"Te amo"
¿Alguna vez te dije cuanto daño me hacía aquello?
¡¿Alguna vez se me ocurrio decirte lo mucho que odiaba esa falsedad en tus palabras?!
En un principio todo era felicidad y cursilerías, era un entorno y una vida feliz, pues todo era perfecto para nosotros si estábamos el uno con el otro. Pero cuando nos mudamos juntos, las cosas fueron cambiando de a poco, problemas surgían, discuciones tontas, y cosas por el estilo. Así cada día tu cariño se volvía más frío y difícil de conseguir.
Todos los días llegas a casa a las siete en punto, es una total rutina. La mayoría del tiempo llegas con copas de más, cosa que aún no deja de molestarme, ni mucho menos preocuparme. Preferiría mil y un veces que volvieras con aquel tonto vicio de los kit-kat, y fueses feliz con el chocolate de nuevo... Pero el tiempo pasa, las personas cambian, ¿Que podemos hacer en contra de eso? Nada, somos sólo humanos, sólo minúsculos seres humanos, y ni un ser divino es capaz de hacer cambiar una persona por completo.
-Reita...-Sonreí abriendo la puerta, ni un minuto antes ni uno después. Nunca esperaba tu toque, sólo esperaba que sonara el reloj avisándome que llegabas. No sabes cuanto le agradezco a Shima no haber dejado que te emborracharas otra vez, aun que sea un diminuto detalle y quizás aquel estado conciente en ti, sólo dure unas horas más después de la cena, poco me importaba, pues me hacía realmente feliz...
-Hola.-Siempre con ese tono cortante desviando la mirada cómo evitándome, la primera vez que lo hiciste, fue aquél día en que lloré por ti...
Lo recuerdo, estaba destrozado, tu te habías ido de vuelta al bar, con suerte si podías mantenerte de pie, pero no me hiciste caso, nunca lo haces.
-¿Que tal tú día?-Te pregunté con una sonrisa, y tu me evitaste. Me observaste detenidamente por unos segundos, y luego rozaste mis labios con los tuyos, como por obligación, y luego pasabas de largo y te enserrabas en la habitación, aun que la mayoría del tiempo lo pasabas en el sofá viendo TV mientras seguías bebiendo como un estúpido.
¿Sabes lo mucho que extraño todos tus tratos amorosos de antes?
¿Lo mucho que extraño tu sonrisa, tus manos, y todo aquello que hacías antes?
Cierto, antes..
-¡Reita! La cena está lista...-Te grité desde la cocina, esperaba ese tipo de abrazo por la espalda y un beso demasiada dulce por parte tuya. Pero nunca llegaron, y nunca volverán, pues hace bastante tiempo se alejaron.Hace bastante tiempo que el amor abandonó éste hogar.
Te sentaste en la mesa, mirando tu plato, luego comiste sin dirigarme la palabra, ni la mirada, si quiera por una fracción de segundo.
¿Por que ya no me prestas atención?
¿Acaso ya no te gusto cómo antes?
¡Maldición! ¡¿Pero antes de que?!, ¿Que hice para que cambiaras tanto?
Luego de terminar de comer, te fuiste al cuarto de nuevo.
Esperaba tu ayuda, o lo que naciese de tu parte, ¡Pero jamás aparecías a alegrarme esas pocas horas!
¿Para que mentir?
Ya no me era suficiente con verte, ya no era feliz con sólo tenerte a mi lado cómo en un principio. Quizás antes sí lo era, pero sólo por que sentía tu amor...
¡¿Acaso no puedes hacer de éste ambiente algo más feliz?!
Por eso es que tomé tal desición...
No es fácil, terminar todo de repente.
-Reita...-Susurré entrando a la habitación suavemente.
-¿Mh?-Respondisté con los ojos cerrados. ¡¿Por que?!...
Cómo seré capaz de soportar tu frialdad hasta en éste momento, donde más te necesito, donde más necesito que demuestres que te intereso...
Aun que quizás nunca me perdones, debo dejarte para rehacer nuestras vidas, y ser felices cómo antes, cada uno en su propio camino...
Por tí, por mí y por nuestros planes y sueños de niños, será lo mejor, lo prometo...
-Mañana en la manaña me voy de la casa...-Susurré sentado sobre la cama respirando profundo.
-¡¿Que?!-Gritaste sentándote de golpe sobre la cama. …sto me mataba, pero realmente no podíamos seguir así.- ¿Acaso tienes a otro?
-Claro que no...-¡No puedo dejar de amarte idiota!
-¡¿Entonces que?!-Gritaste nuevamente, ahora mirándome con los ojos llorosos, y es que quizás, ¿Tú aún me amas?.- ¡Dime por que lo haces!-Agregaste en el mismo tono. No, no era amor... Era sólo lo que aparentabas por que querías hacerme sentir bien, querías ligarme a tí, querías que siempre hubiera alguien que te aguantara, alguien que sabías quesiempre iba a estar a tu lado a pesar de los millones de errores que cometieras. Lo siento, pero ese no soy yo...
-Reita, ésto ya no da para más...- ¡¿Acaso no te das cuenta cuanto estamos sufriendo?!, por mucho que me duela, sólo me queda llorar en silencio...
¿Recuerdas la última vez que hicimos el amor?, pues yo no querido...
-¿Estás seguro?-Preguntaste bajando la mirada. ¿Cómo no estarlo?
-Sí, si no lo hubiera estado no te hubiera dicho nada...
-No quiero que me dejes, eso no mejorará nada.-Cuando te veo llorar, realmente se me parte el alma, y no pueod hacer más que llorar contigo, no tengo más formas de sentirme a gusto.
No tengo el valor para abrazarte y decirte que te amo, por que tu jamás lo harías, no puedo, no puedo hacerlo...
-Lo siento...-Decidirlo no fue fácil, y dejarte atrás lo será aún más.
El resto de la noche escuché tu llanto a mi lado, no pude resistirme. Me voltié hacia ti y me dejé cobijar por tus brazos, por última vez...
Pude sentir tu cálido cuerpo a mi lado, extrañaba tanto ésto...
Aun que mañana se acabe, quiero estar a tu lado todo el tiempo que nos queda con algo de amor.
Despertamos con los incómodos rayos del sol dándonos en plenos ojos, causándome un horrendo dolor de cabeza, sumado con el llanto de la noche...
Era algo horrible y desesperante.
Luego de un rato, mis maletas ya estaban en la puerta, ya todo estaba listo pero no podía hacerlo, realmente no quería hacerlo.
-Ruki, antes de que te vayas... Ten presente que te amo enano.-Sonreíste desordenando mi cabello suavemente, y luego acariciaste mi mejilla, mirándome a los ojos con tristeza.
No sabía que decir, no había nada que decir en un momento así...
No cabía en mi mente, cómo alguien que no hacía nada por mi, que ya no se preocupaba siquiera por hacerme feliz, podía amarme en el fondo de su corazón. O al menos eso decía.
Tomé mis maletas, aún sintiéndome inseguro de lo que hacía, pero al verte entrar en la habitación caminando pesadamente, me dí cuenta de que no te afectaba tanto cómo decías.
Era sólo actuar, no era tu manera de ser, ya no eras Akira, no eras quien me enamoró alguna vez.
Entonces abrí la puerta lentamente, y miré el mueble a un lado de la puerta, en él una foto de los dos juntos abrazados con una enorme sonrisa.
-¡Ruu-chan!-Tu voz resonó en mi mente, y el eco se escuchaba en el pasillo vacío. Amo cuando me dices así, hasta en aquellos momentos mas peligrosos y dolorosos, por los que pasabamos ahí estabas tu diciéndome así para calmarme, siempre nos amamos...-Esperta.-Dijiste ofreciéndome una caja pequeña y negra.-Tenla.-Susurraste desviando la mirada.
-¿Que es?-Pregunté con curiosidad, también evitando mirarte.
-Un anillo.-¿Por que tenías que quebrarte frente a mis ojos?... ¿Por que me haces ésto?-Pensaba dártelo para tu cumpleaños.-Es cierto, el mejor regalo de cumpleaños que me diste hace cuatro años, fue todo tu amor.-Nuestro aniversario...-No tenías que decirlo, ¡¿Justo ahora tenías que volver a mí?!-Quería que nos casáramos, para darle un toque diferente a todo ésto...-Aun que eres extraño, realmente me gustas mucho...
-¿Por que haces esto justo ahora?
-No quiero dejarte ir, ¡No quiero tener una vida sin ti!
-Créeme, será lo mejor.- ¿Con que valor lo decía?, pensaba absolutamente lo contrario... Con ésto no podía irme, con tu corazón al descubierto y casi entregándomelo, era imposbiel dejarte...
-Déjame cambiar todo ésto, y reponer el daño que te he hecho...-Susurraste acercándote a mis labios, me besaste suavemente, y sentí aquél inmenso sentimiento entre los dos.
Ya no era rutina ni necesidad, si no que era el amor el que nos llevaba a hacer algo más en la cama.
Tu mirada deseosa, tus manos tocándome cómo nunca.Volviendo a ser uno sólo entre besos y caricias delirantes.
Y sí el destino me hubiese arrebatado todos éstos momentos a tu lado, ¿Quién sabe? Quizás no sería tan inmensamente feliz cómo ahora.
-Te amo mi chibi, nunca, nunca lo olvides...
Simplemente me encanta que vuelvas a mí...
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