El comienzo
Es necesario presentarme? … De verdad!?Tanto desean conocerme? Y qu harn cuando me conozcan? Total, solamente narro la historia, no que s? No me vern jams, o s? Lo siento, me corrijo. La nica que me ver, ser mi amante y prima, Cherr.
Si despus de escuchar aqullo no descubres quin soy, eres un completo idiota. Oh, lo siento, creo que me pas con eso. Retiro lo dicho y comienzo de cero, qu les parece? Estoy escribiendo y malgastando mi tiempo en esta computadora narrando la historia slo para que ustedes, los lectores, la disfruten. Adems, podra estar mirando o leyendo mangas yaoi, disfrutando del anime, mirando o leyendo yuri y viendo cosas porno. Pero no, estoy aqu, dando lo mejor de m, tecleando y usando mis dedos de 9 centmetros para esta historia.
Bien, dejemos todo atrs y comencemos de nuevo.
Aloja a todos, soy Mentoh y tengo 19 aos actualmente. Soy la amante de mi propia prima, no es una relacin normal, verdad? Y bien, es por esa razn que escribo esta cosa, slo para que conozcan nuestra relacin y vida. Para que conozcas cmo llegamos a ser lo que somos hoy.
Francamente, a mis trece aos y a los catorce de Cherr, fue cuando empezamos a salir oficialmente. Fui yo quien me le declar y despus de ello quise acosarla, me peg una bofetada. Pero no pudo librarse de mi encanto y cay rendida a mis pies. Ahora es toda ma.
Lo ms probable es que hayan ledo “La vida es como una cancin de amor”, uno de mis ficus, no? Pero es una historia muy irreal, no creen? Ms vale que digan “No, Mentoh, fue extraordinariamente genial” porque si no, no querrs conocer las consecuencias. Bien, no pasaremos a la violencia.
Para ser ms exacta, la historia que contar ahora, es ms real, verdadera. Quiero contar la historia esta noche, pues, maana tengo que ir al hospital y dar la parte que ms amo de mi cuerpo, debo donarla a alguien que realmente amo y que est hospitalizada. La razn por la cual se encuentra all, es mi culpa, gracias a m sufrimos el accidente. Ya ha pasado un mes desde entonces y no paro de decirme a m misma que yo tendra que estar all en su lugar, sufriendo sin poder despertar.
Lo bueno, es que tal vez se olvide de m una vez que despierte, y no ser tan doloroso cuando se entere de la donacin que le hice, no se sentir culpable. Me alegro por ello.
Por eso, realmente quiere escribir y contar esta historia, pues, ser mi ltima oportunidad, maana ya no ser capaz de hacerlo. O tal vez s, pero sera el triple de complicado y muy cansador. Gracias a ello estuve hojeado por ltima vez en mi vida, la mayor cantidad de diarios que pude para poder conseguir un nuevo trabajo y poder sobrevivir en la vida. Pero bien, sabrn que soy rica y tampoco soy de gastar plata en comida ya que no s cocinar.
Dejando de lado todo esto, comenzar con la historia que tanto anhelan escuchar, eh?
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Me levant esa maana irritada. No me acuerdo exactamente por qu, pero estaba aburrida de una vida tan comn como la que estaba llevando a cabo. Haba vivido ya siete o seis aos, no s exactamente, con la misma persona y siempre haba hecho lo mismo.
Cherr, mi prima, nunca mostraba ni una pizca de celos cuando me encontraba con otra mujer y/o hombre. Eso me pona los pelos de punta. Se deba a que no se animaba a mostrar sus sentimientos? De todas maneras, siempre me haca dudar y preocuparme. Pues, senta que nuestra relacin era forzada y que a la nica que le importaba era a m.
Siempre le costaba decirme un “te amo”. Entiendo que esa palabra es muy grande pero sinceramente, un “te amo” para m es fcil decirle, pues, es una palabra muy pequea comparado a mis verdaderos sentimientos por ella.
Reconozco que soy caracterizada por mi obsesin de acosar a toda persona que amo y con la que me obsesiono. Y no pueden decir que no es amor lo que siento por Cherr porque nunca fui una chica enamoradiza y si no me gusta alguien, lo regalo a los tres das.
Pero esta situacin era diferente, quera escucharlo salir de sus labios un “Mentoh, eres mi vida” o algo que me demuestre cunto me aprecia y que me saque las dudas, preocupaciones y la desconfianza.
Al entrar a la cocina, Cherr se encontraba de nuevo all. Haciendo las tareas caseras, y preparando el desayuno.
-Bueeeeeeeeeeenas –mascull yo en medio de un bostezo.
-Buenos das, Men –dijo Cherr, dibujando una sonrisa en su rostro. Era tradicional, pero esa sonrisa no tena vida. No era como todas las sonrisas de cuando tenamos doce aos.
-Cherr, sucede algo? –pregunt al fin de cuentas.
Me mir confundida y parpade con rapidez, pero como siempre, volvi a mirarme gentilmente y a sonrer.
-Hoy se cumplen tres aos desde la muerte de mis padres –dijo intentando mostrar indiferencia y fuerza de voluntad.
Me qued atnita. Puse los ojos como platos.
Me par con prisa y brusquedad. Por consecuencia, la silla se cay torpemente y produjo un susto en Cherr, mas lo ignor. Me aproxim a ella sin escuchar nada de lo que dijera y sin mirar nada en mi alrededor, mi cuerpo actuaba por s slo. La abras con dulzura, ternura.
Cerr mis ojos para poder sentir esa calidez proveniente del cuerpo de Cherr, no quera soltarla.
-Lo siento –susurr a su odo.
Pude notar su sorpresa.
-Tonta… por qu te disculpas?
-Siendo sincera, lo haba olvidado. Ayer ni habl al respecto. Saba que algo te vena pasando, tus sonrisas no tenan vida, tu mirada no era como siempre, no mostraba dulzura. Soy una idiota. Preocupndome por propios intereses mos y sin pensar en tu vida, soy demasiado egosta, lo siento, de verdad lo siento.
-Mentoh, no tienes que disculparte por nada. Es ms, tampoco necesito que lo recuerdes. Es mejor que de a poco lo vayamos olvidando y no detenernos por este insignificante detalle. Con que ests a mi lado es suficiente, sabes? –al decir esto ltimo, sus labios le temblaban.
Igual, sonre.
-Feliz. Me haces feliz –romp el abrazo-. Quieres que vayamos a ver alguna pelcula, hoy? As podrs distraerte un rato.
-Gracias, Mentoh, pero est bien quedarnos hoy en casa. No tengo ganas de salir, ltimamente ando un poco…
Me sorprend y mi respiracin se cort.
Nuevamente all estaba, esa expresin de dolor en el pecho. En definitiva no era slo por el aniversario de la muerte de sus padres, algo ms haba. Qu era?Por qu no me lo deca? Mierda. Qu deba hacer? Me dola a m verla as. Detestaba esa expresin totalmente. Si no le gustaba estar conmigo, tan slo deba decirlo.
-Andas un poco…? –repet para invitarla a terminar la oracin.
-Nada, no importa. No te preocupes –y volvi a sonrer.
-Est bien si eso te hace feliz –dije acaricindole el cabello. Deba irme de all, si no, explotara la paciencia que no tena.
Sal de la cocina llevndome conmigo una cantidad de comida inexistente.
Cherr llevaba ponindome esa expresin por durante ya cuatro aos. Por eso digo que no se debe a la muerte de sus padres. Hay algo ms que perjudica su situacin pero, qu?
Estaba harta ya de susurrarle al odo a una amiga “Te ves sexy con ese vestido” aunque de una manera que Cherr pudiera orlo y ver su reaccin, pero lo nico que haca era sonrer. Qu demonios suceda con ella!?Es que yo no era confiable? Bien, todo el mundo dice que no lo soy, pero ella ms que nadie debera saber que yo guardara cualquier secreto que ella me dijera.
Dara mi vida por Cherr, dara todo lo que ms amo, matara si ella me lo ordenara, si eso la hace feliz. Me suicidara si eso la hace sentir mejor. Pero no haba forma de hacer que me dijera qu ocurra con ella.
Si no poda hacerla reaccionar por la buena manera, deba hacerla reaccionar por la mala estrategia, verdad? Se me haba ocurrido un plan excelente en esos momentos, pero vot por un plan que se me ocurri una o dos horas despus de darle vueltas al asunto.
Si un dulce susurro en el odo a una amiga no la pona celosa, entonces hara algo que jams cre que fuera capaz de hacer.
No era malo lo que estaba planeando, pues, slo quera escuchar un “Mentoh, eres ma”. Era mucho pedir? No creo que fuese un crimen o un pecado decirle eso a tu pareja, salvo que me digas que te lo dice todos los das, pues, ya deja de tener el mismo sentido.
Me levant de golpe, camin al comedor donde se encontraba Cherr y me sent a su lado.
-Hey, Cherr, te tengo una propuesta –sonre.
Cherr se sonroj por mi aproximacin a sus labios.
-S-s, Men? –dijo temblando.
Siempre tan sensible.
-Sigamos viviendo juntas por siempre, pero dejemos de ser novias –puso los ojos como platos y dej de temblar-. A partir de ahora, eres libre de traer a cualquier persona a casa al igual que yo. Haz lo que quieras con la persona que traigas, no hay lmite en eso. Pero no quiero separarme completamente de ti…
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