Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Fuego por desiree

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

ettoo....

Hallo!...

Ehmmm

Bueno la cosa es así, escribiendo el cap de your forgiveness.... que por cierto aun no lo termino, pero no me falta mucho.. xD, se me vino a la cabeza la idea de este one~shoot, y lo escribi... no es muy wooooa... pero me gusta y lo comparto... y espero que les guste...

En fin

 

No voy a decir mas nada... voy a escribir el cap... del otro fic.

 

 

A Leer!

Notas del capitulo:

El que juega con fuego… siempre termina quemado.

 
  • - Ahhh, ahh! Mmm sii, siii ahhh siii asi asi...
  • - Eres... erees del... iicioso... Yuu.
  • - Más... más Shima... ahhhh ahh!

El moreno estaba completamente perdido en el contacto con el más alto, sentirlo entrar y salir desenfrenadamente, en un ritmo que solamente él podía entregarle, lo hacía tocar el cielo con las manos, lo hacía enloquecer a tal punto que su mundo solamente era él.

Arqueó su cuerpo viniéndose entre sus vientres, al mismo tiempo que sentía la esencia del castaño escurrirse en su interior, provocándole el más exquisito escalofrío que jamás le haya podido recorrer en el cuerpo.

 

  • - Ha sido estupendo... eres... insaciable.- dijo intentando recuperar el aliento.

Tu me haces así.- contestó rozando levemente sus labios con los del pelinegro. Ambos se vistieron y salieron de la habitación del hotel.

 

El que juega con fuego... siempre termina quemado.

 

A dos calles del lugar, justo frente a un café decidieron que era la hora de separarse... se saludaron con un fuerte apretón de manos y el pelinegro cruzó la calle, siendo seguido por el castaño quién, desde su sitio, le observaba sin perder detalle de sus movimientos.

No quería rendirse, no quería dejar que sus instintos le ganaran, hasta ahí debía llegar... su cuota de amor ya había sido cubierta por ese día y no debía pretender más... no podía pretender más.

Pero sus deseos de detenerlo fueron mayores, sus ganas de besarlo fueron aún más incontenibles y sus piernas solo obedecían a sus pensamientos impulsivos... y en cuanto se dio cuenta de lo que hacía, estaba acorralándolo contra una pared, degustando salvajemente de sus labios... diciéndole entre beso y beso que lo deseaba más que a nadie.

 

  • - Ya, Shima... es tarde.- le dijo apartándolo de si mismo.
  • - Lo sé.- habló serio, recuperando la cordura.
  • - Debo ir por Ruki, él está a una calle de aquí.
  • - Si sigues jugando con fuego, vas a quemarte... Yuu-kun.
  • - Yo ya me quemé, Uruha... tú me quemaste...- sonrió ladino.- algún día... ambos saldremos perdiendo.
  • - Lo se... créeme que lo se.

 

El moreno metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y dio media vuelta y emprendió su caminata, nuevamente bajo supervisión del más alto.

 

Jugué... yo jugué. Y...

 

Caminó media cuadra y se vio envuelto por un cuerpo más bajito, mientras que una mata de cabello rubio no le dejaba ver el rostro de su "atacante". Sin embargo, supo al instante que se trataba de Ruki, su novio.

 

  • - Hola, Ru-chan.- le saludó sonriéndole. El más bajito levantó su mirada, dejando ver una enorme sonrisa.
  • - Hola, amor... te extrañé mucho.- le comentó, estirándose, poniéndose en puntitas de pie, hasta llegar a los labios del mayor, quién aceptó gustoso aquel dulce contacto.
  • - Yo más a ti.- contestó. Abrazándolo por la cintura delicadamente.- vamos, te invito a cenar, quieres?.
  • - Claro que si!

 

Me quemé Shima, jugué con tu fuego y me quemé... sin embargo... no voy a dejarlo.

Ni a él...

Ni a ti.

 

Cuando la parejita feliz hubo desaparecido de su vista, Uruha decidió que ya era tiempo de dedicarse a sus cosas.

Estaba cerca de su hogar, así que emprendió la marcha lentamente, sabía que cuando llegara a casa una sorpresa le estaría esperando y no quería arruinarlo, por lo que, antes de llegar paró en un puesto de flores y compró media docena de rosas rojas.

 

Yo también jugué con fuego.

Yo también me quemé.

 

  • - Kai, ya llegue!.- anunció ni bien entró en su departamento, percibiendo al instante un aroma exquisito.
  • - Uru, amor... al fin llegas.- rozó sus labios con los del castaño.
  • - En que andas?- preguntó curioso, intentando entrar en la cocina, siendo detenido por su pareja.
  • - Hey!, es una sorpresa. Tu solo siéntate a la mesa, en dos minutos traigo la comida.
  • - Ok.- dijo escueto.- por cierto... esto es para ti.

 

Takashima le extendió las flores a su novio, quién, entre emocionado y completamente sorprendido lo aceptó con alguna que otra lágrima en los ojos, para luego besarlo lentamente, transmitiéndole todo el amor que guardaba en su corazón para él...

 

Te entiendo, Yuu...  Ruki... por más que me moleste... él...

 

  • - vamos a cenar, si?- le dijo Kai, metiéndose en la cocina nuevamente.
  • - Haii.

 

Uruha se sentó a la mesa y esperó a que el Yutaka llegara con dos platos desbordantes de un manjar que ni siquiera sabía lo que era, pero que olía demasiado bien.

 

  • - Es un plato extranjero, lo aprendí hoy mirando tv. Lo modifiqué un poquito, quizás... algunos condimentos los cambié por otros... creo que quedó bien. Lo hice especialmente para ti y espero que te guste.
  • - Gracias, Uke.- le dijo esbozando una pequeña, pero reconfortante sonrisa.

 

Por más que no lo ames en la misma intensidad que él a ti... Ruki... él... es como Kai.

El condimenta con amor tu vida, como kai lo hace con mi vida.

Porque...

 

  • - En que piensas, Shima?- preguntó, dirigiéndose hacia él, que estaba sentado en el sofá de dos cuerpos de la sala.
  • - En nada interesante...
  • - Pues no lo creo.- dijo con un tono molesto.

 

El castaño emitió una sonrisita traviesa y jaló a su pareja hacia él, hasta sentarlo en su regazo, lo abrazó por la cintura y lo jaló nuevamente hasta que el castaño oscuro quedó recostado en su pecho.

 

Ellos son, mi querido Shiroyama... el amor que no sabemos profesarnos...

Ellos son... diferentes.

Ellos se han hecho vitales para nosotros... tal y como tu lo eres para mi y yo para ti.

 

  • - te amo, Shima.

 

Son la dulzura que necesitamos, el delicado sabor dulce que de nosotros mismos no podemos probar... porque somos iguales, porque no sabemos amarnos... porque fuera de la cama no funcionamos... porque somos azúcar amargo, Yuu...

 

  • - yo también, Uke... yo también...

 

Me quemaste, Yuu...

Me has flechado.

Sin embargo... tampoco voy a dejarlo.

Ni a él.

Ni a ti.

Notas finales: Reviews? *-*

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).