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Una guerra; un cañonazo al corazón. por Dark_Nite

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Notas del capitulo: Bueno lo pense escuchando una canción de LM.C, ¿Por qué? no lo sé, sólo se me ocurrio una frase y luego pensé en lo demás, no es un fanfic genial, demo necesitaba escribirlo u.u, no estoy en un buen momento u.u. Demo aun así espero les guste o al menos sirva para pasar el rato, es corto como todo lo que escribo asi que bueno n.n.
Y no esta narrado cronologicamente, por si se confunden n.n. Si no se entiendo, bueno me avisan n.n. ahora Lean n.n
¿Es ahora cuando te sientes usado?
¿Es ahora cuando te sientes sucio?

¿Por qué te sientes como un juguete?

¿Por qué ahora?

Viste su figura alejarse… y ahora te sientes solo.



La primera vez que nuestras miradas se cruzaron sentí el peligro, fue entrar en un territorio eriazo, territorio enemigo, y siguiendo con vocabulario de guerras era “un vasto desconocido”.

Desde el primer momento, no supe por qué, veía a esa persona como a un trofeo de guerra; su mirada desafiante, su porte de general, su voz firme –y aún así suave-, quizás era por mi afán hacia las películas de guerra, quizás porque mi padre era militar, quien sabe, mi contexto de vida, era un campo de batalla, y como en una guerra siempre hay contratiempos, esta no era la excepción, el amor a primera vista podía ser un problema, atacar sin planear sería como ir ante el enemigo sin arma alguna pero esto era la vida real ¿no? Y por primera vez quería separar las cosas.



Un edificio tétrico, 7 pisos, nada espectacular, pero en medio de la noche, aterraba. No había duda, esta era la dirección, parecía abandonado, quise irme pero la inexperiencia de soldado me hizo caer en su trampa. El amor… esa era la peor arma.

Entré asustado, era un lugar extraño, en la recepción había un tipo de unos 25 años tal vez, me miró y sentí su risa burlesca.
-¿Qué haces aquí niñito?-
-¿Qué te importa? Y no me digas niñito, no lo soy-
-¿Seguro?, lo siento preciosura tu ropa me confundió, eres una nena, ¿Quién te ha citado aquí?-
- ¡Que no soy una nena!, soy un chico, tengo 16, y estoy esperando a alguien, tú debes ser Robert, sólo entrégame las llaves de la habitación 669 y ya-
-No te alteres dulzura, vienes con Frank -suspiró sonriendo felinamente y continuó- ya estoy avisado, ¿Sabes para qué vienes, no? ¿Es tu primera vez? ¿Por qué con Frank? Ya hay muchos en su lista. Si quieres a un patán, podría ser yo –salió del mostrador y se acercó con su cuerpo estilizado, retrocedí hacía la puerta y temblé. Unas manos rodearon mi cintura por la espalda, sentí un terrible miedo que no pude explicarme, a pesar de que supe que era Frank, no me lo pude explicar. Me di vuelta - Frank…
-What`s up Robert? No molestes a mi chico, no seas grosero –Sonrió y saludó al hombre, luego volteó e hizo una señal para que lo siguiera escaleras arriba, Robert le pasó las llaves.

Frank caminó impresionantemente rápido y quedé solo.

Lento… ansioso.
La ansiedad de un niño ante lo desconocido, ante la travesura, ante lo prohibido, una bomba a punto de estallar.
Sin hacer ruidos, sin que me descubran. El crujir de las escaleras, las paredes en mal estado, los gritos extraños, volteaba una y otra vez.
El frío sudor por mi espalda me hizo presenciar el miedo… pero…era más emocionante, más excitante.
No es nada malo ¿verdad?
Entonces, ¿Por qué me estoy ocultando?



-Hola Frank- Lo saludé eufóricamente, como siempre, ya había pasado un mes desde que le había visto por primera vez.
Las cosas estaban pasando demasiado rápido, pero me gustaban así, siempre quería más, cada momento con él esperaba algo nuevo, más intenso, quizás más peligroso.

Frank era un chico 2 años mayor que yo, tenía 18 y ya saldría del colegio. Yo era nuevo el año anterior, así que no tuve oportunidad de haberlo visto antes, si hubiese sido así…
Siempre pasaban advertencias sobre él por mis oídos, a mi me catalogaban como un niño problema de buen corazón, parecía ser “cool”, pero lo que oía de él era completamente distinto, para todos él era un chico “vivido”, y yo no quería entender el significado de aquellas palabras.

…l era un universo nuevo para mi, además, era un hombre, la noticia de que yo era bisexual llego ante mi en el momento en que nuestras miradas se cruzaron, pero no me importó.

Sus palabras eran fáciles, suaves, románticas quizás, y sus movimientos eran gráciles, su tacto cálido… excitante, para mi el era hermoso, era perfección, mi inocencia de adolescente no podía ser más superficial, lo sabía, pero…



Llegué a la habitación, olía extraño, la puerta estaba abierta y entré temeroso.
Se cerró ligeramente tras de mi, no tuve movimiento alguno y sus brazos me rodearon.

Frank besaba mi cuello instintivamente, sus manos recorrían el campo bajo mi ancha playera y el tacto caliente-frío de nuestros cuerpos era incomodo, molesto, gemí.
-Tranquilo cosita, todo estará bien- me volteo y besó salvajemente, me encantaba que hiciera eso, mi cuerpo comenzaba a sentir calor, me colgué de su cuello y él me llevo hasta la cama –que era lo único que había en la habitación - Me lanzó en ella, se deshizo de su ropa y comenzó a rasgar la mía. Eso me asustó, mi piel estaba intacta, era como una tierra fértil esperando ser plantada… ser tocada, besada, era mi primera vez… Quizás… no era como lo esperaba.

En sus ojos vi brutalidad, él vio en los míos miedo.

Realmente estaba enamorado de aquel hombre. Fue tan rápido, parecía que había esperado tanto tiempo este momento, yo fui el que insistió tanto, siempre tirando indirectas, provocándolo, creía que era yo quien dominaba la situación, me sentía astuto, un pequeño travieso, soy un pequeño imprudente, un maldito curioso en busca de una merecida violación.

Pero fue siempre él quien llevaba las riendas del asunto, bajo esa apariencia mansa se encontraba una mente siniestra que jugaba conmigo como un títere. No había necesidad de enamorarme… pero, yo ya estaba enamorado incluso antes de que él comenzara a jugar conmigo. Tal vez desde un comienzo todo fue un tablero de ajedrez, una estrategia, como en una guerra, la mejor defensa es el ataque, y si ese consiste en seducir a tu enemigo… era mucho mejor. Era yo el trofeo de guerra, uno más en su lista.

Intente forcejear, sabía que era en vano, Frank estaba tan excitado, tan caliente que deseé por un instante que se hiciera plasma. Yo por mi parte… era un muerto, el miedo, la impotencia ante mi estupidez había logrado bajar mi temperatura extremamente.

Quería salir de aquel lugar, pero aún así lo deseaba, me sentí tan idiota, y comprendí que si no fuera por el miedo de mi inexperiencia –Y por mi espontaneo amor- la idea de una violación consentida me excitaría al punto de explotar… Pero estaba enamorado… ENAMORADO MALDITA SEA.

Sus caricias eran balas, fulminantes en mi piel, cañonazos en mi entrada, una y otra vez bombardeándome.

Yo, Jae, un adolescente de 16 años, chico problema, popular dentro de lo que se podía. Creía ser siempre el que mandaba, creía poder ganarlo todo, y ahora… Había caído en mi propia trampa, no fui buen soldado, y desde el comienzo ataque sin armas, desde el comienzo estaba en desventaja, desde el comienzo el batallón contrario me tenía en sus manos.



-Jae espera- Me di vuelta para ver ese rostro sensual hablarme y me derretí ante tal sonrisa- ¿Tienes que hacer algo hoy en la noche?, es viernes y pues ya sabes, de noche, los chicos traviesos hacen cosas malas ¿no? –Me guiño un ojo y me entrego una papel con una dirección “Funcionó”, eso pensé, un mes de jotearlo tenía que servir de algo, me acerque y lamí sus labios, no dije nada, sonreí y me fui, era un si más que obvio.

“En la noche pasan cosas, existen verdades ocultas, errores… Adolescentes jugando a ser adultos.
Cuando el miedo te gana llegan los remordimientos.
Sumergido en la oscuridad, en la pasión, la humedad… entre sábanas.
Ya está hecho… ahora puedes sentirte basura”



Un orgasmo, una semilla, un satisfecho.
Frank vistiéndose, diciéndome cosas que no podía entender
-Estuvo bueno, piel nueva nunca es agria, diría que será mejor la próxima pero… conmigo no hay próxima- Río suavemente y beso mi frente.
-Hijo de puta- Ya no tenía miedo, solo rabia.
-Si, ella también es buena-
Frank abrocho su pantalón, Frank se alejó, Frank salió por la puerta cerrándola tras de si… Frank… me destruyó.

En una mal oliente habitación se encontraba Jae, aferrado a su propio cuerpo, cubriéndose con una sábana, ahora comprendía todas las palabras de antaño, todo lo que le habían recalcado, ahora entendía la palabra “vivido”, ahora sentía la palabra “estúpido”.

¿Por qué ahora?

Porque ahora había sido él el que entró en un campo desconocido, había sido él el poco astuto.

Se vistió con su ropa rasgada y salió del lugar, en el primer piso vio a Robert

-Pequeño, dime como te llamas para anotarte en la lista de Frank –rió burlesco, lo fulminé con la mirada, o eso creí, debí haber estado tan mal, la palabra humillación se veía en mis ojos, era un niño frustrado y herido, sólo un niño que jugaba a ser adulto – Vete a casa –su tono de voz era mas suave casi compadecido- camina lento, duerme todo el día y no vuelvas a este lugar-
-Quizás vuelva –Mi voz era un susurro- Tal vez el patán que necesito podrías ser tú-

Una sombra salió por la puerta, ese, ya no era Jae, no tenía idea de las palabras que habían salido de sus labios, sólo caminó, ya no tenía dignidad, la había dejado en aquella habitación, junto a su inocencia y su idiotez.

Porque ahora se daba cuenta que había olvidado el punto más importante, en una guerra, siempre se sufre, y más… si eres el perdedor.

Notas finales: Jotear es coquetear, insistirle a una persona en términos amorosos.
Eso era por si alguien no sabía n.n

Bueno ojala les haya gustado, era un deliro, dejen comentarios para saber que tal.

Saludos

Atte:

DarkºNite

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