su celular y salio del departamento, dejando a un Leo, bastante intrigado, y por que no reconocerlo, algo molesto, no era que pensara que con él pequeño tenían algo solo por lo de la noche pasada, pero aun así, no era algo que pudiera controlar fácilmente.

Luego de terminar con su cuarto se dirigió al baño, se arreglo y salió del departamento- despejar mi mente no estaría nada de mal en estos momentos- tomó unos cigarrillos y comenzó con su no tan corta visita al centro; al ser verano, estaba lleno de turistas, nunca le gusto la playa, ni mucho menos el sol, aun así no podía hacer nada frente a eso y decidió ir a un pequeño parque que estaba casi vacío y tomar una siesta resguardándose del sol gracias a la sombra de un gran árbol. La tarde avanzo, dormía placidamente luego de fumarse la cajetilla casi llena que tenia de cigarrillos, no había nadie cerca, por lo que su sueño no era interrumpido; se despertó cuando comenzó a sentir hambre y frío, ya estaba oscuro, había pasado una estupenda tarde de relajo. Para llegar a su departamento, tomó el camino más largo, y decidió pasar a un bar que se veía bastante bien, tomó asiento y pidió un whisky, definitivamente no era lo mejor con el estomago vacío pero no le importó, quería disfrutar un poco, sus vacaciones acabarían en breve, debía aprovecha todo lo que pudiera, aunque fuera solo. Un par de chicas se le acercaron y comenzaron a invitarle tragos para continuar una conversación algo forzada, cuando miró el reloj notó lo tarde que era y se fue del lugar dejando a un par bastante entusiasmadas.

Cuando subía en el ascensor, todo le daba vueltas, de pronto recordó a Ren, y como este no tenia llaves para entrar si es que hubiese llegado antes que él. Una vez estuvo frente a su puerta, comenzó a patear un bulto que estaba en el piso - ¿Qué diablos haces ahí?... parate del piso – tomaba los brazos del menor y lo jalaba hacia arriba intentando mantener el equilibrio– vamos – Ren se despertó y entró en silencio a la casa, luego de unos segundos sintió un olor poco agradable

-Estas completamente ebrio – se refregaba los ojos al tiempo que una expresión de disgusto se mostraba en su rostro – parece que la pasaste bien –

-Aun no- se acerco al menor y lo abrazo con fuerza – ¿puedo saber donde estuviste?- comenzó a besarlo, lentamente, al menos hasta donde sus no muy claros sentidos le permitían – hueles extraño… que hiciste – Ren lo miró extrañado, ¿como podía decirle eso? Quien realmente olía extraño no era precisamente él o al menos así le parecía, notó que algo no andaba muy bien, Leo tenia el rostro inclinado, cuando Ren lo levantó, supo al instante que estaba dormido, por lo que tuvo que hacerse cargo de él hasta quitar ese olor a alcohol y poder acostarse a su lado y abrazarlo para dormir tranquilo, quedo con muchas preguntas pendientes, pero esperaría a la mañana para resolver las que más pudiera…

Notas finales: Bien... hahhaa mi primer lemon!!!! *emocion*
xD
Hisa... hice lo que pude :B, gracias por leerlo antes :3
iloyu!!!!(ahahah seps ahora tamos casadas (H) ) xDDDD
am gracias a tooodos lo que leen y los que dejan reviews :3
bien... vere cuando me nace inspiración xD oajal ke no llegue muy tarde :B
nos leemos!!!! ;D

se les kiere washis!!!! :3

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