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Blanco y Negro por LINALEE

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Notas del capitulo: Fic dedicado cariñosamente a Koroshi Death, la acabo de conocer pese a ello me ayudo mucho corrigiendo las faltas ortográficas y errores gramaticales que tenía…muchas gracias por todo niña, has hecho un gran trabajo diciéndome mis horrores, no tengo como pagártelo (literalmente) pero cualquier cosa no dudes en decírmelo.
CAPITULO 1.- TRABAJO NUEVO

Ciel observó al sujeto desde lejos interesado en el que sería su próximo objetivo, a decir verdad no le pareció la gran cosa…no era un hombre feo pero tampoco una ofensa contra la naturaleza, en realidad al momento se le hizó tan promedio que hasta sintió lástima de el…ser asesinado sólo por acostarse con la hija de un importante político, de acuerdo, sí la hubiese obligado estaría bien pero…

Su celular sonó, lo tomó con delicadeza y esperó a que la hablaran.

-¿Estás listo?- Le preguntó un sujeto al otro lado de la línea.

-Si- Se limitó a contestar con una sonrisa burlona-El Conde Phamtonhive entra en acción- Y colgó.

Se colocó unos lentes con falso aumento y bajó del automóvil con movimientos elegantes, podía sentir las miradas que le rodeaban y a decir verdad le incomodaban, pero no podía hacer otra cosa más que soportarlo; acomodó su corbata y entregó al portero la falsa invitación para tener derecho a entrar al salón.

-Adelante Señor Edward- Respondió el guardia devolviéndole la tarjeta a la vez que le hacía una profunda reverencia.

Observó a las personas que estaban dentro, damas vestidas con excelsos vestidos, caballeros con trajes tan finos como el suyo y…no había niños, chasqueó los dientes molesto, porque eso le garantizaba que irremediablemente llamaría la atención, pero no por ello el trabajo debía detenerse, caminó hasta un grupo de damas jóvenes, chicas que no debían de superar los 15 años…se les aproximó con aquella sutil sonrisa y empezó a conversar con ellas; de inmediato le aceptaron y mas de una se le insinuó de manera abierta, encontró la manera de librarse de la situación valiéndose de artimañas que combinaban la inteligencia de las mujeres con la rudeza de los hombres…mas de una quedó profundamente decepcionada cuándo el chiquillo se alejo tras una pequeña despedida y se aproximó al hombre que era el objeto de su atención aquella noche…

-Lo siento mucho…- Se disculpó tímidamente cuándo le manchó el traje con un poco de agua- No era mí intención…lo siento- Se apresuró a limpiarle con un pañuelo luciendo aquella expresión que le hacía ver exageradamente inocente y esquivó la mirada con fingido temor- Por favor no despida a mí padre…- Pidió e hizo especial hincapiés en la siguiente palabra- Se lo suplico…

El sujeto se le quedó viendo fijamente embelesado con la belleza del muchacho, la sedosa cabellera, la delicada piel libre de cualquier impureza, sus extraordinarios ojos azules…quedó prendado de el en aquel instante y Ciel lo supo, reconoció de inmediato aquella forma de mirarlo, prácticamente lo estaba desnudando en su mente…Se dijo a sí mismo que esa noche podría terminar temprano y lamentó por un momento el tener que matarlo, no porque sintiera lástima, sino porque le parecía tan patético que ni siquiera valía la pena.

-¿Tú padre trabaja aquí?- Cuestionó el sujeto con una sonrisa que irradiaba confianza, claro esta que falsa para el que no supiera como diferenciarlas, pero afortunadamente no era su caso.

-Mí madre está enferma- Explicó esforzándose por verse angustiado- y mí padre se ha quedado en casa cuidándola, así que he venido en representación de el…

-Hum… ¿Cuál es su nombre?

De acuerdo, no se esperaba eso pero si ya había dicho al menos una docena de mentiras esa noche, qué más daba un par de centenas extras…

-Edward…Linz- No era el nombre mas inteligente que se le hubiera ocurrido, pero aquel hombre parecía el tipo de parasito que se creía tan importante como para no saberse más que su nombre.

-¿Y tu eres?

-Ciel…Mí nombre es Ciel.

-Bien Ciel…que te parece si hablamos en el jardín.

-De acuerdo.

Salieron al enorme jardín que rodeaba el gigantesco salón, las flores lucían hermosas y Ciel habría dado cualquier cosa para quedarse a verlas con detalles, pero el trabajo estaba antes que la diversión, rió cuándo su objetivo así lo quiso, se comportó como un adolescente cuándo hubo de hacerlo y se volvió tierno e infantil cuándo le considero oportuno…

1 hora y media mas tarde considero que había llegado su límite y pensó en decirle adiós para siempre.

-Me temo que mis padres deben de estar muy preocupados- Dijo balanceándose de atrás para adelante sobre sus propios talones, fingiendo una inocencia que no tenía- Lo mejor será que me vaya…

Se retiró lentamente con pasos cortos el jardín recién regado…

-¡Ciel!- Llamó el hombre corriendo a alcanzarlo para tomarlo del brazo, el chico giró y deposito un beso en los labios del adulto en un acto tan rápido e impredecible que el otro no tuvo tiempo para rechazarlo…

-Hasta la próxima Señor Gilbert Hans- Y soltándose del agarre metió disimuladamente un frasco a sus bolsillos, no volteó a verle hasta que se encontró dentro del automóvil con vidrios polarizados y cristales oscuros; suspiró aburrido y tras quitarse los anteojos que tan mal le quedaban desde su punto de vista, le pidió al chofer que arrancara.

En el camino iba recreando la escena que a continuación se llevaría, Gilbert andaría bien por uno o dos horas mas…de repente caería muerto víctima de un infarto uniéndose a la estadística de desafortunados fallecidos y ahí habría acabado todo…Jugó con el frasco vacío y se preguntó qué planta tan poderosa había sido fusionada junto con el proceso químico para ser capaz de crear aquel poderoso veneno.

No era de sus métodos preferidos pero era bastante efectivo en tales casos, se limitaba a tomarlo teniendo especial cuidado de no beber absolutamente nada y lo mantenía ahí hasta que lo depositaba en la boca de su objetivo mediante un beso, este llegaba a su corazón una o 2 horas después dependiendo de la dosis y por alguna extraña razón en las pruebas que se le hicieran al cadáver como la autopsia no aparecía nada, los médicos simplemente concluían que todo había sido fruto de una vida sedentaria y estrés laboral y nadie sospechaba ni por un instante que hubiera sido un asesinato, una que otra vez una esposa abnegada se dejaba escuchar, pero que persona cuerda escucharía los delirios de una mujer enloquecida por el dolor, pero fuera de ello generalmente se enterraba al cadáver sin sospechas.

Tiró el frasco a la basura, sacó una jeringa y un frasco de las bolsas interiores de su chaqueta, se lo inyecto sin muecas de dolor…aunque se esforzaba era inevitable que una pequeña parte del veneno no llegará a su organismo, así que siempre que escogía aquel método debía inyectarse el antídoto, la primera vez no lo hizo y casi muere, pero no lo consideraban mas que gajes del oficio.

Telefoneo su celular y sin sentimiento alguno dijo.

-Esta hecho.

BLANCO Y NEGRO-BLANCO Y NEGRO-BLANCO Y NEGRO

Sebastián dejó la copa sobre la mesa de caoba con un elegante movimiento, el vino era bueno sin lugar a dudas, pero no le apetecía embriagarse con una bebida tan débil…Tomó su computadora portátil y tecleó con rapidez, los estados financieros de sus Empresas aparecieron de inmediato, le dio un chequeó rápido y sonrió satisfecho cuándo vio el cómo sus negocios continuaban avanzando hacia buen rumbo, al menos eso le indicaban las cifras y no había tenido mas que quitar a un par de personas de su camino; no las había asesinado claro esta, pero quién decía que aquella era la única manera de acabar con los enemigos.

Por otro lado no debía confiarse demasiado, sólo los idiotas se confiaban y esos mismos idiotas eran los primeros en morir…el toque de la puerta le hizo cavilar un instante de sus pensamientos.

-Adelante- Indicó con voz gentil pero firme a la vez que apagaba la computadora, no le convenía que nadie viere el contenido de la misma. Se puso de pie para tomar de la mano a la mujer que aquella noche acudía a su lado, la tomo con gentileza depositando un suave beso en esta y la llevó hasta la cama donde apreció el como la mirada de la chica ansiaba por comenzar; sin lugar a dudas era atractiva, abundante cabello negro cayéndole por la cintura, una suave piel que parecía pedir a gritos que le acariciarán y una sonrisa que le decía no era en lo absoluto pudorosa. Suspiró aburrido ante la escena que cientos de veces antes se había repetido ante sí y supo que lo aburrido que sería…sino hubiera sido por sus buenos modales la habría sacado de la habitación de inmediato, pero como todo caballero que al menos fingía ser era incapaz de ofender a una dama de esa manera…se maldijo a sí mismo cuando la joven comenzó a balbucear palabras sin mucho sentido, al menos desde su punto de vista y supo que estaba en lo correcto…esa sería una noche muy larga con un sexo muy vacío.

BLANCO Y NEGRO-BLANCO Y NEGRO-BLANCO Y NEGRO

El niño bajo de la cama con paso perezoso lanzando largos suspiros hasta que llegó a la cocina, sus empleados llegaban hasta las 10 de la mañana así que habría que improvisar un desayuno, lanzó un vistazo a la alacena y como todos los días la encontró llena pero no estaba de humor para preparar algo, así que se limitó a vaciar cereal en un plato y agregar leche, comenzó a comerlo sin mucho interés, rodeado por el blanco inmaculado de la cocina y se sintió solo, realmente solo…El celular sonó inesperadamente, lo tomó con aburrimiento y espero a que hablarán del otro lado.

-¡Ah, eres tu!- Respondió con fastidio al escuchar la voz de aquel tipo que no le desagradaba pero tampoco le gustaba- ¿Qué quieres, Lau? Ya te lo dije que el esta muerto, fue algo tan sencillo que ni siquiera valió la pena que me desvelara…

-Supongo que no te interesa otro trabajo…- Susurró melosamente la masculina voz del otro lado, pero no por ello llamando la atención del muchacho, conocía sus tácticas y maneras en las que manipulaba a las personas, por supuesto que eso no funcionaba con el.

-Sí no es algo bueno mejor ni me hables- Sentenció con voz áspera dispuesto a colgar, pero la pronunciación de ese nombre se lo impidió.

-¿Aún si esa persona es Sebastián Michaelis?

-¿Qué has dicho?- Cuestionó aferrándose al teléfono con tal fuerza- No me digas que…

-Ven a mí oficina y te lo contaré…- Y el hombre colgó dejando por primera vez a Ciel sorprendido pero la expresión de incertidumbre pronto fue reemplazada por una de satisfacción, pronto el juego iniciaría y el se proclamaría ganador.

BLANCO Y NEGRO-BLANCO Y NEGRO-BLANCO Y NEGRO

Lau besó a la joven que ante sí se encontraba, sus rasgos orientales la hacían ver aún mas atractiva, pero la visita de su mas joven empleado, impidió prosiguieran con su pequeño acto de amor…

-Ciel, al menos toca la puerta antes de entrar- Protestó colocándola entre sus piernas, el niño esquivó la mirada con indiferencia yendo a sentarse a una silla.

-Es suficiente… ¿Acaso lo que me dijiste por teléfono es cierto?- Cuestionó sin perder tiempo quitándose la gorra azul que le cubría el rostro.

-Que tú próximo objetivo será ese tipo…si...- Contestó el otro sin prestarle mucha atención.

-El quizás podría tener información sobre el asesinato de mis padres- Murmuró en silencio siendo escuchado por el chino que como tal vestía con ropas orientales.- ¿Tendré el tiempo que quiera para jugar con el?- Preguntó con una sonrisa que oscilaba entre la diversión y el odio.

-Así es mi pequeño Conde pero recuerda que tú objetivo principal es acabar con el…y no creo que sea algo sencillo.

-Todos los hombres son igual de estúpidos- Se burló con jactancia el chiquillo tomando el folder que Lau le lanzó, lo hojeó encontrándose con datos referentes a su objetivo y una foto del mismo; era sin duda un hombre atractivo…de esos que las mujeres se arrojaban a sus pies sin importarles que fuera un pobre diablo pero en cambio este no sólo era guapo sino rico, inteligente e importante.

-Veo que no la tienes tan fácil- Comentó su Superior al ver la expresión del niño provocando que Ciel gruñera por debajo pese a ello prosiguió- Descuida, te daremos los medios para que te puedas infiltrar como es debido…

-¿Medios?- La palabra no le era en lo absoluta desconocida pero por la manera en que la entonaba le parecía que quería dejar entrever algo mas y por experiencias previas sabía que aquello terminaría de una manera dolorosa- ¿A qué te refieres?

-Nuestro cliente nos ha pedido que investigues un poco antes de asesinarlo- le explicó con gesto serio haciendo a un lado a su joven compañera- desea obtener datos referentes a su Corporación antes de que acabemos con el, lo suficiente como para ser el primero en comprar sus acciones para cuándo el este muerto.

-¿No tiene herederos?

-Es huérfano de padres y no se le conoce ningún hijo.

-Ni siquiera un bastardo que se pueda proclamar como el nuevo dueño cuándo su padre muera.

-Al parecer el Señor Michaelis es muy cuidadoso en cuánto a ese aspecto.

-O quizás es homosexual o un pedófilo…en cuyo caso se me facilitarían las cosas.

-No se tiene registro que haya mantenido una relación con un niño u hombre, su vida privada es todo un misterio; mas allá del hecho de que apoya actos de beneficencia y el mismo tiene una asociación que ayuda a los niños huérfanos no se sabe nada sobre el.

-Lo quiero…quiero ese caso y quiero matarlo- Sentenció Ciel con una voz tan pasiva que pareciera hablara del clima- sí el sabe algo sobre…- Guardó un momento de silencio, le costaba decirlo pero negándolo no llegaría a ningún lado- el asesinato de mis padres, lo averiguaré- Concluyó un tanto más tranquilo.

-Me alegra escuchar eso- Refutó Lau indicando a la joven que se marchará, inclino los brazos sobre el escritorio y se dispuso a darles indicaciones al pequeño quien atento las escuchó.

-¿No es cierto, verdad?- Inquirió cuándo el otro terminó de hablar, estuvo a punto de asfixiarse con el pastel de chocolate que minutos atrás le habían traído- No planeas que yo…

-Me temo que la telaraña ya esta siendo formada- Objetó con un tono misterioso Lau jugando con sus manos- sólo falta que la araña atrape a su presa.

Ciel le vio por un largo rato con aquellos penetrantes orbes azules que querían averiguar que había detrás de la sonrisa desfachatada pero como siempre no consiguió averiguar más de lo que ya sabía.

“El me traicionará en cualquier momento” Pensó antes de ponerse su gorra nuevamente y abandonar la habitación no sin antes aclararle.

-No soy una araña, ese papel te pertenece.

BLANCO Y NEGRO-BLANCO Y NEGRO-BLANCO Y NEGRO

El hombre sacó del horno la tarta de frambuesa, aspiró el olor dulce de la misma y sonrió satisfecho…era simplemente perfecta.

El teléfono sonó interrumpiendo uno de sus placeres: la cocina, se vio obligado a contestar.

-Bueno.

-Tengo un favor que pedirte.

-Ah… Eres tu, Madame Red- Exclamó bastante desilusionado.- ¿Qué quieres?

-Mí sobrino ha tenido problemas en su país, ¿te molestaría acogerlo por unos días en tú mansión?

-Si- Negó de inmediato sin intenciones de acoger a un niñito malcriado.

-Por favor- Rogó la mujer al otro lado- sus padres me lo han encargado pero tengo que salir de viaje con urgencia y no quiero dejarlo solo.

-He dicho que no…

-Entonces no te importará que difunda esas fotos tuyas besando a mi pequeña perrita Candy- Chantajeó la mujer riendo un poco.

-Sólo tenía 5 años- Protestó enfadado y de paso haciendo una aclaración- Además ella empezó…

-¡Oh, cielos!- Exclamó divertida viendo que lo tenía justo donde le quería- La prensa amará esos comentarios- Y nuevamente rió.

-Esta bien- Aceptó de mala gana- tráelo esta noche pero no te prometo pasar tiempo de calidad con el o algo parecido.

-Gracias, estaba realmente preocupada de dejarlo solo en esta enorme casa…- Sebastián colgó, no valía la pena que su tarta se enfriará por esa mujer.

Suspiró un largo rato meditando en lo raro de la propuesta pero si había algo oculto sin duda lo descubriría.

BLANCO Y NEGRO-BLANCO Y NEGRO-BLANCO Y NEGRO

-Ese es un truco bajo hasta para ti Madame Red- Comentó Ciel ensayando su porte de niño bueno frente al espejo- pero bastante ingenioso debo admitir.

-Me halagas mí querido sobrino…- Respondió la mujer abrazando al chiquillo hasta ahogarlo, le parecía tan tierno que el impulso simplemente fue irresistible.

-¡Es suficiente!- Se quejó el otro intentando zafarse del agarre- ¡Suéltame!- Tras un pequeño forcejeo consiguió que le liberará. –Exactamente, ¿Qué clase de persona es Sebastián?- Cuestionó acomodándose la playera verde.

-Es un tipo interesante- Le respondió la mujer vestida con un elegante traje sastre de color rojo que combinado con su cabello del mismo color le daban un aspecto inconfundible- Sólo te diré que no te confíes de el, sino juegas bien este podría ser tú último juego.

-Si es el último al menos espero que sea divertido- Sonrió como pocas veces lo hacia y pasó los dedos por su mejilla- No hay nadie que juegue mejor que yo porque soy un niño.- Aseguró con jactancia y dirigiéndose a la dama la tomó de la mano- Entonces ya que todo esta listo podemos marcharnos.

-Por supuesto- Y escenificando a la perfección la imagen de una madre y su hijo salieron del departamento para abordar una limosina de color rojo.

“Tan estrafalaria como su dueña” pensó Ciel irritado ante el color.

BLANCO Y NEGRO-BLANCO Y NEGRO-BLANCO Y NEGRO

El hombre esperaba a que el chiquillo llegara, observó su costoso reloj una ves mas…sino venía en 5 minutos podía irse al demonio, pero el aviso de un sirviente de que los invitados habían llegado le hizo ver que la espera había terminado.

-¿Cuánto tiempo sin verle?- Saludo Madame Red corriendo a abrazarlo, el se limitó a responderle de una manera fría intercambiando palabras de cortesía.

-¿Dónde esta el niño?- Cuestionó deseando terminar rápido con aquello.

-Dentro de la limusina…es algo tímido, no seas muy duro con el…- Dirigió su voz al auto llamando al niño- Nicolás querido…Ven aquí…

Ciel odio ese nombre más que ningún otro que hubiese tenido, le parecía tan carente de fuerza que le parecía casi un insulto pero respondió a este como estaba planeado. Bajó del auto lentamente dejándose ver con esa mirada inocente y repleta de melancólica del niño, que estaba triste porque sus padres se separaban y centró su atención por breves segundos en el rostro de su objetivo…en un momento dado sus miradas se cruzaron y por un instante trastabillo, era imponente…casi llegaba a atemorizarle pero no era un chiquillo débil como para temerle a un adulto, el había terminado con muchos antes y pronto lo haría con el.

Se acercó hasta Madame Red que fingía ser su tía y con timidez en voz tan baja que apenas y alcanzo a ser escuchado dijo:

-Mí nombre es Nicolás…

-Mucho gusto Nicolás, yo soy Sebastián- Y el adulto le sonrió haciendo dudar al muchacho respecto a como definir aquella expresión, era tan perfecta y a la vez tan falsa que no conseguía encontrar el significado.

Sebastián le observo, un niño lindo como pocos, en realidad no recordaba haber visto a un niño tan adorable como ese, quizás la ropa holgada que llevaba le ayudaba a verse aún mas inocente, tan delgado y pequeño, pero había algo en su mirada y su porte que parecían indicar que escondía algo…mas tarde habría tiempo para descubrirlo, por ahora se limitaría a sonreírle con dulzura y hablarle con amabilidad.

“Esos ojos no van con un nombre como Nicolás” Pensó observándoles una vez mas…

CONTINUARÁ…

Notas finales: El primer capi, antes que nada por obviedad este es un universo alterno así que los personajes estarán desnivelados por momentos, es decir puede que su personalidad no sea completamente fiel al anime/manga.

El lemon y romance tardará en aparecer, necesito y quiero que la historia se desarrolle como es debido planteando las motivaciones de los personajes basándome en una historia que por momento puede parecer compleja.

Como el título lo indica aquí nada es blanco y negro, es decir nadie es bueno o malo…solo quieren sobrevivir y obtener su cometido así que tenemos a un Ciel que esta dispuesto a cualquier cosa para conseguir su venganza pero como carece de un lindo demonio que cumpla con sus órdenes se debe de valer de sus propios medios y Sebastián también tendrá razones para las acciones que cometerá en el futuro.

Madame Red solo ha aparecido fugazmente en este capi pero carece de relación sanguínea con Ciel por lo que no es su tía.

Lo cierto es que me atemorizaba subir esta historia porque se sale un poquito de lo convencional, yo soy suave al momento de narrar pero aquí habrá de todo: asesinatos, traición, violación, venganza, culpa, amor y un tanto de aventura…trabajo en la comedia pero no se si lo pueda hacer lo suficientemente bien.

Cualquier duda no duden en decirme aunque como entra dentro del misterio es lógico que las tengan pero con el tiempo se irán desvelando.

Y otro enorme agradecimiento a Koroshi que es muy conocido por estos lares...gracias otra vez.

Perdonen que me haya extendido tanto con las notas pero era necesario para esclarecer algunas cosas…se cuidan, besos, bye…

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