A la semana siguiente.
Instituto Rikkai. 7hs.
-Llegas temprano Aka-chan- Nioh abraza al recién nombrado.- ¿Por qué no viniste a la escuela el jueves y el viernes? ¿Eh? Me tenías preocupado.
-Estaba enfermo, nada del otro mundo.
-Te llame y te fui a buscar a tu casa, quedamos en el finde para jugar un amistoso con los de Seigaku. Te lo perdiste, nos divertimos mucho. Al menos Bunta y yo.
Llegan los demás titulares.
-¡Pequeñín!- Marui y Nioh abrazan al menor.
-Ya déjenme.
-Ey, ¿que te pasa? ¿Desde cuando no te gusta que te demos abrazos?- Le pregunta el tensai del grupo, haciendo globos con el chicle.
-Pero si eres tan mono…con esa carita de niño inocente…te ves tan lindo. Sino saldría con Yagyuu, ya serías mío.
-¡Tarundoru!- Pone orden Sanada.- Basta de cursilerías Nioh.
-Vamos chicos al aula.-Indica el buchou.- Nos vemos en el receso Akaya-chan.- Kirihara asiente. Yanagi se queda a su lado, apoyados en la pared.
-Akaya, ¿Por qué no venias? Tampoco fuiste al partido.
-Ya dije, estaba enfermo y el domingo fui a la casa de unos parientes.-Respondió aburrido.
-¿Cómo la pasaste?
-Horrible, mis primos eran insoportables. Encima, me olvide mi consola y no pude jugar al Pokemon.
-¿Todavía sigues con ese juego?
-No, es que salio otra versión, esta en 3D, los gráficos son muy buenos. (N/R: en serio, yo lo tengo)
-¿Qué te parece si hoy salimos a cenar?
-Ok. ¿A dónde?
-No se. A algún restaurante, yo invito.
-Esta bien. Nos vemos, sempai.- Entra a su aula, Yanagi no le quita la vista de encima, quería darle una respuesta, pero su orgullo se lo impedia.
Despues de los entrenamientos Kirihara regreso a su casa, ya que tenía clases de ingles con Yanagi.
Estaba sentado, frente al escritorio, cuaderno en mano, lápiz en la boca. Como odiaba estudiar, aunque por una sonrisa de parte de su sempai favorito hacia cualquier cosa. Entra Yanagi.
-¿Te falta mucho?-Pregunta el mayor.
-Eh…un poco.
-A ver-toma la carpeta de su kouhai- ¿Qué es esto?
-Ah…eso…bueno es que me quede dormido en clases y por eso me dieron tarea extra…-Dijo muy apenado Kirihara.
-Ay Akaya…-Suspira- seguro te quedaste hasta tarde con esos video juegos…Si sigues así no me va a quedar otra que decirle a tu madre.
-¡Tampoco es para tanto! Y… ¿podrías irte? Puedo hacer esto solo.
-Como quieras…pero cuando cierre el trimestre, y tengas materias desaprobadas…
-¡¿Pero que?! ¿Eh?-
-Estas más violento de lo normal. ¿Qué te sucede?- Yanagi se sienta al lado.
-Seguro es tu imaginación –mirando a otro lado, evitando encontrar la mirada de su sempai.
-¿Por qué no me miras a la cara?
-Porque no quiero.
-¿Cuándo vas a madurar?
-Cuando se me de la gana. Y ya deja de molestarme con lo mismo.
-Bueno…me voy.-Se levanta y se dirige a la puerta-Ah ¿quieres que siga dándote clases?
-No. Tampoco quiero que te encargues de mi entrenamiento especial.
-Eso lo vas a tener que hablar con Seiichi. ¿Entonces tampoco vas a venir a cenar conmigo?
-No.
Yanagi salio de la habitación, Kirihara se tiro en su cama, ahora que Renji no iba a andar atrás de él menos iba a estudiar. Se llevo una mano a la frente, no sabía que estaba haciendo. Se dejo llevar por la situación, estaba frustrado porque su sempai no le dio una respuesta, ya no quería verlo. Bueno…si quería, de un día para el otro no dejo de gustarle. ¿Pero que sentido tenia seguir viéndole? El no era ningún cobarde, otra vez lo iba a intentar.
Al otro día. Instituto Rikkai Dai.
En la terraza…
-Nioh-sempai quiero hacerte una pregunta o más bien pedirte un consejo.
-Si, te escucho.-Se sienta al lado del menor.
-Bueno, como le digo esto…etto…hace unos días le confesé mis sentimientos a Yanagi-sempai y no me dijo nada.
-Ah…-El rufián analiza la situación en la que se encuentra Akaya.
-Y…estaba pensando hacerlo otra vez.
-Bueno…por un lado te digo que si, y por otro no. No porque eso de andar atrás de alguien no me gusta, pero si realmente te importa Renji…entonces hazlo.
-Gracias, sempai.
En los vestuarios después del entrenamiento…
-Yanagi-sempai…quiero hablar contigo…-
-…-
-Etto…tu me gustas mucho…y no puedo sacarte de mi mente…
-Creo que te acostumbraste mejor dicho malacostumbraste a estar conmigo todo el tiempo.
-Si…pero igual aun así yo te quiero.
-Ya me habías dicho esto. No se que esperas que te diga.
-Por lo menos un “no te quiero” o lo que sea, mándame a la mierda si es necesario.
-Yo no podría hacer eso... ¿me crees capaz de decirte algo así?
-Pero no me dices nada, es lo mismo.
-Mm...…como te explico, yo también te quiero mucho y eres muy importante para mí. Ahora no puedo corresponder tus sentimientos.
-¿Por qué?-
-Porque…es imposible. ¿Qué le diríamos a Genichirou y Seiichi?
-¡Que importa! No soy tan significativo para ti como dices, porque sino eso no te importaría, lo que digan o piensen los demás.
-¿Y nuestros padres? -Al menor se le escapan unas lágrimas.- esta bien Akaya. Más te vale que NADIE se entere de esto.
-Lo prometo, Yanagi-sempai. – “The Master” (N/R: is so hot!) se acerca al pequeño para tomarlo del rostro y darle un calido beso en la mejilla, mientras jugaba con uno de los tantos mechones del ojiverde.
-Ya deja de llorar, pareces un maricón.- Dijo al momento en que le secaba las lagrimas.
-Que malo eres conmigo.-Se queja Akaya inflando los cachetes.
-¿Malo? ¿Yo malo? Últimamente te la pasabas gritándome. Te comportas como un pendejo…aunque eso es lo que mas me gusta de ti.
-¿Vamos?
-¿Ya te quieres ir?- Sonríe.- ¿No se te antoja aprovechar el momento?
-¿Eh? ¿A que te refieres Yanagi-sempai?- Pregunta Kirihara inocentemente.
-¿A que más? Estamos los dos aquí solos, ¿Qué otra cosa podríamos hacer?
-¿Y si viene alguien?-
-Si, tienes razón.- Se acerca a su pareja, para besarlo. El otro sigue con el juego de caricias y mimos.
En ese momento abren la puerta.
-Dale, entremos que ya se fueron todos.- Dijo Nioh, jalando del brazo de Yagyuu.
-Me lastimas, Nioh-kun.- Se quejo tratando de soltarse del agarre.
-No jodas, te hice cosas peores que hasta sangraste.- El caballero se sonroja ante el comentario de su compañero de dobles.
-Oh…-susurro muy apenado-parece que ya nos ganaron el lugar.
-¿Nioh-sempai, Yagyuu-sempai?- Pregunta Kirihara, separándose de los brazos de Yanagi.
-No preguntes que hacemos acá a esta hora, vinimos a lo mismo que ustedes.-Le indica el peliblanco.
-¿Por qué no nos marchamos?-Propone el caballero.
-Si, vamos.-Dijo el castaño, tomando de la mano a su, ahora, novio para que salieran del establecimiento.
-¿Eh? Y yo que me queria divertir un rato, podriamos haberla pasado muy bien los cuatro juntos- Por poco y no se le caia la baba a Masaharu.
-Vamos Nioh-kun-El de gafas lo llama desde la puerta, para luego cerrarla con llave.
Caminaron tranquilamente de la mano hasta la salida, donde la platinium tomo otro camino.
-Si Sanada me viera, seria capaz de hasta sacarme del equipo.- Susurro para si mismo Renji.
-No se preocupe, Yanagi-sempai. Creo que deberiamos hablar con él y seguro nos entenderá.-
Continuara…
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