Sentimientos entrelazados
Pov´s Eiji Kikumaru
Me encontraba en mi mullido colchón cuando llegó la respuesta que hacía ya unos día me tenia, hasta cierto punto algo intranquilo. Oishi me gusta y no solo eso, también lo amo.
Tal vez tres días para pensarlo detenidamente era demasiado, tomando en cuenta el cúmulo de emociones que sentía, tan solo cuando estaba cerca de él. Pero es fácil no estar seguro de lo que se siente pues siendo precisamente él, amable y sonriente, cualquiera le puede tener un sentimiento especial.
Sin embargo hay un pequeño problema con esta emoción que al fin tiene nombre, y es que, simplemente no puedo decirle lo que siento.
No me preocupa que él yo seamos dos hombres, tampoco lo que las demás personas digan, ni siquiera lo que mi propia y extensa familia diga, sino, el hecho que yo sé muy bien que a esa persona, la que me gusta, esta perdidamente enamorado de alguien más.
Por muy doloroso que ahora me pueda resultar, creo que si veo a Oishi feliz, con eso me basta.
Aun recuerdo claramente, sus palabras. Cuando yo no sabía lo que sentía por él y le pedí un consejo.
-Kikumaru ¿estás bien? – me preguntó. Supongo que ya tenía tiempo hablándome, pero yo solo lo miraba profundamente embalsado mirando sus labios, debió pensar que yo tenía la mirada perdida, otra vez.
-sí, creo que si- le respondí sonriendo ampliamente al tiempo que recogía la raqueta de tenis que había tirado al piso, al menos nunca lo había hecho durante un partido. Jejeje
-estas distraído últimamente, sabes que puedes contar conmigo ¿verdad?- me preguntó amablemente, muy común en él, ser tan amable y preocuparse por lo demás. Además él yo éramos una pareja, no los mejores amigos como él y Tezuca o Fuji y yo, pero si teníamos una buena relación
-¡hoi! ¡Hoi!- le respondí rápido, para que supiera que le tenía mucha confianza, solo él y nadie más, no podía dejar de pensar en él.
-tal vez si hablas, todo se resuelva- el caminó a mi lado, ya habíamos terminado el entrenamiento, supongo que era el tiempo para dedicármelo, después de todo, él siempre tenía tiempo para todos.
- yo… me siento extraño últimamente cuando estoy con una persona, pienso demasiado en esa persona, pero eso me pone muy feliz- le dije suspirando resignado, era hora de hablar de esto y que mejor que con él, la persona que me tenia vagando por el limbo esos días, ya no podía ni jugar con naturalidad.
-Kikumaru, eso no tiene nada de malo- él seguía sonriendo, era maduro y pensaba muy bien las cosas, mejor que yo. Por eso le fui completamente sincero.
- es que… creo que no me debería sentir así , al menos no con esa persona– le dije insinuando que la persona con la que me sentía así no era la indicada, pero corto mis palabras.
- te gusta esa persona- mi cara se puso totalmente roja y el rió, una vez más suspiré, en ese momento aun no lo podía creer, me gustaba mi pareja de dobles.
-tal vez, pero no creo que sea una buena idea jeje.- trate de tranquilizarme y seguir con su plática.
-estar enamorado es una sensación muy agradable, no tienes por qué sentirte así- él hablaba del amor, de sentirse enamorado… no lo podía creer, como si el también sintiera esta sensación en su estomago, por un momento me emocioné.
-¿tu estas enamorado?- le pregunte y el miró sonrojado, era un linda imagen.
-yo- dudo un poco, y su mirada se desvió, ya no me miraba a mí.
-disculpa por preguntar no debí- sonreí forzadamente, no era yo.
-creo que es más grande que eso- él suspiró y su mirada seguía en aquel lugar, las canchas de tennis.
- no sabía que tuvieras novia- le dije tratando de saber quién era esa persona, pero no pude saber hacia dónde miraba exactamente, solo supe que esa persona debía estar entre las personas que practicaban tennis.
-no se trata de eso… la persona que me gusta no lo sabe- el me miró de nuevo a los ojos pero su mirada no era la misma.
-lo siento- me disculpe, lo había hecho sentir mal, su mirada me lo decía.
- no tienes que disculparte- sonreí y sonreía… empecé a odiar que lo hiciera, si Oishi quería a una persona, esa persona fuera quien fuera, también debía quererlo.
- nyaa Oishi, yo sé que si le dices a esa persona lo que sientes seguramente te corresponderá, Oishi es el mejor- le animé, aunque cuando hice eso sentí que me hacía daño a mí mismo.
-no lo creo, pero gracias- por primera vez lo vi sonriendo de verdad, al menos eso fue suficiente para mi, sentí un dolor en el pecho, quería llorar y salir corriendo, pero no lo hice.
- Oishi, cualquiera estaría feliz de ser la persona elegida por ti- le dije serio, era verdad, no podía decir otra cosa que no fuera la verdad.
-¿tú lo crees?- el caminó un poco más, ya habíamos llegado a la esquina donde debíamos sepáranos.
-cualquiera- le dije animado antes de dar la vuelta, en ese momento sentí como unas lágrimas salían de mis ojos aunque yo seguía sonriendo.
Al menos ahora ya me siento mejor, aunque soy más consciente del sentimiento que tengo, ya lo puedo ver con más tranquilidad, ya no me siento abrumado por saber lo que siento y tampoco por tener una incomoda confesión amorosa, pues, sé que aunque lo intente el me va a rechazar.
Pov´s Oishi S.
Hace unos días hablé con Eiji sobre lo que sentía hacía la persona que me gustaba, nunca creí que se lo dijera a alguien, esa platica que en un principio era para hacerlo sentir bien a él terminó por hacerme sentir bien a mí.
Kikumaru es un chico muy amable aunque un tanto infantil, me da mucha gracia su forma de ser tan animada e hiperactiva, por eso me preocupó cuando lo vi tan serio estos últimos días. Creo que ya se siente mejor y también creo saber de quién está enamorado.
Por eso me fue fácil decirle que yo sentía algo similar a él. Nunca me imagine que el yo compartiéramos una preocupación que en determinado momento llega a ser tan sofocante que no permite llevar tu vida con naturalidad.
El hecho de que te guste tu mejor amigo no es muy común por estos días, al menos no entre hombres. Ahora él pasa más tiempo con Fuji, parece que hasta los entrenamientos que teníamos los ha reducido por estar con él. El hecho de que Kikumaru este con Fuji me deja más tiempo a mi… tiempo que paso con él… Tezuka.
Aunque solo sea para hablar del club, de hojas de registro y de las nuevas formaciones; con eso me basta.
Ver sus ojos satisfechos es suficiente para mí.
Sobre todo porque sé, jamás se prestaría para una relación con alguien como yo, sobre todo porque para él no existe nada más que el tenis y sus propios sueños. Sueños donde, por supuesto, yo no estoy.
-Oishi, ya tienes la relación de los novatos- Tezuka me preguntó con monotonía, el asunto de los novatos no le tenía muy contento últimamente así que había hecho lo posible por hacerme cargo y que no estuviera muy involucrado
-claro- le respondí sonriéndole, como solo con él podía, pero parecía que no lo notaba. Su mirada se centraba en algo afuera del edificio donde estábamos.
-¿no tenías práctica con Kikumaru?- por primera vez en el día había preguntado algo referente a mí, no lo podía creer, Tezuka estaba más consiente de mis actividades de lo que yo creía.
-sí, pero ahora está algo ocupado- le respondí mientras deje las hojas de los novatos en un escritorio y me dirigí a un lado de él, viendo hacia afuera.
-Lleva tres días ocupado, y una semana distraído, ¿tiene una novia?- me di cuenta que Tezuca miraba fijamente a aquel pelirrojo en cual giraba nuestra platica, el hecho que Kikumaru había estado faltando y que más de tres pelotas le dieran directamente en la cabeza, aunque fuera gracioso, no había pasado desapercibido para nadie. Kikumaru es infantil y un tanto descuidado con la escuela, aún así siempre ha sido muy responsable con el club.
-no- le respondí mientras miraba como él y Fuji estaban afuera juagando uno con el otro, creo que Kikumaru ya se siente mejor con aquel sentimiento.
-¿Hablaste con él?- sin embargo el capitán seguía mirándolos penetrantemente, nunca creí que le interesara tanto aquel asunto.
-si- volví a responder ya un tanto nervioso, mas por su persistencia con el tema que por su presencia en sí
-¿qué te dijo?- bueno eso sí me sorprendió, Tezuka no era el tipo de personas que se entrometieran en la vida de las personas, no creo que tenga una mala intención, aun así me parece algo extraño.
-creo que es algo personal… - trate de disuadirle, como una súplica a que no prosiguiera, pero uso esa mirada, aquella con la cual sabia no podía negarle nada - está enamorado- finalicé, tal vez no era la gran cosa para él, o al menos eso era lo que creía
-de Fuji- dijo casi en un susurró, sonreí, no me parecía malo al contrario.
- ellos se llevan muy bien- le dije mientras lo mire a los ojos, creí ver un expresión de disgusto en su mirada, suponía que eso del amor entre hombres no era de su agrado. No le gustaría que su equipo tuviera esa clase de relación… siempre lo había imaginado.
-Fuji me dijo que han salido muy seguido últimamente- pero el frunció el ceño y dio la vuelta, ajusto sus lentes, como si diera la plática por terminado. Aun así tenía que saber lo que pensaba él al respecto.
-tal vez ellos empiecen a salir- le dije antes de que saliera del salón en el que estábamos, dio la vuelta y me miro penetrantemente.
- eso los distraerá del entrenamiento, ve que no sea así- eso fue una orden, o al menos así lo sentí, realmente no creo que deba entrometerme. Algo en esto me molestaba.
- te molesta que ellos dos…- le dije para entender si había algo más que no había dicho pero su respuesta resonó en mis oídos y por todo el pasillo por donde ahora pasábamos.
- esa clase de sentimientos no son favorables para un club- ¿esa clase?, no sabía a qué se refería, ¿a que fueran hombres? O simplemente al hecho de estar enamorado. No podía debatirle. No al él.
- tienes razón- le dije con una sonrisa medio forzada. no solo era separ a Fuji y Kikumaru, que por cierto no me agradaba, si no también una barrera para no acercarme a Tezuca… el simplemente era inalcanzable para mí.
Pov´s Fuji
El entrenamiento de hoy había sido bastante relajante; la bebida de Inui hoy estaba más dulce de lo usual; el o´chibi ya había sonreído sin sarcasmo dos veces y Momoshiro había peleado menos con esa serpiente. No me gusta sacar estadísticas, pero si observar a la gente.
Por eso desde hace tres días había salido con Kikumaru, quien había pasado por todos los estados de ánimo que le conocía. No me había dicho la razón. Pero seguramente estaba pasando por la adolescencia, lo cual implica; hormonas, deseo, gustos mundanos, sexo, entre otras cosas. Yo también estaba pasado por eso. Es molesto pero agradezco ser más analítico que sentimental. La razón, al menos hasta ahora me ha dominado. Solo tuve pequeños momentos de impaciencia que sobre lleve rodando por la cama, entrenando y con la ayuda de cierta mano amiga.
Kikumaru es, hasta cierto punto, más inocente y por lo visto no lo está pasado nada bien. Debe estar enamorado de alguien. Solo tengo un pequeño problema. Desde que le dije que él y yo podíamos salir para que se animara un poco, no ha dejado de, literalmente, tragar helado y como consecuencia, he sido arrastrado. No lo negare, me divierto.
-hoy quiero una manzana con caramelo- es su grito mientras está casi encima de mí, me divierte su forma de ser. Aunque estoy seguro que si se trata de estar con el por más de unas horas terminaría por achocarlo, la persona que este al lado de Kikumaru debe ser una persona con mucha paciencia, o al menos que lo pueda mantener tranquilo.
-si… vamos a una feria que está cerca- le sugerí mientras salíamos de la escuela, era sábado así que teníamos algo de tiempo libre, además que hacía tiempo no salía solo a divertirme.
-mejor vamos al parque- supuse que hoy tampoco podría hacerlo, vi su cara a punto de llorar, a pesar de que ya estaba mas sonriente, sabía que aun guardaba algo.
-¿quieres hablar? Verdad- le dije mientras tomé mis cosas y salimos juntos.
- eso creo - caminamos al lugar donde había una banca blanca vacía, no había casi nadie de gente. Solo no sentamos y el empezó a llorar, no pude hace nada más que suspirar y abrazarlo, no me gustaba verlo llorar. El siempre tan alegre. Simplemente la frase Kikumaru y llorando nunca estaban juntas a menos que hubiera un “no” en la oración. En cuanto sintió mi abrazo solo se acomodo mas en mi, era como un pequeño gatito asustado, ahora ya esta sollozando.
-Yo lo amo, ya sé que no estaré a su lado… pero aun así… me duele mucho- justo como lo pensaba el estaba enamorado, y lo que me sorprendían dos cosas, una que usara la palabra “amo” y la otra de la cual no estaba bien seguro, había dicho “lo amo”… era un chico.
-Vamos esto pasara, veras que encontraras a alguien- le consolé mientras lo abrasé mas fuerte.
-No quiero estar solo- me sentí mal por él, se sentía solo, se supone vive en una gran familia, en donde había dos opciones, eran tantos y todos lo mimaban demasiado o eran tantos que no tenía tiempo parar él.
-No lo estas- me solté de él y lo vi a los ojos, era un chico lindo a cualquiera le gustaría, siendo alegre, atlético, con una cara fina y eso ojos azul profundo. Solo pude concluir que la persona ya tenía a alguien
-Me siento mal… y me duele el solo verlo, pero quiero que él sea feliz- bueno ahí estaba la confirmación a lo que sospechaba, Kikumaru está enamorado de otro hombre, era lástima que no le hiciera caso. Al menos por curiosidad es bueno probar de todo y más con un chico como el pelirrojo. Había tomado una decisión
-¿Puedo hacerte sentir mejor? – el solo asintió. Y yo tomé su cara que por cierto es muy suave quite una lágrima que aún había por su rostro y me aventure en sus labios, quería sentir que era besar, además de reconfortarlo, supongo que con eso al menos sabrá que yo estaré a su lado.
-Fuji- él se sonrojo, se veía lindo, al menos ya no lloraba. Y la verdad besar no se sentía nada mal, la humedad de sus labios, el suave movimiento, y el nerviosismo que pude sentir en él y en mí, era muy gratificante.
- Estaré a tu lado hasta que te sientas mejor… además esto me resulta muy placentero- le dije despacio mientras él recuperaba el aliento que le había robado. El se alejó y desvió su cristalina mirada
-pero… no es correcto que dos hombres…- susurro, como si ese fuera su impedimento, reí.
-que dos hombres se besen…Eiji, no me has dicho quien te gusta, pero has hablado en masculino todo este tiempo- le dije aun riendo, el sonrojo en su cara aun fue mayor, estaba tan inmerso en sí que no se dio cuenta de lo que dijo
-hummm- se removió avergonzado y lo abrase de nuevo.
-Eres un pequeño tonto- le dije mientras el rio, no había sido tan mala idea no ir a la feria, también hoy me había divertido.
-gracias- el me dio un beso en la frente, era tierno a parte de todo.
-solo, no te enamores de mi…- aun así no podía mentirle, lo quería, no había duda. Era fácil querer a Kikumaru, sin embargo no podía sentir por él otra cosa que no fuera una fuerte amistad, un gusto mal sano tal vez y ahora, también, algo de placer.
-tonto-frunció el ceño, al parecer yo tampoco era precisamente su gusto.
-ya no llores, que pareces niña- le dije antes de voltear hacia atras y darme cuenta que… alguien nos había observado, y por la cara que tenía… seguramente vio que Kikumaru y yo nos habíamos besado.
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