¿Cuánto tiempo ha pasado desde que llegara a la orden oscura? No lo sé… dos… tres años más o menos… vaya el tiempo a transcurrido de lo más rápido eh imperceptible, tanto que mi apariencia a cambiado, he crecido un poco más, aunque no tanto como para que ese Bakanda no me moleste… lo que si creció sin control ha sido mi cabello, atado elegantemente en una coleta.
Actualmente voy regresando de una misión... logre conseguir un par de inocencias… oh lo había olvidado mencionar… tras la batalla del nivel cuatro y el sobre pasar el nivel crítico de sincronización con la inocencia… llegué al nivel de general…
Aún me apeno un poco al respecto…pues con solo dieciocho años… tengo ese título, creo que eso es algo que a Kanda no le hace mucha gracia, pero bueno, no puedo hacer nada al respecto… tal vez el tipo de vida que he llevado… o quizás algo más, desconocido no solo para mí.
En fin, voy llegando a casa… hay nuevos integrantes… entre ellos algunos que podrían decirse mis alumnos… cielos eso es increíble… voy directo a ver a Hevlaska para hacerle entrega de esas inocencias que aun no les he encontrado dueños.
Tras salir de esa habitación me encamino al comedor mientras leo algunas notas que he tomado, desde hace tiempo tome esa manía… de llevar un diario de viaje… aunque claro no es un diario del todo normal… varias de esas anotaciones son cosas retorcidas… nada dignas de un servidor de Dios.
Pero bueno eso realmente no me importa, pues desde que llegara a las manos de mi maestro Cross Marian mi vida se volvió torcida y en cierto grado fuera de lo normal.
En el comedor miro a cada uno de los miembros de mi familia… una sonrisa se dibuja en mis labios mientras me encamino a saludarlos… Lenalee, Bookman, Marie, Miranda, Kanda… y Lavi… si ellos son mis compañeros favoritos… aunque siga llevándome mal ocasionalmente con Kanda.
Cuando llego hasta ellos hablan de un tema inusual para mi… el amor… no puedo evitar que una sonrisa sarcástica se dibuje en mis labios.
-Así que Lavi… ¿crees que el tener sexo con una persona siempre tiene que estar ligado a un sentimiento de amor?-pregunto al tiempo que me recargo un poco en la mesa sobre mi mano diestra.
-¿eh? ¡Allen! Pues sí… eso creo… más que tener sexo creo que es mejor hacer el amor-me replica mi compañero de naranjas cabellos con una convicción que me ha sorprendido.
-Pero a veces es mejor solo estar con una persona sin compromiso alguno-dice Kanda milagrosamente empapándose del tema de conversación.
-Además… aun más divertido cuando incluyes… algunas cosas extras-digo con descaro y una sonrisa algo perversa en mis labios, ante estas palabras todos menos Bookman se me quedan mirando, incrédulos de que yo haya dicho algo como eso-¿Qué pasa? ¿Por qué esa mirada?-pregunto con una sonrisa nerviosa al tiempo que Lavi se acerca peligrosamente a mi rostro.
-¿Seguro que eres mi amigo Allen?-pregunta con ese tonito de voz tan vibrante y alegre.
-Claro que lo soy ¿Acaso me desconoces por solo hacer un comentario?-inquiero con una sonrisa-Ya vengo iré por mi comida y seguimos con la charla… ¿O temen que este más informado?-digo con sorna antes de ir por mi montaña de alimento.
Cuando regreso miro que Lavi, Lenalee y Miranda están completamente sonrojados… me pregunto que habrá pasado para que ellos adquirieran ese lindo color en sus mejillas; la duda no dura demasiado, pues Marie me llama y me hace la misma pregunta que a ellos.
-Allen pareces un experto en la materia… ¿Es que acaso tú has tenido sexo perverso?-pregunto el enorme exorcista mientras abría los ojos con cierta incredulidad…
-¡¿Cómo se te ocurre?!-exclama de pronto Lavi quien se levanta de un brinco y me abraza-¿Cómo osas preguntarle a Allencito algo como eso? …l tan puro e inocente…-sigue diciendo de modo dramático mientras pone sus manos en mis orejas intentando taparme los oídos.
-Pues… sí, lo he tenido-al fin respondo con suma tranquilidad cosa que hace que la mandíbula de mi amigo peli naranja se caiga hasta el suelo.
Todos me miran aun más asombrados que la otra vez, incluso ahora el mismo Bookman me observa con incredulidad, mientras río con nerviosismo y comienzo a comer…
Aun siento las miradas sobre mi persona… pese a que ya todos se quedaron callados… ¿Por qué les es tan difícil imaginarse que yo haya tenido sexo perverso? Tal vez se deba a mi apariencia o mi carácter que es tan infantil en ocasiones… ¿será que creen que alguien como yo no puede tener ese tipo de diversión ocasional?
La plática se reanuda salvo que esta vez con otro tema… lentamente el tiempo transcurre y mis compañeros tienen que retirarse, todos menos Lavi se marchan.
-¿Es verdad?-pregunta de pronto clavando su hermoso ojo verde en los míos-¿Es verdad que tú has hecho cosas perversas?
La incredulidad en la voz de mi camarada hace que una sonrisa maliciosa se dibuje en mis labios, sí, era completamente verdad, yo desde hace mucho ya no era un chico ni virgen, ni puro y mucho menos inocente… el sonrojarme con facilidad era tanto un defecto como un arma de seducción; todo dependía de la situación.
-Si no me crees puedo demostrarlo-dije tranquilamente mientras termino mi comida, para después levantarme extendiendo mi mano hacia mi amigo; un sonrojo se apodera de sus mejillas… haciéndole ver de lo más… apetecible…
…l toma mi mano sin dudarlo y así me lo llevo a mi habitación… a la cueva del lobo como dirían algunos a los que conocí… quienes se dejaban engañar… por el lobo disfrazado de oveja.
Lo hago entrar a la habitación primero para después de que yo paso poner el seguro en la puerta sin que Lavi lo note… ahora él está en mis dominios… esta a mi completa merced, no puedo evitar que “esa” sonrisa se dibuje en mi rostro… una muy amplia y perversa… una sonrisa que me recuerda a la sonrisa de los Noah.
-Lavi… ha llegado la hora de tu lección-le digo mientras me voy acercando lentamente al mayor, este gira sobre su eje para mirarme, no dejo que hable o haga algo, lo empujo a la cama.
-¿Lección?-pregunta todo rojo mientras me voy acercando sensualmente a él.
-Sí, te daré una lección de lo que es… la perversidad-digo mientras saco mi libreta de notas y la dejo en el buró… para inmediatamente después posarme sobre el ojiverde y atrapar sus labios, en un beso demandante y salvaje, mordiéndolos y tirando de ellos.
Al principio Lavi se oponía… eso lo hacía interesante y divertido, que la presa opusiera resistencia… lentamente fui doblegándolo… hasta que comenzó a responder el beso, el cual detuve dejándolo con una expresión de no entender que pasaba.
Me alejé de la cama, hurgué un poco en un baúl que tenía cerca, de él saqué una larga cuerda… y con una sonrisa me acerque a él con ella en mano.
-Te prometo que te gustara todo lo que haga-digo antes de que con el modo de garra de mi Crown Clown comenzara a desgarrar las ropas de Lavi, afortunadamente no traía su capa de exorcista, solo esa playera que le hacía ver tan bien.
Su cuerpo comenzó a quedar al descubierto mientras mis garras dejaban ligeros caminos rojos en su morena piel… a cual comencé a lamer… Lavi se movió un poco tratando de que la situación cambiara pero en respuesta até sus muñecas a la cabecera de la cama, logrando así tener completo control.
Tras dejarlo completamente expuesto mi lengua recorre cada milímetro de esa piel… alzo la mirada y logro ver como un sonrojo se apodera de las mejillas de Lavi mientras se muerde el labio… me acerco de nuevo al baúl y saco un aditamento más… perfecto para el bondage… un collar de cuero y una banda de ese mismo cuero cruzando a mitad de pecho… con argollas para poder atar el cuerpo de ese peli naranja.
-A… Allen… ¿Qué es esto?-pregunta de pronto con un jadeo… le miro y sonrío como el perfecto maestro dominador que soy… no respondo y solo comienzo a atar y amordazar con un dadito dentro de su boca.
Quito las manos de la cabecera y las vuelvo a hacer prisioneras en ese aditamento sadomasoquista, en el rostro de Lavi puedo ver el sonrojo y la incredulidad… comienzo a lamer y morder el cuerpo a mi merced… comenzando a manipular y acariciar esa hombría que también se encontraba rodeada de la soga.
Por un rato solo fueron mis labios y manos quienes recorrían ese cuerpo… pero deseoso de enseñarle aun más me alejo de la cama y salgo de la habitación con una mirada sorprendida por parte del mayor, le mando un beso volado y una mirada de lujuria antes de dirigirme al comedor, donde a Jerry le pido un vaso lleno de hielos.
Regreso de inmediato a mi recamara… con el deseo a flor de piel… la ansiedad y la lujuria invadirme como tenía tiempo de no hacerlo… miro a mi prisionero quien aun esta excitado y rojo; tomo uno de los hielos y lo froto de forma circular en una de sus tetillas, logrando que se ponga durita, paso el hielo hacia la otra tetilla mientras muerdo la que había dejado sin atención.
Oigo como un gemido ahogado escapa de la boca de Lavi… tomo otro hielo con mi mano libre y este lo paso por toda la punta del miembro ya de por sí erecto de mi conejo.
El tiempo sigue su camino… yo sigo acariciando, besando, mordiendo ese cuerpo mientras que los gemidos de Lavi escapan cada vez más sin recato mientras la saliva va escapando por la comisura de este… resbalando lentamente por su barbilla.
Vuelvo a alejarme de él, dejándolo con una erección total sin dejarle que se corra… le muerdo la oreja para después sacar del baúl un par de vibradores en forma de frijolitos, pero más grandes y gruesos… los enciendo y los pongo en esas duras tetillas mientras que saco un vibrador en forma de falo.
Haciendo uso de un poco de lubricante hago a un lado la soga y comienzo a penetrar al mayor con ese juguetito… encendiéndolo ya estando dentro… desde hacía varios minutos Lavi dejaba escapar lágrimas… pero sé perfectamente que no son de dolor sino de tanto placer… pues en ningún momento ha dejado de gemir… ni siquiera cuando es penetrado por mi juguetito.
Me aparto un poco de mi presa y sentándome en una silla observo como su carita muestra el placer mientras los vibradores hacen su trabajo… me relamo los labios, no puedo evitarlo, yo mismo estoy empalmado… mientras su ojo esmeralda me mira… algo suplicante.
Desabrocho mi pantalón solo para poder dejar expuesto mi miembro, caliente y semi duro por ese jugueteo, mientras lo observo comienzo a masturbarme… para ponerme aun más duro… pues esto terminara en grande…
Minutos después me acerco a Lavi para retirar ese falo falso de su interior… sin desatarlo aun lo coloco boja abajo, con el rostro y pecho contra el colchón, colocando unas almohadas bajo sus caderas para alzarlas… teniéndolo así, completamente expuesto hago a un lado la cuerda para comenzar a lamer y penetrar su pequeña entrada.
Me aferro a sus caderas mientras mi lengua serpentea en su interior, entrando y saliendo ávidamente… sin esperar mucho tiempo más retiro mi lengua para sustituirla por mi hombría… rosando en su entrada… haciéndolo que me deseara a cada instante…
Lo penetre de una sola estocada… llegando hasta golpear rítmicamente su próstata…esa zona de placer masculina… embistiéndolo rítmicamente… incluso algo violento… mientras los gemidos y jadeos de ambos pululaban por toda la habitación…
Sin dejar de embestirlo comencé a morder parte de su espalda a mi merced… succionando dejando marcas rojas… todo esto era tan placentero… tan delicioso…
De nuevo no sentí el paso del tiempo… solo sentí como la entradita del conejo se contraía cada vez más rápido, señal de que pronto se correría… para ayudarlo comencé a masturbarlo, hasta que sentí se corrió en mi mano yo llene su interior con mis fluidos… mordiéndole el hombro a la par.
Salgo del cálido interior de Lavi para quitarle el dadito de su boca… y desatarle las muñecas nada más…
-Que… que…-jadeaba tanto que no pudo reclamarme nada… solo me miraba con cara satisfecha, yo sonreí, le bese salvajemente ante de apartarme.
-Esto se llama lección de perversidades mi estimado Lavi-digo con una sonrisa perversa-Y bueno, si te interesa saber que tanto más he aprendido en todos mis años de viajar acompañando a mi maestro…-le muerde la oreja suavemente-Puedes venir a mi habitación cuando gustes-le susurro sensualmente antes de sentarme en la cama y tomar mi diario de viaje, anotando esta nueva experiencia con Lavi.
Siento su mirada y giro para verlo, le sonrío descaradamente antes de posarme sobre el lamiéndole el cuello.
-¿Quieres que sigamos con las lecciones?-susurro antes de besarlo… por mí no habría ningún problema en seguir enseñándole al conejito, pero somos interrumpidos por la melosa voz de Komui quien llama a mi puerta.
-Allen… te tengo una nueva misión-dice animadamente-Quiero verte en mi oficina lo más pronto posible.
Dice mientras respondo con un “Sí, iré de inmediato” beso a Lavi y comienzo a vestirme y acicalarme, para instantes después salir dejándolo en mi habitación… encaminándome a una nueva aventura de conocimiento y placer seguramente.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español