You were there por rockmyheartbeats

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Notas del capitulo:
Finalmente me ha dado por pasar lo que faltaba de la Fic.

- Tienes tanta valentía como el Dios Dorminiano de la guerra, Daisuke; quizás deberías heredar ese gran nombre.- lo miró a los ojos pero ningún brillo apareció en sus ojos; tampoco sonrió.

- Quizás…- Sin saber el por qué; trasladó sus manos hacia la cintura de Kaoru y lo acercó a él.

A su alrededor comenzaron a formarse figuras de sombras desde el suelo y una de ellas cogió a Kaoru por los hombros, tirándolo hacia atrás.

- ¡ Daisuke, socorro !- alargó su mano y la entrelazó con las del pelirrojo. Este tiró con fuerza y llevándolo, entraron por la puerta. Tras la puerta, se encontraron con una larguisima escalera de caracol y; sin pensarlo dos veces, Daisuke corrió sin soltar la mano de Kaoru.

- ¿ Por qué te quieren a ti ?- El pelirrojo miró de reojo a Kaoru, mientras seguían bajando escaleras.

- Siempre que me acerco a las ventanas o exterior del castillo, esas criaturas me vigilan. Son sus esclavos.- Ambos llegaron al piso inferior y con cuidado, abrieron la puerta; primero mirando si había alguien. El pelirrojo empujó suavemente a Kaoru y entró tras él, vigilando si venía alguien tras ellos.

- No entiendo por qué hemos acabado aquí; tengo miedo…- Kaoru se arrodilló y abrazó sus piernas. Mientras el pelirrojo miraba a los alrededores oyó unos sollozos y miró al otro, que comenzó a llorar. Se acercó a Kaoru y se sentó junto a él, luego rodeó con su brazo los hombros y lo atrajo a él.

- Mientras estés conmigo, yo te protegeré. Con mi vida.- el pelirrojo lo miró a los ojos y con delicadeza, borró las lágrimas del rostro de Kaoru con los pulgares. Kaoru cerró los ojos, concentrándose en aquella pequeña caricia y sonrió, pero aquella mueca desapareció al sentir de nuevo aquel dolor en el pecho. Apoyó su cabeza en el pecho del pelirrojo y notó su mano grande y fuerte en su pecho, sobre su propia mano. Hacía tiempo que no sentía aquel calor, aquel calor especial, que años antes lo abrazaba en todo momento y que temía dejarlo; ese calor que ahora buscaba, capaz de hacer cualquier cosa por conseguirlo.

- No tengo a donde ir en este lugar, ¿estarás conmigo?- Kaoru sonrió débilmente al pelirrojo, quien aún no había apartado su mano.- Temo la soledad, temo la inevitable muerte.

- tú no morirás pues ya has muerto.- Aquellas voces se oyeron, retumbando en las paredes de la gran habitación.- Tu destino es desaparecer; pero tranquilo, el convertirse en ceniza es indoloro, ni te darás cuenta.- se oyó una fina risa y un rayo de luz, de origen desconocido, dibujó la sombra de una silueta sentada en un gran sillón.

Las sombras que anteriormente intentaron llevarse a Kaoru aparecieron nuevamente y rodearon a la figura, como si fuese su amo. Esta se levantó y dio unos pocos pasos, bajando unas escaleras, pausadamente, mientras alzaba sus brazos y las sombras lo seguían.

- Tal como hemos sabido, en el inútil intento de salvar a tu moribundo amado, has acabado trayéndolo a nosotros; que comience pues el ritual.- una sonrisa y la habitación fue engullida por la espesa oscuridad, como si se pudiese notar bajo los pies; del tacto de la hierba de un prado extenso.- Daisuke, nosotros te daremos esa vida eterna que has venido en busca de. Olvídate de ese maldito recuerdo, él murió hace mucho tiempo. Puedes vivir sin su presencia.

- ¿Cómo es que conocéis mi nombre?- el pelirrojo; como un acto guiado por su instinto, abrazó a Kaoru fuertemente. Luego ambos se miraron a los ojos y notó los fríos dedos del más bajo recorrer sus pómulos, suavemente.- ¿Es verdad lo que dicen?- Sintió vértigo en el momento que Kaoru asintió.

- Daisuke; cuyo nombre ha sido el que tuviste desde que naciste; te estás muriendo. Tú me amabas, yo te amaba, pero un día la muerte me llevó de tus brazos; aquello fue hace tres años. Te mueres por la tristeza.- Hizo una mueca de dolor pero apretó el abrazo que nos unía.

- Pudimos recuperar su cadáver y gracias a tus recuerdos logramos devolverle a la vida; deberías agradecérnoslo. No recuerdas nada de él, pero tu corazón lo reconoció al instante, por eso lo ayudaste; siempre lo amaste demasiado. Si estáis muy unidos, los recuerdos que lo mantienen vivo reaccionarás y desearán la vuelta al cuerpo de su amo. Pero, ahora debes dejarlo atrás y unirte con nosotros; concédenos la inmortalidad.

- Ellos son la parte de ti que se niegan a aceptar tu y al mismo tiempo su muerte. Yo no debí ser traído nuevamente, pero, aún así, me alegro verte otra vez. Tuya es la decisión final.- El pelirrojo vio que kaoru lloraba y en aquel momento, algo golpeó su pecho.

Su corazón latía con tal fuerza que parecía que saldría del pecho, atravesando huesos y carne.

- Maldita marioneta, tú eres su muerte, ¡¿Por qué debería unirse contigo, siendo tú la desaparición de todo!?- la figura miró al pelirrojo.-Daisuke, nuestra unión y su olvido creará una nueva era para ti. ¡Sabemos que deseas más que nadie la inmortalidad!- Agitó de forma nerviosa los brazos.

- Tienes razón; temo la muerte, como cualquier ser humano, pero…- posó ambas manos en el rostro de Kaoru.- aunque no recuerde nada, mi corazón me manda hacerlo.- Miró a Kaoru y en el momento que sonrió, la figura comenzó a gritar de una forma inhumana, sus brazos se convirtieron en extensas y múltiples ramas que ocuparon el salón entero que de pronto, se dispararon y rodearon por completo a la pareja. Pero, en el momento que las tramas los taparon, Daisuke besó a Kaoru inocentemente y una luz se tragó la oscuridad. Los recuerdos volvieron a su cuerpo y el cadáver vacío cayó entre los brazos del otro.

Se oyó un estruendo y las paredes comenzaron a caerse, mientras que los gritos inhumanos no cesaban.

Todo se deshizo y se hundió en el extenso mar.

- ¡Llamad a un médico, está sufriendo un ataque!- unos gritos y el llanto de alguien lo hizo abrir los ojos de golpe. Estaba tumbado, y cuatro personas sujetaban su cuerpo para prevenir los espasmos. Con dificultad, su mirada se dirigió hacia su derecha.

Kaoru, más hermoso que nunca, estaba sentado junto a él, tranquilo y su mano se posó en el rostro mientras sonreía.

- Gracias por todo. Ahora volveremos a estar juntos.- se incorporó y lo besó en la frente; luego desapareció.

- ¡Que venga un médico!- nuevamente alguien gritó.

En aquel momento, el pitido constante invadió el corazón de los que allí yacían.

Junto a la cama de Daisuke, que enfermó por causas desconocidas para la ciencia; en una mesilla; había un ramo de flores en un jarrón y la foto de aquel que amó durante años y años; aquel que contrajo matrimonio con él y que hace tres años murió.

En la foto su pelo morado brillaba con intensidad y su sonrisa contagiaba felicidad.

Slaves to our destiny

I recall a melody

Sing ‘nonomori’- seasons lit with gold

Say ‘nonomori’ – legends yet untold

You where there

Happiness follows sorrow

Only believing in tomorrow

Notas finales:
Espero que os haya gustado.

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