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Just a Random Love Story (título provisional D:) por threesadtigers

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Notas del fanfic:

Uhm.... hola, me llamo fran y este es mi primer fic :3
por favor dejen reviews! como para saber si les gustó o no y si vale la pena seguir subiéndolo D: y acepto criticas, ideas y cosas por el estilo. :)

Notas del capitulo: http://img4.imageshack.us/i/guuuuyspiiiic.jpg/
Esos son los personajes principales, Cillian O' Sullivan y paul Raleigh.
esta super mal hecha la imagen! :p
pero en todo caso me gustan las fotos, dicen algo así como soy-bonito-pero-no-es-para-tanto.

aquí van las aclaraciones del capítulo:
(1): es un nombre irlandés, la "C" se pronuncia como "K".
(2): otro, se dice "mijol".
(3): tengo entendido que en otros países de america-soy chilena- se les dicen hoyuelos, por si las dudas me refiero a esos hoyitos que se le hacen a alguna gente en la cara cuando sonríe.
(4)ese juego de tocar la guitarra :D
(5)Condado donde se encuentra Liverpool, al norte de Inglaterra.
(6)Actor irlandés, suele hacer películas de acción... fue el galán de moda un tiempo. en todo caso no salva mucho como actor xD
(7)contracción de brother, que significa "hermano".
(8)oooootro nombre irlandés, se pronuncia "shined"
(9) "morning" en ese contexto es una manera informal de decir "buenos días". "Mate" es el elquivalente británico de "dude" , que significa "amigo".

sería.... enjoy! :D
Just a random love story ( Título provisional D: )


Capítulo uno – I think I’m falling...

Cillian O’ Sullivan (1) era un adolescente normal. Vivía con sus padres y su hermano en una bonita casa cerca del centro de Liverpool, en Inglaterra. Le iba bien en la escuela, tenía una familia que lo quería y un puñado de buenos amigos. Claro, como todo chico de dieciséis años a veces se metía en problemas, principalmente debido a su impulsiva naturaleza, pero nada muy grave. Le iba sorprendentemente bien con las mujeres, pues, aunque se sabía apuesto, a su modo, no era ningún galán de película… Quizás fuera su personalidad. Era simpático, relajado, caballeroso y muy inteligente. Y, bueno, era algo loco y algo rebelde, a ratos, pero ¡hey!, ¿no es eso lo que a todas las chicas les gusta? Para resumir, tenía una vida casi perfecta.

Solo había un pero: los repentinos y algo aterradores sentimientos que había comenzado a tener por Paulie, su mejor amigo. Es decir, ¿Cómo reaccionaría cuando supiera? Y mejor aún, ¿Por qué justo él? ¡Paulie era su amigo de la infancia, su hermano, su otra mitad! Cillian comenzaba a pensar que estaba maldito, o algo. No sabía en que momento había pasado de quererlo como un hermano a soñar con besarlo.

En realidad, y en honor a la verdad, si lo sabía…
Había sucedido unas dos o tres semanas atrás. …l, Paulie, su hermano mayor Micheál(2) y otros chicos del vecindario habían estado jugando rugby. Paulie, a diferencia de Cillian y Micheál, no era muy buen jugador, y era bastante torpe; al intentar atajar un pase tropezó con una piedra y cayó, doblándose el pie. No podía caminar por el momento, así que Cillian se ofreció a llevarlo a su casa, que quedaba frente a la suya. Primero pensó en poner el brazo de Paulie sobre su hombro y ayudarlo a caminar, pero luego comprobó que su amigo ni siquiera podía pararse. Así que decidió que lo cargaría. Al parecer tomo a Paulie por sorpresa, pues éste se sonrojó por completo.
“Así parecemos recién casados” dijo, con una sonrisa algo nerviosa.
-“Tienes razón… pero bueno, al menos la vecina chismosa de al lado tendrá de que hablar por meses” Replicó Cillian, en tono de broma. Paulie rió levemente, y se le hicieron margaritas (3) en el rostro. Qué hermosa le perecía su sonrisa ahora… En fin, volviendo a la historia, después de caminar unas cuantas cuadras–en las que la gente los miraba con curiosidad- llegaron a la casa de Paulie. Y, como Cillian había predicho, la vecina los estaba espiando: apenas entraron en la casa salió disparada hacia la casa de su amiga, en la otra cuadra. Los dos chicos la observaron correr, riéndose a carcajadas.
“pobre mujer, ¡debe creer que somos novios!” dijo Cillian, dejando a Paulie en un sillón.
“Por cierto, ¿aún te duele mucho el pie?”
-“Ya no tanto… Gracias por traerme. Espero no haber sido una plasta” musitó Paulie, algo avergonzado.
“No es nada, de todas formas ya me estaba aburriendo de jugar.”-Cillian sonrió. Su amigo le devolvió la sonrisa.- “Ah, ¿Ya puedes caminar o prefieres que te lleve a tu habitación?”
-“lo segundo, si no es mucha molestia...”
“Te digo que no es nada. Para eso estamos los amigos, ¿no?”
Paulie solo sonrió, agradecido.
Unos momentos después entraron en la habitación. Era muy espaciosa, y aunque no tenía muchos muebles, era muy agradable a la vista. Había una cama, un escritorio, un librero, un closet, y desperdigados por el piso estaban CDS, vinilos, muchos libros, comics, ropa y una nintendo DS. La habitación tenía unas enormes ventanas por las que entraba el sol. Cillian dejó a Paulie en la cama y se sentó a los pies de ésta. Su amigo bostezó y se estiró como un gato. “¿Te importa si tomo una siestecita? Si quieres puedes usar la DS, aún tengo guardada tu partida de guitar hero. (4)”
-“Ok, descansa… y sueña conmigo, noviecito” Dijo Cillian con una sonrisa seductora.
“Idiota” Paulie le tiró una almohada, sonrojado y riéndose, y se durmió. Cillian estuvo jugando con la DS por un rato, pero se aburrió bastante rápido. Tal vez jugaba guitar hero demasiado seguido, quién sabe. Se paró, dejo la consola en el escritorio y volvió a la cama, ahí se percato de que Paulie estaba roncando. Quiso reír en ese momento: cuando se quedaba en su casa, Paulie siempre lo reprendía por roncar. “es como dormir junto a una motosierra” Decía. Aunque había que decir a favor de su amigo que sus ronquidos eran imperceptibles, a diferencia de los suyos, que se oían en todo Merseyside. (5)
“basta de divagaciones” se dijo, se acercó a Paulie y le cerró la boca. Su amigo emitió un débil quejido, y un mechón de pelo le cayó sobre los ojos, Cillian lo tomó y lo puso detrás de su oreja. “Qué lindo cabello tiene… realmente es como de seda al tacto, y su tono dorado es precioso.” Pensó. En aquel instante, quién sabe porqué, Cillian cayó en la cuenta de que Paulie era muy, muy atractivo. Su rostro tenía una expresión hermosa, casi angelical. Sus mejillas estaban levemente sonrosadas, en contraste con lo blanco del resto de su piel. Sus ojos azules- no podía verlos, pero los recordaba a la perfección- grandes y con cierto aire somnoliento eran bellísimos, tenía una sonrisa adorable y sus labios, oh, sus labios…
Eran una extraña mezcla entre delgados y rellenos. Seguramente eran tan suaves como pétalos de rosas, y sabían a arandanos (la fruta favorita de Paulie, comía siempre que podía) … de improviso sintió un deseo irresistible de probarlos. Sólo sería una vez: nadie se enteraría, ni siquiera Paulie, y él nunca se lo diría. Así que se acercó lentamente, y poso sus labios sobre los de su mejor amigo.
Oh, dios.
Oh, oh, dios.
Se sentía tan bien…
De pronto se percató del cosquilleo en la boca de su estómago, y de su corazón acelerado. Estuvo así unos instantes, y luego cortó el beso, con una enorme sonrisa. Unos segundos después esa sonrisa se desfiguró en una mueca de horror. ¡¡ ¿Qué-había-sido-eso?!!
¡De dónde había salido esa atracción por Paulie? ¡¿Y por qué no se iba?!

Tenía que pensar, aclarar sus ideas. Se levantó y corrió – casi voló – a su casa. En la entrada por poco derriba a Micheál, que volvía de jugar rugby.

“¡Auch!, ¿Quién se murió, Cill?”
-“N-nadie, necesito, yo…”-suspiró- “hablar. En mi cuarto, ahora.”
Micheál lo miró, extrañado, pero accedió. Subieron al cuarto de Cillian.
“Por cierto, ¿cómo estaba Paulie? ¿Aún le duele mucho el pie?”
-“de eso te quería hablar…”
“¿Por qué? ¿Acaso le pasó algo?”
-“No, no es eso, esta b—“
“¿qué es entonces?”
-“Maldición, Micheál, ¡déjame hablar!”
“Ok, ok, no te alteres.”
-“vale, discúlpame. Lo que pasa es que deje a Paulie en su cama, él se durmió y luego yo…”
“¿Tú…?”
-“Yo…”
“¿Tú…?”
-“Lo besé.”
“¿Tú qué?”
-“¡Lo besé! ¡Besé a Paul Raleigh en los labios! No tengo la más mínima idea de porqué lo hice, pero así fue. Y ahora estoy totalmente confundido.“ Terminó Cillian, con un tono muy afligido.
“Y bueno, ya era hora.”
-“¿Ah?”
“Siempre pensé que había mucha química entre ustedes dos. Ninguna novia, todo el tiempo juntos…”
-“Yo si he tenido novia.”
“Pero Paulie no. Y te aburres de las chicas antes del mes, eso no es un noviazgo. Sin mencionar el hecho que de los besos no pasas ni te interesa hacerlo. Si quieres mi opinión, hermanito, yo diría que eres un gay reprimido.”
-“Bueno, quizás tengas razón… ¡Hey! No me confundas más de lo que ya estoy. Ni siquiera sé si me gusta Paulie, ¿cómo quieres que sepa si me gustan los hombres?
“qué se yo, yo decía. En todo caso, si te interesa saberlo, creo que tienes muchas oportunidades con Paulie.”
-“ah, ¿Sí?” dijo Cillian, bastante sorprendido.
“¡Claro!” Respondió Micheál, como si fuera lo más obvio del mundo. “Nunca lo hemos visto interesarse especialmente en una mujer, y eso que varias mueren por él. Tú eres apuesto: alto, bien constituido, pelirrojo—“
-“Micheál, somos casi iguales. Por supuesto que piensas que soy apuesto”
“Oh, eso es un mero detalle. Como decía, eres muy apuesto y aunque a veces te pongas insoportable, la mayor parte del tiempo eres un encanto. Y, más importante aún”- comenzó a decir, con una mezcla de burla y solemnidad- “¡Desde que Colin Farell(6) se hizo famoso los irlandeses nos pusimos de moda! ¡Tienes todas las de ganar! “Concluyó, sonriendo como un niño pequeño. Cillian rió sutilmente. A veces olvidaba lo inmaduro que podía ser su hermano, aún a sus 19 años.
-“Gracias, Bruv. (7) Aún sigo confundido, pero al menos me subió la autoestima.”
“No es nada… debería dedicarme a esto, ¿sabes? Quizás el próximo semestre deje medicina y comience un Talk Show.” Dicho esto Micheál se fue a la cocina, silbando alegremente.

Cillian se tendió en su cama a reflexionar. Ok, primero lo primero. ¿Qué sentía por Paulie?
Realmente era una pregunta difícil de responder. Por un lado, era su mejor amigo. La única persona que realmente lo entendía en todo el universo, excepto quizás por Micheál. Siempre estaban ahí el uno para el otro, pasara lo que pasara, Y, aunque tenían personalidades opuestas – Cillian era loco y extrovertido, Paulie, por el contrario, era tímido y muy tranquilo- congeniaban maravillosamente bien. Por otra parte, estaba esa creciente… ¿Cómo llamarla? ¿Atracción? ¿Deseo, tal vez? . . . ¿amor? Bueno, no tenía un nombre para eso. Pero tenía muchas ganas de ir, acercársele y besarlo como si su vida dependiera de ello. Se sentía capaz de todo con tal de hacerlo sonreír, de verlo feliz. A decir verdad tenía la impresión de que su hermano tenía razón respecto a su sexualidad. Pues, Si bien le habían gustado muchas chicas (y había salido con gran parte de ellas) nunca se había sentido así con ninguna. ¿Quizás se estaba enamorando…? No lo sabía, pero la idea no le agradaba demasiado. No obstante, era mejor no darle muchas vueltas al asunto, por ahora; que pasara algún tiempo, así se le aclararía todo.


Y fueron pasando los días. Cillian estuvo evitando a Paulie, pues no sabía cómo reaccionaría al verlo y de esa manera tenía más tiempo para pensar. Paulie se extrañó de la actitud de su amigo, por lo que un día fue a verlo a su casa. Tocó la puerta y le abrió la mamá de Cillian, Sineád.

Era una mujer castaña, bastante atractiva. Medía más o menos 160 cms., y tenía grandes ojos color chocolate, que Cillian y su hermano habían heredado. Tenía muy buen carácter, era muy alegre y jovial y por ello sus hijos la amaban mucho. No tenía marido, el padre de Micheál y Cillian había muerto en un accidente automovilístico casi quince años atrás, razón por la cual se habían mudado de Dublín, en Irlanda a Liverpool. Allí le habían ofrecido un trabajo a Sineád como profesora de gaélico. Como conocía a Paulie desde pequeño, lo quería como a un hijo más.

“Paulie, ¡qué alegría verte!”
-“Lo mismo digo, Sra. O’Sullivan. ¿Cómo ha estado? Dijo Paulie, muy feliz de verla.
“muy bien. ¡Y por favor dime Sineád(8)! Te conozco desde que naciste, eres como otro hijo para mi… es mucha formalidad, ¿no crees?
Paulie se sonrojó un poco y sonrió. -“Ud. también es como una madre para mí, Sra. O’S—
Digo Sineád. Pero ya sabe, mis abuelos siempre insisten con lo del respeto a los mayores y estoy acostumbrado…”
“No es nada, cariño. ¡Oh, pero que descortés soy! Pasa, por favor, Cillian y Micheál están arriba.”
-“Ok, ¡gracias!”Paulie entró al hall y subió las escaleras.

Cillian oyó la conversación desde su dormitorio y sintió como sus piernas se volvían gelatina. ¡Aún no estaba preparado para hablar con Paulie! Seguro que su amigo le pediría una explicación por su comportamiento de los últimos días, y él no se sentía muy inclinado a decirle “Verás, Paulie, desde hace un par de semanas que me muero por plantarte un beso en esa boquita tuya. Aún no logro darle nombre a lo que siento y lo más probable es que en algún momento termine lanzándome sobre ti como animal en celo, por lo que te he estado evitando. Pero no te preocupes, ya se me pasará.” Oh, no. Claro que no. Tampoco podía huir, su mamá ya le había dicho a su amigo dónde estaba. Mierda, mierda, mier—

“Morning, mate.” (9) Sus pensamientos fueron Interrumpidos por Paulie, que en ese momento entró en su habitación.
-“Morning.” Replicó Cillian, con un dejo de nerviosismo en su voz.
“¿Cómo has estado?”
-“Pues… yo bien, ¿y tú?”
“Bien también.”-Paulie hizo una corta pausa y continuó-“Cill, sé que esto va a sonar un poco paranoico, pero creo que estos días me has estado evitando… ¿Tengo razón?”
-“No, ¡Claro que no!”-Cillian se frotó las manos, evidentemente incómodo-“Bueno… sí.”
“¿Por qué?”-Paulie frunció su boca a la izquierda, como hacía cuando algo lo intrigaba.-“Me estás ocultando algo, ¿no?”
-“Pues… Yo…”-Cillian soltó un bufido-“Tienes razón.”
“¿Qué es?”
-“No te lo puedo contar.”
“Pero solías decirme todo…” Dijo Paulie, Dolido.
-“¡Oh, no, no me malinterpretes! Eres mi mejor amigo, claro que puedo decirte todo. Pero esto es… complicado, ni siquiera yo lo comprendo aún.” Paulie sólo lo miró, entristecido.
Cómo odiaba verlo triste, y aún peor, por su culpa.
-“Te prometo que cuando me sienta listo te lo diré.”
“. . . ¿promesa de meñique?”-Preguntó Paulie, extendiendo su dedo. Cillian sonrió y entrelazó su meñique con el de su amigo.
-“Promesa de meñique.”

Las cosas volvieron a la normalidad. Cillian dejó de evitar a Paulie, y volvió a juntarse con el grupo de chicos con los que él, Paulie y Micheál solían andar. Habían pasado semanas, que luego se transformaron en meses. Paulie no volvió a preguntar por la conversación de aquella mañana… y cada día que pasaba, Cillian se sentía más y más atraído hacia su amigo. Entonces se dio cuenta: estaba enamorándose. Y a pesar del terror que le tenía a la idea en un principio, ya no le molestaba en lo absoluto.







Notas finales: reviewspleeeeease!

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