REGLA 2: CERO CONTACTO
La vida era tan hermosa… Una chica hermosa, frente a él con una sonrisa delicada, son los ojos brillantes, dándole una perfecta calma y alegría, tendiéndole un enorme tazón de ramen que dejaba escapar un olor apetecible, como deseando ser comido… Dios tenía que existir para que algo tan hermoso sucediera…
- ¡Despierta Joder!- Gritó el neko justo a su oído, despertándole de tan hermoso sueño, logrando casi tumbarle de la cama
- No quiero- Hizo unos morritos y rodeándose con la sábana trató de regresar a su sueño perfecto
- ¡Que-te-despiertes-joder!- Dijo acentuando cada palabra, mientras metía las manos bajo la sábana, capturando, cual trofeo de guerra uno de sus pies, que comenzó a halar para sacarlo de la cama…
- ¡Déjame en paz maldito neko sobre-alimentado!- Chilló sujetándose de los bordes de la cama
- ¡Claro que no! Me dijiste que te despertara justo a las siete y eso estoy haciendo- Rebatió el neko mientras halaba con tanta fuerza que la cama comenzaba a ser arrastrada también
- Está bien, tiempo- Dijo soltándose tan intempestivamente que el neko, siguió halando con tanta fuerza que el rubio cayó sobre él, estrellándose ambos contra la pared de atrás…
- ¡Maldito dobe! Al menos deberías avisar- Sus colmillos salían como los de un verdadero neko amenazante y sus orejas negras se doblaban hacia atrás, demostrando su recién encontrada furia animal
- Te dije tiempo, teme. ¿Por qué tienes que despertarme de una manera tan desesperante?- Chilló tratando de volver a subirse a la cama
- Me obligaste a ser tu despertador… Esta es mi venganza-
- Tú rompiste mi despertador-
- Bien, no me importa. Tengo que llegar a mis clases, así que te dejaré discutiendo solo-
Se arregló la camisa que se le había desacomodado, ocultó su rabo en su pantalón y se guardó las orejas con una gorra, antes de abrir la puerta y salir, con total presteza…
Era lo mismo todos los putos días. Sasuke se había tomado de una odiosa manera el hecho de tener que despertarlo, y no hacía más que volverle la vida un tormento insuperable, incluso por los infernales… Cada vez que llegaba la hora de despertar a Sasuke le salían unos cuernos de diablo y con unas llamas de compañía, comenzando a picarlo con su tridente de amo del infra-mundo… Maldito el día en que entró a ese colegio por una estúpida idea de Sai…
Se bañó de afán y vistiéndose con lo primero que encontró en su camino, salió al corredor lleno de estudiantes que de igual manera abandonaban sus habitaciones para iniciar las clases, y aún terminando de arreglarse la camiseta, doblada por la mala disposición del neko, bajó las escaleras en un par de saltos llegando a la primera planta, por la que ya más tranquilo caminó en busca del aula de química…
- Sí lo sé. Eres tan genial, que deberías ser mi novio- Escuchó la voz de una chica en una de las aulas superiores
- No. Deberías ser MI novio- Dijo otra jovencita, luchando con la primera
- No, yo te merezco aún más que todas- Chilló una tercera
Intrigado por saber quién podía ser el afortunado que tenía a tres chicas peleando por él, se asomó al aula, con el cuidado de quien hace algo prohibido, viendo a la persona que más odiaba, y eso que acababa de conocerlo hacía nada de tiempo… Cierto neko despreciable, con una gorra cubriendo sus peludas orejas recostado con calma en una silla, disfrutando de aquella pelea efectuada en su nombre, que hacía volar las faldas, para el gusto de los transeúntes que distraídos se estrellaban con los puestos…
- El teme tiene club de admiradoras… ¿Por qué no me sorprende?- Se dijo en un murmullo inaudible, antes de seguir caminando
- ¿Dijiste algo dobe?- No sabía en que momento se había parado y lo había alcanzado, pero Sasuke ahora le estaba sujetando de la chaqueta, impidiéndole irse
- Dije que no me sorprende que tengas un club de admiradoras- Dijo enojado, tratando de soltarse
- ¡Ay! Que ternura uno de primer grado- Chilló una de las chicas que estaba peleando por el neko hacía nada mientras corría hacia él
- Que sí…A que parece toda una monada-Dijo otra de ellas, lanzándose hacia el para molestarle las mejillas
- Debe tener unos cuatro años menos que nosotras- Dijo la última mientras lo alejaba de Sasuke para comenzar a jugar con su cabello despeinado- ¿De dónde conoces a esta monada, Sasuke?
- Soy su compañero de habitación- Dijo tratando de soltarse de las manos de aquellas chicas que no dejaban de jugar con su cara, como si fuera de plastilina didáctica
- ¡Qué monada! Hasta tiene una voz linda ¿Cómo te trata el malo de Sasuke?- Dijo haciendo voces raras como las de las mujeres que hablan con bebés o mascotas tiernas y peludas
- Es un bastardo, pero hay nos llevamos- Admitió tratando de soltárselas de encima
Sasuke solo lo miró como agradeciéndole de nuevo, y lo soltó, perdiéndose en su aula de clases, mientras las chicas jugaban con él, como lo harían con un perrito de peluche, aplastándolo entre todas, tratando de tomarse un pedazo de él…
Maldita clase que tanto odiaba y en la que le iba tan mal… ese profesor parecía odiarlo… el incidente con el club de admiradoras del neko desquiciado, le había tomado más tiempo del esperado e incluso arreglándose para llegar un poco antes, temiendo por anticipado, que aquel profesor se molestaría de más si llegaba tarde, aunque fuera solo por unos segundos la puerta estaba por cerrarse y él no podía hacer nada, estaba en territorio enemigo, corrió aún más rápido y justo antes de llegar la puerta se le estrelló en las narices tumbándolo de espaldas…
Al recuperar la conciencia, se levantó de un salto y golpeó ligeramente a la puerta esperando no haber tardado demasiado en el suelo, recuperando la conciencia.
- Perdone- susurró al ver la mirada agria del maestro de química
- Llegó tarde por media hora ¿es que no tiene sentido de la decencia? Siéntese y asegúrese de que no se repita-
Todos se rieron de él en sus narices, que por cierto se veían rojas y apachurradas, como una pequeña albóndiga rojiza, hinchada y redonda sobresaliendo como el pinpon de un payaso, mientras su rostro pálido por el desvanecimiento se le veía como el típico maquillaje de este tipo
- Hola, Naruto- Dijo una tímida jovencita que sentada a su lado no hacía más que jugar con sus dedos, mientras su blanca mirada permanecía perdida en sus ojos azules
- ¿Eh? Ah, hola ¿Cómo te llamas?- Sonrió mirándola amablemente
- Hyuuga… Hinata Hyuuga- Dijo tiernamente, haciéndose a un lado como atemorizada por su presencia, totalmente sonrojada y casi a punto de tener uno de sus típicos ataques
Desde que su vida, y toda posible oportunidad que llegar a salir con Sakura se habían desplomado, por la nada necesaria intervención del maldito neko de pacotilla, había esperado tener un contacto con algún humano real, y no mitad animal, así que Hinata se volvió su bote salvavidas…
La clase pasó sin demasiados contratiempos, solo la devastadora mirada del maestro persiguiéndole catastróficamente, tratando de hallar un solo error en él… un solo mísero error para hacerle el resto del semestre imposible de soportar…
Por el sangrado de su nariz a causa del portazo continuaba, el maestro le dio solo unos segundos para irse al aseo… lo cual fue como un alivio para él, deambulando solo por los corredores de la institución, sin miedos ni temores, excepto que el neko que fumaba en el exterior apoyado contra uno de los muros no entrara a hacerle la vida imposible… aunque eso se veía difícil con la intervención de miss teñida en escena, corriendo a sus brazos para llenarlo de besos…
Entró a los aseos y se miró al espejo, realmente no se veía nada bien. Se echó algo de agua en el rostro para limpiar la sangre y bajar la hinchazón, y al levantar la mirada hacia el espejo, como en una película de horror, le vio a él, el maldito neko que le desesperaba
- Naruto ¿Qué diablos haces aquí?- Dijo enojado tomándote de la mano para girarlo, pero al verlo su expresión cambió mucho- ¿Qué te pasó, decidiste tomar las clases de payaso que te dije te servirían para tu carrera?
- Ya basta Sasuke. Y ya suéltame ¿Vas a imponerme un toque de queda o algo?- respondió indignado tratando de soltarse
- Solo quédate quieto hasta que yo te diga- Dijo inmediatamente-
- ¿Y eso por qué, neko desquiciado que tanto odio?
- Sasuke ¿Qué diablos haces?- Sonó una voz en la distancia, una voz chillona y molesta, la inconfundible voz de….
- Sakura, yo… -
- Naruto… ¿Fue por buscarlo que te fuiste apenas yo llegué?- Dijo ella señalando al rubio con una furia de demonio incontenible
- Exactamente- respondió el alegremente halándole el brazo al rubio hacia la chica- Fue su culpa…-
Sakura miró a Sasuke un instante, con una marcada expresión de apreciación, como si lo hubiera perdonado por decir solo esa simple explicación, que a él le sonaban tan ridícula. Luego lo miró directamente con esos ojos verdes tan aterradores y se remangó el saco negro del liceo
- Y tú, insecto. Estás muerto por preocupar a Sasuke y arruinar mi cita- Dijo ella. Sasuke soltó al rubio justo a tiempo como para que el golpe que lo lanzó volando por los aires, no le afectara a él, y luego se fue campante, dejando a una confundida Sakura que inmediatamente activó la “Visión de Sasuke” para perseguirlo como un cazador a su escurridiza presa
Llegar al aula de clase con un ojo morado y la ropa sucia no es la mejor manera de decir “soy el mejor becado que pudieron escoger, y no causaré ningún alboroto”. Así que fue enviado directamente a rectoría por promover batallas en el interior de la institución
- Maldito neko desquiciado- Dijo al entrar en la puerta con casi tres citaciones a padres de familia pegadas en la frente, la ropa sucia y una venda en el ojo por las heridas que le causó Frentezota-chan
- ¿Por qué vienes con esa facha? No pienso soportarte si sigues llegando con la pinta de un indigente todos los benditos días-
- ¿Tú te estás quejando? ¿Por qué me haces la vida imposible a diario?
- Me salvas la vida, cada segundo… Solo sé aprovecharte para no salir herido- Dijo mientras se recostaba tranquilo en su acolchada cama a seguir leyendo la revista pornográfica marcada con el nombre de…
- ¡Oye! ¿Qué diablos haces leyendo mis revistas?- Chilló indignado al notar que estaba escrito “de Naruto” en la parte superior de la revista
- Aprovechando el hecho de tener un compañero de habitación- Dijo malévolamente- Ahora si no te molesta ¿podrías lavarte al menos lo suficiente para quitarte el olor ha recogido de la calle?
- Te voy a matar maldito neko- Dijo lanzándosele encima para tratar de golpearlo
- Naruto, decidí reducir el termino de tu castigo… ¡Ay Dios mío!- Dijo Tsunade al entrar y ver al que creía un excelente becado tratando de golpear al familiar del rector de la escuela- ¡triple castigo por lastimar a Sasuke! ¡Y no te atrevas a pedir clemencia!
- ¿por qué cada vez que me acerco a ti, todo resulta en un completo desastre?
- No lo sé, pero me agrada-
REGLA 2: CERO CONTACTO
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