Capítulo 1: Primer Encuentro
Uzumaki Naruto siempre se ha caracterizado por ser una persona social, amable y de buen corazón, por ser un buen amigo y solidario para con los demás, por ser un buen hijo y un buen estudiante, jamás les da problemas a sus padres por los cuales preocuparse, en pocas palabras se podría decir que él es el hijo perfecto, pues además de todas esas cualidades, goza de una excelentísima salud y su familia le quiere demasiado, y hablando de su familia, Naruto pertenece a uno de los clanes más prestigiados de Tokio, el Clan Namikaze, integrados por su queridísima madre Kushina Uzumaki, su querido padre Minato Namikaze y sus adorados abuelos Tsunade y Jiraya, aun no está del todo seguro del por que el es hijo único, cada vez que les pregunta a sus padres sobre ese tema ellos comienzan a hablarle de sexo ¿Qué tiene que ver el sexo con ser hijo único? Bueno, el sabe perfectamente el proceso mediante el cual se crea la vida humana, pero, ¿Qué tiene que ver eso con ser hijo único? ¿Por qué simplemente no le decían que ya no querían más hijos y ya? Por esa simple razón dejo de preguntarles ese tipo de cosas, esa y otras cosillas más con las únicas que afectan su perfecto mundo… Pero ahora…. Ahora su mundo dará un giro enorme, pues como todos sabemos, por cada cosa hecha hay una consecuencia, y Naruto se dará cuenta de cuanta razón tienen esas palabras, sobre todo en la actual situación en la que se encuentra.
Sus orbes azules se abrían lentamente y aunque no veía muy bien su entorno sentía un leve dolor en la cabeza, cerro sus ojos de nueva cuenta pues podía sentir como la luz entraba poco a poco por su ventana y los primeros rayos del sol le daban de lleno en el rostro, sabía que se encontraba en una cama pues podía sentir la suavidad de las sabanas contra su piel morena, sin pensarlo mucho relajo el cuerpo pero algo era diferente, sentía su cuerpo un poco adolorido y no sabía el por que, no le dio mucha importancia, siempre que regresaba a casa de una fiesta con sus amigos se sentía de esa manera, intento recobrar el sueño perdido, la fiesta de anoche si que había sido una de las más locas que había organizado con su banda, solo unos segundos más tarde se rindió por completo, el sueño se había ido.
Volvió a abrir esos hermosos zafiros que tanto le alagaban su familia, conocidos y amigos, en verdad ahora que lo pensaba mejor tenía mucha suerte al verse rodeado de tanta gente que le quería, sin duda su vida era magnifica, lo tenía todo, esbozo una tierna sonrisa al recordar su dicha para seguidamente mirar hacía la ventana que aun permitía que la luz solar le cegara, trato de levantarse de su cama, pero se percato de algo que no había notado antes… No tenía puesto su pijama de zorritos que su querida Oka-San le había obsequiado en navidad del año pasado, levanto la sabana solo un poco y confirmo lo antes mencionado; pensó durante algunos momentos, tal vez cuando sus amigos le trajeron a casa le desvistieron para que no se sintiera tan incomodo, si, eso debía ser, ¡Pero que buenos amigos tenía!
Volvió hacer ademan de ponerse de pie para cerrar las cortinas y poder descansar su vista del sol, sin embargo pese a que su cuerpo estaba dolorido, al intentar bajarse de la cama, sintió una punzada, una muy dolorosa punzada en su retaguardia, ¿Por qué le dolía el trasero? ¿Es que acaso anoche se cayó? Pero el no recordaba haberse lastimado, ¡Que extraño! Sin mucha importancia, desnudo y con su dolor a flor de piel se levanto y camino para cerrar la ventana, pero algo más le llamo la atención, que el recordara su ventana quedaba a la derecha de su habitación y no a la izquierda de la cama, un poco confuso miro a su alrededor, y con asombro noto que las cosas que se encontraban en su cuarto eran totalmente distintas a las que el recordaba.
Cerró sus ojos casi como un gato tratando de encontrar una razón coherente, pero por más que pensaba y pensaba su cabeza estaba bloqueada, tal vez se debía a tanto alcohol ingerido anoche en la mega fiesta del cumpleaños de Sai, ¡Si!, ahora que lo pensaba mejor es era la habitación de Sai, ¿Cómo pudo olvidarlo? Jeje, ya un poco más relajado volteo su mirada hacía la cama y noto un bulto en la susodicha, su sorpresa era tanta que abrió sus ojos de sobre manera, ¿Con quien demonios había pasado la noche? A su mente llego la imagen de un peli negro que le seguía hasta la recamara, Ahhh que alivio, Sai se había tomado la molestia de llevarlo a una habitación a descansar, en serio, que buenos amigos tenía, lentamente se acerco para despertarlo, al llegar a la orilla comenzó a moverlo suavemente, pero tal parecía que no funcionaba, a su cabecita rubia se le ocurrió hacerle una pequeña travesurilla a su amigo, se dirijo al baño y con sus manos llevó un poco de agua, tenía pensado tirársela en la cara para levantarle, antes de llegar a su objetivo éste se movió un poco y se coloco boca arriba dejando su cara al descubierto, al salir Naruto hasta se sintió afortunado al ver que su amigo le daba una buena posición para su plan, pero su alegría se esfumo cuando al acercarse vio el rostro de aquella persona.
-¿Qué demo…?
Le miro asombrado, ahí, en la cama, se encontraba ni más ni menos que su peor enemigo, el ser al que tanto repudiaba, al que tanto evitaba y al que no podía soportar ni siquiera un minuto: Sasuke Uchiha, ¿Qué demonios hacía ese bastardo en la misma cama que el? Por un momento quiso tirarle el agua para que se levantara y se largara, pero noto que Sasuke al igual que el… No tenía ropa… Eso significaba que… Estaba desnudo… ¿Qué demonios hacía el bastardo en la misma cama que el pero sobre todo desnudo? Enojado al máximo tiro de las sabanas para descobijarle, pero se trago toda su ira al ver con horror como en las sabanas blancas como las nubes del inmenso cielo se divisaba una pequeña manchita rojiza, ¿Por qué tenían sangre las sabanas?
Antes de poder si quiera contestarse a si mismo, a su mente llegaron vagos recuerdos de fogosos besos, incontrolables caricias y un sinfín de gemidos que salían de su boca pronunciando un nombre demasiado conocido para el, su boca se abrió de sobre manera, en ese momento recordó que al llegar a la casa de Sai, comenzó a beber, por lo que unas horas más tarde ya estaba calleándose de borracho, después de eso recordaba solo un poco como era que Sasuke se le acercaba y le hacía la platica, el trató de ignorarle y se dirigió al cuarto de Sai para descansar, entro a la habitación y se acostó en la cama…
Pero antes de quedarse totalmente dormido sintió como alguien se subía a gatas, se colocaba encima de el y le besaba, primero con ternura, para después hacerlo con ansias y pasión, sin saber el porque correspondió a esa caricia y se rindió ante aquel ser que le producía ese placer inimaginable, mientras disfrutaba de ese momento cerró sus ojos para poder grabarse esa sensación, al separarse abrió los ojos para identificar a su ‘amante’ de esa noche, y al hacerlo se sintió confuso, pues el que estaba mirándolo con cariño, con lujuria, con pasión, era nada más ni nada menos que su enemigo número uno: Uchiha Sasuke nunca nadie le había visto de esa manera en la que el bastardo le miraba, una corriente eléctrica le recorrió el cuerpo entero al verse atrapado en esos ojos tan negros como la noche, debido a eso aparto la mirada volteando la cabeza levemente cosa que Sasuke aprovecho pues inmediatamente le beso el cuello, mordiendo levemente en una parte en especifico, estaba a punto de reclamarle pero esa simple caricia le llevo al cielo, se dejo llevar, después de que mordió su moreno cuello prosiguió a desabotonarle la camisa que en esos momentos llevaba puesta para besar el pecho, los pectorales y el abdomen, cada caricia dada por el se sentía tan jodidamente bien que parecía perder la razón en cualquier momento.
Sintió como poco a poco Sasuke bajaba sus manos y acariciaba por encima de los pantalones sus piernas, ¡Que sensación, por Kami! Mientras el se perdía en los movimientos que hacia el azabache, se percato de cómo con sutileza se desasía de los antes mencionados y de sus interiores, su cuerpo se lleno de escalofríos por completo, supuso en ese momento que Sasuke se había percatado de eso pues inmediatamente beso sus muslos internos lamiendo con su lengua la piel morena, en esos momentos una gran oleada de excitación le invadió, el gemía sin control aunque en un tono bajo para que no lo escucharan ya que aun estaban en casa de Sai, miro una vez más esos posos negros que tal parecía que le llamaban, vio tanto deseo en ellos, que incluso con esa simple mirada cayo rendido, ya no importaba demasiado quien fuese en ese momento, lo que quería era sentir, sentir ese placer que tanto se negaba por el miedo al dolor, poco a poco se dejo llevar pues sabía perfectamente lo que seguía.
Lentamente Sasuke subió de nueva cuenta hasta llegar a su altura, unió una vez más sus labios dándole la oportunidad de probar esa candente boca que tanto ansiaba tener para siempre en esos momentos, el enredo sus brazos en el cuello de su amante, pero de repente su cuerpo brinco, ya que pudo sentir como el azabache tomaba con total seguridad y confianza su miembro, moviendo su mano de arriba hacia abajo primero lento después rápido, el se aferraba cada vez más a el, trataba de aguantar sus gritos, si sus amigos les escuchaban sería muy vergonzoso. -
No te silencies-Escucho que le hablo
-… ¿Que?...-Apenas y pudo contestar, las sensaciones eran tantas que no podía hablar
-Que gimas si lo deseas, nadie escuchara nada-Susurro en su oído mientras continuaba su tarea
-…-No pensaba ponerse a gritar como un poseso, por más ganas que tuviera no lo haría
-Esta bien, si no quieres gritar no importa, se que te gusta esto-Ni teniendo sexo se le quitaba lo arrogante y presumido
-… Ca… Llate…
-Je… Mejor pasemos al siguiente nivel, se que estas esperando por ‘eso’
Decidió ignorarlo, no quería que todo acabara mal, quería disfrutar ese glorioso momento aunque fuera con el bastardo, a pesar de ser un presumido en el acto, tenía que admitir que era bueno en lo que hacía, no podía aguantar más, tenía que hacer algo o esa satisfacción le mataría de placer, trato de alejar la mano de Sasuke, pero este en vez de apartarse se aferro más a el y apretó con más fuerza, ¡Joder! ¿Qué no sabia lo que trataba de decirle? ¿Es que era Idiota? ¡Si, Era Idiota!
-… Oye… Estoy…. A… Punto… Quita… Te-Rogo
-Disculpa, no te entiendo, háblame bien ¿Quieres?-¡Pero que maldito!
-… ¡¡¡Que te quites Imbécil!!!-Logro gritar sumamente enojado
-Jo… No quiero-Y continúo con lo suyo
¡¿Será cabron?! Lo mejor en esos momentos sería no decirle nada más, solo bastaron unos segundos más para que terminara en la mano de Sasuke, manchando de paso los vientres de ambos, se perdió en el placer recién otorgado, para cuando salió de su trance de placer se percato de que algo toqueteaba su entrada, sin querer tomo de la mano al peli negro, este le miro confuso, pero entendió ya que le miro de una forma consoladora, que extraño, que el supiera Sasuke nunca era tan bueno con alguien.
-Tranquilo, sabes que esto es necesario si no sería muy doloroso para ti
-O.O …-Le miro sorprendido
-No te hare daño, te aseguro que lo disfrutaras mucho
Seguido de esas palabras le beso son ternura, a pesar de que no estaba del todo seguro le permitió continuar, incluso inclino las piernas un poco para que tuviera acceso a su entrada, pudo notar como el azabache esbozaba una sonrisa triunfante, debido a eso estuvo a punto de retractarse pero fue demasiado tarde cuando sintió como algo entraba en el por lo que se aferro a la almohada, al principio ese dedo en su interior era un poco molesto, pero pudo aguantar, sin embargo cuando el segundo y el tercero entraron, trato por todos los medios de sacarlos, pero no pudo Sasuke no se lo permitió, con forme pasaban los minutos ese dolor se fue dándole paso a la misma sensación de hace unos momentos, ahora no solo se aferraba con fuerza sino que incluso se tapaba la boca con una de sus manos para no gritar como loco ya que esos dedos saliendo y entrando le causaban un gran placer, de repente ese placer se detuvo por lo que se permitió destaparse la boca y mirar feo a su amante.
-Tranquilo, lo mejor viene ahora
-¬///¬…-No podía evitar sentir vergüenza
-Necesito que te relajes
Trato por todos los medios de hacer lo que el otro le pedía, pero por los nervios no podía, cerró sus ojos y espero el momento, como no sentía nada abrió solo un poco el ojo izquierdo, y vio a Sasuke tan deseoso de el, de estar con el, de estar en el, eso fue suficiente para relajar cada musculo, suspiro largamente, pero se volvió a tensar al sentir como algo mucho más grande y duro trataba de abrirse paso para alojarse dentro de el, agarro fuertemente las sabanas de la cama, era tanto el dolor que sentía que prefería morir en esos momentos, cuando hubo entrado por completo se quedo estático por unos minutos para que el se acostumbrara, ¡Demonios Sasuke era grande!
Momentos después sintió como su cuerpo sentía algo diferente, el peli negro comenzó con suaves movimientos, saliendo solo un poco y entrando suavemente, poco a poco se acostumbraba, para seguidamente sentir fuertes y certeras envestidas que le llevaban al mismísimo paraíso, mientras todo eso ocurría, no pudo evitar el gritar como un loco desquiciado, sentir como Sasuke salía ahora casi por completo de el para enseguida entrar con rudeza, le fascinaba enormemente todo eso, mientras era envestido trato de buscar los labios contrarios y disfrutar más ese acto tan inigualable, la excitación creció junto con las ganas de que ese acto nunca terminara, su unión fue tan… Sorpresiva, que aun no se creía que eso estuviera pasando, minutos más tarde una última entrada y salida por parte del azabache le quito las pocas energías que le quedaban para seguidamente culminar su acto con una sensación de total satisfacción, el sentir como Sasuke terminaba dentro de el le causo la más grande emoción que jamás en la vida había sentido, antes de quedarse dormido sintió como su amante salía de el lentamente para besarle de esa manera que tanto le gustaba y le quitaba el aliento.
-Por fin eres mío, solo mío
A pesar de que en la noche, justo al estar con ese maldito bastardo sentía dolor y placer, ahora no recordaba si en verdad le había dolido o no, su mente era un caos, se alejo de ese cuerpo dormido, le miro fijamente y se molesto de sobre manera al verlo ahí dormido tan tranquilo, rápidamente tomo sus ropas y se vistió lo más rápida y silenciosamente posible para largarse de aquel lugar, con suerte y Sasuke también se encontraba igual de borracho y ni se acordaba de lo sucedido, ojala que no lo recordara, sin mirarle una última vez salió de la habitación, mientras se dirigía a la puerta su cabeza solo tenía una sola pregunta: ¿Cómo pudo haber tenido sexo con ese bastardo? ¡Eso sin contar que ambos eran hombres! Sabía que Sasuke no fue consiente en ese momento de con quien se metía, pues para todo el mundo era por demás sabido que ellos dos se odiaban a muerte, no era como si ‘eso’ se hubiera planeado, miro a su alrededor para despedirse de su amigo, pero al ver a todo el mundo dormido en el suelo prefirió no decir nada.
Además de que si Uchiha se despertaba, al verse desnudo les preguntaría a todos con quien había estado en la noche, ellos le dirían que por estar bebiendo ni lo habían visto, y si le preguntaban a el les diría que se había ido a casa y que no sabía nada ¡Pero que buen plan! Más que presuroso salió de la casa de Sai para irse a la suya. En el camino divagaba en la manera en la que tendría que actuar de ahora en adelante con Uchiha, si su plan salía como lo tenía pensado no tendría que cambiar su manera de ser con el, y si lo hacía el bastardo sospecharía y terminaría descubriendo el secreto, definitivamente eso no era una opción, todo, absolutamente todo tenía que salir bien.
Al llegar a su casa se metió inmediatamente a la ducha, sentía su cuerpo extraño, sabía que en la primera vez se sentiría así, pero ese sentimiento de estar completo no lo entendía del todo, ya más relajado salió del baño, pero en vez de arreglarse y salir de casa prefirió descansar ese día, Naruto siempre era muy hiperactivo y energético, pero debido a cierta ‘actividad’ nocturna se sentía tan cansado que ni ganas de ver la tele le daban, así que se puso su pijama de zorritos, y se metió en la cama a descansar, inmediatamente se quedo dormido, pasaron escasamente cuatro horas, cuando el timbre de su casa comenzó a sonar interrumpiendo su formidable sueño, sumamente molesto se levanto a fuerzas, ya que no tenía pensado hacerlo, pero se vio obligado a levantarse pues el tipo que tocaba no se iba y seguía molestando, para cuando hubo llegado a la puerta y la abrió, vio a alguien que jamás se imagino ver en su casa.
-¡¡¡¡Ahhh!!! ¡¡¡¿Qué haces aquí Uchiha?!!!-Grito un poco asustado
-¡No grites que me duele la cabeza!-Le regaño
-Jump, yo grito en donde me da la gana, esta es mi casa
-Si lo que sea-Y entro como Don Juan por su casa
-Oye, ¿Por qué demonios entras? Yo no te invite a pasar-Reclamó
-Entro por que he venido a ver a alguien que vive aquí dobe
-Mira no tengo tiempo para tus tonterías, lárgate ahora mismo teme
-No, ya te dije que tengo que hacer algo
-¿A quien buscas? Tal vez si lo ves te largues rápido
-¿Están tus padres en casa?
-… ¿Eh?
Continuara