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A Little Love por BeRseKeR

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Notas del fanfic:

Ok, advierto, esto es un capitulo piloto sobre una idea guajira que se me taraveso hace dias.

Necesito de USTEDES para saber que tan bien va o de plano lo echo a perder todo. Asi que REVIEWS ok?


Los personajes le perteneces a NAMCO BANDAI y a Kosuke Fujishima, pero que si feuran mìo... jiiih!

Notas del capitulo: Okies, aki empieza todo.

ADVIERTOOO!!!!

SPOILERS del juego. Asi que si nyu lo han terminado abstengase bajo sus criterios!
“Yuri:

Dime, en todo este tiempo, cómo han estado? No se han enfermado ni lastimado mientras pelean? Todos los días rezo porque se encuentren bien y para que nos volvamos a encontrar muy pronto.

Siento mucho no poder encontrarme con todos ustedes ahora. No sabes las ganas que tengo por regresar a aquellos días cuando juntos, viajábamos por todo el mundo.

Por ahora me encuentro ayudando a todos los habitantes, aquí, en Halure. Hago lo mejor posible por atender a los heridos que regresan de defender los alrededores de los pueblos. Parece ser que todavía hay mucha gente que teme a la falta de blastias en su vida.

Sé que llevará tiempo, y aunque tarde años, espero en que la gente logrará recuperar su confianza y volverá a vivir tranquila y felizmente. Además, esta vez tenemos la ayuda de Flynn.

-…

Espero verlos muy pronto.

Con cariño, Estellise Sidos Heurassein.


+ T h e T a l e s o f V e s p e r i a +
~ A Little Love ~

Por Berseker.

CHAPTER ONE


- Y todavía me sorprendo que algún soldado venga a entregarnos la carta personalmente –soltó con un suspiro, devolviendo el papel dentro del sobre.
- Bueno, Yuri –comenzó Karol, levantándose del suelo tras haber escuchado al pie de la letra los saludos de la curadora- Es normal que Estelle siga teniendo esa misma influencia dentro del Imperio, aun cuando Ioder sea el actual Emperador
- Sí… -hizo una leve pausa, quedando perplejo por la inmensa soledad que les rodeaba- Pero qué no te parece triste que esto ya no sea un gremio?

El niño castaño se quedó en silencio y entrecerró la mirada, divisando la notable falta de camaradas a su alrededor. Recordaba con vaga alegría como se habían despedido de uno por unos, hasta quedar únicamente con la compañía del señor Yuri Lowell y Repede, y una inmensa ola de crisis por parte de cada habitante en Terca Lumireis por la carente de blastia y el terrible miedo de tener que enfrentarse a monstruos con mayor desventaja.

Primero Rita tuvo que ser llamada por el Imperio para comenzar nuevas investigaciones acerca del Maná y mejorar las técnicas mágicas para defenderse, ya que eso era la mejor opción por esos días. Pero la carga excesiva de trabajo le obligaron a pedir ayuda a los Krytia, y que mejor compañía que la de Judy para sobrellevar la situación de todos los días. Tras esta partida, el honorable capitán Schwann tendría que regresar de su retiro por una temporada y comandar a sus tropas, como aquellos días bélicos, para resguardar a la población. Y Estelle… Bueno, ella seguía siendo Estelle, solo que esta vez no estaría con ellos permanentemente.

Y con todo el mundo alebrestado de tal forma, era normal que la gente recurriera de algún gremio para que les asistiera cuidándoles la espalda, reabasteciéndolos de armas y comida. Pero con la notable baja de personal en el Brave Vesperia, quien querría hacerse de un exdelincuente, un niño llorica y su mascota? Ya nadie respetaba que ellos hubieran sido el grupo de valientes que lograra detener la antigua catástrofe que amenazara al mundo.

Era por eso mismo que actualmente se encontraban haciendo pequeños trabajos y tareas insignificantes, que apenas si les propinaba la paga necesaria para salvar su propio día, aunque varias veces cayeron en la necesidad de cazar para comer y pasar la noche al aire libre para descansar, turnándose a la vez para cuidarse y protegerse de cualquier monstruo.

Así fue que terminaron llegando nuevamente donde las Termas de Yumanju, abordo de un bote que un par de nobles habían rentado, sirviendo como cocineros y ayudantes de limpieza, durante un par de días, sin recibir paga extra. El dueño les recibió con una sonrisa, recordando seguramente las extensas sumas que el gremio había dado al lugar, y les recibió con los brazos abiertos para realizar las actividades permitidas, anteriormente.

- Demasiada información, creo yo –respingó el moreno- Entonces tomamos el uniforme de antes?
- Si, por favor –respondió el recepcionista- Pero por qué no se toman lo que resta del día? Traen una cara de cómo si hubieran venido nadando desde Zaphias hasta aquí…
- Pues esa sería una muy buena opción como para regresar ahora que no tenemos ni un gald, no, capitán?
- Estoy de acuerdo… -respondió el pequeño, soltando por primera vez la mochila donde cargaba de todo
- Entonces mañana comenzaremos con el trabajo –dijo, antes de agachar la cabeza en señal de agradecimiento
- Aceptamos el trabajo en nombre de la estrella más brillante en el cielo nocturno –y con las pocas fuerzas que el quedaban, alzó el puño al cielo- BRAVE VESPERIA, EN MARCHA!
- Woof~!


“Estelle:

Sabes? No soy muy bueno escribiendo cartas, pero si no te respondiera, sería grosero de mi parte.

Karol, Repede y yo nos la arreglamos como podemos. Día a día buscamos un trabajo nuevo que nos dejen realizar. El Brave Vesperia sigue viendo por quien lo necesite y tú lo sabes mejor que nadie: Castiga al injusto y haz justicia.

El viejo acaba de regresar hace poco a la capital y no hemos recibido malas noticias de él, ni de Judy ni Rita. Seguro que ellos también han de estar dando su mejor esfuerzo, como siempre. Aunque sería todo un honor que la princesa regresara a viajar con todos nosotros una vez más…”

El moreno soltó el lápiz con el que realizaba el borrador de la carta y se dejó caer encima del futón. A su lado, el pequeño capitán dormía como nunca antes lo pudo hacer. Repede se calentaba frente a la vela que había prendido, cobijado con una cálida manta. Al fin, después de mucho tiempo, los tres lograron comer todo lo que en el mes no pudieron, darse el mejor baño de su vida y descansar lo suficiente en un lugar con techo con un cómodo colchón.

Tenían que descansar, porque mañana les esperaba un día de trabajo decente, a comparación del último que realizaron a manos de esos nobles bastardos, como les maldijo toda su estadía en el navío.

Sin despegar la cara de la blanca almohada, su mano comenzó la búsqueda del lápiz. Al no hallarlo con rapidez, tuvo la penosa necesidad de darle la mirada para así asegurarlo en sus dedos. Su plan era terminar la carta esta noche y enviarla al día siguiente con alguien que fuera rumbo a la capital, para que así llegara a manos de Leblanc o algún otro subordinado de Raven.

Al encontrar el objeto de grafito y tenerlo en su mano al fin, se percató de algo y de vuelta, el lápiz regreso al suelo.

- …Ja –se sonrió para si mismo y después sopló entre sus delgados labios una suave brisa que apagara la vela después- Qué tonto soy… No me había dado cuenta que esto últimos días adelgacé de sobremanera

Se puso de pie y con el suficiente cuidado de no despertar a sus amigos y fue directamente al baño, caminando descalzo por entre los solitarios pasillos. Pasó dentro, dirigiéndose a los lavabos, donde el espejo resguardaba. No había ni un alma por ahí. Todo se encontraba vacío, como si todos le hubieran hecho el favor de regalarse un par de minutos para cuidarse de si mismo.

Llevó sus manos hasta la cinta que sostenía la yutaka blanca. Pensó un leve momento lo que vería, pero se arrepentiría más de no haberlo hecho. Deshizo el nudo que amarraba ambos extremos y la tela se deslizó detenidamente por sus hombros, separándose lo suficiente como para ver su débil y marcado cuerpo. Ahora se encontraba en tales condiciones que podría caer en cualquier momento debido al sueño reflejado en las profundas ojeras bajo sus carboneos ojos. Aspiró con levedad el aire presente y se recargó abruptamente sobre el cristal.

- Qué cara pondrías si me vieras, Estelle…? –se preguntó así mismo, frunciendo el ceño por haberse descuidado de esa forma, aunque valía la pena ver ahora a sus otros dos acompañantes a salvo- Rita, Judy…? Raven…?

Cerró los ojos, ocultando el dolor de sus manos.

- …Flynn?

De pronto escuchó pasos y gritos frenéticos por el pasillo. Tuvo que reaccionar con rapidez, recogió la cinta del suelo para reacomodarse la ropa, antes de que alguien quisiera entrar a donde él se encontraba. Tuvo que dejar su tiempo para otro instante, ahora necesitaba averiguar qué era lo que sucedía aquí. Corrió a la puerta, pero esta se abrió de pronto, dejando pasar a Repede, quien cargaba su espada en el hocico, y al líder de su minúsculo gremio, alistado hasta el último detalle.

- Yuri!!! –chilló, de la forma típica y alarmada- Rápido, es urgente! Es una emergencia!
- Q… Pero qué demonios pasa aquí?! –preguntó, recibiendo su arma por parte del perro
- Un monstruo gigante…! Un monstruo gigante trata de atacar el lugar! –gritó, usando el ultimo aliento que le quedaba- Todos… están huyendo! Algunos intentan ayudar y ya comenzó a haber heridos!
- Mierda… -musitó, frunciendo el ceño- Andando, Karol! Es el primer trabajo en mucho tiempo del Brave Vesperia!
- Si!

A penas si le dio tiempo de coger un par de sandalias olvidadas de por ahí. A cada paso que daba los gritos aumentaban, hasta un terrible gruñido provino de las fauces del animal. Apresuró el paso junto a los demás. Repede salió primero, comenzando a ladrar sin detenerse, para así llamar la atención del enemigo y se olvidara de los demás.

Yuri trató de analizarle con la mirada lo más pronto que pudo. Necesitaba actuar con rapidez si no quería que se cobraran vidas, así que comenzó a rodearlo del lado opuesto donde Repede se encontraba. Tenía una mejor coordinación con él, así que dejaría que Karol se encargara de poner en un lugar seguro a todas las personas y luego regresara a respaldarlo.

- Karol! No te distraigas con nosotros! Ten por seguro que aquí nos quedaremos un buen rato! –le gritó con seguridad y una sonrisa en el rostro- Encárgate de lo demás, capitán!
- A-Ah, sí!

Repede comenzó con los primeros movimientos. Sabía perfectamente que tenía que darle oportunidad a su amigo, para que pudiera enfrentarle frente a frente. Corrió de un lado a otro y se impulsó para dar un gran salto, tomando la daga entre sus colmillos para clavarla con todas sus fuerzas en el lomo de aquel monstruo. Gimió de dolor, a lo que Yuri aprovechó el momento y tomó su espada con firmeza, corriendo lo que sus piernas le permitían en esos momentos. Tropezó en el transcurso, dándole la oportunidad al enemigo de contraatacar con una fuerte patada trasera.

- Maldita sea!

El moreno logró cubrirse con ambas manos, pero el impacto fue de tal magnitud que salió volando varios metros lejos del área. Repede ladró, preocupado por lo sucedido, mientras que Yuri trataba de recuperarse, maldiciendo entre dientes lo estúpido que había sido por tal error. Se sujetó la cabeza, limpiándose la sangre que corría desde sus sienes. Volvió a tomar el duro metal entre sus manos. No tenía tiempo que perder.

- Yuri!!! T-Te encuentras…?! Cuidado!! –alcanzó a gritar Karol en su regreso

La visión se le había nublado de pronto. Sintió un terrible mareo y la espada se le escapó de las manos. Cayó de cuclillas al suelo y de pronto una opresión en el hombro le destrozó la cordura, seguida de otra y otra más. El sucio aliento de una criatura de menor tamaño lo envolvió. Todavía tuvo la oportunidad de darse cuenta que era la cría del otro.

- Jo… Joder!
- Yuri!!!

Pero la madre del pequeño se zarandeó con brusquedad y Repede cayó de la misma forma que el moreno hacia unos arbustos. Chilló, pero se encontraba mejor que el mayor. Karol se dejó llevar por el miedo y corrió sin pensar junto con Yuri, olvidándose por completo de la inmensa fiera a un lado suyo.

- B…Bastardo!! –Yuri tomó la espada por segunda vez y la clavó directamente en el estómago del animal a sus espaldas. La sangre cayó a montones por su magullado hombro, junto con él, que se tragó los quejidos de dolor- No… te preocupes, Karol! Cogh! –escupió sangre al suelo

Regresó la indivisible mirada con el niño, fijando a la gran fiera tomando paso tras de él. Pensó lo peor, no se iba a permitir perder a un compañero, a un amigo, a su familia. Cogió la espada con desespero, tomándola del filo y causándose una profunda cortada en sus débiles manos, que ni siquiera sintió, puesto que el cuerpo comenzaba a dormirse y la adrenalina estaba hasta el límite.

- QUITATE DE AHÍ, KAROL!!!

Corrió, corrió. Tomó al niño del hombro y lo empujó lejos del camino del otro, interponiendo el confiable metal de su espada en medio de ambos. Aquella espada que había conseguido junto con su mejor amigo, mucho antes que ambos intentaran cambiar el Imperio siendo caballeros. Esa espada que ahora se destrozaba en varios pedazos, dentro de las fauces de una madre colérica por la muerte de su pequeño hijo.

- YURI!!!!

Un rayo de luz le nubló la vista por completo y una figura apareció desde los cielos. Figuró la sonrisa de Flynn en su mente, después de haber recibido un gran regaño, se desvaneció y dio la bienvenida a unas cuantas lágrimas de arrepentimiento, por no haber visto a su amigo una ultima vez y disculparse por ocasionarle tantas preocupaciones desde niños.

Cerró los ojos para siempre, olvidándose de cualquier preocupación ya. Cayó con calma al vacío y lo que sintió a continuación fue el frondoso pasto verde mancharse de sangre junto con él. No con la suya, sino la del monstruo, cayendo a manos de un cuarto que nadie pensó ver en un largo tiempo.

- Duke… -susurró en palabras llevadas por el viento esa fría noche

FIN DEL PRIMER CAPITULO
Notas finales: okey, keda en ustedes lo demàs!

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