Instituto Rikkai, 7am.
-No somos ningunos tontos Renji, sabemos perfectamente que estas saliendo con Akaya.- Dijo Sanada junto a Yukimura, que fueron los primeros en arribar al instituto, esperaban por la llegada del castaño en el aula para regañarlo por su mal comportamiento, de alguna manera se enteraron de que ahora él y Kirihara son pareja.
-G-Genichroh… yo…- dijo The Master en el momento en que quedo frente a ellos.
-Nada de excusas.
-Es que yo solo lo hice por lastima- dijo Yanagi; Nioh, que por primera vez en este año llego temprano, no podía creer lo que había escuchado, ¿Cómo podía ser capaz de decir algo así? Sintió pena por su kouhai preferido, pero era mejor que lo supiera, aunque le iba a doler, de eso estaba seguro. Y por otro lado, si el buchou no estuviera presente ya le habría dado su merecido a su compañero. No importaba la razón, Akaya esta perdidamente enamorado de él, no tenia corazón, al parecer Renji también es un ser insensible como su mejor amigo, el vice-capitán.
-Si eres hombre, repítelo- dijo el peliblanco entrando a la sala, mirando con rabia al castaño- Si no sientes nada por el pequeño, no vas a tener problemas.
-No voy a pelear contigo por ese mocoso histérico, Nioh- respondió Yanagi, retrocediendo unos pasos.
-Renji, me decepcionaste. Pero si quieres seguir con nosotros, olvídate de Akaya.- dijo el fukubuchou, dirigiéndose a su pupitre. Yukimura no hizo ningún comentario sobre la situación y también volvió a su lugar. Yanagi, insistente, se acerco al chico de la gorra, que en esta ocasión, obviamente no la llevaba, tenia que aclarar las cosas.
-Genichiroh, estaba hablando en serio cuando dije que solo acepte por que me da lastima. ¿Me crees capaz de salir con alguien tan-suspiro- como Akaya? Ni siquiera se merece mi amistad, lo se. En cambio nosotros nos conocemos hace casi tres años, no puedes dudar de mí- hizo una pausa- es tu decisión.
-Bueno, creo que voy a buscar al cabeza de alga, para que termines con él, no duraron ni un día.- dijo Nioh, su rostro mostraba una sonrisa divertida, aunque en su interior solo deseaba estar a solas con el chico de los datos para darle una golpiza. Si realmente amas a una persona no tiene porque importarte lo que opinen los demás, pensó recordando a su amado compañero de dobles, Yagyuu, que aun no entendía como era capaz de soportarlo, Marui y Jackal entraron y rápidamente se ubicaron en sus lugares-Bunta- miro al recién nombrado- ¿y Akaya?
-Esta en su aula, me pregunto que le habrá pasado, lo encontramos en el camino y venia feliz de la vida, incluso no se quejaba si lo abrazábamos, todo lo contrario, decía cosas muy raras- respondió el tensai, dejando su mochila, luego comenzó a hacer globos con el chicle hasta que Sanada lo fulmino con la mirada.
- Mas bien decía cursilerías.-agrego el moreno- Me sorprende viniendo de él, tal vez ya encontró a su media naranja ¿no les parece?
-Puede ser.- dijo el pelirrosa, levantándose a tirar el chicle.
-¿Me acompañas, Bunta?- Le pregunto el peliblanco.
.No, molestes.- respondió, metiéndose otra golosina a la boca- Lo siento fukubuchou, no puedo evitarlo.
-Nioh, ya van a comenzar las clases, y te agradecería que no te metas en lo que no te importa.- dijo Yanagi.
-Si, Akaya me importa. Y no voy a permitir que juegues con él, porque no se lo merece. Es un buen niño, a pesar de todo, y sabes, se esfuerza mucho para no desaprobar materias, solo por ti porque cuando estaba en primero se llevo hasta el vidrio de la ventana. Y si te crees tan bueno, tan correcto, a la salida hablare con él y espero que ya le hayas dicho todo, que eres un cobarde arrogante, que no tiene cara, un miserable.
Yanagi no contesto, salio al pasillo y tranquilamente, como si nunca hubiera ocurrido nada camino hacia el baño, cabizbajo, donde desgraciadamente se encontró al chico de ojos verdes.
-¡Yanagi-sempai!- chillo el menor emocionado, mojandose el cabello.- El destino nos quiere juntos.- el chico de los ojos eternamente cerrados, solo sonrío levemente.
-Akaya, tengo que decirte algo muy importante.- Kirihara se lanzo a sus brazos.
-Luego me cuentas- se puso en puntitas y rodeo el cuello de su pareja con sus bracitos, ejerció presión para que el otro se agachara y lo beso, un poco torpe por la falta de experiencia de ambos, Yanagi correspondió, no solo el beso, también el abrazo.- ¿te ocurre algo, sempai?- pregunto Akaya al notar que Renji, prácticamente estaba temblando.
-No, nada, estoy bien.- respondió desviando la mirada hacía el techo, pero sin quitar sus manos de la cintura de su novio, un suspiro bastante sonoro escapo de sus labios, y apoyo su mentón en el hombro. No podía confesarle todavía lo que había ocurrido escasos minutos atrás, un nudo se formaba en su garganta, estaba a punto de llorar, ni siquiera el sabia lo que quería, arrepentido o no, Nioh abriría la boca apenas se cruzara con su kouhai.
-Puedes confiar en mí.- Se quedaron en silencio un largo rato, el menor tenia miedo de algo malo haya ocurrido, pero no podía obligar a su superior a hablar.
-¿Qué estas esperando?- dijo el rufián apareciendo en escena, colocando sus en su cabeza.- Deja de hacerte la victima, que aquí el que debería estar llorando es él.
-¿Que paso, Nioh-sempai? Yanagi-sempai no quiere decirme.- Dijo Kirihara, el castaño ahora miraba el suelo, ya no tenía escapatoria.
-Genichiroh esta en contra de nuestra relación- mintió caminando hacia la puerta, donde se detuvo al escuchar la voz del peliblanco.
-¿Y que mas?
Akaya miraba a los dos buscando una respuesta, faltaba algo, harto del silencio de sus sempais, grito- Nioh-sempai, si Yanagi-sempai no dirá nada, estoy seguro que tu lo sabes, así que dime que ocurrió, por favor.- Masaharu, sin pena alguna le contó todo, sin omitir detalle alguno.
-¿Es eso verdad, Yanagi-sempai?- pregunto el pelinegro, acercandose a él, al borde de las lagrimas.
The Master asintió, y cuando menos se dieron cuenta Akaya ya estaba pegado a él, tomandolo de los codos para que “no lo dejara”, dando audibles gemidos de dolor hasta que el peliblanco lo sujeto por detrás y lo abrazo fuertemente para que lo soltara.- Ese sinvergüenza no se lo merece, no llores- le pidio, cuando Akaya giro para seguir llorando sobre su pecho.- ¡Vete de una puta vez, mierda!- le grito al castaño.
Continuara…
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