Suena el reloj despertador. 6:25hs.
Se sienta en la cama, sin abrir los ojos, desactiva la alarma. Se refriega la cara.
Yanagi-sempai…no me dejes…
Otra vez, había soñado con él, con su superior. En un principio eran situaciones normales, pero con el correr de los días eran hasta… ¿excitantes?
En esta ocasión no fue así, ¿tenía miedo? Si, de no volver a ver a su sempai, de perderlo para siempre.
Se levanto perezosamente, se dirigió al baño para ducharse, después tomo su desayuno.
Sentía que ese era el día, ese sueño le “abrió” los ojos, tenía que confesarle todo antes de que se graduara.
-Akaya, apresúrate que Renji ya esta afuera esperándote…- Le dice su madre, que se encontraba preparándose para ir a trabajar.-
Toma su mochila, se despide de ella y abre la puerta… Ahí estaba él, esperando como todas las mañanas, con su sonrisa tranquila que lo caracterizaba.
-¿Todavía estas acá?- Le pregunta su madre, detrás de él, con una mueca de enfado.- Nos vemos a la noche, espérenme para la cena.- Le dice, mientras sale.
Cierra la puerta, se guarda las llaves, mira su reloj para asegurarse de que no sea tarde, suspira, no estaba realmente seguro de lo que iba a hacer. ¿Realmente debía? Si, debía. Era ahora o nunca. Gira sobre sí, da unos pasos seguros, estaba decidido. ¿Estaba decidido? El miedo a ser rechazado lo invadía nuevamente ¿Perdía con intentar? Si, perdía. La amistad, el fino lazo que los unía, pero…que para él era sumamente importante, siguió caminando hasta quedar frente a él, frente a la persona que más amaba. De la que sin querer se había enamorado.
-Buenos días, Akaya.- Lo saluda Yanagi, despeinándolo.
Le quita la mano, no porque le importara verse bien, cada contacto, cada caricia… no podía contenerse.
-Sempai…- Dice cabizbajo.-
-¿Qué sucede?-
-Te quería decir que…es mejor que nos apuremos o se nos va a hacer tarde.-
-Si. Vamos.- Dudando, sabía que eso no era todo, mejor dicho eso no era lo que su kouhai le quería decir.-
En el camino al instituto, se encontraron con Nioh, Marui, Yagyuu y Jackal. El rufián iba a su lado, lo miraba extrañado, no era normal ese comportamiento en el menor, ni siquiera a primera hora. Seguía en su mundo, analizando, sacando conclusiones sin sentido, este era el último año de sus compañeros. Ya no volvería a verlos, posiblemente a algunos si, pocas veces pero los vería. ¿Quién le garantizaba que aunque fuera correspondido seguiría a su lado?
Instituto Rikkai Dai. 19hs.
-No soy un cobarde como el fukubuchou…no soy como el fukubuchou…- Kirihara se repetía lo mismo, estaba en los vestuarios solo, su sempai lo esperaba en la salida.
Desde la puerta, pudo ver que el superior tenía compañía, esa persona llevaba remera blanca, pantalones azules. Rogaba que fuera otro del equipo, Cualquiera menos ese que tanto odiaba. Se dirigió a ellos, acelero el paso. Era él, el idiota de los jugos raros de Seigaku. Quería pisotearle los anteojos como lo había hecho hace unas semanas atrás en los nacionales, mandarlo de regreso de una patada. Se puso peor al ver la cara de su sempai, charlando tan animadamente con ese tipo, nunca pensó que podría llegar a ser tan celoso, quería a Yanagi solo para él.
-Ey, ¿qué haces aquí? ¿Viniste a refregarle a mi sempai que le ganaste en el torneo de Kantou? Si quieres puedo darte una paliza allí.- Dice señalando una cancha, estaba realmente furioso.
-Me encantaría, pero no traje mi raqueta.- Le responde Inui.
-En los vestuarios hay unas, o que, no me digas que tienes miedo de que…- Hubiera seguido sino fuese interrumpido por el chico de los datos de su escuela.
-¡Akaya, basta!-Kirihara lo miraba de una manera desafiante, no iba a pedir disculpas.- Lo siento, Sadaharu. Es un niño malcriado. Ni siquiera yo puedo hacerlo cambiar.-
El demonio ahora quería darles una patada en el trasero a los dos y mandarlos a volar. Sin más, se va.
-Renji, a mi no me parece, creo que lo tienes bien controlado.-Mirando a Kirihara alejarse.-
-Bueno, nos vemos otro día, después te aviso que decidimos. Adiós.- Corre tras su kouhai.-
-O tal vez sea al revés…probabilidades de que terminen juntos: 95.9%.- Acomodando sus lentes.
-Akaya…- Toma al menor del hombro.-…
-¡¿Qué?!-
-A mi no me hables así, ¿cómo pudiste comportarte de esa manera? -
-No me moleste.- Sigue caminando, Yanagi va detrás.
-Inui vino a decirme que los de su equipo quieren jugar un partido amistoso con nosotros el fin de semana.-
-¿Y a mi qué? No me importa.-
-¿No vas a participar?-
-Eso depende del buchou, me da lo mismo, total no es oficial.
-Ya es hora de que madures Akaya,- Dice en tono serio.- deja de comportarte como si fueras un niño.-
-El único que se perjudica soy yo. Ya déjame en paz y tú eres el que me trata como un mocoso, como si fuera tu hijo.-
Yanagi suelta un suspiro bastante audible.
-¿En serio piensas eso?- Le pregunta.-
-¿Qué cosa? ¿Lo de que el único perjudicado soy yo o lo de que me tratas como tu hijo? Igual las dos cosas son verdad.-
-Eso no es verdad, eso es lo que tú piensas.-Levantando el tono.- Creí que apreciabas todo lo que hago por ti.-
-¿A que te refieres? ¿A tenerme encerrado todos los días estudiando? ¿Eh?-
-Pero…es que me importa tu educación. No quiero que seas un vago como Nioh. Aparte…-leve sonrojo en sus mejillas.- es mejor que no te lleves materias porque…
-¿Por qué que?-
-Por que así vas a tener tiempo de estar con nosotros en las vacaciones.- Agacha la cabeza, Kirihara se acerca a él.
-Sempai…- apoya su frente en el pecho de su superior.- Lo siento, yo no quería…-Yanagi coloca su mano en el hombro del pequeño, ejerciendo presión. Es que estaba celoso y me moleste porque ese Inui te importa más que yo.
-¿Quién dijo eso Akaya?-Lo abraza.
-Pero es obvio.
-No…la amistad que hay entre nosotros es diferente a la que tengo con él, incluso con Genichirou y Seiichi.
-Si…cualquiera se da cuenta de eso…-
-¿Qué quisiste decir?-
-Lo que tienes con el es mas fuerte.-
-Pero si no le veo nunca, ahora esta con ese chico, Kaoru Kaidoh. Creo que también es un niño rebelde como tu.- Ríe.
- Hablas como si fueras un viejo, sempai.- Entrelaza sus brazos por la cintura de el mayor, aferrándose a su cuerpo.
- Akaya…esta oscureciendo, vamos.-Se adelanta, al ver que su kouhai se quedo atrás lo llama otra vez pero no recibe respuesta.-
-Sempai…creo que…-comienza a temblar, pero ya no había vuelta atrás.- me enamore de ti.
Para su suerte, Yanagi se encontraba de espaldas al menor.
-Ah. Dale, que se hace de noche y empieza a hacer frío.-
Casa Familia Kirihara.
Estaba tirado en su cama, “Ah”, le dijo su sempai, estuvo toda la mañana y en las prácticas pensando como decirle lo que sentía para recibir como respuesta un simple “Ah”. ¿Por qué no le dije por lo menos “no estoy interesado en este momento” o al así?
¿Por qué tuvo que ser tan cruel? Lagrimas recorrían su rostro., se sentía destrozado, humillado.
Suena su celular, mensaje de Yanagi comunicándole lo siguiente:
“Akaya, mañana no voy al instituto. Debo acompañar a mi hermano al hospital. Buenas noches. Renji”
¿Y ahora que podía hacer? Nada. Ya había hecho su parte., la persona que más ama en el mundo lo rechazo, no le dio ni una oportunidad, solo esperar a que termine el año.
Porque las cosas no siempre salen como queremos…
-Ya no más sueños estupidos, por favor.- Abre su cama y se acuesta.
Continuara…
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