Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Azucenas de Julio por fershia_darksnake

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Cuento para concurso escolar LeOye; a los jueces les encanto pero no tuvo reconocimiento oficial por el contenido ¬_¬ ahh y es parte de mi trauma por la nostalgia de Cien Años de Soledad de Garcia Marquez, claro que no se compara en nada a su majestuosidad (*-* fangirl), pero es una inspiracion mas las anecdotas de mi abuelita xD

Notas del capitulo: primer yuri, muy cursi y dramatico como todo lo que hago xD
Hoy es un día nublado de Julio. Veo a los niños corriendo de un lado a otro en la plaza de la iglesia y suspiro nostálgicamente, y dicen que cuando uno comienza a suspirar son pedazos de alma que dejas escapar al cielo. Hoy es un día nublado como tantos, donde solo uno se sofoca sin poder sentir el agua y miro con envidia a los niños brincando entre los charcos y como uno moja a una señora como de mi edad; no puedo evitar reírme discretamente cuando los ojos azules de la señora se me hacen familiares y el día nublado de julio se transforma en una tarde de primavera tomando su mano. Sé que es ella.

Me debato unos momentos entre ir hacia ella o no, cuando un rayo surca el cielo seguido de un fuerte trueno y la lluvia se viene repentinamente. Corro hacia ella pero la mujer también aprieta el paso en dirección contraria. Trato de gritar por primera vez en 50 años y lloro de la desesperación...hacia tantos años que no lloraba por no poder hablar. Siento el agua mezclándose con mis lágrimas y corro mas aprisa abriendo y cerrando la boca ridículamente mientras ella seguía alejándose en busca de refugio; en eso choco con un niño que se me atravesó y caigo al suelo. El niño llora desconsoladamente y naturalmente todo el mundo voltea a ver; debí haber pellizcado a uno desde el principio.

Ella me mira con sus ojos azules, después de tantos años y me sigue mirando con esa mirada de reproche y desprecio. Solo sonrío sintiéndome la misma niña de 13 años y seguro todo mundo piensa que soy una vieja loca pues no me levanto del piso.
-¿Esta bien, seño?-me pregunta la que probablemente sea la madre del niño que había cambiado su mirada de enojo por una de preocupación.
Solo sonrío poniéndome de pie con dificultad y voy con la ropa empapada hacia ella. Parece ser que no me reconoce pero solo hago unas señas en lenguaje sordo mudo y se le ilumina el rostro con una amplia sonrisa que le forma arrugas junto a sus ojos.

-¡Lucía!-escucho su voz ya algo acabada después de tantos años pronunciando mi nombre; pero para mi no es una tarde lluviosa de julio si no aquel día de primavera en el jardín de la mansión detrás de las azucenas, solo sonrío como respuesta y digo su nombre con señas, pero Alicia me mira avergonzada y quedo confundida.
¡Claro! Después de tantos años seria ridículo pensar que ella recordaría el lenguaje de señas solo por una sirvienta. Bajo la mirada llorosa sin saber por que y Alicia me abraza de inmediato disculpándose repetidamente. Huelo su perfume de lavanda por encima del olor a tierra mojada y suspiro mas tranquila; hago una seña con la mano para decirle que se escribir y sonríe. Quiero invitarle un café.


-¡Lucy! ¡Tantos años! ¡Me quede preocupadísima cuando me mandaron a Europa!-me abrazaba fuertemente y de verdad me sentía como aquellas escasas noches en las que me dejaba dormir en su cuarto y me abrazaba por que me daba miedo la oscuridad, pero en eso nos interrumpe un niñito.
-¡Abuelita, Andrés se esta mojando!- Un mocoso de no mas de 5 años la llamaba abuela... no pude evitar entristecerme y mirar su rostro lleno de arrugas y sus cabellos vueltos de color plata, me entristecí aun mas en pensar como me vería yo.
-¡Andrés, ya vámonos!- Le habla a los dos gemelitos que corrían entre nuestras piernas y me sonríe tranquilamente -¿Quien nos viera, no? Vamos a mi casa, tengo que llevar a este par de demonios con sus padres y tú y yo tenemos tanto que platicar... bueno, entiendes ¿no?- Ríe nerviosa.

Y de nuevo todo volvió a ser una tarde gris y sofocante de verano en mi deprimente vida.
Bajamos por las calles que comenzaban a inundarse bajo su paraguas acompañada de sus nietos, francamente, son un demonio doble. Mientras Alicia parlotea quejándose de que no arreglan las calles de este país pero yo se que eso la hace feliz. Siento que no ha cambiado absolutamente nada en mas de 30 años y que sigue siendo la misma niña mimada quien se volvió mi primera amiga.
-Lucy, no tienes idea de cuanto te extrañe-me mira con sus ojos azules reblandecidos y nublados por el paso de los años-ni siquiera te reconocí y eso que tanto me hacias falta-solo sonrío como siempre lo hacia-¿Qué paso después de que me fui? Volvi y ya no estabas-hago señas respondiéndole que me hice costurera pero naturalmente no entiende y se queda callada. Suspiro bajando la mirada y acompañándola en su silencio, que curiosamente no era del todo incomodo pues era acompañado de la lluvia golpeando el paraguas y la risa de los gemelitos.
Su casa era tal como la recordaba. Una gran mansión con aspecto de hacienda con el inconveniente que había perdido sus grandes campos de cultivo y pastoreo para dar paso a esos edificios modernos y feos, pero gracias a Dios aún conservaba ese gran jardín con arboles frutales y muchas flores detrás de la reja estilo colonial. Los recuerdos me invaden con las rosas y las azucenas siendo despedazadas por la fuerte lluvia. Se queja de esto pero su voz combinada con el olor a tierra humedad me lleva más y más por el camino de los recuerdos.
-Lucía, siéntate, en un momento nos traen el té-me dice dejándome un lugar en la fina sala victoriana desvencijada que aparentemente se negaba a cambiar por una nueva de esas que anuncian en la tele , suspira mirándome con algo que podría ser ternura-te extrañe tanto…creí que moriría sin una persona sincera en ese lugar de gente falsa e hipócrita, y tenia tanto miedo de lo que pudiera hacerte mi padre en paz descanse-sonrío sentándome junto a ella y tomando su mano para tranquilizarle, señalo las azucenas de la jardinera de la ventana y ella sonríe también-
Tomamos el te mientras ella parloteaba por encima de las risas de sus nietos y el retumbar de las ventanas por los truenos. Seré una vieja por que inevitablemente me dejo llevar por el recuerdo, de cuando esta casa estaba repleta de niños y adultos de todas las edades y el sol lo iluminaba todo casi irrealmente.
-¿Lucy?-me saca de mis memorias y sonrío apenada-te decía que…bueno, nada-ella también sonríe-creo que recordábamos lo mismo, aquella mañana que nos conocimos…bueno, en realidad son demasiadas cosas que recordar-guarda silencio un momento, pero se que eso es señal de peligro por que significa que hablara un muy buen rato-. Me acuerdo que era invierno, hacia frio y yo salía camino a la escuela cuando te bajo un naranjo de la acera del colegio llorando-interrumpo a Alicia negando con la cabeza y sonriendo para restarle importancia pero yo sabia que era cierto-no te hagas tonta, llorabas y solo te mire feo pero cuando te pregunte que pasaba y no me respondiste me entro mucha curiosidad. Me acuerdo que me falte todo ese día a clases por quedarme a tu lado consolándote e intentando saber que te pasaba y que significaban las señas que me hacías, seguro te parecí una tonta aquel día-claro que no, para mí ese día fue el primero de los más felices por que por primera vez alguien intentaba entenderme.
-¿Abuelita tu estudiabas algo además de cocinar y gritar?-pregunto uno de los gemelos
-¿A poco ya habían descubierto el fuego?-no puedo evitar reírme escupiendo un poco de té mientras Alicia le pegaba sendos coscorrones en la cabeza
-¡Mocosos malcriados! ¡Salieron como el bueno para nada de su abuelo!-les grita mientras estos se sobaban entre risas y lloriqueos-¡en fin! Desde esa mañana, cuando vinieron las monjas a buscarme no quise separarme de ti, pues entre señas y jugando a las adivinanzas lo mas que entendí fue que sufrías y tenías hambre, y sigo sin saber por que eso me intrigaba-termina con voz susurrante y calmada como si también se deshilara en el pasado-¿Recuerdas que me costo cuatro horas de berrinche que mi madre me dejara traerte con nosotros a casa? Seguro aquel día también pensaste que yo era muy tonta-Alicia ríe suavemente recordando pero yo jamás, en todo el tiempo que viví con ella cumpliéndole todos sus caprichos la considere tonta, me fascinaba por que era tener como una muñeca de porcelana como las que ella tenia pero mucho mas bonita y suave de tamaño natural-

-¿Y porque a nosotros si nos regañas cuando hacemos berrinche, abuelita?
-Es que en sus tiempos creían que era un pterodáctilo cantando
-¡Par de demonios!-los niños salen corriendo sin dejar de reír mientras Alicia se levantaba del sillón con grandes esfuerzos sin poder alcanzar a sus nietos. Le miré intentando disimular mi nostalgia, en ella no había rastro de la joven de hace 50 años bella y de alcurnia que solía ser, solo sus ojos azules tristes y aburridos de la vida parecían ser los mismos-ay…una que ya no esta para estas cosas-se deja caer derrotada de vuelta al sillón y después de tantos años, ese mal carácter es lo único que me queda de mi mejor amiga-¿Recuerdas que solíamos ir al lago a nadar? ¡Ahora que esperanzas! Tantos años en la grandeza de una de las mejores familias del país para terminar convertida en esto-se señala a si misma con una sonrisa cansada, pero yo siempre le admire y le sigo admirando por quien ella era, y por sus desplantes de niña mal criada que me divertían mas que molestarme-Lucía, míranos en que estamos hechas después de haber sido las chicas mas guapas de toda la ciudad-me río del dramatismo con el que lo dijo; siempre pensé que ella debía ser actriz con esa cara tan bonita-¿Recuerdas que todos los hombres estaban tras nuestros huesitos?-pienso bufando incrédula que andaban tras los de ella, porque a la criada mudita no me pelaban ni las moscas-Eres una exagerada, claro que te veían bonita andando conmigo para todas partes ¿Qué no te acuerdas del arriero musculoso y bronceado que te traía serenata?-me acuerdo y se me suben los colores al rostro mientras ella ríe codeándome-¿Ves porque te querían tanto? Lo único que hacías era ponerte colorada y bajar la mirada para que no te vieran sonreír ¿así quien no te va a querer?-me abanico con la mano y me pregunto a donde fueron esos niños malcriados para distraer la atención de Alicia-¡Como me hubiera gustado que vinieras conmigo a Europa! Todo me parecía muy frío y gris sin ti, sobretodo Londres-hace una mueca-Además que odie tener que aprender inglés y francés ¡Hasta el español de España se me hacia difícil de entender! ¡Pero vieras que bonito es por allá! París es todo un sueño, y Madrid es realmente divina-vuelve a guardar ese silencio peligroso-, pero nada tenia sentido entre güeras desabridas y superficiales-me mira nostálgica-me quedé tan triste por ti cuando ni siquiera nos dejaron despedirnos… ¿te acuerdas que llovía como hoy? Llegó el carruaje a casi medianoche y me arrancaron de tus brazos para enviarme lejos de ti…-ambas suspiramos al mismo tiempo y reímos al darnos cuenta, tomo su mano sonriendo para hacerle saber que todo esta bien-Fue la primera vez en mi vida que llore de verdad y que mis berrinches no sirvieron para nada…me acuerdo mejor de lo que quisiera de tu rostro pegado a la ventana, enmarcado por las azucenas que se despedazaban por la tormenta, y de mis gritos desesperados e inútiles rogando porque me dejaran regresar.
Ahora los niños guardaban silencio mientras miraban las mismas azucenas de la ventana de las cuales solo les quedaban los tallos mientras sus pétalos blancos eran arrastrados por la lluvia sobre el lodo negro. Yo también me acuerdo de aquella noche tormentosa en que sacaron a Alicia de la cama para llevársela al otro lado del mundo mientras yo me quedaba en ese pueblito (que ahora resulta ser ciudad) con sus muñecas de porcelana, los vestidos que solía hacerle, con su cuarto de princesa europea, sus secretos y las azucenas que debía cuidar por Alicia. Podríamos tener un recuerdo de cada estación del año de nuestras vidas juntas: las primaveras en el lago, los veranos calurosos en que nos tirábamos en el piso frio de mármol, otoños muertos y ventosos en nuestros viajes a la ciudad y aquellos inviernos abrazadas frente a la chimenea; pero siempre tengo en mente las noches de verano tormentosas donde ella me abrazaba y me contaba de todo un poco, para acallar con su voz fuerte y cristalina los truenos que tanto me asustaban.
-Lucy estoy tan contenta de volver a verte-me sonríe sacándome de mis pensamientos y correspondo la sonrisa mientras los niños volvían a reír y a correr persiguiendo a un asustado gato-esta tarde que llorabas bajo la lluvia me recordó tanto a aquellos días en Europa, preguntándome si estaría lloviendo por acá y quien te cuidaría, niña chillona-Alicia ríe pero yo sé que quien la cuidaba era yo, por eso era mi mejor amiga-Apenas estuve casi 3 años recorriendo Europa y me devolvieron a México con la esperanza de volverte a ver, pero apenas llegué me enteré de que te habías ido de la casa y me habían comprometido con un politiquillo corrupto y calvo-hace una mueca de desprecio y sonrío antes de desviar la mirada, pues me corrieron de la casa cuando ella se marchó, y aunque siempre rondaba esta calle esperando su regreso, cuando volvió era una mujer de mundo con un futuro prometedor con semejante apellido. Estuve en la boda de Alicia y después de ello me fui a seguir mi vida, una humilde costurera muda como siempre lo he sido, pero esto jamás lo supo ella-. Te extrañe, tuve mis hijos y siempre quise que tu fueras la madrina, ¿te imaginas? Yo hubiera sido la madrina de los tuyos-la verdad es que nunca la imagine con hijos y mucho menos nietos y no puedo evitar reírme señalando a los gemelos-¡ah! Ellos…-hace una mueca mientras le jalaban la cola al gato y lo hacían maullar desesperado-la verdad es que nunca quise casarme, tu lo recuerdas, y mucho menos tener hijos…siempre pensé que ese era un futuro ideal para ti-le miro extrañada y me interpreta correctamente como siempre-si, a mi parecer tenias la mirada de una madre aquella noche en que me separaron de ti-bueno, a eso me refería con quien en realidad la que la cuidaba era yo, era mi niña berrinchuda-…como la mirada de una madre que ama a sus hijos, por eso me quede con esa impresión-suspira y yo pienso por primera vez en 50 años que ella es una tonta, pero mi tonta mejor amiga y sonrío.




Esta noche llueve, pero ya no puedo ver los rayos ni oír los truenos ni sentir el calor húmedo de la estación. Solo se que llueve. Por primera vez en toda mi vida me siento ligera...mas de lo que me sentí nunca, como si no tuviera cuerpo. Escucho mi propia voz rompiendo el silencio color negro. Es una voz blanca que brota como las primeras flores de marzo y mi corazón deja de latir congelado en una eterna primavera mientras la lluvia despedaza esa voz como cada año en el verano con sus huracanes. Lo bueno es que en esta noche, ella esta conmigo, con su voz fría y azul como los nomeolvides de porcelana y mi nueva voz del color de las azucenas.
Notas finales: Espero les haya gustado.
Se que es diferente a lo que suele haber por aqui, pero lo hice con cariño ^^ Nos andamos viendo en los rr.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).