Death Note Vs Fandom.
Allí estaba, una página en la que se mostraban deliberadamente un montón de escritos hechos por fans y por personas que simplemente se animaron a mostrar lo que pensaban.
"Gays, ellos piensan que somos gays."
"Creen que somos lesbianas"...
En realidad, ¿Qué es lo que somos?
Capítulo 1:
Descubrimiento.
Aún caminaba con pasos sutilmente amortiguados, con un andar decente y hasta seguro de sí mismo, desde siempre se sintió como una persona dominante, ese clase de tipo que conviene ser tratado con respeto y si por casualidad, tenías el gusto de hablarle, que fuera como la máxima gloria.
Después de entrar con carisma al punto de reunión que había sido acatado, se sentó con elegancia en una de las sillas ubicada al frente de una gigantesca mesa plateada, llena de papeles, computadoras, carpetas, en fin, cosas que ni a él, ni al grandísimo Kira que debía siempre ocultar con un gran aire de maquillaje intelectual, le importaría en lo absoluto.
Estaban todos, cada uno de ellos, era interesante encontrarse con esos personajes, hasta cierto punto fue agotador, él los dividía como "Aliados" y "Amenazas".
-Buenas Tardes.- Saludó el castaño con un tono de voz seguro de sí mismo.
-Buenas tardes y una mierda. -Replicó Mello, enojado. - Te dije que tenías que llegar temprano, gilipollas. -
-Ya cálmate Mello, además, ya llegó, eso es lo bueno, solamente escriban el código . - Dijo Matt, jugando impasible con su juego de video.
-¿Estás de su lado, perro? - Gruñó el rubio, amenazando a su cachorro con el puño.
-Solo digo que eso nos quitaría menos tiempo que discutir. -Comentó el pelirrojo sin inmutarse en lo absoluto.
-Como sea, aquí esta la contraseña. - Interrumpió Light, mostrando una larga serie de números y letras escritas en una pequeña hoja de papel.
-Bien. - Respondió escuetamente el adicto al cigarro, transcribiendo lo que decía en esa pequeña nota a la computadora.
-¿Me pueden explicar, de nuevo, el por qué estamos aquí? - Preguntó Takada con una voz desinteresada.
-Te diré, te diré porque estamos aquí, maldita zorra. - Reclamó el rubio con un tono agresivo, levantándose de su silla con seriedad y precisión en cada movimiento.
-Mello, si vas a dirigir una reunión con un fin en especial, debes tener buenos modales.- Espetó un pelinegro, que hasta ahora había permanecido callado.
-Estoy de acuerdo con Ryuuzaki, respeto y educación.- Continuó con una sonrisa burlona el castaño.
-Los modales me los meto en el hueco del cu...-
-¡Mello!- Lo interrumpió el detective. - ¿Por qué no mejor nos dices que es lo que pasa?-
-Vamos, respira, tranquilízate, y después nos cuentas. -Resopló el pelirrojo con una sonrisa tierna, cosa que ruborizó al chico que hasta ahora solo había tirado insultos.
-Bien. Todo comenzó hace unos días...-
El rubio comenzó a recordarlo, había sido un momento desagradable para él, se vio así mismo tirado en el sofá tal como lo haría un flojo o un vago, después de horas de estar caminando fuera del refugio secreto en el que se encontraba.
Y en ese momento, pasó, el timbre sonó con intensidad, Mello recordaba con exactitud la frecuencia del sonido.
-¡Matt, alguien toca el timbre! - Vociferó en voz alta, pero nadie reaccionó a sus palabras. Moduló su voz aún más fuerte. - ¡Matt, mueve tu trasero y ve a ver quién esta afuera! -
No hubo respuesta, cosa que agotó la poca paciencia del chico rubio, que dejó a un lado su chocolate para aumentar al máximo su tono de voz.
-¡PERRO QUE ABRAS LA PUTA PUERTA!-
No paso nada.
El timbre seguía resoplando insistente, cosa que hizo que Mello por fin se venciese, y caminase con recelo a la puerta, ensañándose en insultar todo lo que pasase por al frente suyo.
-¿Qué quiere? - Gritó el rubio al abrir la puerta, para recibir un montón de jovencitas con miradas poco saludables, podría decirse que parecían violadoras profesionales y que estuviesen viendo a su próxima víctima.
-¡Mello-kuuuun no puedo creer que seas en verdad tú!- Gritó entonces la más alta de ellas, abrazando el pecho de Mello como si de un osito de peluche se tratase.
-¿Qué caraj- Pero fue interrumpido al ver como las demás mujeres o intento de, entraban al lugar revisando todas sus cosas. - ¿Qué hacen estáis locas?- Gruñó el rubio, pero se vio ignorado.
-¡Mira aquí están las fotos de Mello-sama!- Espetó otra chica de cabellos cobrizos en un tono de voz chillón y desnivelado.
-Y sus calzoncillos, kyaaaaa- Continuó otra, oliendo insanamente la prenda interior.
-¡Dejen mis cosas en paz, enfermas!- Gritó Mello histérico, pero como respuesta, una mujer alta y robusta se le acerco y amenazadoramente lo ató con unas cuerdas que ella misma había traído.
-¿Dónde estará Matt-chan? - Chilló una de ellas, acompañada de las risitas de sus compañeras, que revisaban de pies a cabeza el lugar.
-¡Malditas sean! ¡Suéltenme o no respondo!- Amenazó con rabia desmedida el rubio, cosa que solo causo gracia en las muchachas.
-Mello-kun es tan, tan, pero tan lindo. - Comentó una de ellas, con un vestido y una cámara fotográfica. - Me pregunto, que tal se vería Mello con vestido. -
Un montón de risas ahogaron el lugar, y el rubio soltó una gota de miedo y tensión.
-¿O sea que te vistieron de mujer? - Concluyó el peliblanco con una sonrisa burlona.
-¡Esas malditas enfermas están por todos lados! Ya ha sido la tercera vez que me sucede en este maldito mes, no se como, pero ahora todo el puto mundo sabe de mi escondite, no tengo una mierda de privacidad, y eso me enferma como no tienes una puta idea, L-
-Eso es...muy...incómodo. - Concluyó el moreno sin saber exactamente que decir.
-Que falta de respeto. - Dijo él padre de Light, Soichiro, que desde siempre había sido una persona que rechazaba el contacto que palpara algo que no fuese respeto y ética social.
-Wow, si que te debiste haber enojado. - Comentó Matsuda.
-Kami, esas personas deberían ser eliminadas. -Susurró Mikami.
-En cierta manera, sí. - Cuchicheó el castaño a bajas.
-Y eso no ha sido lo peor, claro que no, no es nada comparado con lo que verán ahora. Ayer Mello y yo nos metimos por Internet, buscamos acerca de la Death Note, y nos apareció una página muy peculiar. - Dijo el pelirrojo, que hace minutos había guardado su Ds.
-¿Qué encontraron? ¿Estaba Misa-Misa allí? - Preguntó una rubia a lo que Ligh y Takada simplemente soltaron un suspiro.
-Lo que había allí, era YAOI.- Terminó por decir Matt, fumándose su último cigarrillo.
-¿Yaoi? ¿Qué es...eso? - Preguntó temeroso el detective Matsuda
-Es algo parecido a que hagas el amor con una mina, pero esta tenga pene y le falten los senos. - Gruñó el rubio, a lo que el hombre se había confundido.
-¿Eso quiere decir que...?-
-Gente Gay, solo eso. - Respondió L, sin saber exactamente que decir ante la situación.
-¿Y que tiene la página? Si no te gusta no entres, ¿no? - Replicó el castaño, la verdad es que si el tuviese que ser gay, no le importaría en lo absoluto, es más, el sabía que podía ser Bisexual sin problemas.
-El problema, Imagay (Yagami al revés), es que nosotros aparecemos en estas historias, y lo peor no es eso, sino que nos ponen en ridículo. - Dijo el rubio con un tono de voz socarrón.
-Ya verán como aquí nos ponen a todos como a unos putos estúpidos. - Recriminó, sentándose en la silla de nuevo, buscando la página de Internet para mostrársela a los demás.
La página se cargó, soltando un mensaje de publicidad bastante molesto, el cual saturó la velocidad de la computadora.
-A la mierda con los mensajes publicitarios- Susurró con un tono áspero Mello, cuando por fin cargó la página, la dejó a la vista de todos.
-AmorYaoi.Com- Leyó en voz alta Mikami, el fiel servidor de siempre de Kira, allí estaba la página que tantas disputas había ocasionado entre ellos.
-¿Qué es lo que supone que hay que ver? - Preguntó Near, observando atentamente la pequeña imagen de portada que poseía la página, dos gays, eso dejaba absolutamente claro lo que se esperaría de esa página.
-Miren. - Ordenó Mello, a lo que todos se acercaron con un gesto estúpido a la computadora, dejando al rubio casi sin respirar.
-Lean esto. - El rubio comenzó a abrir fanfics a diestra y siniestra, allí abundaban los nombres y las parejas de cada historia.
Comenzaron a leer atentamente, casi como una droga.
-¡Hey, yo no siento pensamientos impuros y pervertidos hacía L!...bueno...no tantos...quiero decir, que mentira! - Gruñó el castaño, a lo que intentó ciegamente escribir una review con insultos.
Pero Near abrió otra ventana con un FanFic distinto.
-¡Yo sería incapaz de violar a Mello!- Gritó completamente ruborizado el pelirrojo, a lo que el rubio solamente respondió con una mirada de "Pero yo a ti sí".
-Esto no es bueno. - Comentó el peliblanco.
Siguieron leyendo toda clase de incongruencias.
-¿MIKAMIXL? ¡Ni siquiera nos hemos conocido! -Recriminó el pelinegro ojeroso, intentando escribir una crítica, aunque se cruzaban entonces los brazos del admirador de Kira, que también quería la computadora
-¡Que asco, yo soy Kamisexual!- Gritó Mikami a todas sus altas, peleando por escribir una historia.
-¡Misa-Misa odia a Takada, como la ponen de pareja de ella! ¡Y porque Misa-misa aparece como una idiota en casi todos los fanfics!- Chilló la rubia, montándose encima de todo el mundo, clavando sus grandes tacones en la cabeza de algún desafortunado.
-¡A la mierda, yo no soy un pervertido a tiempo completo que viola a Near sin puta razón!- Gritó Mello, ofuscado entre la rabia también quería escribir a los autores sus buenos insultos, pero no alcanzaba.
-¡Yo no soy un homo fóbico ni nada de eso!- Gruñó el padre de Light, uniéndose a la pelea por quién escribía una review.
-¡WTF! ¡Yo no soy una perra!- Gritó Takada, metiéndose también en aquél grupo de personas obviamente molestas y que necesitaban explicar su desacuerdo.
-¡JODER ALEJENSE NO ME DEJAN RESPIRAN, COÑO!- Chilló Mello en voz alta ahogado entre las bubis, piernas, entrepiernas, zapatos, codo, cabello, trasero, y todo lo demás que ahora estaban aplastando su cuerpo, sin que a nadie le importase.
-¡Déjenme escribir algo corto!, ¡Joder tengo que dejar las cosas claras no soy ningún violador ni un imbécil!, ¡ni un niño llorón!- Espetó Light con una voz histérica, ignorado también
-¡Yo también quiero opinar!- Comentó Near indignado.
-¡PUTA MADRE, ALGUIEN NO SE PUSO DESODORANTE HOY!- Gritó el rubio aún más alto, a lo que solo fue brutalmente aniquilado con golpes inconcientes por parte de los compañeros, que seguían con ganas de insultar/opinar/aportar ideas.
Hasta que algo sucedió.
-¡Se apagó!- Chilló Takada con una gota de sudor en su frente.
-Ya dejen de pelear como niños tontos, lo que necesitamos es saber que haremos, con un comentario no será suficiente.- Comentó el pelirrojo, que había desconectado la computadora y por ende esta había dejado de funcionar.
-Pues...tengo unas ideas. - Dijo Light con una sonrisa diabólica.
-Continuará-