Después de un fin de semana festivo para Nioh, el cual pasó junto a su koi y el novio de este, se presento a las practicas de tenis, sin haber asistido a clases por la mañana, (B:no stoy segura si eso se pued hacer, pero aki si) de ante mano ya sabia lo que le esperaba, entrenamiento especial. A duras penas se fue acostumbrado al duro trabajo que realizan todas las tardes y ahora este se duplicaría, todo por no asistir a clases. Antes de ingresar al vestuario, se incorporo e intento cambiar ese rostro de vago. Abrió la puerta y se adentro, el resto de titulares se cambiaba, Kirihara era ayudado por su superior favorito, que con suma delicadeza lo ayudaba a quitarse el uniforme. Sanada y Yukimura conversaban, mejor dicho el capitán es quien hablaba, mientras el otro chico solo respondía con monosílabos. Por otro lado, Marui y Jackal, terminaban de cambiarse y cuando estuvieron listos salieron de alli.
Y por último, Yagyuu, el gentleman ya lucia el uniforme deportivo, cuando noto la mirada del rufián sobre si, desvío la suya y abrió la taquilla para así cubrir su rostro. Nioh camino hacia él, y entreabrió su casillero, buscando su conjunto que no se encontraba a simple vista, asunto que lo desespero y pasado unos segundos, revoleaba por el aire sus pertenencias.
-¡Nioh!- grito Sanada sujetando una prenda de ropa interior, el aludido giro enfrentando al vicecapitan.- Por faltar hoy, se te otorgara un entrenamiento especial, supervisado por mi y Yukimura.- dijo lazandole sus calzones al rostro.
-Ya lo sabia.- respondió el peliblanco sin inmutarse. Y prosiguió con la búsqueda de su ropa.
-Y acomoda este desorden.- ordeno Genichiroh seriamente.
-Nioh, te esperamos en las canchas.- dijo el sonriente Seiichi y junto a su pareja se encaminaron al gimnasio.
-Nioh-sempai…- susurro apenado el menor de los presentes, acercándose a su compañero de bromas, seguido de cerca por su protector y celoso novio.
-No te preocupes, Akaya.- dijo sin voltear, al fin hayo las dichosas prendas y procuro a desvestirse.
-¿Te ocurre algo Nioh?- pregunto Yanagi rodeando por la cintura a su pequeño demonio atrayéndolo hacia él.
-No- negó cortante.- Y si me pasara algo, no es asunto tuyo.- se quito el pantalón y se puso el short y luego la remera.
-¡Hey! No le hables así a Yanagi-sempai, porque él no tiene la culpa de que Yagyuu-sempai no- argumento el ojiverde, pero fue callado por el castaño.
-Cierra la boca, bastardo- dijo Nioh y se dirigió a la puerta, dando un portazo, dejando al resto algo aturdidos.
-Akaya, ¿Por qué dijiste eso? Eso no es asunto nuestro.- dijo The Master tomando a su koi de la mano, guiándolo hacia fuera.
-Pero…es que… él no tenia que por qué decirte eso, no es tu culpa.
-Ya lo se, pero debes comprender que debio ser un golpe duro.
-Esta bien.- Kirihara se detuvo y jalo a Yanagi para darle un sonoro beso en la mejilla.- Te amo, sempai.
-Yo también, cariño. Ahora vamos sino Genichiroh nos hara dar mil vueltas a todas las canchas.- La Devil Man siguió su camino.
Yagyuu recordó la escena anterior, y se cuestionaba por que él y su compañero de dobles no podían complementarse de esa manera, como esos dos.
Para empezar Nioh ni siquiera lo saludo al entrar; además de que no cambia su actitud rebelde por más que se lo ruegue. Al fin de cuentas, esas eran mas razones para no arrepentirse de lo que hizo hace dos días atrás.
Los regulares se incorporaron a la práctica, Yukimura le dio las indicaciones a Yanagi para que este se encargara del entrenamiento de hoy, ya que él y Sanada supervisarían el del rufián, que no daba señales de estar molesto, ni nada por estilo, a juzgar por su estilo rebelde e irresponsable.
-Cincuenta vueltas, 60 abdominales y después comienzan con los partidos.- finalizo el capitán.- Nosotros nos encargaremos de Nioh.- dijo y se dirigió a una zona mas apartada, donde ya los esperaban su novio y el otro chico.
-Bien, setenta y cinco vueltas a la cancha.- Yukimura sonrío sádicamente viendo como tragaba grueso el peliblanco.
-Si.- asintió y comenzó a correr alrededor, siendo vigilado por la pareja. Su estado físico actual no lo ayudaba mucho, a decir verdad sus piernas no cooperarían por mucho tiempo, debido al cansancio que traían después de soportar largas horas de fiesta en fiesta.- Uno- susurro cuando pasaba por al lado de sus capitanes que lo seguían con la mirada.- “Maldito Yagyuu”- dijo mentalmente, recordando lo que ocurrió el sábado.
Flash Back
Los titulares se reunieron en la casa del pelivioleta, para festejar su cumpleaños numero quince, una simple cena que se supondría no transcendería a nada mas, pero como siempre Nioh tenia que dar la nota y que mejor que emborracharse frente a los padres de su compañero.
-Yagyuu…hip…tengo- ebrio subió a la mesa volteando algunos vasos, extrañamente no fue detenido por ninguno y fue en ese momento en que los dueños del hogar regresaron de una salida, y se quedaron estupefactos con la escena que brindaba uno de los amigos de su adorado hijo.- quiero decirte algo Yagyuu- continuo con unas cuantas arcadas mas, hasta que al fin emitió.- me gustas, ¿quieres ser mi novio?- por poco y a la madre de Yagyuu no le da una parálisis al oír esas palabras, ¿con clase de gente permitían que se juntara su hijo?
-¡Nioh!¡Bájate de ahí ahora mismo!- grito Sanada que fue el primero en recuperar la cordura, el resto seguía boquiabierto.
-No hasta que me responda.- advirtió sentándose en la punta de la mesa.
-Nosotros queremos dormir ya.- dijo el padre del pelivioleta.- ¿podrían marcharse ya?
-Si.- Yanagi, Kirihara, Marui y Jackal se despidieron y se retiraron.
-Nioh, vamos.- insistió el chico de la gorra negra a punto de perder la escasa paciencia que le quedaba.
-No me iré sin recibir la respuesta de Yagyuu- alegó rotundamente sin moverse.
-Como quieras.- Sanada se fue refunfuñando.
-Lamentamos las molestias, discúlpenos por favor.- dijo Yukimura antes de seguir a su novio.
-Hiroshi, ven aquí.- le llamo su madre.- acompáñalo a su casa, no queremos verlo nuevamente por aquí.
-Si.- respondió apenado y volteo hacia su compañero.- Nioh-kun lo acompañare hasta su casa.
-Purii.- dio un salto y bajo, ambos salieron y caminaron por las calles vacías y apenas alumbradas. En un par de cuadras llegaron a destino y se plantaron frente a la casa del pelibanco.- ¿No me responderás?
-No.
-¿No que?- tuvo que apoyarse en la pared para poder mantener el equilibrio.
-No quiero ser su novio.
-¿Por qué? Al menos dame una buena explicación…hip.- se cubrió la boca para callar los sonidos inoportunos que escapaban de él.
-Mírese, creo que con decirle eso es suficiente.- giro sobre sus talones, retomando la marcha hacia su casa.
-Mierda, ¡bastardo!- le grito cuando el otro ya se encontraba a una distancia prudente.- ¿ y entonces por que me beso esta mañana?
Fin Flash Back
Por supuesto que si Sanada o incluso su padre le marcaban su actitud o su estado en el que se encontraba esa noche no le hubiera importado un carajo, pero Yagyuu, eso no lo toleraba, esas simples palabras lo destrozaron que olvidar el asunto tuvo que salir nuevamente el domingo junto a su kouhai, para emborracharse y dejar atrás lo sucedido. Por desgracia esto le era imposible, nunca pensó que llegaría a tal extremo de querer cambiar por alguien… eso era lo mejor, le demostraría al gentleman que él lograría todo lo que se proponía y esto incluía reconquistar su corazón.
Continuara…
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