Eran fechas de festejos en Konoha, una pequeña aldea; todo se debía a la llegada de la navidad y la finalización del año. Todos con sus preparativos iban de un lado para el otro, con regalos en las manos, adornos para los arbolitos de navidad, algunos alimentos para la cena navideña, entre otras cosas. Todo iba tan rápido, que uno mismo se mareaba e incluso se podía perder en la multitud. Era una tarde típica, la nieve caía tan lentamente y cubría todo a su paso, pero nadie tomaba en cuenta eso. Todos querían estar preparados para celebrar.
Una pelirosa y un rubio estaban en medio de ese problemático lugar. Supuestamente estaban buscando una tienda para comprar los regalos navideños, que tenía que comprar el joven rubio, en el comienzo del mes. Pero como él era muy distraído y casi nunca hacia lo que su amiga rosa le decía que haga, en esta ocasión iban a cumplir con esa tarea solo por el hecho que los presentes eran muy importantes debido a que eran necesarios para obsequiarlos a los invitados de su fiesta o cena entre amigos.
Sakura iba caminando a toda prisa dejando al rubio atrás, que de a poco se iba mezclando con los demás.
-Naruto, ¿Por qué nunca me obedeces? Yo tengo que hacer todo por ti mientras tus estas cumpliendo tus tontas tareas de ninja… que nunca terminas de hacer. Pedazo de dobe, apúrate, tenemos que conseguirlos regalos para todos, en especial, para Sasuke. El viene solo por mí, eso me dijo. – Se sonrojo mientras le gritaba todo lo que podía a su compañero – Por lo menos di algo, ¿Que te suc… - se dio vuelta y vio que había perdido a Naruto en medio de la multitud.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!! – grito la pelirosa, llamando la atención de todos.
-Esto no puede estar sucediendo, el tiene todo el dinero. Sé que no podrá resistirse y terminara gastándolo todo en comida. – Gotero en su cabeza – Tengo que ir a buscarlo – se propuso firmemente.
Salió desesperada de la multitud, golpeando a medio mundo. Cerca del lugar había un sendero que llevaba a los puestos de comida. Curiosamente se encontraba Naruto, merodeando y guiándose por el rico aroma de la comida, en especial el Ramen.
Unos minutos después, se lo ve sentado en un puesto comiendo desaforadamente todo lo que podía meterse en la boca.
-¡Dobe! ¿¿ ¡Qué estás haciendo!?? Se suponía que íbamos a comprar los regalos, y ahora estas gastando todo por solamente comer – dijo muy enojada Sakura (tenía una venita en su cabeza y le tiraba de la oreja a Naruto)
-Ejj sak nop estt - fue lo único que pudo decir, tenía toda la boca llena de comida.
-No me importa lo que quieras explicar, ya vámonos. Se nos va a hacer tarde – dijo la pelirosa mientras se alejaba del puesto.
-mente de Naruto- NI hoy me va a dejar en paz, es tan molestosa. Pero ella fue la que organizó todo, porque no se encargo de todo con más anticipación. Ahora me culpa a mí como si yo tuviera toda la culpa de todo.
El rubio pagó su costosa cuenta de comida; estaba sorprendido por lo que pago: Más de la mitad del dinero.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿Qué???????????!!!!!!!!!!!- grito Sakura, al escuchar lo que le dijo Naruto.
Después de eso, se puede suponer que Sakura golpeo a Naruto y lo amarro a ella para evitar que cometiera cualquier error, típico de su actitud.
La calle estaba repleta, eso causaba, que fuera muy difícil transitarla. El ruido era tal, que no se podía oír nada en ese lugar.
Así que la pelirosa para evitar más la demora, ató al joven de los ojos zafiro (siempre quise escribir esto -^^-) en un poste al frente de la tienda, que estaba desbordada de gente, pero Sakura intentaría entrar para comprar las ultimas cosas.
-Ya esta anocheciendo y ella aun está ahí; tengo frio, hambre sueño y no me puedo mover de aquí.- suspiraba el rubio con la cabeza agachada.
-Me suponía que eras vos, siempre te dejas dominar por los demás. –dijo tranquilamente una persona albina.
-Ah, eres tú. ¿Qué haces por aquí?- pregunto Naruto
-Solo caminaba para distraerme un poco. Además, pensaba que compraría para los demás. Supuestamente son para todos los que van a la cena de hoy. – dijo fríamente Sasuke, mirando al costado. – Espero que tengas un regalo para mí, porque yo tengo el tuyo… – dijo con sarcasmo mientras se iba.
Sakura salió de la tienda con miles de bolsas en sus manos y vi que el albino se marchaba. Agarro a Naruto bruscamente y se fueron corriendo. Ya faltaban dos horas para que empiece la cena.
Llegaron al salón donde se iba a realizar todo. Arreglaron todo lo que pudieron y después se fueron a cambiar, antes que lleguen los invitados.
Naruto vestía un elegante traje azul zafiro, que combinaba con sus ojos; mientras que Sakura tenía un vestido muy sencillo de color rosa… (Le quedaba horrible, tan horrible que Naruto se asusto al verla XDDD)
De a poco, los invitados comenzaron a llegar: Hinata, Gaara, Iruka, Neji, Shino, Ten Ten, Temari, Kakashi y por último, pero no menos importante, Sasuke; que llevaba puesto un lindo traje negro, que le daba un apariencia de frialdad.
Saludos, regalos y abrazos fueron intercambiados entre todos ellos. Hasta que finalmente se sentaron para comenzar con la cena. Casualmente, Naruto se sentó en frente del azabache, que hasta el momento había permanecido en silencio. Hinata e Gaara estaba en sus costados.
Comieron un delicioso pavo cocinado por las chicas, excepto por Sakura, que lo único que era buena era para organizar cosas y nada más. Ahora venia el postre, Helado, preparado por los chicos. Naruto, por intentar ser amable, se levanto y fue a buscarlo a la cocina. Pero como era de esperar, todo le sucede a este chico… casualmente se tropezó y el helado que llevaba consigo cayó en parte en Sasuke, Shino y Naruto.
-¡Dobe! ¿Alguna vez te das cuenta por donde caminas? – dijo un poco molesto, Sasuke mientras se iba camino al baño.
-No importa Naruto, yo iré a limpiarme en la cocina. – dijo Shino muy tranquilamente
-Ah!! ¡Todo tiene que salir mal contigo, no puede ser que hagas algo bien. Ve a fijarte como esta y discúlpate! –grito Sakura, lo mas enojada que pudo.
Todos se quedaron un poco sorprendidos, el enojo de la pelirosa no les agradaba así que la llevaron a la fuerza hasta la salida y la sacaron afuera. (Eso es lo que se merecía)
El rubio, un poco molesto, fue hasta donde se encontraba el azabache. Cuando entró lo primero que vio fue el blanco torso de Sasuke, que podía compararse con la nieve que caía afuera.
-¿Por qué te quedas mirándome? Vete o dame algo para cambiarme. – dijo con rudeza
-Yo solo vine a pedirte disculpas, pero veo que no estás de humor así que me voy.
-Espera – dijo mientras tomo la mano del rubio antes de que se vaya. – pienso que el regalo que me vas a dar será muy bueno, para que yo olvide lo que sucedió hace un rato. – con sarcasmo.
-Si, claro… tu regalo es muy especial – mente- ¿¿qué regalo?? No le compre nada.
-emmm, otra cosa ¿me puedes devolver mi mano? – dijo
-¿Qué? - O.oU - sus mejillas estaban sonrojadas. – Espérame un rato te traeré una toalla para que te seques el cabello – dijo el rubio, mientras salió del baño, lo más rápido que pudo.
-mente- ¿Por qué me sonroje al sostener su mano?
Volvió y se la dio tirándosela en la cabeza. Se fue, aun seguía sonrojado, pero lo detuvo el albino. – ¿No me vas a ayudar eso sería lo más que podes hacer. Naruto agarro la toalla y empezó a secar el cabello del azabache, pero no pudo evitar delinear (acariciarla… *-*) su espalda fría. El albino al sentir esa agradable sensación, se dio vuelta y lo miró fijamente. Las mejillas de Naruto se sonrojaron aun mas, entonces en un abrir y cerrar de ojos, Sasuke tomo el mentón del rubio y se apodero de eso labios que tanto había deseado; ese sentimiento se encontraba en lo profundo de su corazón y ahora con solo besarlo apasionadamente, pudo sentir la dulce calidez que emitía el rubio.
Naruto estaba un poco sorprendido, le agrado besarlo, así que continúo con el beso, mientras cerraba sus ojos y se apoyaba en el blanco torso del Uchiha. Un beso que no quería terminar. Este simple roce es una parte de mi regalo, porque el resto te lo daré ahora… - pensaba Sasuke.