Tu Reputación
Tu reputación son las primeras seis letras de esa palabra.
Llevarte a la cama era más fácil que respirar.
Tu teléfono es de total dominio popular y tu colchón tiene mas huellas que una playa en pleno verano.
As echo el amor mas veces que mi abuela y aun no acabas ni la escuela.
Un grupitos de jóvenes celebraban su ingreso a la Facultad de criminología, estaban reunidos en el bar, tomaban y alegaban lo bien que les iría, lo que querían hacer y sus planes, entre ellos un rubio con profundos ojos azules, este, no prestaba mucha atención, se dedicaba a reír de los comentarios de los demás, fue cuando ambas miradas se cruzaron
El era de estatura mediana, complexión delgada, lo que mas destacaba sin duda era su cabello rojo fuego, esos ojos verde esmeralda, risueños y algo provocativos, su manera de andar tan libre, se sentó a la barra, cruzando un dialogo mudo con el rubio, fue casi mágico, los dos al instante se precaptaron de algo “eres…interesante”…
El rubio con esa mirada pesada casi arrogante, alto, su presencia sin duda denotaba superioridad, lo que deseaba lo obtenía y el quería conocer a ese chico…
Apenas se había decidió levantar, cuando con coraje vio que alguien mas se le adelantaba, tipo de cabello negro y anteojos, se inclino con descara hablándole al oído al pelirrojo el cual sonrío divertido y asintió
El rubio se enfuruño en su asiento, el resto de la tarde la paso inagusto, lo que quería era por lo menos saber el nombre de aquel pelirrojo…
Pasaban de las cuatro de la mañana cuando el grupo de amigos se despedían y cada uno por su lado se iba a casa, algunos, la mayoría, tomaron taxi pues iban bastante pasados de copas, el rubio de mirada arrogante caminaba por entre los callejones, su casa quedaba cerca de aquellos rumbos, canturreando una música de dominio popular (introducir música aquí XD) se detuvo en seco, frente a el: el mismo chico pelirrojo del bar, recargado en la pared, fumando tranquilamente, de nuevo las miradas se cruzaron, de nuevo aquel dialogo silencioso inconcluso, se acerco despacio casi en cámara lenta, llego frente a frente, aun los dos mudos, el pelirrojo sonrío de lado, ofreciéndole con un gesto un cigarro de una cajetilla a medio uso y maltrecha.
-no fumo- le rechazo-
-vale…-
-¿Cómo te llamas?-
-Mails…puedes llamarme Matt me gusta mas-
-esta bien… yo me llamo Miahel Keehl llámame Mello…-
-Mello…- sonrío el pelirrojo exhalando el humo junto al nombre del de enfrente- ¿Cuántos años tienes Mello?-
-19…- comenzaron a caminar juntos rumbo a ningún lugar en particular- ¿y tú?-
-21- sonrío arrojando el cigarro lejos, encendiendo uno nuevo- ¿vives cerca?-
-si a dos cuadras más……-
-Debe ser problemático vivir tan cerca del centro, todo el ruido y movimiento-
-algo… ¿tu donde vives?-
-por ahora en las calles-
-¿Cómo?-
Y aun sabiendo que no eres el mejor partido dime: ¿quien puede contra cupido? Y es que si yo no e sido un monje
¿Por que e de exigirte que seas santa?,
-me han desalojado- el rubio parpadeo ante el comentario, ¿en las calles?- no tengo a donde ir por el momento iré a algún motel barato pues ni dinero tengo je… eso si- saco de sus pantalones una barra grande de chocolate y cajetillas mal trechas, un montosito de billetes chicos arrugados y unos gogles amarrillos- esto es lo que tengo… no me dieron tiempo de sacar mis cosas je-
-y lo dices así sin mas…- frunció el entrecejo el de ojos azules para tomar el chocolate y empezar a comerlo- vale por una renta de cuarto el viejo Watari cobra mas pero… creo que aria la excepción si se lo pido…-
-¿mmm?-
-vamos….- le ordeno y siguió con su paso elegante, el pelirrojo sonrío satisfecho, pensando que esa noche por primera vez en mucho pero mucho tiempo podía dormir y despertarse sin tener que hacerlo sigilosamente para no despertar a su acompañante, cosa que igual le desagradaba un poco pues el rubio se le hacia bastante atractivo-
-gracias Mello- canturreo sonoramente acelerando el paso para alcanzarlo-
La habitación era sencilla, cama y techo, nada mas, solo eso necesitaba, miro el techo que tenia una mancha enorme, goteras, suspiro con las manos en la sienes y respirando un olor conocido, otro motel de paso, otra noche intranquila, su acompañante dormía placidamente, roncando como un bendito, del que no tiene remordimientos, ojale el pudiera dormir así, se desperezo sin molestarse en vestirse de inmediato, paseo por la habitación,, aun desnudo, deteniéndose en el buró de lado, cartera, reloj y unas llaves, escondió las llaves bajo el buró tomando las demás pertenencias, se coló el pantalón mientras miraba a su compañero de cama dar un tremendo bostezo y volverse para seguir dormido, sonrío de oreja a oreja, era tan simple, tan fácil…… tan…… suspiro disgustado, aspirando un aire amargo, en definitiva detestaba el olor de los moteles, alcohol droga, sexo y sangre, a eso olía un motel de paso, se coló la camisa a rayas cuando ya salía de la habitación y encendió un cigarro…esa era la rutina de las mañanas………
Si el pasado te enseño a besar así: bendito sea el que estuvo antes de mí
No es dama la que se abstiene dama es la que se detiene cuando encuentra lo que tu encontraste aquí.
Si el pasado te enseño a tocarme así: bendito sean los que estuvieron antes de mí
Si otros han sido tu escuela yo seré tu graduación cuando incluyas en la cama al corazón
Se desperezo, mirando a ambos lados de la cama, no había nadie, puso a trabajar su hámster cerebral recordando que anoche cierto rubio de ojos azules le ofreció un departamento momentáneo, se estiro de lo mas complaciente mirando el techo, no había ni una sola mancha, se abrazo a la almohada que despedía un olor a limpio y fresco, se sentía tan bien entre las sabanas, sin tenerse que levantar antes que el mismo sol y sin mas remordimientos que el que desayunaría……
Duro poco mas de dos horas rodando por la cama, riendo bajito sin saber bien de que, hasta que decidió salir del cuarto y vagar por el corredor, donde se topo con el que la noche anterior le ofreció aquella habitación, le sonrío agradecido mientras los dos de nuevo en silencio bajaban las escaleras de caracol al comedor principal, era una casa enorme que la habían convertido en pequeños departamentos económicos, según el rubio le había comentado anoche antes de mostrarle su habitación, había solo dos baños para 10 personas y una sola cocina donde tenían que turnarse para hacer el desayuno le tocaba un día a uno y otro a otro, al pelirrojo ese ambiento se le hacia lejano, casi divino, si bien vivan amontonados y con poco presupuesto los que vivían ahí se llevaban como una pequeña familia, el rubio lo codeo para que apurara el paso a sentarse al comedor.
-anda que no alcanzaremos a desayunar pareces tortuga……-
-¿cuanto dices que cobra Watari por el alojamiento?-
-¿planeas quedarte?- sonrío el rubio ladeando la cabeza incrédulo, quienes se quedaban ahí es que realmente no tenían a nadie y solo querían techo y comida nada mas, no era lujoso, no era el mejor edificio pero era seguro para los vagos sin remedio, o estudiantes que escapan de casa muy jóvenes y tienen suerte topándose con el viejo Watari y su casa tan rara……-
-eso planeo-se sentaron a la mesa, junto a los otros inquilinos-
-cobra 100 por el día entero y solo 600 al mes si planeas estar largo tiempo pero no paga la comida y luz… eso es aparte…-
-es perfecto- sonrío complacido- es perfecto……-
Dicen por ahí que tu terrible fama de ligera ha venido a pintarme un par de cuernos en la mollera
Que tengo que sacarte del barrio y del país si es que quiero darle a esta historia un final feliz
Si supieran la ternura inmensa que ahí en ti y todo lo que aces por mi
Sabrían que el camino antes de qui te a preparado para mi
Ya habían pasados 4 meses desde que Matt llego a la casa tan extraña de Watari, un lugar al que podía llamar hogar, seguía frecuentando a Mello y no podían negar que se atraían, mas de un encuentro casual había pasado entre ellos, compartían cada vez mas noches juntos y Mello no era idiota, bien sabia de lo que se valía Matt, que mas daba si el lo podía tener cuando quisiera y no le cobraba, pero las cosas comenzaron a cambiar cuando el rubio noto los moretones, las cortadas y mordidas en la blanca piel del pelirrojo, se tragaba sus consejos pues Matt nunca le comento nada sobre su “trabajo” y quizás le avergonzaba, aun así le preocupaba, mas sabia que aun que fueran “amigos” y tuvieran un libro lleno de platicas, juegos y fajes juntos no definían jamás su relación, Mello no se apegaba a nadie y Matt seguía con sus “trabajos” a media noche.
Pero las cosas cambiaron ese noche, Matt llego a duras penas a la habitación, tenia moretones en todo el cuerpo y el labio partido, se recostó sintiendo la respiración dolorosamente forzada, el sabor a metálico inundaba su boca y una punzada entre sus piernas no lo dejaba ni sentarse, Mello lo sintió llegar, no lo decía, ni lo demostraba, pero no podía dormir hasta ver al pelirrojo entrar sin problemas a la cama, entro aprisa a su cuarto recostándose a su lado, de inmediato el aludido se apresuro a fingir que dormía, pero era imposible de su boca salían leves gemidos de dolor
Ven ya abrázame sin miedos y dame un beso a la salud de los chismosos
Si el pasado te enseño a besar así: bendito sea el que estuvo antes de mí
No es dama la que se abstiene dama es la que se detiene cuando encuentra lo que tu encontraste aquí
-esta vez se han pasado……-
-¿m-mello?- fingió sorpresa el pelirrojo mas cerro los ojos avergonzado al mirar el rostro de compasión de su interlocutor- ¿Qué aces despierto a estas horas?-
-podría decirte lo mismo… pero yo no me ago de vista gorda como los demás……-suspiro retirándole el cabello del rostro- déjame revisarte…-
-estoy bien…… me han tratado peor……-
-entupido- le reprendió, sin permiso empezó a desnudarlo, recorriendo ese cuerpo que tan bien conocía, mas esta vez con el mero propósito de checar los daños, revisando que nada estuviera roto, y mirando las cortadas que no eran profundas pero si hacían daño- ¿Por qué?- era lo único que podía salir de sus labios al ver el cuerpo de su amigo tan maltrecho mientras le limpiaba la sangre seca de las mejillas y le lavaba las heridas-¿Por qué?-
-por que es lo único en lo que soy bueno- murmuro derramando lagrimas silenciosas y el rubio le planto un beso en la frente-
-no…… puedes hacer mas que esto en la vida…… - lo acurruco y dejo dormir, solo por ese día, no discutiría, solo por esa ocasión lo dejaría en paz por que mañana lo reprendería y ahora si que se metería en ese asunto, decidió estaba: Matt era suyo…… ya no soportaría compartirlo
En cuanto amaneció Matt se sentía mejor, se acomodo entre las sabanas, feliz de sentir la calidez de su hogar, aspirando el olor a limpio, se giro para tomar sus gogles de la repisa y de paso un cigarro, pero al volverse ahogo un grito, al encontrarse con un par de ojos azules que lo miraron con enfado
-ahh que susto ¿planeas matarme de un infarto?-
-no…… seria de ansiado simple…-
-gracioso-
-mañana mismo empezaras a trabajar en la tienda del viejo Watari… así pagaras estudios… si es que quieres reanudar la universidad…-
-¿he?, no gracias-
-no te lo estoy aconsejando ni preguntando es una orden- rujio trepándose a la cama, aprisionando las muñecas de Matt sobre la madera de la cabecera- escuchaste…. ¿ehh?-
-………-
-mira imbesil…… me calle por que pensé que quizás necesitaras el dinero o por que tenias deudas… te e investigado-
-¿Qué as echo que?-
-cállate……- sus ojos azules destellaban- no voy a soportar estarte compartiendo…… me vales si te pagan bien por tu culo… es mío….-
-¿QUEE?-
-si……- le beso de manera brusca haciéndole daño en el labio partido-
-ahhuu-
-entendiste…… será menos dinero…… pero menos peligroso y además……- le mordió el labio- me gustas…- añadió con una sonrisita- por favor…… no mas….-
-Me-mello- murmuro con voz ronca-
-¿entendiste?-
-si……- sonrío besándolo-
Si el pasado te enseño a besar así bendito sea el que estuvo antes de mi
No es dama la que se abstiene dama es la que se detiene cuando encuentra lo que tu encontraste aquí
En silencio, no hacia falta decir mas, eso era lo ultimo que Matt necesitaba: Mello
Se despedía un calor acogedor entre las sabanas blancas, el techo estaba pulcro, Mello olía a chocolate y su boca sabia a aquel adictivo dulce, se estremeció sintiendo las manos recorrerle, ¿Cuántas manos no lo habían recorrido?, mas ni una de esa manera, tan calido, Mello era calido, las luces del pasillo se apagaron, señal de que todo ya dormían, Mello y Matt seguían en la tarea de reconciliación, celebrando que Matt ya tenia lo que le faltaba……
Si el pasado te enseño a tocarme así, benditos sean los que estuvieron antes de mí
-ahhh Matt- gemía Mello al sentir las ágiles y expertas manos de Matt situarse sobre sus caderas, sus labios recorrerle el cuello, viajando asta su vientre y posarse en su ombligo provocándole escalofríos-
-te quiero……- gimió Matt mordiendo el vientre plano y empezando a masturbar al compás de los gemidos de Mello- te deseo……-
-yo…… ammm- lo tiro sobre la cama, subiéndose sobre sus caderas, fingiendo embestidas sin ser penetrado sin penetrar……- te…- se acerco a su oído lamiendo lascivamente- amo… te amo-
Matt sonrío sin decir mas, atrayéndolo a el, mientras el rubio con premura entraba en el, ahogando los gemidos en el beso, un beso largo, que no deseaban acabar
Si otros han sido tu escuela yo seré tu graduación cuando incluyas en la cama al corazón
-Matt- murmuro abriendo los ojos, el pelirrojo estaba acurrucado entre sus brazos, placidamente dormido, se veía casi inocente así, con los cabellos cubriéndole parte del rostro-
-me……- murmuro y el rubio se inclino para escucharle mejor- Me……llo- murmuraba con aquella sonrisita-
Si otros han sido tu escuela yo seré tu graduación cuando incluyas en la cama al corazo
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