Guillermo estaba haciendo su cama, cuando decidió sacar unas cosas de su armario personal- ustedes saben cual es- sentía que algo estaba fuera de lugar, él era muy pretencioso con el orden de sus cosas, lo que provocó gran intriga al notar un desperfecto, unas revistas desparramadas y no en una pila como las acostumbraba a dejar.
Sacó una linterna de llavero para arreglar el desorden cuando vio un objeto redondo y medio achatado entre las pertenencias. Al estirar el brazo y extender su mano para tomarlo le produjo escalofríos, y sólo al verlo dio un salto a la cama arrojando al objeto al suelo, con rostro espantado, y cubierto por sus manos temblorosas.
Era la cabeza de un gato muerto ensangrentada.
Sintió que su corazón latía queriendo reventar su pecho, y se miró la mano, horrorizado, su mente frágil había sido perturbada por una mala broma de alguien, lo encontraba aberrante, un claro intento de intimidarlo…
Sabía que esta no sería la última vez que le hicieran aquello, lo sabía muy bien, los conocía a todos, había comenzado nuevamente la persecución y aún no tenía claro quien estaba de su lado…
Entró David…
Fue como un destello dentro de la negrura de sus pensamientos...
“¿Mi amor, estás de mi lado?” se preguntó con los ojos llorosos, parado aún sobre el colchón de su compañero. Este lo miró interrogante, y se le acercó lentamente como si desconfiara de él.
- ¿Que haces?- dijo frunciendo el ceño.
- Estás de mi lado ¿cierto?- habló el pequeño con la voz entrecortada.
- ¿Por qué?
- Si pasara algo, tu estarás de mi lado ¿no es así?
- No lo sé…depende…
- Hasta hoy ¿estás de mi lado?
- …
David no comprendía ni media palabra de lo que decía, pero si responderle lo quitaba de su cama, lo haría.
- Obvio que sí…- dijo calmado.
Guillermo se le acercó para abrazarle, a David no le pareció ni tierno ni romántico, fue como una sensación de miedo, últimamente Ignacio y sus amigos le habían metido muchas cosas en la cabeza, y si bien no les creía, Guillermo no le estaba facilitando las cosas…
- Créeme solo a mi ¿vale?- le susurró en el oído, para el hombre fue como electrocutar sus pensamientos. Iba a responder ante aquello, pero el muchacho se precipitó y le besó en los labios…
Fue tan suave, tan sutil, que David creyó que fue como un aire a su vida. Los rosados labios del pequeño de 15 años le hizo cuestionar todo, y a la vez nada…
El hombre lo tiró a la cama suavemente, para que Guillermo no se espantara, comenzando de apoco a abrir su boca para que sus lenguas se conocieran por primera vez. Ya al hacerlo, Guillermo lo tomó de la nuca para besarlo con más pasión, y David sediento de más comenzó a subirle la camisa del pijama para recorrer su cuerpo con su lengua, para él fue delicioso, una piel blanca y tersa. El muchacho gemía delicadamente casi sin hacerlo notar, en tanto el hombre empezó a ser más bruto y ansioso, bajándole los pantalones al pequeño.
Para Guillermo era su primera vez, estaba cansado de ser acosado y guardarse sólo para que le hicieran más daño, y ya cuando no podía pensar en nada, vio a su compañero introduciendo su miembro dentro de él... la expresión del jovencito no era tan grata como a David le hubiese gustado, mas bien parecía triste, mirando hacia un punto perdido dentro de su imaginación ausente…
Y pese al sudor, los besos, y el sexo, sólo David parecía complacido. Al finalizar Guillermo se puso en pie y se marchó al baño para ir a bañarse…
Nunca se había visto una escena más penosa.
Guillermo al colocarse bajo el agua pensó en lo mal que lo había echo, sin embargo, no pareció arrepentido, como si quisiera darle una borrosa señal a su compañero acerca de lo que sucedía, ya que no podía decírselo directamente, detestaba hablar sobre si mismo.
Cuando cortó el agua, se apoyó sobre la fría baldosa tratando de hallar una solución a sus problemas, intentando sobrellevar el asunto de la mejor manera, y cuando se dio cuenta que era imposible pensarlo allí y en ese momento salió.
David lo estaba esperando.
El muchacho tomó rápidamente la toalla que colgaba de la puerta de la ducha y la amarró a su cintura para cubrir la parte inferior de su cuerpo.
- ¿Qué fue esa lamentable escena?-
Guillermo se quedó helado.
- Me hiciste pensar que yo te estaba forzando a algo…
- No, no…-murmuró- perdón, no sabía como actuar- se excusó con la mirada hacia el suelo húmedo.
- Una cosa es ser un inexperto, y otra cosa es hacerlo sin ganas ¿Por qué no me dijiste que no querías, para ahorrarnos esta discusión?
- Si…tenía…
- ¡No seas mentiroso!- lo golpeó con las palabras.
- Ya perdón… no pensé que te afectaría tanto, tú estabas en otra como para fijarte en eso…
David lo miró con enojo.
- Creí que eras distinto…- terminó por decir.
- Yo también creí que eras diferente.
Y fue todo lo que se pudieron decir, David de una patada empujó la puerta de baño, y Guillermo se quedó parado pensando en que quizás todo había sido un malentendido, o una simple equivocación, pero estaba dolido, realmente quería a su compañero de cuarto, pero no soportaba la idea que hubiese actuado como todos los demás..
"A el no le interesa quien soy, ni lo que me pasa, para lo único que le sirvo es para desahogar sus necesidades sexuales, si no fuese así, él no lo habría echo conmigo, y en cambio me estaría consolando y oyendo todo lo que me sucede por que me vio asustado, porque me vio al borde del llanto...
...pero es hombre... y pedir aquello es imposible, es por eso que detesto a los hombres...
...los odio..."
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español