Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Angel por anniiee

[Reviews - 50]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Hola, me presento, me llamo Shuichi, tengo 17 años. Quiero contarles algo de mi vida.

Era un chico normal, por así decirlo, hace unos meses me habían detectado un tumor cerebral, cosa que no me alegro mucho, pero una semana después lo acepte. Me dijeron que con quimioterapias me podía curar, pero no acepte, eso seria mas doloroso que morir naturalmente.
Haciendo un lado eso, intente seguir mi vida como si nada pasara, claro, los síntomas están ahí, pero podía vivir con ellos.
Tenía muchos amigos, cursaba el tercer año de secundaria y era feliz cuando olvidaba esa parte dolorosa de mi vida.
Un día, como siempre, se me había hecho tarde para llegar a la escuela. Me había quedado viendo películas de esas cursis que hacen llorar a cualquiera hasta altas horas de la noche.
Corría y corría para poder llegar a tiempo a mi clase, era la primera y la verdad mi maestro empezaba a enojarse por mis retardos, iba lo mas rápido que podía hasta que de pronto empecé a sentir dolor… me había caído, mas bien, había chocado con algo, pero no vi que porque del impacto serré los ojos.

- Disculpa, ¿Te hice daño? – escuche la voz de un chico y me anime a abrir los ojos para ver quien era. Era un chico alto, piel blanca como la nieve, ojos color miel y cabello rubio alborotado, llevaba el uniforme de la misma escuela donde yo estudiaba. Me estaba extendiendo la mano para ayudarme a levantarme

- Oh, no, no te preocupes, fue mi culpa, venia muy rápido porque se me hizo un poco tarde – tome su mano y me levante

- Si, es un poco tarde, pero te acompaño

- Esta bien – no pude evitar sonreírle

La verdad es que no podía creer que estaba caminando a lado de un chico tan guapo. Mis amigos siempre me habían dicho que no era feo, tenia ojos violetas, piel un poco morena, cabello de un llamativo rosa, claro esta, natural. No era muy alto, pero el si. Tenia que levantar la cara para poder verlo a los ojos.

- Me dices que estudias en tercer año – dijo el – pero nunca te había visto

- No se por que

- Shuichi Shindou, ¿verdad?

Me sorprendí de que supiera mi nombre

- Lo vi en tu identificación de la escuela – dijo al ver mi cara de sorpresa, extendiéndome mi identificación – la tiraste cuando chocamos

- Gracias – dije tomando la identificación

- Me llamo Yuki Eiri – me sonrió – pero creo que nos damos prisa porque el timbre esta por sonar

- Claro

- Espero volverte a ver – se despidió y se alejo

Me quede viendo un momento en la dirección en la que aquel chico se había ido. ¿Amor a primera vista? No lo creo, me intente convencer.
Reaccione un momento después y me di cuenta que los pasillos de la escuela estaban vacíos… otra vez tarde. Empecé a correr nuevamente. En ese tiempo no me afectaba tanto correr, la enfermedad estaba empezando y no me sentía tan débil.
Al llegar al salón, como siempre que llegas tarde, todos se me quedaron viendo como si hubiera cometido un delito

- No se porque no me sorprende que llegues a esta hora Shindou – dijo el maestro que estaba sentado detrás de su escritorio con unos papeles en la mano – pasa antes de que me arrepienta

Entre sin problemas y me fui a sentar a un lado de mi mejor amigo Hiro, que como era de esperarse, me hecho un discurso de las desventajas de llegar tarde a clases. Discurso que me sabia de memoria, digo, todas las mañanas escuchar lo mismo. Pero para su mala suerte, nunca, nunca iba a llegar temprano a la escuela. Era muy distraído, y por mas temprano que me levantara, siempre me iba a distraer en otras cosas, era costumbre y nadie me la iba a quitar.

Después de un largo rato de clases, decidí que era suficiente para mi por ese día, me sentía ligeramente cansado, arto…

Caminaba con mi amigo Hiro a un lado... en realidad no escuchaba lo que estaba diciendo, estaba tan sumido en mis pensamientos…

- Shu, te eh notado desanimado

- mmm…

- ¿Te pasa algo? ¿Hay algo que no sepa?

- Aja… - creo que en ese instante se dio cuenta de que no lo escuchaba

- ¿Y si me muero Shu?

- ¿enserio?

- ¡Ves! – grito

- ¿Qué veo? – reaccione en ese momento

- No me estas escuchando

- Lo siento Hiro

Al llegar a mi casa, lo primero que hice fue bañarme, y después empecé a recordar, recordar lo que era de mi vida, en esos momentos no podía estar solo, porque cuando estaba solo, todo el dolor me caía encima de pronto.

A pesar de todo, nunca te acostumbras a la idea de que pronto va a llegar tu fin, un fin que no esperabas. Es mas, creo que nunca te imaginas que esas cosas puedan pasar en tu vida, porque todos normalmente pensamos en nuestro futuro como algo increíble. Pero cuando te queda aproximadamente un año de vida ¿Qué futuro esperas?

A esas alturas ni siquiera había conocido el amor, para mi era un sentimiento lejano, algo que nadie iba a sentir por mi, y que yo me negaba a sentir porque… la persona que se atara a mi, iba a sufrir, iba a sufrir mucho.

Las clases de piano que había tomado en mi infancia me habían servido desde el momento en el que me entere de ese horroroso destino que tenia enfrente de mi, con ese instrumento desahogaba todo mi dolor, en cada una de esas notas hablaba mi alma, mi corazón. Todo lo que no podía decir con palabras lo expresaba con la música que invitaba a soñar al que la escuchaba. Mis padres creían que tocaba porque estaba enamorado de alguien, pero cada una de esas notas eran una lágrima escondida que se negaba a salir.

Pasaron los días desde que conocí a aquel chico, a Yuki, había soñado con el más de una vez. Pero le reste importancia.

Decidí salir… camine hacia un parque cercano a mi casa, un lugar donde podía pensar, ya que en mi casa no había nada bueno que hacer, estaba solo como siempre. Me senté en una banca, el aire era fresco, sabia que me podía enfermar con facilidad, pero me daba igual. Iba a llover pronto, pero prefería mojarme a correr de regreso a mi casa.

Después de estar un rato sentado en las bancas del parque, empezaron a caer pequeñas gotas de lluvia, que después de unos segundos se hicieron mas fuertes y grandes, en ese momento me di cuenta de que aunque no quisiera iba a tener que correr.

Como el día que conocí a Yuki, iba corriendo rápidamente y de nuevo choque con algo, no se si el destino no quería que corriera, o si era muy torpe, pero estaba otra vez tirado en el suelo por haber corrido, no lo podía creer, y lo peor de todo es que esta vez estaba lloviendo, no podía tener un día peor.

Al levantar la vista no lo podía creer…

- Creo que te empieza a gustar chocar conmigo – dijo Yuki riendo, igual o mas mojado que yo

- Lo siento – dije levantándome – deberás lo siento, no fue mi intención

- ¿Tú casa esta cerca?

- Si

- Vamos sino queremos terminar peor

Me tomo de la mano y corrimos juntos en dirección a mi casa.

Cuando llegamos lo oí suspirar, creo que de alivio porque ya no se estaba mojando. Le pedí que me esperara y fui por unas toallas para que nos secáramos y al llegar a la sala, vi que Yuki rozaba con la punta de los dedos las teclas del piano. Cosa que me sorprendió, pero decidí no decir nada.

Me acerque y le extendí la toalla

- Gracias – dijo tomándola - ¿Sabes tocar piano?

- Emmm… si – dije un poco avergonzado por la cara de sorpresa que puso

- Me gustaría oírte tocar, hace tiempo quise aprender, pero no soy muy delicado, así que el sonido que producían mis dedos al tocar era espantoso – no pude evitar reír. Vaya, llevaba días sin reírme, y el en un rato logro hacerme reír - ¿Vas a tocar para mi? – me sonrió

- ¿Ahorita?

- Si quieres hacerlo en este momento por mi esta muy bien – dijo – pero si quieres hacerlo otro día no hay problema

- Esta bien…

Me senté delante del piano y empecé a tocar una melodía que era llena de ternura y delicadeza… continué tocando hasta terminar y lo único que pude ver en su rostro fue sorpresa.

- Fue hermoso – me dijo sonriendo

- Gracias

Pasaron las horas en las que hablamos de todo y al mismo tiempo de nada, reímos mucho ese día. Cuando llego la hora de irse me dijo que esperaba verme al día siguiente, la verdad era que yo quería que fuera así.

Creo que cuando sabes que vas a morir las horas pasan más rápidas, pero… creo que las valoras más.

Puede ser que con quimioterapias mi vida pudo haber sido un poco más largas, pero yo prefería morir naturalmente, a morir sufriendo más de lo normal, hubiera sido terrible morir con ese dolor.

Me había encariñado con Yuki ese día, la verdad solía encariñarme de mas con las personas al poco rato de conocerlas, pero Yuki era algo diferente, no se porque pero así lo sentía desde el primer día en que lo vi. El tampoco tenía porque enterarse de esa enfermedad que acabaría con mi vida en muy poco tiempo… no tenia que sufrir por eso.


Así semana a semana iba conociendo mas a Yuki, y era un chico fantástico… me gustaba, me gustaba y mucho, como nunca antes me había gustado alguien. Me hacia sonreír con su sola presencia, en verdad que era único…

Un día de esos tantos en los que chocábamos (porque seguíamos chocando), al intentar agarrarme la mano para que no cayera al suelo, cayo encima de mi y me beso… fue mi primer beso… sus labios eran dulces y suaves… adictivos.

Cuando reacciono se levanto de encima de mi y se sentó a mi lado y me dijo:

- Lo siento

- No hay problema – dije un poco nervioso

- Se que es un poco pronto… pero me gustas mucho, enserio, mucho – dijo apenado – y… no creo poder esperar un segundo mas sin que seas mi novio – se sonrojo de una manera muy tierna - ¿Qué dices?, si me dices que si, pues me harás muy muy feliz, pero si me dices que no, ya sabes… podré soportarlo y…

Le tuve que dar un beso para que se callara, un beso que no duro mucho tiempo, pero aun así fue inolvidable

- ¿Eso es un si? – pregunto emocionado

- Es un claro que si – le sonreí

- Veras que te haré sumamente feliz

- Se que me harás sumamente feliz, no tienes porque prometerlo

Al separarme de el me pregunte, ¿Y ahora que?...

No sabia como iba a ser mi vida desde ese día en el que le dije que si a Yuki, tenia miedo a lastimarlo, porque yo me iría y el se quedaría… pero me había dicho que estar conmigo lo iba a hacer muy muy feliz, y yo quería que fuera feliz, quería verlo sonreír siempre…
Notas finales: pensaree sii lee hagoo el proloogoo a laa hiistoriiaa anteriior, por loo miientras disfruten estaa

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).