Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Marcado como tuyo por Neko_of_Scorpius

[Reviews - 39]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Continuación lenta pero segura del fic ^^ Espero disfruten de él ^^

Disclaimer: Los personas y nombres de One Piece, pertenecen a Eiichiro Oda.
Nova, la historia y demás efectos originales (nombres, lugares, etc) son enteramente míos ^^
-Si, papa-contesto la sombra con voz cantarina-Soy yo.
Ante el incesante y absurdo balbuceo de Sanji, la sombra retiro la capucha de la túnica, revelando a una joven de largos cabellos verdes con las puntas rubias atado en dos elegantes trenzas espigas, y un largo mechón rubio que tapaba uno de sus picaros ojos ámbar, que brillaban con un brillo inusual, impropio en una joven niña de doce años, bajo los mantos se ocultaba un cuerpo esbelto, fuerte, desarrollado, y todo en conjunto le confería una imagen adulta que no correspondía a su edad.
-¿Qué carajos haces aquí?-pregunto finalmente el cocinero, tomando a la chica del codo, severo pero dulce-¿Cómo has llegado aquí?
-Pues, vengo a buscar a mis padres perdidos-al rubio no se le escapo el plural en las palabras de su hija-Y obviamente, vine en barco ¿cómo si no?
-¿Sabes donde demonios estás? ¿Se te ha ocurrido pensarlo?
-Bueno, ¿qué te parece si te digo “Estoy en el barco de Mugiwara no Monkey D. Luffy, un pirata de trescientos millones de beries, buscado por el Gobierno Mundial, buscando a Kuroashi no Sanji, un pirata de setenta y siete millones, miembro activo de los Mugiwara”?-y su voz destilaba tanta burla que no pudo ser ignorada por Sanji quien la miro enfadado.-De verdad, solo quiero un nombre. …l resto puedo encargarme yo sola, me he hecho experta en el arte de conseguir información, o sacarla si es necesario.
-Me da igual lo que seas capaz de hacer. Dentro de una semana llegaremos a una isla-comunicó el cocinero, ignorando premeditadamente las palabras de Nova-Tengo unos ahorros secretos con los que podré comprarte una casa. El resto te encargarás tú, jovencita.
El cocinero observó a la joven mover nerviosamente los brazos, como si se encontrara incómoda.
-¿Qué te pasa en los brazos?-pregunto levantándole la túnica para ver las dos espadas que llevaba, nunca había visto a alguien coger las espadas de esa manera, sin embargo el hecho de que las tuviera, ya le recordaba a su padre.
-Cuando entre en Grand Line tuve que cambiar a “Sakura*” y a “Senbonzakura Kageyoshi**”, pero estas son iguales o mejores-respondió colocando de nuevo las katanas en sus vainas-No sabía si tendría que usarlas, así que las traje.
-Creía que Zeff te estaba enseñando a pelear.-rememoró Sanji, trayendo a su mente los recuerdos de los entrenamientos de Nova con el viejo-¿No te gustan las peleas cuerpo a cuerpo?
-Si, también se luchar así, pero tenía que saber más formas de luchas. Para compensar las cosas en las que no soy buena.-y su contestación le sorprendió, porque en realidad era todo lo contrario, si Nova quería podía llegar realmente a ser buena en esas cosas.-Pero de verdad, por favor, solo dime el nombre.
Todo lo bueno que había estado consiguiendo la niña, lo perdió en ese instante, pues hizo volver al cocinero a la realidad, y no fue extraño que su contestación fuera cargada con tan mala actitud:
-Es la vez quinientas mil que te lo digo, Nova-y era la típica contestación de su padre-Soy tu padre y también tu madre, que se te meta en esa cabecita de lechuga que no vas a ir a buscar a ese otro padre, ni ahora, ni nunca.
Pasando su brazo por los hombros de una triste joven, la llevo al camarote masculino donde la ayudó a subir a su litera, aunque no hiciera falta, y la tapo dulcemente, desatando los largos cabellos de su hija, dejando que formaran un abanico bicolor sobre el colchón.
Nova se sintió repentinamente agotada, cerrando lentamente los ojos, ante el cosquilleo que le daba el ir y venir de los largos dedos de Sanji en su pelo, era una de las pocas formas que tenía para dormir.
Sin hacer ruido, Mr. Price, abandonó el camarote de los chicos, observando a su pequeña dama, como la llamaba en sus pensamientos, como le decía cuando era demasiado pequeña para quejarse, luego ya era demasiado “mayor” para ese apodo y solo se lo decía cuando dormía entre sus brazos, sobre sus rodillas o cuando ella no le oía. Le dio mucha pena dejarla en el Baratie pero no podía llevarla con él, no cuando se encontraría con él, la persona que le había echo tocar el cielo para dejarlo caer desde el infinito hasta la tierra.
Al llegar a la cocina se sorprendió de ver a sus nakamas sentados en silencio, mirar preocupados a la navegante, quien a punto parecía de darse de golpes con la mesa.
-¿Qué paso aquí?-pregunto entre preocupado y divertido-¿Alguien salió herido?
-No, cocinero-san-respondió amablemente Robin, mirándolo mientras sonreía como si lo supiese todo-Pero navegante-san nos pidió silencio para pensar sobre el por qué la banda de las “Novias desdichadas” se fue en medio de la pelea.
-Siempre esta buscándole los problemas a las cosas que nos salen bien-protestó Zoro mirando para otro lado-Si ya sabe que tenemos un amuleto de la suerte.
Después sonrió al capitán del barco que rió, tomando su sombrero de paja cariñosamente entre sus manos.
-En realidad se fueron al ver al gran Usopp-sama, mi fama de poderoso guerrero de los mares me precede y debieron asustarse ante mi gran aura de poder-alardeo el tirador, riendo en pose poderosa, a la cual nadie hizo caso salvo el inocente renito que lo miraba con ojos estrellados.
-Claro que si, nii-chan-se burló el cyborb peliazul-Detrás del barril dabas un miedo terrible.
Todos, salvo la navegante y el cocinero rieron, acabando con la tensión del aire, luego volvió un amistoso silencio, roto por el rugir de las tripas del capitán. En ese momento, Sanji vio su oportunidad para hacer que todos dejasen de pensar en la lucha y por tanto, no descubriesen a Nova.
-¿Por qué no nos olvidamos de esas “Novias desdichadas” y desayunamos?-propuesta que fue aceptada de inmediato. Sin embargo, Robin y Zoro pudieron notar la nota nerviosa en su voz.
El día acabo demasiado rápido para el cocinero, que no veía la hora de terminar de recoger la cocina antes de que Zoro saliera a hacer sus ejercicios vespertinos. Rápidamente se metió en el acuario, donde podía ver a los pocos peces que habían pescado Usopp y Chopper huyendo del tiburón que había pescado Luffy, otra vez.
Ya, más tarde, pudo ver la luz que llevaba Robin al puesto de vigía, guardia nocturna, él se la haría encantado pero no quería que al día siguiente si alguien decía algo, le pillasen, a él y a Nova.
Dejo entonces a la arqueóloga en su guardia nocturna, mientras el se dedicaba a observar luna, acompañado por las estrellas, que alumbraban a Nova caminando por la barandilla, mirando desafiante al mar... ¿¡Nova en la cubierta!?
Nunca le había gustado el mar, para su entender, el mar contenía secretos que no revelaría y a ella el no saber, le ponía los pelos de punta, porque le había sentir pequeña, por lo que siempre intentaba saberlo todo y si no podía, ese algo no le gustaba. Inmersa como estaba en sus pensamientos, se sorprendió cuando sintió que la halaban hacia atrás, para luego sentir una respiración agitada y el latir desbocado de un acelerado corazón tras ella. El aroma a tabaco, especias y brisa marina, unido a un suave perfume único en el mundo, por primera vez agradeció tener unos sentidos tan agudos, le dijeron que quien estaba tras ella no era otro que su padre, Sanji.
-¿Se puede saber que carajos pensabas?-le recriminó, obligándola a verlo a los ojos con el ceño fruncido-¡Dime!
-¿Sabes que si frunces así el ceño te saldrán arrugas y solo tienes…?-una presencia tras la elegante y firme figura del cocinero la hizo detenerse para observar a una mujer de enigmática sonrisa, pero sorprendido mirar-¿Quién es ella?
El corazón de Sanji se paró de repente, alguien los había descubierto con las manos en la masa, encima una de sus damas. Se giro con cierto recelo, podía ser una estrategia de Nova para escaparse, pero la figura de Robin no era ninguna mentira.
-Soy Nico Robin, pequeña, ¿y tu?-contestó la morena.
-Soy su hija, Nova-se presentó con una burlona reverencia-Encantada de conocerla, Nico-sama.
-Cocinero-san es muy jo…-comenzó a replicar Robin, a la joven quien no se podía negar un claro parecido con el rubio que no sabía que hacer.
-No se llama cocinero-san es…-interrumpió para ser interrumpida, la pequeña.
-Da igual, Nova, ve al camarote que te enseñe esta tarde y no salgas de ahí-reprendió severo, pensando en que inventarse para que la arqueóloga no lo delatase-Robin-chan, ¿no tenías que hacer guardia?
-Tienes razón, debería irme, de nuevo encantada de conocerla, Nico-sama-Y con gran agilidad y sigilo, propios de un felino salvaje, pero sin perder una pizca de elegancia y feminidad.
El rostro del cocinero reflejaba una mezcla de emociones, entre las que Robin pudo distinguir vergüenza y confusión. Tenía un aspecto frágil e inconscientemente, la arqueóloga poso su mano sobre el hombro del afligido rubio y se sorprendió cuando no vio la graciosa y típica conducta en ese gesto.
-Lo lamento, Robin-chan, prometo que no causará problemas, pero por favor, no se lo digas a nadie-se disculpó sin razón Sanji, mirando al mar, buscando entre sus bolsillos la cajetilla de cigarros.
-No te preocupes, cocinero-san, ¿qué le parece unas preguntas a cambio?
-¿Café?-fue lo único que respondió el cocinero, demostrando que aceptaba el trato ofrecido por la dama.
Ya en la cocina, mientras ambos esperaban que el café estuviera, Robin observó al cocinero antes de preguntar:
-¿Qué fue de la madre de Nova-chan?
-Preferiría no hablar de ella, solo decir que no le importamos y que por ello, Nova esta aquí-contestó el rubio, acongojado por tener que mentirle a una de sus chicas.
-Parece tener dieciséis años-comentó, intentando sacar la verdadera información de Sanji-¿Cuántos años tiene?
-Es gracioso que diga que tiene más edad de la que verdaderamente ha pasado desde su nacimiento, solo tiene doce años.
-¿Por qué está aquí?
-Para saber el nombre de su progenitora, pero como ya he dicho, ni siquiera a ella se lo he dicho, por lo que yo tome el papel materno y el paterno.
-¿La criaste sola, cocinero-san?-el cocinero tuvo que levantarse, haciendo un gesto de pausa, pues el café comenzaba a subir y tenía que retirarlo del fuego para servirlo en dos tazas-¿O tuvo ayuda?
-Me ayudaron los cocineros del restaurante donde trabaje antes de que Luffy me invitase a formar parte de su tripulación.-contestó, tomando un sorbo de la bebida.
-Pero no lo entiendo-en realidad, ella entendía más de lo que decía, entendía que Sanji le estaba mintiendo, y que la información terminaría, como siempre, en sus manos-Si fue antes de que capitán-san lo reclutase, ¿donde nació?
-A decir verdad, nadie en el Baratie tenía idea de embarazos y cuando Nova iba a nacer, tuvimos que ir corriendo hasta la isla más cercana-la enigmática mujer supo entonces, frente a la sonrisa nostálgica del rubio, que se iba acercando a ese nivel en el que se decía la verdad.
Robin siguió haciendo preguntas sin importancia sobre la chica, sabía que Sanji no le diría nada que no quisiese, por lo que tenía que conseguir despistarlo.
Luego de que el cocinero se fuese a dormir, a penas unas horas, cuando el sol todavía no despuntaba y la niña demonio todavía estaba en la cocina, la figura de Nova, pasó a través de la puerta con sigilo y agilidad, que recordaba a alguien tan felino que no sabía quien era. Sin embargo, a pesar de la laguna mental producida por las inconexas similitudes, a Robin se le ocurrió una idea.
-Buenos días, Nova-chan ¿No deberías estar durmiendo?-preguntó, aunque la chica ni siquiera pareció molestarla.
-¿Y usted, Nico-sama? ¿No debería estar haciendo guardia?-respondió, tomando un vaso de agua.-No suelo dormir mucho.
-Bueno, ya que ambas no estamos haciendo lo que deberíamos…-comenzó el demonio de Ohara, lo que le costó una mirada incrédula-¿Me permitirías unas preguntas?
-¿Por qué no?-concedió-Después de todo, no podré hacer nada hasta que venga, Sanji-kun.
-¿Qué me puedes decir de tu madre?-directa y concisa, no sabía el tipo de persona que era la hija de su nakama, pero eso lo descubriría tarde o temprano.
-¿Madre?-le sorprendió que la chica ni siquiera supiera que tenía una madre-Yo no tengo madre, solo dos padres, dos hombres.
Y ante tal aseveración, Robin no pudo más que sorprenderse.
-¿Dos hombres? Eso es…-comenzó, notando de repente, que Sanji y Nova estaban escondiendo mucho más de lo que se notaba a plena vista.
Notas finales: Sakura: Flor de cerezo

Senbonzakura Kageyoshi: actuación asesina de mil cerezos en flor

La Senbonzakura Kageyoshi es el nombre de la zampakutoh de Kuchiki Byakuya de Bleach ^^U un pequeño disclaimer tardío ^^

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).