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Marcado como tuyo por Neko_of_Scorpius

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Notas del fanfic:

Bueno, ¿qué decir? Planeo sea largo, que tenga mucha angustia, mucho dolor, y que mis personajes originales suelen morir ^^u
Los personajes de One Piece y todo eso, le pertenecen a Eiichiro Oda-sama solo los uso como disfrute personal.
Nova-chan, así como los nombres y personajes originales, me pertenecen a mi enteramente.

Notas del capitulo: Disfruten de mi bazofia personal ^^
Suelo intentar que si pongo algo que no sé si sabrán, como palabras típicas de mi tierra o cosas en japonés o nombres que tienen algun significado, ponerles el significado abajo. Si se me pasa alguno, diganmelo por favor ^^
También intento, que mis capitulos tengan un mínimo de 1.000 palabras pero no un máximo.
Todos dormían apaciblemente en el Thousand Sunny, hacía tiempo que no tenían ninguna aventura, tampoco es que viesen muchas islas últimamente, pero estaban bien abastecidos y a menos de una semana de llegar a una nueva isla. Sin embargo, en la cubierta, se podía ver la delgada y elegante figura del cocinero de abordo, que no podía dormir y le había dicho a Usopp, el encargado de la guardia, que se fuese a descansar, que él le reemplazaría.
La razón de su insomnio era una extraña sensación en el pecho, un peso que le hacía pensar que cargaba con las pesas de Zoro, un malestar que solo estaba presente en su pecho cuando algo iba mal con las personas que habían incursado en su vida, como la tripulación o los cocineros del Baratie, que aunque no quisieran eran piezas que componían su mundo personal.
Esa vez, sin embargo, era muy diferente, no era nadie de la tripulación, ellos estaban durmiendo tranquilamente. Y tenía la sensación de que era alguien cercano, demasiado para ser los cocineros o el viejo.
-Quizás, ella….-susurró, dejando escapar un suspiro, mientras se sentaba en la barandilla de la proa-Es algo imposible, pero…
Observando el ir y venir de las olas contra el mascaron del barco, sin darse cuenta, comenzó a tararear una nana, hacía tiempo que no la cantaba, desde que había embarcado en la alocada tripulación de los Mugiwara.
Sin saber muy bien cuando, el sol comenzó a despuntar el sol en el horizonte, y él no había ni siquiera empezado a hacer el desayuno. Nami y Robin salieron de su camarote, tranquilamente hablando, cuando él comenzaba a entrar en la cocina. Todavía con la lacerante sensación en el pecho, comenzó a prepararlo todo. Luffy abrió de improvisto la puerta de la cocina, pidiendo comida.
-El desayuno todavía no esta, así que sal de mi cocina-gruño Sanji, enfadado por los intentos del capitán de meter mano en las sartenes.-Ve a jugar con Chopper.
Aun así, justamente cuando iba a llamar al reno, Luffy escuchó el ruido de un cañón a estribor. En apenas unos instantes, la cubierta era un remolino de movimiento, Nami daba ordenes a todos los tripulantes, excepcionando a Robin que oteaba el horizonte buscando el barco y a Sanji que estaba en la cocina, absorto en sus propios pensamientos como para darse cuenta de que se avecinaba una grave batalla en el barco.
Por fin, el barco atacante asomó, era una carabela blanca, adornada con hermosas flores y lazos en diferentes tonos de azul y rosa, dándole el aspecto de un navío nupcial, solo la bandera negra, con la calavera blanca y un velo, azul cerúleo, daba a entender que era una banda pirata. Una imagen tan aterradora como hermosa. Sobre la cubierta, hermosas damas, vestidas con distintos trajes de bodas, pero con similares colores, una gama de negro, violeta y azul marino, colores fríos que contrastaban con su alrededor en un impoluto blanco.
-Pensaba que no nos las encontraríamos hasta llegar al Nuevo Mundo-comentó Robin, colocándose al lateral del cyborb peliazul.
-Son…. ¿ellas? ¿La banda pirata de las novias desdichadas?-preguntó temeroso el renito de nariz azul, temblando tras las piernas de Nami, quien no sabía nada de lo que estaban hablando-Tengo miedo.
-Bueno, podemos escondernos, dejar a Nami y a Robin aquí y que ellas las echen-intentó Franky, sonriendo.
-¿Y si nos lo explican?-preguntó Usopp sin saber donde esconderse.
-A mí me da igual-contestó el capitán, lanzándose directamente hacia la cubierta del barco recién llegado, pero volviendo raudo al Thousand al ser recibido con espadas y machetes, algo inesperado sin duda.
-La banda pirata “Novias desdichadas” es una banda compuesta por mujeres que fueron abandonadas por sus novios en el altar o huyeron del matrimonio-explicó Robin intentando calmar los ánimos de la tripulación-La mayoría de esas mujeres poseen una recompensa superior a los doscientos millones de beries.
-Normalmente abordan los barcos de cualquier organización, piratas y Gobierno por igual, los matan, pero en caso de un hombre guapo, lo obligan a casarse con alguna de ellas si quiere vivir-Terminó el renito, saliendo de su escondite, sintiéndose a salvo sabiéndose mitad humano mitad animal.
-Nunca podrán contra el poderoso, Usopp-sama, el guerrero más valiente de los mares-aseguró el mentiroso escondido tras un barril, lo más lejos posible de la visión del barco-¡A por ellos!
-Zoro, a por ellas-ordeno la navegante con el signo de los beries por ojos-Con unas cuantas de ellas tendremos una gran recompensa.
-Ni en broma-renegó el espadachín, entre asustado y enfadado-Esas están locas por casarse, no pienso pisar ese barco.
-Espadachín-san tiene razón, navegadora-san, posiblemente los obligasen a casarse con alguna de ellas-confió Robin a la pelirroja entre susurros.
En medio de la confusión de la batalla entre los dos barcos, la puerta de la cocina se abrió, pero nadie llegó a salir de ella, puesto que Zoro empujó a la figura hasta dejarlo casi sobre la mesa.
-No puedes salir, ero-cook-prohibió el peliverde, siguió ante la cara confusa del rubio-No puedes ayudarnos en esta lucha, si necesitamos tu ayuda, Robin hará aparecer un brazo en la mesa, pero quédate aquí.
Realmente, Zoro no le había dicho la verdad sobre el por qué no quería que saliera, no quería que alguna de esas mujeres se lo llevaran para casarlo, no cuando él soñaba poder tenerlo entre sus brazos durante la noche, después de una buena sesión de sexo desenfrenado, y durante el día simplemente comunicarse con mirada, sin dejar atrás sus peleas, sus insultos, pero dándoles tientes cariñosos que solo existiese entre ellos. Ya no como nakamas si no como su amante. Tenía mala memoria, pero nunca podía olvidar la obsesión por las mujeres, olvidar que cada vez que veía a una mujer se arrodillaba ante ella como quería que hiciera frente a él.
Sanji quería responderle a Zoro, pero seguía teniendo la sensación de que algo iba mal con alguien cercano, y eso traía a su mente recuerdos que creía olvidados, que creía olvidaría estando lejos de aquello que más se los traía a la mente, así que simplemente miro al espadachín desenfundando las katanas mientras salía de la cocina, dejándolo solo con su mente de nuevo. ”jala le hubiese podido gritar, pero sabía que si le gritaba, le confesaría todo, todo lo que hacía tiempo se guardaba dentro. Así que para solucionarlo se dio la vuelta y volvió a las cazuelas que había en el fregadero y empezó a lavarlos, usando más fuerza de la debida, estaba tan… ¿enfadado? ¿Confuso? ¿Herido? No sabía como decirlo, pero no se dio cuenta de que por la puerta entraba una figura envuelta en oscuros mantos, manteniendo totalmente oculta su identidad.
-Buenas tardes, Sanji-kun-saludo la persona tras él, sobresaltándolo, y sorprendiéndole como sus recuerdos tenía tanta fuerza como para hacerle tener imaginaciones.-Volvemos a vernos…
-¿Nova*?-pregunto el cocinero mirando la figura, dándose cuenta de que no era una alucinación.
-Si, papa-contesto la sombra con voz cantarina-Soy yo.
Notas finales: Nova: luz u honor

Espero tomatazos y demás ^^ Besos ^^
=N3KO=

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