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Destellos de oscuridad por PrincessofDark

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Notas del capitulo:

¡Hola! 

Y por fin logré teclear la actualización... ¡¡perdón por demorar tanto!! Como puse en la actualización de Cristales el trabajo, la gripe, etc., etc., me han tenido súper ocupada como para poder teclear. 

Espero que este capítulo haya valido la pena por tanto que demoró en llegar.

Dedicado a todos los que se toman un minuto para leer mis historias. ¡¡Muchísimas gracias por hacerlo!! 

Hades debía controlarse, porque en esos momentos deseaba ponerse de pie e ir a asesinar a ciertos caballeros que se decían amigos y hermanos en buenas y malas circunstancias, sí como no, fueron sus pensamientos en esos instantes.

Cuando los sollozos se calmaron, Hades alzó un poco el rostro del más joven y depositó un suave beso en los húmedos labios.

-Cálmate, por favor. Este día debería ser alegre para ambos. No quiero que estés triste.

Shun esbozó una suave sonrisa, terminando de controlar sus lágrimas y pese a que sus ojos lucían rojos por el llanto un destello de felicidad cruzó por sus ojos.

-¡Es cierto! Este es el mejor día de mi vida, sin importar lo que pase.

Hades sonrió y volvió a besarlo, mientras lenta y cuidadosamente comenzaba a retirarle las prendas que protegían la cremosa y perfecta piel. Sus manos se entretuvieron durante largo rato acariciando cualquier parte de la piel del muchacho que tuviera a su alcance, mientras escuchaba los suaves gemidos que comenzaban a escapar de los labios de Shun a medida que el placer se encendía en su rostro y en su cuerpo.

Entre besos y caricias no tardaron demasiado en caer sobre la cama, mientras el mayor se deshacía con prisas de sus propias ropas hasta que las pieles se fundieron casi en una sola.

Hades lo preparó cuidadosamente, pese al ardiente deseo que sentía por hacer suyo a su novel consorte, hasta finalmente invadir despacio y firmemente la intimidad del más joven que emitió un gemido ahogado de dolor y placer entremezclados. Cuando lo único importante se volvió el placer que ambos podían obtener, se dejaron llevar simplemente por el frenesí y la pasión del momento hasta terminar los dos agotados entre las sábanas. 

Shun se durmió enseguida, agotado y finalmente tranquilo. Hades lo dejó dormir, dedicándose a contemplarlo y a admirarlo en silencio hasta que sintió el sueño envolverlo.

                                                 *          *          *         

Saori miraba de un lado a otro a sus caballeros, intentando apaciguar los caldeados ánimos de esos momentos. Ikki, Hyoga y Seiya estaban furiosos con Shun, mientras Shiryu y ella misma intentaban calmarlos.

-¿Cómo Shun pudo atreverse a hacer algo así? ¡Casarse con uno de nuestros enemigos! ¡Con la persona que se apoderó de su cuerpo! – las ásperas palabras provenían de un furioso Seiya.

-¡Ya basta! ¡Cálmense de una vez! – suplicó Saori deteniendo por un momento la disputa, pero fue Ikki quien tomó la palabra para responderle.

-Lo dices tú que sales ganando con todo esto.

-Ikki… no te atrevas…

-¿A qué? ¿A insinuar que las palabras de Gea eran ciertas? No digo eso… ¡tu cara sorprendida demostró que no estabas enterada de nada! Pero tú deberías estar haciendo algo para deshacer ese matrimonio que jamás debió llevarse a cabo.

-¡Yo no puedo hacer nada! – exclamó Atena furiosa.

-¡Porque no quieres! – respondió Ikki saliendo y dando un fuerte portazo.

-Yo no tengo facultades para anular el enlace de Shun y Hades, y así lo tuviera no haría nada porque sólo ustedes no se dan cuenta de lo mucho que esos dos se quieren y se necesitan. Shun moriría antes de dejar a Hades y éste ha encontrado un lado amable y cálido que demuestra sólo con Shun. ¿Qué prefieren ustedes? ¿Tenerlos a ambos o soportar la muerte de uno y la guerra a muerte con el otro? – Saori también salió de la estancia luego de sus palabras para encerrarse en su propia habitación.

-Estoy de acuerdo con Saori – intervino Shiryu, amablemente – lamento que Shun no me diera la oportunidad de expresárselo, creyendo que todos estaríamos en su contra, pero de mí parte Shun es y siempre seguirá siendo mí amigo. Si ustedes lo quisieran en verdad aunque no se alegraran por su decisión la respetarían y la aceptarían en nombre de su amistad. Pero creo que tanto en ustedes, como en Ikki que es su propio hermano será algo imposible. Con permiso – Shiryu también salió, dejando solos a Hyoga y a Seiya, quienes se estudiaron por un momento.

-¿Qué hemos hecho? – preguntó el rubio en voz alta sin obtener respuesta.

                                                 *          *          *

Gea había entrado a sus estancias presa de la más terrible de las furias. Se sentía humillada por Atena y por Hades. Aún resonaban en sus oídos las palabras de defensa del señor del Inframundo a favor de su consorte mientras ella pronunciaba su disertación en la asamblea. Podía jurar que pese a las palabras de Hades, ese jovencito que ahora era su consorte había sido instruido por Atena para conseguirlo.

-¡Maldito seas, Hades! – gritó furiosa mientras destruía con su cosmos las cosas que estaban más a su alrededor - ¡esta me la pagas! ¡Te juro que me la pagas! Me la pagarás tú y ese estúpido jovencito que gracias a ti tiene un voto.

Porque lo que más ponía furiosa a Gea era ese hecho, el que Atena tuviera un voto más a su favor y que la situación que ella consideraba segura se volviera inestable, dependiendo de un chiquillo que ni siquiera era un dios.

-Maldito niño estúpido – murmuró ásperamente elevando nuevamente su cosmos por la rabia que sentía.

Al cabo de unos minutos, cuando logró serenarse, pensó en la larga tarde que le esperaba sin saber los resultados de la votación. Decidida, volvió a salir para hablar con los dioses e intentar convencerlos de votarla, sin importar lo que tuviera que prometer o hacer para conseguirlo.

                                                 *          *          *

Hades había despertado ante el suave golpe dado en la puerta de su recámara. Separándose cuidadosamente de Shun que aún dormía se puso de pie y se vistió antes de abandonar el cuarto.

-¿Qué sucede, Radamanthis?

-Uno de los caballeros de Atena desea hablar con el príncipe Shun.

-¿Quién? – preguntó molesto.

-Shiryu de Dragón.

Hades recordó al joven de cabellos lacios y negros como el más racional, sensato y calmo de todos los amigos de Shun por lo que siguiendo la dirección de Radamanthis encontró al joven firmemente de pie aguardando por Shun.

-Señor Hades – Shiryu se inclinó respetuosamente.

-Shun está descansando ahora, Shiryu. Si vienes a lastimarlo más de lo que ya lo han hecho vete ahora mismo.

-¡No, señor! Shun… no me dio tiempo antes… para decirle que yo estaba de acuerdo.

-¿Cómo? – Hades mostró verdadera sorpresa ante las palabras del muchacho.

-Shun es mi amigo.

Cuatro palabras que significaban mucho tanto para Hades como para Shun y que el dios del Inframundo comprendió que su consorte debía oír.

-Espera aquí – fueron las palabras de Hades antes de salir de la estancia.

Shun seguía durmiendo apaciblemente cuando Hades regresó a la enorme habitación que compartían. Acercándose en silencio se aproximó a su joven consorte y le regaló un dulce beso en los labios para despertarlo.

Los ojos verdes se entreabrieron con cierta somnolencia pero finalmente se despejaron al ver el rostro de Hades a pocos centímetros.

-¿Sucede algo? – preguntó Shun.

-Tienes visitas afuera.

-¿Quién? – preguntó totalmente despierto al escuchar las palabras de Hades.

-Shiryu. Sería bueno que lo escucharas.

-¿Seguro?

-Sí, amor. Seguro.

-Está bien.

-Dejaré que te vistas a solas. Sino no saldrás de aquí… - murmuró sensualmente el mayor devorando sus labios en un breve pero apasionado encuentro.

Shun asintió, levemente apenado mientras se ponía de pie y comenzaba a vestirse con rapidez para poder ver a Shiryu.

Cuando el joven príncipe del Inframundo llegó a la habitación se encontró con un Shiryu de gesto pensativo pero que de inmediato al verlo sonrió.

-¡Shun! Gracias por recibirme – murmuró el Dragón.

-Dijo Hades que querías hablar conmigo – comentó Shun con voz neutral, sin saber demasiado que esperar de su compañero pese a las tranquilizadoras palabras de Hades.

-Sí, yo le pedí para hablar contigo porque no tuve oportunidad de decirte nada antes. Quería decirte que apoyo la decisión que tomaste y que te deseo toda la felicidad del mundo.

Shun abrió sus ojos enormemente y una gran sonrisa llegó a su rostro ante las palabras de su amigo. El Shun impulsivo regresó y se lanzó a darle un enorme abrazo al sorprendido Dragón.

-¡Gracias! No sabes… lo mucho que me importan tus palabras… ¡lo que significan para mí!

-Te mereces toda la felicidad posible, Shun. Sí es al lado de Hades donde la tendrás no puedo menos que apoyarte y acompañarte.

-Gracias, Shiryu. Muchas gracias.

Los dos jóvenes se quedaron conversando durante un largo rato, disfrutando de su mutua compañía hasta que Radamanthis anunció discretamente la cena.

                                                 *          *          *

La noche transcurrió sin sobresaltos en el Olimpo, envuelta en un halo de misterio, silencio y expectativa.

Con el amanecer se iniciaron todos los movimientos y todos los habitantes del paradisíaco lugar se congregaron en los alrededores del salón de la Asamblea para conocer los resultados de la esperada votación.

Zeus y Hera entraron primero y todos los dioses y miembros de la Asamblea entraron unos minutos después en un orden pulcro y sereno. Gea y Atena fueron las últimas, sentándose levemente aparte puesto que no tenían derecho a votar.

-Ha llegado el momento de emitir nuestro voto después de que cada uno de nosotros ha reflexionado serenamente sobre los dos discursos que se dieron ayer. Les ruego que a medida de que los nombre se pongan de pie y emitan su voto, justificándolo si lo creen necesario. Comenzaré anunciando mi voto a favor de Atena – las palabras de Zeus resonaron en la estancia haciendo que todos se concentraran en él – Hera.

-Voto a favor de Gea, la diosa primitiva de la Tierra – respondió con dureza la mujer, mirando despectivamente a Saori.

-Hermes

-Mi voto es a favor de Atena – respondió con voz cálida el joven dios.

-Hestia

-Estoy a favor de Atena – respondió con sencillez la joven.

-Afrodita

-Voto por Gea – contestó la diosa después de levantarse espectacularmente.

-Ares

-Soy partidario de Gea – apoyó el dios de la guerra.

-Hefestos

-Apoyo a Atena – la rivalidad con Ares fue decisiva en el voto del dios de la fragua.

-Anfitrite

-Voto a favor de Gea – respondió la señora de los mares.

-Poseidón

-Me declaro a favor de Gea – contestó impasible el dios marino.

-Abel

-A favor de Gea – declaró con suficiencia y burla el dios solar.

-Artemisa

-Mi voto es para Atena – contestó la joven diosa, arrancando un gesto de sorpresa por parte de su hermano y de toda la Asamblea – me parece que es lo más justo – concluyó con una radiante sonrisa dirigida a su hermana Atena.

-Hades

-Con mi voto apoyo el gobierno de Atena sobre la Tierra, considerándolo el más justo y el más preocupado por el bienestar de los seres humanos.

-Shun

El joven príncipe se puso de pie, nervioso y angustiado por el enorme peso que había recaído en sus hombros. Ambas diosas estaban empatadas y él tenía el voto decisivo. Sintió los ojos de todos posándose sobre él cuando sus labios se entreabrieron para responder.

-Mi voto es para Atena – murmuró el muchacho, sentándose luego y concentrando su mirada en la de Hades.

-Atena es la ganadora de la votación – contestó Zeus luego de un minuto – se mantiene como diosa gobernante de la Tierra. Gea tu reclamo ha sido negado por los dioses.

Saori se levantó con una franca sonrisa en su rostro para agradecer a los dioses por su apoyo. Sin embargo, el cosmos encendido, furioso y perturbado de Gea se desencadenó por toda la sala, paralizando a unos sorprendidos dioses que no esperaban el bestial arranque.

-¡Esto no debía suceder así! ¡Yo debía ganar! ¡La votación tenía que salir a mí favor, no en el de esta estúpida niña idiota!

-¡Gea, contrólate! – ordenó Zeus molesto y enojado.

-¡No! ¡No me controlo! Son todos tan estúpidos que no ven más allá de sus narices. ¡Pero esto no se ha terminado aún! ¡No pienso respetar esta votación! ¡La guerra continuará, Atena! Desde ya lo vas sabiendo… ¡maldita! Esto seguirá hasta que yo lo diga o hasta que una de las dos esté muerta, te lo advierto. ¡No voy a dejarme vencer! ¡Y comenzaremos desde ahora! ¡Despídete de tu querido amigo porque se irá conmigo!

Todo transcurrió en cámara lenta sin que ninguno de los dioses pudiera intervenir en el curso de los acontecimientos. Gea envolvió con su cosmos a un sorprendido Shun haciéndolo desaparecer del lugar.

-Te aseguro, Hades… que no volverás a verlo con vida – rugió Gea desapareciendo también. 

Notas finales:

Creo que se complicó un poquito el asunto. ¿Alguien creyó que Gea respetaría el resultado? XD. 

¡Adoro a Shiryu! ¡El dragón siempre es el más reflexivo de todos! 

Nos leemos pronto ^_^ BESOS


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