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Destellos de oscuridad por PrincessofDark

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Notas del capitulo:

Hola!!! Les agradezco mucho el continuar leyendo esta historia. Perdón por demorar la actualización pero la musa estuvo ausente y el tiempo para escribir también.

 

¡Dedicado a ti que estás leyendo! Gracias!!

Cuando los cinco caballeros de bronce lograron llegar al Monte Etna ya habían transcurrido dos horas desde la salida del Santuario. Fue Shiryu el primero en hablar después de observar atentamente los alrededores del escarpado monte.

-Nos quedan unas seis horas. ¿Pueden sentir el cosmos de Saori? Yo puedo sentirlo.

-Sí. Yo también lo siento – concordó Ikki prestando cuidadosa observación al lugar.

-Se siente en lo profundo del monte – agregó Shun.

-¡Entonces comencemos de una vez el ascenso! – exclamó Seiya comenzando a escalar por las rocosas laderas a una velocidad asombrosa.

-¡Vamos! – exclamaron los demás y comenzaron a seguirlo.

El camino se les hizo largo, aunque ningún enemigo apareció a entorpecer su subida. El viento fuerte y por momentos agresivo los repelía y el calor comenzó a molestarles cuando se acercaron al cráter del monte. Fue un recorrido demasiado lento para su gusto pero cuando finalmente lograron llegar el calor era francamente insoportable.

-No resistiremos el calor de adentro – murmuró Hyoga, que parecía el más afectado por el mismo.

-Deberíamos dividirnos – sugirió Shiryu – tres podemos entrar a buscar a Atena y los otros dos se quedan aquí y nos esperan. Cuando salgamos nos serán de utilidad porque probablemente estemos agotados y sofocados por el calor.

-Excelente idea – compartió Seiya – yo entro. ¿Quién más va conmigo?

-Yo iré – dijo Shun al momento.

-Ve tú Ikki – cedió Shiryu – planearé algo mientras esperamos.

-¡Éxitos! – los cinco chocaron las manos y Seiya, Ikki y Shun desaparecieron en la boca del cráter.

-Estarán bien – sostuvo con convicción Hyoga.

-Sí. Lo estarán. Y traerán a Atena. El único cosmos que se siente aquí es el de Saori. No se detectan enemigos… por eso me pregunto ¿dónde están los que se llevaron a Saori? – reflexionó en voz alta Shiryu.

-¿Crees que irán al Santuario?

-Sí. Es justo lo que estaba pensando. Habrán pensado que los caballeros dorados vendrían a buscar a Saori y ellos aprovecharían esto para tomar el Santuario sin derramar sangre.

-Espero que Mu y los demás puedan detenerlos sin sacrificarse. Ya lo han hecho demasiadas veces. Es increíble que no podamos mantener la paz por más que lo deseemos con todas nuestras ansias.

-Ninguna paz es eterna, Hyoga. Lo importante es lograr preservarla el mayor tiempo posible y combatir una vez que se rompa para restaurarla con rapidez.

                                                 *          *          *

-¡Esto es un infierno! – exclamó Seiya mientras su frente se perlaba de abundante sudor.

-Tampoco está tan caliente – respondió Ikki sin detenerse.

-Tú porque estás acostumbrado, niisan – afirmó Shun que acompañaba el descenso de Seiya, afectado por el calor.

-Creo que nos falta como una hora para llegar a lo más profundo – agregó Ikki.

-¡Resiste, Saori!

Cuando los tres jóvenes llegaron a lo que era un verdadero e insoportable infierno, vieron unos lacios cabellos lilas y luego el agotado cuerpo de Saori.

-¡Saori!

La diosa se encontraba desvanecida, con parte de su vestido ya quemado por las llamas que la rodeaban aunque su cosmos la rodeaba y había impedido que su cuerpo sufriera quemaduras.

-Está encadenada – indicó Seiya.

-¡Tenemos que romper las cadenas! – Ikki concentró su cosmos y atacó una de las cadenas pero su poder rebotó sin hacerles un rasguño.

-Maldita sea – exclamó Seiya, viendo el infructuoso intento del Fénix.

-Unamos nuestros tres poderes – sugirió Shun y los tres concentraron sus cosmos para realizar un ataque conjunto que logró quebrar finalmente las esposas de los tobillos y las manos de Saori.

-Resiste, Saori – suplicó Seiya, mientras la alzaba y la recostaba contra su cuerpo para protegerla.

-Hay que regresar enseguida al Santuario para que se recupere pronto.

El ascenso les resultó igual de difícil que la bajada por el monte. Y al igual que sucedió cuando descendieron nadie salió en su cruce para atacarlos aunque ninguno de los tres le prestó demasiada atención a ese asunto.

-¡Shiryu! ¡Hyoga! – gritaron los tres jóvenes cuando lograron salir de la boca del monte Etna.

Enseguida vieron a sus compañeros sujetar a la inconsciente Saori para que ellos pudieran descansar unos minutos y despejarse de todo el calor que habían acumulado.

-¿Están bien?

-Sí.

-¿No sucedió nada? – preguntó Hyoga.

-No. No había nadie adentro. Sólo estaba Saori.

-Shiryu piensa que los enemigos podrían estar atacando el Santuario. Seguramente pensaron que éste estaría mucho más débil sin la protección de Atena – dijo Hyoga a continuación.

-Tienes razón en eso. ¡Debemos regresar ya! – exclamó Ikki y los cinco desaparecieron con Atena en sus brazos.

  Ninguno de los caballeros detectó a la figura que desapareció momentos después de verlos retirarse con la diosa de la tierra. Un portal se abrió a los pies de la figura y lo hizo caer en el vacío. Momentos después, tampoco quedaban rastros de su presencia en el lugar.

                                                 *          *          *

Hades había regresado a Giudecca y enseguida los jueces se dieron cuenta de que no era buena idea molestarlo. Hades tenía un gesto que los jueces no comprendían y por eso mismo los atemorizaba. Ellos podían reconocer sus rostros de furia, de enojo, de seriedad, de molestia, de incomodidad e incluso cuando estaba de buen humor. Pero no comprendían ese gesto súper concentrado y reflexivo que le veían por lo que decidieron no preguntarle ni decirle nada hasta que el dios les hablara.

Pero Hades pasó de largo y se encerró en su sala del Trono, acompañado únicamente de una joven mujer de cabellos negros y ojos del mismo color que no pudo evitar esbozar una sonrisa que desapareció tan pronto hubo aparecido.

-Por fin te has dado cuenta – murmuró la mujer, con toque satisfecho.

-¿Lo sabías, Pandora?

-Lo suponía.

-¿Y no me habías dicho nada?

-No me correspondía decírselo. No puedo andar revelando sentimientos ajenos sin tener tampoco la absoluta certeza. Aunque estaba casi, casi segura.

-¿Por qué te diste cuenta tú y no yo?

-Porque las mujeres tenemos un sentido extra en esos asuntos. Además, si tan sólo hubiera prestado más atención a los ojos de Shun se habría dado cuenta. Sus ojos son los reflejos de su alma y de sus sentimientos.

-Hoy los miré y me pareció que era la primera vez que los miraba con tanta atención.

-¿Mi señor llegó a alguna conclusión? – preguntó Pandora.

-Que es difícil no perderse en esos ojos.

-Entonces… mi señor… ¿hará algo?

Hades no contestó al instante, sino que estuvo en un silencio calmo durante unos minutos, mientras parecía reflexionar otra vez.

-Atena me asesinará si intento algo…

-Y si no lo hará Ikki – se burló Pandora en voz baja – sin embargo, no lo creo cobarde.

-Lo pensaré – fueron las palabras que profirió Hades a continuación – Ahora me preocupa que haya ido en busca de Atena. Si alguno de esos dioses llegara a atacarlo… Pandora, llama a Radamanthis.

-Enseguida, mi señor.

 Radamanthis entró al cabo de unos minutos, haciendo una leve reverencia y quedándose arrodillado frente a su señor.

-Quiero que vayas al monte Etna, Radamanthis. Vigila que Shun salga del interior del volcán junto a Atena y sus compañeros. Cuando te asegures que salieron a salvo, regresa aquí.

-Sí, mi señor. ¿Intervengo en caso de que estén en peligro?

-Sólo si es absolutamente necesario. Preferiría que no notaran tu presencia.

-Entendido, mi señor.

Radamanthis desapareció al instante para cumplir las órdenes recibidas y Hades volvió a caer en su meditación anterior, hasta que sintió el inicio de una batalla en el Santuario.

-Será posible que el secuestro de Atena haya sido una trampa – murmuró en voz alta – Estoy seguro que los caballeros dorados protegerán el Santuario, pero aún así… los daños serán grandes.

                                                             *          *          *

El bombardeo sobre el Santuario había comenzado poco después de la partida de los caballeros de bronce para rescatar a Atena. Había sido imprevisto, rápido, certero y sigiloso. De un momento a otro los ataques habían comenzado a surgir desde varios puntos arrasando con todo lo que podían a su paso. El objetivo era la simple destrucción del lugar, bastión de defensa de todo el planeta y de todos sus habitantes. Las primeras casas del Santuario habían quedado desechas: Aries, Géminis y Cáncer habían quedado en ruinas, mientras en las casas de Tauro y Leo los restos de las columnas era lo que quedaba en pie.

Shaka había detenido los avances del enemigo, salvando su Templo y en conjunto con los demás caballeros dorados habían logrado crear un escudo protector a partir de su Templo y hasta el Recinto Principal. Sin embargo, los heridos habían sido unos cuantos: Mu, Aldebarán, Milo y Camus los más lastimados.

El enemigo pareció sorprendido de la resistencia encontrada y aunque ninguno de los caballeros dorados pudo verlos si pudieron sentir las poderosas presencias que habían dejado la mitad del Santuario reducida a escombros.

-Son terriblemente poderosos – fue la lamentable conclusión de Shion, una vez que sintieron los cosmos retirarse del Santuario.

-¿Por qué se retiraron ahora? – preguntó Dokho.

-Porque Atena ha regresado – indicó Shaka apresurándose a recibir a la diosa de la Tierra para revisarla junto a Aioria y Dokho.

-¿Estuvieron aquí, verdad? – preguntó Seiya al ver la destrucción del lugar.

-Sí. Aunque no pudimos ver sus rostros. Pueden ver todo lo que destruyeron sin que hayamos podido detenerlos. Me imagino que pararon porque sintieron la presencia de Atena regresar.

-Maldita sea… será difícil esta batalla –  murmuró Shura.

                                                             *          *          *

-¡La han rescatado! – gritó Gea furiosa en medio de su Templo, mientras Urano y Pontos no se atrevían a decir nada - ¡Era imposible que la rastrearan hasta allá! ¡¡Ellos debían de estarla buscando desesperados para que el Santuario fuera un caos!! Sólo un dios podría haberlos ayudado a encontrarla más rápido. ¡Eso es!

-¿Qué? – preguntó Urano

-Otro dios los ayudó, quizás Poseidón. Ese siempre estuvo obsesionado con Atena.

-No creo que haya sido Poseidón. Por lo que sé el fue derrotado por Atena hace un tiempo y su alma fue encerrada en una vasija – indicó Pontos.

-Entonces tiene que haber sido Hades… aunque la participación de él se me hace rara. Jamás interviene en los asuntos de la Tierra y menos aún desde que Atena también lo venció – dijo Gea.

-Alguno de los dos tiene que haber sido. Sin embargo, no podemos hacer nada – fueron las palabras de Urano.

-¿No? Claro que podemos hacer algo. Después de derrotar a Atena nos vengaremos de cualquiera de los dos que haya sido – indicó Gea con desprecio – por lo menos parte de nuestro plan de destruir al Santuario fue llevado a cabo, no como lo habíamos planeado pero por lo menos es algo. Prepararemos un nuevo plan y muy pronto lo llevaremos a cabo.

                                                  *          *          *

Shun entró al Recinto Principal, después de haber sido llamado por una recuperada Saori. Habían pasado dos días desde que la habían rescatado y el Santuario estaba siendo reparado con celeridad por si se producían nuevos ataques. El joven caballero de bronce presumía los motivos por los que habría sido llamado por Atena a solas y ese motivo se llamaba Hades.

-Hola, Shun – saludó Saori con una cálida sonrisa cuando lo tuvo enfrente.

-Señorita Saori – respondió Shun con una breve reverencia.

-Ya te he dicho que no hagas eso.

-Lo lamento, Saori.

-Así está mejor. Te he mandado a llamar porque Shion me ha informado de que fuiste tú el que le pidió a Hades que nos ayudara.

-Sí, Saori. Yo lamento mucho si eso te ha molestado… pero Hades es mi amigo y no dejaré de verlo.

-¡Espera, espera! Yo no he dicho nada de que no puedas volver a verlo. Sólo quería decirte que estoy realmente sorprendida de que Hades sea tu amigo y de que haya decidido ayudarte. Creo que eso es algo que no me esperaba pero que no me molesta, por el contrario me quedo muy agradecida a ti y a él. Por favor, cuando lo veas dile que le agradezco mucho.

-¿En serio no estás enojada?

-No. Creo que dijiste algo acerca de tu vida privada cuando discutiste con Ikki. Me lo contó cierta persona a esa frase y estoy de acuerdo. Tú tienes libertad de hacer lo que quieras con tu vida personal y yo no soy quien para oponerme.

-¡Muchas gracias!

                                                             *          *          *

 Después de la charla con Saori, Shun se atrevió a abrir esa noche el portal que conectaba con el inframundo cosa que no había hecho hasta tener la opinión de la diosa.

Encerrado en su habitación convocó el portal y desapareció en su interior para desembocar en la ya conocida biblioteca de Giudecca. Hades no estaba allí, pero sabiendo que notaría su cosmos lo esperó sentado en uno de los cómodos sofás de la estancia.

Sin embargo, después de unos momentos no fue Hades el que entró sino Pandora para invitarlo a cenar. Shun se extrañó cuando no se dirigieron al comedor que él conocía de anteriores ocasiones pero no hizo preguntas hasta que llegó a un comedor más pequeño y lujoso que en donde habían cenado anteriormente.

-El señor llegará enseguida, Shun. Por favor, aguárdalo.

-Claro. Muchas gracias, Pandora.

Hades cumplió su palabra y apareció discretamente por una puerta disfrazada a la izquierda. Lo hizo con tanto silencio que Shun no notó su presencia dándole al mayor tiempo de admirarlo calladamente. Sí, Shun era irresistiblemente hermoso y quería ver sus ojos, para encontrar en el interior de ellos el amor que había visto el día anterior y que lo decidiría a jugarse el todo por el todo.

-Buenas noches – saludó en voz alta para hacer conocer su presencia, causando un leve sobresalto al menor que volteó a verlo con gesto de sorpresa y finalmente sus labios se curvaron en una sonrisa suave y etérea como todo él.

Notas finales:

¡Soy mala! XD, el encuentro entre Hades y Shun en el próximo capítulo por el mismo canal... 


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