El timbre resonó en el interior del hogar de los Yanagi, Renji, vestido con un ceñido jean oscuro y una camisa color azul (babeo), salio de su habitación que se encontraba en el segundo piso, bajo las escaleras, extrañamente un silencio reinaba en la sala de estar, rápido noto un papel blanco en la mesita ratona, lo agarro con sus delicadas manos y lo acerco a su rostro, dispuesto a leer la nota.
-“Renji, papa y mama tuvieron que llevar a nuestros abuelos a la casa del tio Takemoto, problemas familiares, como siempre, nada de que preocuparse…supongo. Pero por las dudas los acompaño, por si necesitan algo. Papa me pidió que te despertara, antes de salir, para avisarte de lo ocurrido, aunque al verte dormir placidamente…no lo hice, como te darás cuenta. Esa es la razón porque te dejo este pequeño aviso, el cual dudo que no lo leas, eres muy atento. Si no me equivoco y si Kami-sama lo permite, volveremos en alrededor de una semana, o tal vez menos, depende de la gravedad del conflicto de esa ocasión.
Bien, cuídate mucho. Se que no es necesario agregar esto, pero por las dudas, no te olvides de alimentar al gato, de regar mis adoradas plantas y las de mama también, por supuesto. No dejes entrar a nadie, la llave ya sabes donde esta. En fin, cuídate hermanito, te quiero mucho. Besos.”- El menor de los Yanagi finalizo con la lectura silenciosa, coloco el aviso donde se estaba con anterioridad y suspiro dejadamente mirando el reloj de pared que marcaba las 17:15 pm.; al parecer se quedo dormido mientras estudiaba, calculo mentalmente y sus horas de siesta duraron 180 minutos.
El sonido del timbre sonó por segunda vez, con mas intensidad; entonces recordó que alguien debía estar esperando afuera en medio del frío, por la ventana observo unos rayos que indicaban que una gran tormenta se avecinaba, al fin se decidió a atender, cuando vio que esa persona se proponía marcharse resignado con la cabeza gacha.
-Akaya- llamo la atención de su adorado kouhai que tiritaba refregando sus manos para brindarse calor, mientras caminaba hacia la entrada luego de haber visto a su superior en la puerta esperando por él, Renji con un ademán le indico que entrara- ¿Cómo estas?- le pregunto al momento que quedaron frente a frente, hipnotizado por los bellos ojos de Kirihara, y no solo eso, la figura que tenia adelante era sencillamente perfecta para su gusto.
-Pues…siento que me mi cuerpo se esta congelando, especialmente mis pies.- respondió sonriendo nervioso, a decir verdad el castaño sabia como intimidar a la gente.
-Si hace mucho frío, como si fuera a nevar, incluso las probabilidades de que comience a llover justo ahora son casi totales, para ser exactos, 99.9%.- The Master concluyo su pronostico meteorológico de la tarde y como bien dijo, una gota de agua, casi invisible, se deslizo por su frente dejando perplejo al demonio.- Entremos- ambos se adentraron, Yanagi cerro trabo la puerta y se dirigió a prender la chimenea, que se encontraba en el centro de una de las paredes laterales, prendió el fuego y el clima comenzó a cambiar, a ponerse a calido.
-Yanagi-sempai, ¿Puedo ir al baño?- dijo el menor, dejando su mochila en la mesa ratona, en el exterior la lluvia se hacia oír.
-Claro, no tienes por que pedirme permiso solo para ir al baño. Yo mientras organizare un poco aquí para empezar la clase de hoy. Para serte sincero me sorprende, y mucho, que hayas venido a estudiar conmigo en un día tan horrible como este.
-Je, ya sabes que no me va muy bien en ingles y no puedo darme el lujo de desaprobarla, aparte tu eres el único que puede ayudarme.- Por supuesto que había otras tantas razones por las cuales Kirihara prefiere a Yanagi como tutor, sin agregar su reconocimiento como el mejor alumno de la clase.
-¿Por qué piensas eso?- Al menos la tarde ahora seria mas entretenida para él y quien sabe, quizás en algún momento dado podría clasificarse como “divertida”.
-Etto…bueno…es que- Kirihara sudaba de los nervios, y sus mejillas estaban enrojecidas, el mayor intentaba por todos los medios no echársele encima, como si fuera un lobo hambriento, la imagen que daba su kouhai era tan tierna, que daban ganas de comérselo en trozos diminutos, disfrutando su inocencia e ingenuidad al máximo.- Es que tu manera de explicarme los deberes me agrada, y pese a que suelo equivocarme con frecuencia, tu no te enojas conmigo, lo contrario, vuelves a explicarme.- finalizo apenado.
-Bueno, soy tu tutor, es mi deber ¿no? Ve al baño, ¿te gustaría tomar té?- El chico de rizos azabaches asintió y Yanagi fue a la cocina, a preparar dos ricas bebidas calientes para los dos. Cuando regreso con las tazas, que despedían un agradable aroma, ubicadas en una bandeja, Kirihara ya estaba sentado con su carpeta en mano.- Luego estudiamos.- susurro sirviendo el té.
-S-si.- musito el menor, dando un sorbo a su bebida, para después sacar la lengua.
-¿Te quemaste? Debes soplar.- …l también bebió de su taza, no sin antes realizar lo que indico a su kouhai anteriormente.- Nioh me presto un dvd de ingles, para que aprendas a hablar lo indispensable, tampoco pretendo que salgas de aquí con un titulo.
-¿Un dvd?- Lo primero que se le vino a la mente era advertirle a su superior favorito que si ese disco pertenecía a Nioh-sempai, este no debía ser bueno, no se refería a la calidad, sino al contenido del mismo.
-Si, creo que esta por ahí- señalo tras suyo al televisor con el aparato. Se levanto, busco el dichoso dvd, cuando lo hallo, prendió ambos aparatos y reproducio el dvd. Giro nuevamente para continuar con su merienda. Los ojos de Kirihara se abrieron totalmente, pronto parecía que se escaparían de su lugar, en la pantalla se reproducía algo que, juraba, jamás había visto en sus catorce años, recientemente cumplidos el mes pasado.
-¿Qué ocurre, Akaya?- Indago en el rostro del menor, una mezclado entre sorprendido y asustado. Volteo a mirar el televisor, y la escena que se presentaba en la pantalla lo dejo boquiabierto, al igual que el otro. Dos jóvenes se masturbaban mutuamente en una sauna.
-¿Me dará una clase sobre sexo?- Logro emitir el ojiverde transcurridos los cinco minutos.
-Si- respondió Renji decidido, esta era la situación adecuada y no la desaprovecharía por más que sus padres regresaran de su viaje, aunque posiblemente sus ideas sobre sexo eran menos claras que las de su kouhai. Yanagi ordeno la sala, se sentó al lado del menor y las dudas surgieron.- ¿Qué quieres saber?- no quitaban la vista del televisor.
-Mmm… en repetidas ocasiones escuche a Nioh-sempai decir algo de “leche”, ¿a que se refiere con esa palabra?- pregunto inocentemente Kirihara.
-¿Nunca has tenido un orgasmo, verdad?- La respuesta era mas que obvia, aun así Akaya le miro mas confundido.
-¿Sueles masturbarte?- discretamente rozo su miembro que ya estaba erecto, pero gracias al pantalón que llevaba esta pasaba por desapercibida.
-Etto…si.
-¿Seguido?
-No.
-Comprendo. Bien, creo que es mejor que saque esa porno gay, a ti debe gustarte el hetero.- Yanagi se apresuro a apagar el dvd y la televisión.
-No.- soltó de golpe Kirihara.
-¿Qué eres homo?- pregunto sorprendido, si la respuesta que recibía era afirmativa, entonces estaba en la gloria.
-No, es solo que…tengo una novia…-explico, aunque en realidad estaba mintiendo.- es mayor por dos años, y tu sabes, ella quiere, pero yo no tengo experiencia, me gustaría que me das algunos consejos.
-Entiendo,- agrego con un deje de desilusión- yo hasta el momento no he tenido novia y por ende- Kirihara le interrumpió bruscamente.
-¿Sabes besar? ¿Alguna vez ha besado a una niña?
-No, nunca. ¿Tu? (q mis niños no tinn vida social o q XD muchio tennis!) Pero si puedo enseñarte. -El castaño se acerco al chico y lo tomo del mentón.- cierra tus ojos- Kirihara obedeció.- separa un poco los labios, sus caras deben estar cruzadas para que las narices no choquen ¿entendido?- El contacto ya era casi nulo, lentamente su lengua fue ingresando en la boca del menor, ambas empezaron a acariciarse mutuamente con timidez, el beso termino- para concluir puedes morder su labio inferior y estirarlo un poco.- Renji ejecutó la acción que indico.
-Si. ¿Y ahora?- pregunto Kirihara recostándose en la alfombra.
-Debemos…digo debes ir a su ritmo, recuerda que es una chica, por mas que sea mayor que tu.- Claro que la historia de Kirihara no se la creía ni Sanada.
-Si tú dices.- y se encogió de hombros.
-Bueno, continuare con tu clase especial del día. Yo soy tú y tú eres ella.- Yanagi se agacho y lamió su cuello emitiendo sonidos que provocaba el chocar de sus labios con la piel pálida del pequeño, luego subió a la oreja izquierda, y la mordisqueo.
-Me siento raro, esto no es normal.- acoto Kirihara notando como un bulto se levantaba entre sus piernas.
-Si que lo es, es normal al ser tu primera vez.- ¿A quienes pretendían engañar? Ambos se deseaban mutuamente desde hace meses, sabían perfectamente lo que el uno sentía por el otro, pero nunca se animaron a ejecutar la confesión y ningún tipo de contacto para demostrarse su amor y deseo que al fin era liberado en esta ocasión que se les presento. Definitivamente todo se decía con las acciones que Yanagi cometía, lo iba a hacer suyo en esta maravillosa tarde de invierno que no olvidaran en absoluto, ya no se debía agregar motivo, la ocurrencia de Kirihara había funcionado correctamente.
-Tienes que guiarme.
-Ahora y siempre- susurro el castaño para si mismo, mientras ingresaba sus manos bajo la camiseta del menor y ascendía en busca de sus tetillas, cuando llego a ellas las acaricio y las jalaba provocándole suspiros a su amante. No obstante su lengua también quería recorrer ese hermoso cuerpecito a pleno como lo hacían sus dedos que ya se encontraban toqueteando los muslos.
-Me gusta, me gusta como te apoderas de mí- murmuro entrecortadamente el pelinegro con las mejillas encendidas debido al calor que le provocaban las caricias de su superior que paso a paso, o mejor dicho, caricia a caricia se tornaban más atrevidas.
-No se que es lo que mas te gusta es por eso que estoy probando.- Yanagi, se acerco a besarlo nuevamente, con mas pasión empujando su lengua hacia lo desconocido. Desabrocho su camisa y al momento en que sus bocas se separaron en busca de oxigeno, se quito la prenda abandonándola a un costado; se deshizo del cinto que sujetaba su pantalón y bajo la bragueta junto con el pantalón y el boxer, liberando finalmente su miembro babeante que impresiono a Kirihara por el grosor de este, teniendo en cuenta el tamaño normal de un niño de su edad. (Y: o.o!, K: T-T, B: n.n) The Master se deshizo también de la prenda inferior del as de segundo, lo volteo y observo detenidamente su trasero, se veía apetecible y dirigió su hombría a la entrada virgen; en la escena siguiente el glande empujaba desesperante y fuerte contra el ano de Kirihara, que obviamente no cooperaba al no estar dilatado y apenas lubricado por el liquido preseminal de Renji.
-¡Duele! ¡Duele!- grito Kirihara- Espera, sempai.- se separo bruscamente de su acompañante y se arrodillo; mojo tres dedos de su mano en su propia boca y ensalivo su entrada adolorida, Yanagi le imito, pero ensalivando la punta de su miembro, después rodeo al menor con sus brazos y lo apretujo contra si, iniciando un jugueteo
excitante para ambos: con el glande lubricado rozaba el ano, subiendo por la línea de su trasero, realizando este recorrido contadas veces mas hasta dirigirlo por el camino que va desde la entrada hacia los testículos, chocando contra estos, para luego regresar al orificio y empujar, un tanto mas despacio que en el intento anterior.
El pelinegro sentía como se abría dando paso a Yanagi que quería entrar en él a toda costa posible, mordió su labio inferior y apretó sus ojos intentando impedir que las lágrimas de dolor brotaran. Un grito desgarrador escapo de sus labios, Renji lo penetro de una embestida para terminar con los rodeos y de esta manera sentir a su miembro atrapado y apretado en el estrecho recto de su kouhai.
-…perdón…- se disculpo el mayor otorgándole suaves caricias para apaciguar la dolencia.
-E-esta bien, es la primera vez, sabia que esto ocurriría.- Sollozo tomando a Yanagi de sus manos para que lo abrazara y este se aferro a él. Pasado los cinco minutos de inactividad, Kirihara movió instintivamente sus caderas cuando su ano ya se moldeaba al miembro que tenia dentro.
-Akaya…- susurro el castaño embistiéndolo de manera lenta, ambos empezaron a gemir placenteramente.
-Sempai…- Kirihara por mas adolorido que estuviera, realmente lo disfrutaba, porque lo hacia con la persona que mas ama en este mundo y no con Nioh-sempai o cualquier otra persona. Estaba haciendo el amor con Yanagi Renji. Efectivamente, para él era hacer el amor y no tener sexo, a pesar de que llegaron a tal situación por simple excitación.
Yanagi salio del cuerpo del menor y se vino, echándole todo su semen caliente en la espalda, Kirihara giro y se vino sobre su vientre. Ambos untaron cierta cantidad de su liquido y se lo dieron a probar al otro, para finalizar con un lujurioso beso, degustando sus propios sabores.
-Vamos a ducharnos- el dueño de casa cargo al ojiverde en sus brazos y juntos se metieron a la tina, dejando correr la fría agua que los hacia estremecer, Yanagi le dio una buena lamida en el trasero a Kirihara- Debes estar cansado, vamos a dormir.
-S-si.- respondió sonriente, recordando la odisea cometida.
Se vistieron con unos pijamas blancos y se metieron a la cama, Yanagi recostó al menor en su pecho, acariciando sus mojados cabellos.- Akaya- dijo, pero el pequeño no dio señal, al parecer se había quedado dormido. Bueno, a la mañana siguiente lo primero que haría era confesarle que lo que él hizo no fue solo un juego, sino que accedió porque era con él, con Kirihara Akaya.
FIN
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