I capitulo
El ruido del despertador se escucha en cada rincón de mi departamento, como cada mañana de labor, una y otra vez informando que es momento de dejar de dormir y que desde ese momento el tiempo para arreglarme e ir a la universidad como todos los días corre.
Aun que no dormí mucho durante la noche logro levantarme solo un poco de mi cama lo suficiente para colocar los pies sobre el frio azulejo del piso, realmente ha comenzado a hacer frio durante las mañanas, pero hace ya algunas semanas comenzó el otoño no debería extrañarme algo tan poco novedoso, aun que en si lo único que últimamente me ha sorprendido es el cambio del clima y la rapidez con que el tiempo ha comenzado a transcurrir, aun recuerdo cuando inicie la universidad, o la preparatoria, aun que esos no fueron precisamente buenos tiempos, desearía no recordarlos en este momento.
Me levanto con desgano y camino con pesadez hast
a la puerta más próxima que resulta ser el baño, no sin antes apagar la insistente alarma del despertador, de camino a la habitación antes mencionada pienso que cosa podría estarme faltando para entrar a la ducha.
Una sonrisa se forma en mis labios como pocas veces suele suceder al momento de entrar al baño, entonces observo todo cuidadosamente ordenado y respondo enseguida mi pregunta anterior. Me acerco al lava manos y a su vez al espejo donde cada día veo mi reflejo, me observo unos pocos minutos antes de adentrarme a la ducha, en si desde hace dos años no veo algún cambio en mi, con apenas 20 años encima no puedo esperar ver arrugas de la edad aun, si así fuera sería algo extraño.
Sigo mirándome y paso a observar mi cuerpo, hace tiempo que voy al gimnasio, al parecer comienza a notarse el tiempo que invertido en ello, dejo salir un leve suspiro y enseguida me quito el pijama el cual únicamente consiste de una camisa ligera de franela y el bóxer para después adentrarme al agua tibia, la cual enseguida recorrió mi cuerpo, siempre es relajante sentir el agua tibia recorrer el cuerpo por la mañana.
Luego de un largo pero no tardío baño Salgo y me cubro con la toalla blanca que descansaba a mi costado, colgada donde se supone que debe ir, pero que casi ninguna persona utiliza. Rodeo mi cadera con ella y me acerco una vez más al espejo, observo mi cabello mojado caer por mi frente y costados de mi rostro, con mi mano lo hago hacia atrás y sin perder más tiempo hago lo que me hace falta, he perdido mucho tiempo viéndome en el espejo esta mañana, y no es que sea vanidoso.
Tras ello salgo del baño con la misma toalla rodeando mi cadera, el torso descubierto y ligeramente humedecido aun, y con una toalla seco mi cabello, al quitar la toalla y terminar de secar mi cuerpo miro de reojo el reloj, aun me queda un poco más de media hora, será mejor darme prisa.
Abro mi closet, no es necesario ver demasiado, simplemente me pongo lo primero que encuentro, lo cual considero que me queda bien, este día debo ir formal, con eso que debo ir a dar una conferencia a un instituto de la ciudad, dejo salir un leve suspiro, real mente me incomoda salir de mi estricta monotonía, es como si interfirieran con mi organización, por otro lado así puedo volver a organizarme de una forma diferente, solo por hoy.
Termino de colocarme la corbata y enseguida me coloco el saco, a medida que lo acomodo camino hacia la cocina la cual no se encuentra muy lejos, en si mi departamento no es muy grande pero es lo suficientemente espacioso, siendo así de ordenado como yo aun mas, pongo lo necesario para mi café y regreso a la habitación al frente del espejo para peinarme, repaso mientras en mi mente todo lo que necesito, todo como siempre esta donde lo necesito.
Al terminar simplemente me acerco a mi velador, tomo mis lentes del mismo y a su vez observo nuevamente el reloj, bien voy a tiempo, sonrió levemente y camino de vuelta a la cocina, ¡demonios!, olvide encender esa cosa, recuerdo la hora, bien, esta vez tendré que comprar el café y ya que este en eso el periódico de hoy.
Tomo mis cosas y me acerco al lumbral de la puerta, me giro y observo unos momentos a mí alrededor, al ver que todo se encuentra en su lugar abro la puerta y salgo después, guardando las llaves donde siempre en mi maletín.
POR OTRO LADO…
Hace ya bastante que me levante, Salí apenas de la ducha y a consecuencia me tope con mi hermana pequeña, Sayu.
-Buenos días hermano…- me saluda ella mostrándome una sonrisa como cada mañana, pero sin parar de caminar.
-Buenos días Sayu…- le contesto en tono normal mientras también me dirijo a mi habitación, tan pronto entro escucho a mi madre desde abajo hablarme.
-¡Light, Sayu el desayuno ya esta! – la escucho llamarnos a ambos, yo no contesto, por otro lado mi hermanita contesta por ambos.
-¡Sí!, ¡ya vamos! – la escucho contestar, yo solo me limito a hacer mis cosas, como vestirme con el uniforme del instituto, al parecer hoy habrá una conferencia, odio estar sentado escuchando hablar a esas personas, solo se pierde tiempo en esas cosas.
Suspiro, por otro lado ocasional mente dicen alguna que otra cosa de interés, tras terminar de vestirme y de peinarme, tomo mi maletín y salgo de mi cuarto, al canso a ver a Sayu casi terminar de bajar las escaleras y yo la sigo.
-Buenos días, light, Sayu…- dice mi madre viéndonos con una leve sonrisa, dejando el desayuno de mi padre en la mesa.
-Buenos días…- decimos a la vez ambos tomando asiento, enseguida veo a mi padre caminar un poco más y sentarse en la silla de la cabecera de la mesa y en silencio todo comenzamos a comer, algo incomodo quizá para ellos pero a mí en realidad me da igual.
-Siento mucho no haber podido comer en familia últimamente…- se disculpo mi padre como es costumbre, rompiendo el silencio.
-Tengo un caso muy importante y pues…- intento explicarse pero todos asintieron mostrando que entendían aquello.
-Sí, entendemos papa…- dijo Sayu tranquilizándolo.
Lo note sonreír levemente y después girar su mirada a mi hermana.
-¿Cómo te ha ido en el colegio Sayu?- cuestiono mi padre curioso viéndola, a lo que ella no tardo en contarnos y presumirnos sus casi perfectas calificaciones enorgulleciendo a mis padres e incluso a mí en parte.
Tras esa plática yo termine mi desayuno y no tarde en levantarme y recoger mi plato, tomando la atención de mi familia.
-Provecho…- dije educadamente antes de caminar hacia la cocina.
-¿Ya te vas?...- pregunto mi madre curiosa asomándose por la puertecilla hacia la cocina.
-Si, no quiero llegar tarde…- explique sinceramente y me acerque a ella, nos despedimos y tras ello pase nuevamente por el comedor donde mi padre y Sayu aun conversaban entre el desayuno.
-Ya me voy…- anuncie recibiendo palabras de aliento para el instituto, las cuales no tome mucha atención y enseguida Salí de mi casa hacia el metro, sería más rápido si esta vez en lugar de usar el bus tomo el metro, en realidad no entiendo porque de llegar temprano, pero lo veo importante, solo por no pasar más tiempo en casa.
Camino un poco mas hasta llegar a la estación donde espero impaciente a que llegue, reviso un par de veces el reloj de mi muñeca y después veo al gran transporte llegar al frente mío.
Espero a que todos bajen para yo entrar, aun que no es necesario, ya que se entra y se sale por diferentes puertas, así hago más tiempo.
Encuentro asiento entre las personas que bajaron y veo que son pocas las que están por subir, al sentarme término el último sorbo de café que me quedaba y dejo de lado el periódico que hace un rato termine de leer.
Por lo que sin mas desvío mi mirada nuevamente a la entrada del metro, encontrándome con un joven de instituto el ultimo en subir, por alguna razón me ha llamado mucho la atención, pongo especial atención a sus serias facciones, parece ser una persona que se relaciona poco, quizá como yo, a pesar del hecho de ser bien parecido, nuevamente recuerdo esos tiempos de instituto, ¿porque recuerdo tanto ese entonces?
Siento entonces como el chico posa su mirada hacia donde yo me encuentro, mas bien, creo que esta mirándome, giro ahora la mira pretendiendo no haberlo visto en ningún momento, por alguna razón me quede viéndolo con mucha atención, a pesar de eso lo miro de reojo, noto como camina en dirección a mí y después se desvía a algún asiento, para su desgracia ya no hay ninguno vacio.
Veo a mi alrededor, ninguno de los que se encuentran aquí parecen dispuestos a cederle su asiento, supongo que él tampoco lo espera, lo pienso unos momentos, y tras ello termino poniéndome de pie, no solo hace falta justicia en este mundo si no también educación.
Camino un poco logrando tomar la atención del, lo miro unos momentos y después con un gesto y mostrando mi poco interés señalo con la mirada el asiento.
Noto como el gira su mirada hacia el antes señalado, solo, disponible para cualquiera, pero yo se lo he dado a él.
El joven de cabello castaño lo mira unos momentos y después desvía su mirada como si no importara, este chico…como se atreve a ignorar lo que hice por él.
¿Por él?...en realidad lo hice por este chico que no conozco, dejo salir un leve suspiro, en realidad en este mundo hacen falta modales, pero no le diré nada, tampoco me sentare, el asiento estará disponible para cuando lo quiera, no desharé mi ofrecimiento, giro mi mirada, se que él lo notó.
LIGHT…
Entro al metro, no hay muchos asientos, quizá no debí entrar al último, giro mi mirada y me encuentro con la fija de un hombre extraño, ¿Qué tanto me mira?, noto como él se gira pretendiendo que no me ha estado viendo, pero a pesar de todo lo note.
Camino un poco con la esperanza de ver algún espacio vacío, pero no hay ninguno, dejo salir un leve suspiro y no me queda más que quedarme de pie, por otro lado noto la mirada de él en mi espalda, comienzo a pensar que podría ser un acosador o algo parecido.
Siento entonces como después de unos momentos él se levanta y se coloca a mi costado, no lo miro, pero la curiosidad me vence y giro mi mirada un poco, notando la de él, seria, un tanto fría y la cual me señalaba su asiento, lo miro unos momentos y lo pienso.
Pero si lo acepto, seguramente me ha visto como un niño que necesita un asiento, no soy una mujer ni nada parecido, no hacía falta esa cortesía, lo ignoro y giro mi mirada, haciendo de menos lo anterior.
Noto su mirada sorprendida sobre mí, pero luego de unos momentos la gira tal como yo, pero no se sienta de nuevo… ¿Que pretende?
MIKAMI…
En todo el camino el niño mal educado no se sentó en el asiento que le había ofrecido, como si supiera lo que había pensado antes, pronto llegue a donde necesitaba y me apresure a bajar por una de las puertas, lo mire de reojo notando como el se perdía entre la multitud, había pensado no verlo de nuevo, pero por alguna razón me fue inevitable y tan pronto lo perdí de vista seguí con mi camino.
Camine con poca prisa al instituto donde debía dar mi conferencia, a su vez pensando en las palabras que usaría, eleve la mirada hacia el mencionado lugar, no se veía muy distinto a cuando yo curse la preparatoria.
Me adentre al lugar y camine hasta la oficina del director, sintiendo al mismo tiempo muchas miradas sobre mí, no me sorprende, pocas veces se ve a un universitario transitar los pasillos.
LIGHT…
Ninguno de los dos nos sentamos, supongo que quizá no lo hacía con la intención de darme el lugar, aun que la seña que me había hecho con la mirada no me permitía pensar eso.
Al llegar a donde necesitaba camine enseguida hacia la puerta, sin siquiera verlo, solo camine hasta que Salí del metro, no supe nada mas de él.
Más tarde, unos minutos después de que dieron el timbre que indicaba la hora de entrar a clases todos caminamos hacia el gran salón, donde normal mente se hacían eventos, obras, etc.…
Todo el alumnado tomo asiento en uno de los asientos siendo guiados todos por los profesores, tan pronto hicieron silencio total comenzó hablando el director, palabras aburridas a las cuales les di poca importancia.
Desvié un poco la mirada aburrido.
-La universidad de Tokio nos trajo a un representante, quien ahora nos dirá un poco acerca de esta universidad y su carrera – explico el hombre tomando la atención de todos, acepto la mía.
MIKAMI…
Era mi turno de hablar, estaba un poco nervioso, pero en realidad ya lo tenía todo planeado solo debía, debía actuar con normalidad, eran solo un grupo de niños y nada más.
El director me señalo que era mi turno mientras caminaba hacia donde yo me encontraba y enseguida me acerque pasando por su costado “suerte” me murmuro, pero sé que no es necesario, todo saldrá bien.
Al colocarme al frente miro a todos allí abajo, escuche algunos murmullos, pero los ignore, nunca he sido malo para hablar en público, desde mi secundaria había sido el encargado de la clase.
-Buenos días…- comienzo tomando mucho más la atención de todos los presentes.
LIGHT…
Al escuchar como la persona comenzaba a hablar simplemente me mantuve en silencio escuchando, su forma de hablar era segura, como si hubiese hecho esto miles de veces, sus palabras estaban bien elegidas, y lo que decía parecía convincente.
Elevo un poco la mirada encontrándome curiosamente con una conocida.
-¿El?...- murmuro sorprendido sin quitar mis ojos de aquel hombre.
MIKAMI…
Sigo con mi conferencia, en este momento noto que todas las miradas están sobre mí, logro captar su atención y eso me gusta, guio mi mirada por todos los presentes, me encuentro entonces con una mirada conocida.
-Ese chico…- pienso sorprendido viéndolo sin alejar mi mirada en ningún momento.
continuara...
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