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Atras de la Puerta por cielphantomhive

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Notas del fanfic:

vale este es mi primer intento de algo "comico" si no esta bueno diganlo y me retiro de este genero...

Notas del capitulo: ya algunos an de haber leido uno que otro fan fic mio... asi que con este espero no desepcionarlos.... lean y dejen comentario




- Buenas tardes – saludo con una sonrisa el rubio de ojos azules
- Buenas tardes – hizo una reverencia el moreno de pupilas esmeraldas – Subaru Sumeragi para servirle… - dijo con una sonrisa al presentarse
- Ayase Yukiya gusto en conocerte… -dijo correspondiendo el gesto del otro - ¿Y que hacemos ahora? … - pregunto el rubio señalando la puerta de roble que los tenia atrapados
- Como no podemos salir asta que alguien nos encuentre y avise a algún encargado pues… - parecía pensarlo seriamente – que te parece si jugamos para pasar el tiempo
- ¿Pero a que?… -pregunto su compañero de encierro interesado
- ¿Que te parece mesu?… - Subaru sonrió
- ¿Que es eso?…



Corría por los pasillos que se le hacia eternos, como era posible que se le hubiese perdido, pero en que momento se separo de él, solo se dio la media vuelta para sacar la chequera y extender el préstamo, eso fue todo, él ya no estaba, debía encontrarlo rápido, no sabia que clase de pervertido se encontraba en ese lugar, Ayase con lo dulce y tierno que era supondría una presa fácil, aumento su carrera mirando a todos lados, observo la recepción de la empresa y pensó que no estaría demás preguntar a alguien antes de seguir corriendo sin rumbo.



- Disculpe… - su respiración era errática – ¿no ha visto a un joven rubio, con cara de ángel, unos dulces ojos azules, complexión delgada?….
- Perdone… pero como le decía al señor – se dirigió a un hombre alto de ojos y cabello negro que parecía algo exaltado – esto no es personas desaparecidas…
- Pero solo le pregunte si había visto pasar a un jovencito de sombrerito raro…
- Yo por enésima vez le digo que no estoy para que estar cuidando de las personas…
- Pero que vieja tan amargada
- Vieja…. – la señora esta vez si los iba a matar – vieja yo...
- Este… bueno creo que buscare por otro lado…
- Te acompaño….



Los dos hombres eran más o menos de la misma estatura 1.90, la espalda bastante cuadrada y la cintura bien definida, piernas largas, sin despreciar para nada la musculatura que se notaba debajo de ambos trajes sastres que cada uno portaba respectivamente.



- ¿Entonces… tu también estas buscando a alguien?… – pregunto tratando de aminorar el tenso ambiente que se formo
- Si… ah!! perdón no me presente… mi nombre es Seichiro…
- Yo soy Kanou… estoy buscando a Ayase, un jovencito de dieciséis años, rubio, ojos azules, piel blanca y suave... tiene cara de ángel y es muy ingenuo
- No creo que mas que Subaru…
- ¿Subaru?…
- Si… tiene la misma edad, dieciséis años, pelo negro, ojos verdes, piel morena clara, y es por decirlo un buen samaritano… tiene una nobleza que conmovería a cualquiera, además de confianzudo e inocente
- ¿Y como lo perdiste?… - pregunto viéndolo con desconfianza
- Mira quien vino a hablar… es sospechoso que un chiquillo como el que describes se perdiera así como así… - conjeturo mientras lo miraba con escepticismo
- Dejemos ese tema por que si no vamos a terminar peleados… - dijo desviando la mirada – por cierto ¿hace cuanto lo viste por ultima vez?…
- Hace una hora mas o menos… - lo medita Seichiro como haciendo memoria
- … - se queda quieto
- ¿Que te pasa?…
- Es el mismo tiempo desde que Ayase desapareció… y si los secuestraron…
- Matare a quien se atreva a ponerle un dedo encima a Subaru… el es solo mió…



Kanou estaba pensando seriamente en buscar por su cuenta cuando una joven con uniforme de intendencia paso junto a ellos, y dejando solo al rey del sadismo, pues se notaba en su mirada que en esos momento imaginaba mas de mil forma de cumplir con sus palabras, la interceptó



- ¿Disculpe me podría decir si no ha visto a dos jovencitos ambos de dieciséis años, uno morenito de ojos verdes y el otro rubio con mirada azul?… - pregunto intentando sonar lo mas amable posible, pues su semblante no ayudaba en mucho y el estar junto a un loco sanguinario menos
- Así… - respondió entusiasta – creo a ver visto a unos niños… y me llamaron la atención por que en este lugar no acostumbramos atender a personas tan jóvenes, además de que ambos eran adorables, no me imaginaba que vinieran acompañando a alguien como usted… - justo cuando Kanou-san estaba por darle fin al parloteo de la chica ella dice lo que en verdad a el le interesa saber – y bueno como los encontraron deambulando por los pasillos la secretaria del jefe los encerró en la sala de juntas…
- ¿Los encerró?…
- Si… no es muy paciente…
- ¿Donde queda esa sala?…
- En el segundo piso cerca de la dirección
- Gracias… - tomo por el traje al otro y salio disparado al segundo piso escuchado las reclamaciones del Seichiro
- ¿Pero que haces?…
- Ya se donde están… - y eso basto para callarlo



El pasillo era extenso, y ahí en medio de este se podía ver la única puerta, esa debía ser la sala de juntas, se acercaron ya mas tranquilos, después de todo ya sabían donde se encontraban. Intento abrir la puerta pero estaba firmemente cerrada.



- Ah!!!! – se escucho un grito detrás de la puerta




Los dos hombres pegaron rápidamente sus oídos a las hojas de madera que les impedían el paso, agudizaron sus sentidos en busca de murmullos o algún otro sonido.



- Eso fue trampa, yo no sabia donde poner las manos –se escucho el reclamo del rubio
- Apenas te estoy enseñando, así que esa no cuenta – se defendió el moreno de ojos esmeralda
- Ahora déjame empezar a mi – pidió con tono insistente el ojiazul
- No – la respuesta no era cortante, pero si decidido – aun no sabes bien, te vuelvo a mostrar como y después lo intentas – su tono era divertido
- No, no, no… me dolió la última vez, déjame empezar a mí…
- No seas terco… - soltó con fastidio el de cabello negro
- No lo soy…. – esta vez parecía enfadado
- Mejor hagamos otra cosa… - no quería empezar una pelea
- Ya se… - grito Ayase



Tanto Seichiro como Kanou contuvieron la respiración, no sabían que sucedía en el interior de aquella habitación, y por supuesto que ambos juraban pagar o matar (respectivamente) a quien sea por descifrar los secretos ocultos que se encontraban revelándose en aquel cuarto.



- Se han quedado callados…
- ¿Que crees que estén asiendo? – pregunto Kanou un poco retirado de la puerta
- Si lo supiera no estaría sudando
- Pues que estas imaginando
- Lo peor… Mi Subaru es tan dulce, tierno, amable, inocente, casto, puro, limpio, etc… que tu amiguito puede pervertirlo muy…
- Espera un momento… - corto el empresario – si alguien ahí adentro es dulce, tierno, amable, inocente, casto, puro, limpio es Ayase
- Si como no…






- Ah!!!!!!! – grito Subasru – no ahí no… deja… no… Ayase…
- No te quejes tanto cualquiera diría que te estoy matando
- Pues no pero… falta poco… duele demasiado…
- Solo aguántate un poco después todo estará bien…
- Tu ya lo haz hecho… - jadeo Subaru
- Si y con algo mas grande y grueso…
- Pero para mi es la primera vez… - le recrimino





- Esta bien esto ya es demasiado, que demonios le esta haciendo ese pervertido a mi Subaru… es decir se suponía que su primera vez, no, no solo su primera vez seria mía, todo el me pertenece
- Cállate y déjame escuchar…





- Mira si te quitas el bolero estarás mas cómodo
- Pero es que debajo yo… ah!!!mmmm….- la conversación se corto por un gemido algo largo
- Pero si… - la exclamación fue de sorpresa total para después volver al silencio por dos minutos
- Por que tú no te quitas la camisa… - la voz de Subaru era suave y meloso
- Esta bien… pero a cambio yo sigo arriba… - la risita coqueta de Ayase
- Pero si ya lo hicimos así…. – el ojos esmeralda se quejo
- No importa es mas cómodo… además tu te vez tan lindo en cada turno – las voces apenas y se escuchaban – el rubor en tu cara me hace creer que de verdad es tu primera vez…
- No me llames lindo que tu no estas mas lejos de esa descripción… y si es la primera vez ya te lo dije…
- No te enojes… si es por estar arriba solo cambiamos de posiciones y ya… - dijo conciliadoramente el ojiazul – siempre y cuando yo sea el dominante…
- Hecho… pero se mas amable me duele mucho y hasta creo que mañana lo resentiré…
- Si sigues lloriqueando lo dejamos y ya…
- No… Ayase… me gusta mucho – su tono era suave y casi con suplica – solo un poco mas… otra ronda y ya…
- Pero promete que esta vez no te quejaras tanto…
- Lo prometo… seré niño bueno….



Ante esta afirmación cierto sicario estaba que se moría de hemorragia nasal. Su Subaru acababa de prometer ser niño bueno con alguien que no era él, por otro lado el empresario estaba tirado casi en el suelo, solo su oreja seguía pegada a la madera de la puerta



- Si quería sentir algo así… - se martirizaba el prestamista – solo debió decírmelo… yo… yo… le hubiese dado una sesión sadomaso si eso era lo que quería…
- No creo que sea eso… - en verdad pensaba que él estaba loco, pero como dicen siempre hay alguien que te gana
- Entonces como lo explicas… Ayase de seme…. Ah!!!!!!! Es un trauma que no podré superar…
- Pero que dices soy yo el que debería llorar… mi niño acaba de entregar su tesoro a alguien mas…
- Comprendo tu dolor… - Kanon coloco una mano en el hombro de Seichiro – no quisiera estar en tu lugar…
- … - como se supone que debía tomar aquello






- Ah!!!!.... – el grito del pelinegro casi fue como una cuerda que los jalo directo hacia la puerta – aaahhh!!! Ahmmmmm mmmmmm…. Siiiiii……
- Te gusta… - la voz entrecortada del rubio se escucho
- Si….oh!! Dios… maaaasssss…. Ahí…. Ahí…. dale…. Mas fuerte….
- Pero si ya es mucho…
- Mas…. Mas …. Dale…. Con fuerza…
- Pero no te muevas asi…
- Es que… ohmmmm…. Ah....



Kano sostenía a Sheichiro, quien en cuanto escucho gemir al ojiverde se desmayo



- Creo que fue demasiado para él… - meneo la cabeza en forma negativa, a el también le dolía escuchar aquello, aun que no se imaginaba la frustración y el dolor que su, no por gusto, acompañante estaría viviendo. Es decir ahora mismo la persona mas importante para el se encontraba con su Ayase, la única diferencia radicaba en el papel que cada uno tenia. El saber que el interior del rubio aun eran de su uso exclusivo lo aliviaba un poco. Fue compasión lo que le dictamino a sacarse su saco y colocarlo bajo la cabeza de Seichiro.
- Uhmm…. ¿Que me paso?… - no tardo tanto en despertar, y el empresario lo ayudo
- Te desmayaste… - ¿acaso eso era cierto? él el mejor asesino de todo Japón se desmayo, la realidad lo golpeo fuerte y duro, tomo su cabeza con ambas manos y se volvió hacia la pared…
- ¿Estas llorando?... – el prestamista no lo podía creer, el también tenia un poco de sentimiento ante esos sonidos pero… es decir Ayase no se contuvo de estar con aquel chiquillo cuando con el era muy recatado
- Tu también… - el inversionista se toco el rostro y ahí de manera casi ilógica sintió agua, agua salda que brotaba de sus ojos
- Ya es suficiente…
- ¿Qué dijiste? – Kano no alcanzo a escuchar
- Ya es suficiente… - el Sakurazukamori dentro de el despertó atraído por el dolor



Sus ojos café oscuro se tiñeron de un rojo sangre, se puso de pie y con maestría se lanzo contra la puesta que lo separaba de Subaru Sumeragi, su obsesión.



Kano intento detenerlo pero se contuvo al ver aparecer algo plateado en su brazo, dedujo que el hombre no pensaba derribarla, con un certero golpe la manija salio volando deshecha, y ya sin cerradura solo tuvo que empujar. Sus ojos estaban abiertos de par en par sin creer lo que estaba viendo.



- Ayase… - llamo el prestamista al ver la cara del hombre que de la pura rabia había hecho añicos el pomo
- ¿Pero que?… - el también cobro la misma expresión







- Kano-san… - llamo Ayase mientras corría a su encuentro levantándose de encima de Subaru y tomado de camino la camisa que se había quitado
- Seichiro-san… que bueno que me encontraste… - Subaru se incorporo del sofá donde se encontraba recostado, recogió su bolero y sombrero de la mesa en donde había quedado olvidadas
- Kano-san el es Subaru y…
- Se quien es… - su tono era molesto, aun que no mas de lo que seguro se encontraba el hombre al lado suyo
- Seichiro-san… - llamo Subaru, el otro solo tenia la mirada baja cubierta por sus cabellos
- Vamonos… - fue lo último que dijo…





El camino hacia el auto fue silencioso, cosa que extraño mucho a Ayase, Kano-san no era en extremo hablador pero sabia perfectamente que el silencio lo incomodaba y por ello siempre trataba de que hicieran conversación, pero hoy lucia muy “triste”



- Kano- san… - llamo – si hay algo que te incomode puedes decírmelo… - entonces cayo en cuenta, talvez por estarlo buscando no había cerrado el trato – lo siento… - soltó rápidamente haciendo una reverencia
- Es lo único que tienes que decir… - su tono era frió
- Yo se que no debí alejarme de ti… pero cuando vi a Subaru lo note tan triste que…
- Y por eso decidiste consolarlo…
- Si… yo….
- Basta… conmigo te costo mucho aceptar que te gustaba pero si es ese jovencito…
- ¿De que hablas?….
- De lo que estuvieron haciendo toda la tarde… Dios aun puedo escucharte a ti y a se chiquillo gemir…
- ¿Nos estaban escuchando?…
- Pues claro… te estuve buscando… imagina mi sorpresa al…. ¿Por que nunca me dijiste que tenías curiosidad por ser tu el seme?…
- ¿El que?
- Pues para que me entiendas por ser el dominante en la relación… yo te hubiera dejado…. – esto ultimo lo susurro
- Pero tu nunca aceptas jugar con migo… siempre dices que son cosas de niños…
- Eso es porque tus juegos son bobos…
- A Subaru le gustan…
- Un momento… de que clase de juegos estamos hablando…
- Pues de cuales van a ser… manitas calientes…
- Te refieres a ese donde pones la mano y luego el otro te pega al colocar la suya encima….
- Si… ¿pues cual pensabas?…
- Pero nosotros escuchamos como Subaru prácticamente gritaba del placer…
- Que puedo decir soy bueno dando masajes… ya te lo había ofrecido a ti hace dos noches cuando llegaste tarde, pero como estabas tan cansado apenas tocaste la almohada y te quedaste dormido…
- Pero tu le dijiste que se quitara el bolero y tu te quitaste la camisa…
- Si… es que hacia mucho calor y bueno por si no te has dado cuenta hoy llevo la camisa encima de una playera, es decir solo como sobretodo…
- ……..
- …O////////O – su cara adquirió tanto color que una fresa seria pálida en comparación suya – ustedes… ustedes creyeron que nosotros…..
- Ayase… - el pobre ojiazul no lo soporto y se desmayo de la vergüenza…



Seichiro conducía de manera casi automática evitando mirar al ojiverde, sentía un gran coraje por lo sucedido en la tarde y sabia que se si lo miraba no aguantaría los celos y del odio y terminaría violándolo.



- Seichiro-san…
- ….. – no hubo respuesta
- Discúlpame… por mi culpa perdiste mucho tiempo….
- …. – perdió mas que eso
- Se que no debí alejarme… pero en cuanto vi como esa señora te coqueteaba bueno yo… - su carita esta roja como manzanita
- ¿Tu que?… - el amable tono del veterinario cambio por completo
- Yo… - Ayase le había animado, le dijo que tenía que decirle lo que sentía por él - yo… no lo soporte…
- … - el auto se detuvo, y el sicario le dedico toda su atención – y por eso te fuiste a follar con el primero que se te atravesó… - no podía evitarlo estaba furioso
- Foooo… llaaaaar… - su carita ahora si era un carbón al rojo vivo
- Ahora te aras el inocente… te escuche a través de la puerta…
- Pero Seichiro-san yo…
- Te gusto…
- ¿Qué?…
- Te gusto que te fornicaran… - se acerco a su oído – porque yo soy mucho mejor que ese niño… si el te hizo gemir yo te are gritar…
- Seichiro-san… yo…
- Tu que por todos los demonios…. Contesta de una vez… siempre es lo mismo… cuando estamos por avanzar en esto siempre pones peros y…




La boca del veterinario fue callada por los labios del médium. Seichiro lo miro cuando por fin se retiro, sus ojitos cristalinos casi al punto de llorar.



- No se de donde sacaste esa idea pero yo… - se acurruco en los brazos del acecino – yo nunca dejaría que nadie mas que tu me tocara…
- Si eso es cierto que fue lo que sucedió hoy
- Veras… yo quería estar contigo hoy… - sus mejillas otra vez se tiñeron de carmín – pero la verdad es que le tengo algo de miedo… no se bien como pero Ayase me vio y quiso saber que era lo que me pasaba, comenzamos a platicar, el me contó que Kano-san es un prestamista al cual su primo le debía una gran cantidad de dinero y que por azares del destino termino siendo su deuda personal, Ayase es el amante de Kano-san y bueno el tiene experiencia en eso en lo que yo no estoy tan seguro… - se detuvo uno instantes – luego la secretaria del director nos encontró en el pasillo y nos encerró en la sala de juntas…
- Lo que yo quiero saber es que diantres asían ahí adentro
- Jugar…
- Como que jugar… si eso es entonces en cuanto lleguemos a casa jugaremos tu y yo…
- No quiero… mejor mañana Ayase me dejo algo adolorido y …
- Y así no quieres que piense mal…
- Pero mira… - le mostró el dorso de sus manos – ese rubio es un bruto pega muy fuerte…
- A que estaban jugando
- Amanitas calientes
- Y luego cuando estaba gritando… algo así como dale… mas fuerte…
- Eto… - se retorció las manos con pena – ¿también escuchaste eso?…
- Si….
- Es que Ayase me dijo que era muy bueno dando masajes y…
- El bolero
- ¿Qué?
- El bolero ¿por que te lo quitaste?
- Por que hacia calor… pero llevo otro suéter abajo… por eso le dije que no serviría de nada quitármelo…
- …. – enserio eran tan mal pensados, la respuesta era si
- Seichiro-san … Seichiro-san…
- … ah!!! Si…
- ¿Podríamos ir a tu casa?…
- ¿A mi casa?…
- Si…
- ¿Por qué?…
- Pues Ayase me dijo que… - volvía a ser una fresa
- Luces adorable…
- Eh!!!
- Siempre luces adorable… Subaru… yo…
- No lo digas… - el acecino quedo en silencio
- Hoy seré yo quien te lo diga…
- Entonces adelante…
- Yo… yo… yo te… yo te…
- “esto va para largo” – pensó el veterinario
- Yo te amo….
- Y yo a ti mas de lo que imaginas… - o de lo que yo imaginaba – pensó
- Y hoy quiero…
- Si…
- Como se dice… ah!!! Eto????? Folll…
- Que dijiste no escuche… - Seichiro se acerco mas, había entendido lo que el pelinegro dijo pero quería que lo repitiera
- Yo… quiero ser tuyo… - era tan tímido, tan apetecible…
- Para eso no tenías mas que pedirlo…



A veces las cosas son lo que menos nos esperamos, y la ira nos puede hacer pensar cosas que no son y aquí hay un consejo que seria bueno tomar



NUNCA ACTUES BAJO LOS EFECTOS DE LA IRA O EL ENOJO PUES PODRIAS ARREPENTIRTE DE TUS ACTOS…



Los sabios no son sabios por saber mucho, lo son por que han vivido lo suficiente para adquirir los conocimientos que solo la experiencia nos da.



Fin.


Notas finales: espero les haya gustado y dejen comentario...

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