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Fármacos por DANTE

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Notas del fanfic:

Este fic se comenzó a escribir hace algunos años, pero por cuestiones personales, abandoné el proyecto. Lo retomo porque lo encontré por accidente en la red y recordé que no siempre se escribe para uno, sino también para los demás.
No me gustan los fics donde los roles estan demasiado marcados - ¡vamos gente, son GUERREROS!-, por consiguiente, creo que esto puede diferir un poco de otros fics sobre la pareja. Como sea, espero les guste!!!

Notas del capitulo: Bueno, espero les haya agradado. Por FAVORRRRR, DEJEN REVIEWSS, SUS OPINIONES SON EL COMBUSTIBLE QUE ME HACE CONTINUAR ESCRIBIENDO. REVIEWSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS. NO LES TOMA NADA DE TIEMPO!!!! JAJAJAJA, SALUDOS
Capitulo 1: Lmite de la realidad

Sinti sobre si mismo los radiantes rayos del sol mientras caminaba fuera de la protectora sombra de los modernos edificios, dejando atrs aquel complejo de ventanas verdi-cromadas y paredes blancas.
Se senta bien, optimista.
Sus verdes ojos brillaron con an ms intensidad al tiempo que se sorprenda por la claridad del da y el azul profundo del cielo despejado.

Se sent en la primera banca que encontr y mir el sobre que descansaba sobre su mano; la bolsa de plstico que contena los pequeos frascos yaca sobre sus rodillas.
La brisa soplo suavemente sobre su cara al tiempo que lea por sexta vez las instrucciones plasmadas en la hoja que sostena.
Sonri mientras miraba el paquete. De pronto todo fue bueno, o al menos muchsimo ms prometedor a su juicio.
………As que se dio el lujo se soar……..
Cerr los ojos y levanto la cabeza mientras las esperanzas renacan en l; pens en un cielo azul, en un hermoso puerto, en una magnifica noche estrellada y… y sobre todo pens en l.
Pens en su hermano, en un departamento apacible, en ver de nuevo la tranquila colina, ir a Madrid…. en dos lunares prpuras y en una sonrisa clida, amable, siempre dispuesta….. capaz de eliminar todos sus temores.

Pero con la luz viene irremediablemente la oscuridad; y despus de los sueos, la realidad.

Abri los ojos, cansado de las jugarretas de su mente, regresando involuntariamente al pasado; frente a los esmeraldas ojos desfil una lista grafica de sus acciones y de los afectados.

Sinti como el nudo en la garganta se formaba; dentro de su cabeza los rostros volvan a l al tiempo que masoquistamente hacia un resumen de todos los sufrimientos que haba causado.

Sus piernas temblaron al reclinarse sobre s mismo, escondiendo su cabeza entre las extendidas manos; varias lgrimas humedecieron el pavimento bajo sus pies.

Y es que saba que lo que haba hecho era mucho ms que miserable….

Record un reflejo suyo en el espejo…. varias voces familiares gritando su nombre con distinto grados de odio y dolorosa desesperacin, que combinadas, lograron que las sombras cubrieran su mundo…… y de nuevo, esa voz, que era capaz de helarle completamente, son dentro de su cabeza cnicamente.

“…..Hola…. sigues ah?....”

Neg con efusividad, pero no poda negar que la haba odo.
Las lagrimas caan entre sus zapatos al ritmo que los rostros de sus compaeros de armas pasaban revista en su mente.
Cuntos no haban muerto por l?, Cuntos no haban tenido que renunciar a sus sueos por su estpida condicin?!.... y l haba sido en parte culpable. Culpable por dejarse llevar por el dolor y la depresin.

Sonro, si es que a esa mueca de dolosa irona se le puede calificar como sonrisa.
Al final todo haba cambiado exceptuando aquel sentimiento de soledad que le embargaba sin previo aviso… eso y aquella voz…..

Y de nuevo, odi que le hablara desde l mismo, aborreci a aquella voz que susurraba frases que cada vez adquiran ms sentido…. Odi su propia voz y se odi a s mismo.

Entre su abdomen y sus piernas sinti el paquete lleno de frasquitos.
La gente pasaba a su alrededor, dirigindole miradas interrogativas por las lgrimas que corran desde sus ojos; a Saga eso no le importaba.

Se mordi el labio y se enderez levemente, slo lo suficiente para que en su campo visual se incluyera aquella bolsita llena de frasquitos.
Sinti la inseguridad recorrer sus manos y el miedo sustituirlo despus.

“…. Y si no?!..... y si todo vuelve a ser igual!?....”

Su abstraccin era tal que los pasos a su alrededor le tenan sin el menor cuidado, por lo que no recay en la presencia de quienes tenia al lado hasta sentir la afectuosa mano sobre su hombro.

El toque fue delicado, suave, con un sello nico de paz y calor que le sac de sus lgubres pensamientos al instante; la sonrisa de la joven a su lado solo confirmaba lo que l ya saba.

“Es simplemente hermosa, en un sentido ms que externo….”

- Y bien?... Cmo te fue?-
Una brisa le sigui a la frase pronunciada por la dulce voz de la peli morada, revolviendo sus cabelleras; al contrario de Saga y Sahor, la corta melena castaa de Sagitario se movi slo un poco.


- Bien…- respondi, apenas audible, tratando de ocultar sus sentimientos; la blanca sonrisa del otro griego le dio confianza.
- Perfecto, la siguiente cita est programada para dentro de dos meses- dijo Sahor al tiempo que retiraba la brillante mirada de las enrojecidas esmeraldas de Gminis.
A lo lejos un nio pas corriendo y se perdi entre las verdes jardineras que adornaban la clnica psiquitrica; la mujer se irgui elegantemente, quedando justo a la altura de los ltimos botones de la chaqueta que Sagitario portaba.

- Es un bonito lugar – coment distradamente el castao, dando tiempo a su amigo de reponerse de las ultimas lagrimas que se amontonaban en sus verdes ojos.
Sahor pareci no recaer en ellas; Athena era realmente sabia.

La agradable banca situada dentro de las reas verdes de aquella clnica no daba espacio para los tres, as que Aioros opt por perderse, al igual su diosa y su amigo, en sus pensamientos mantenindose de pie, consciente de que la solidaridad no se expresa siempre con palabras.

El brillante sol comenzaba menguar y la sombra del pequeo rbol frente a ellos cambio de ngulo casi imperceptiblemente; el guardin de la tercera casa perda su melanclica mirada en el horizonte, la diosa de la sabidura, sentada a su lado, cruzaba las piernas apaciblemente, y el regente de Sagitario esperaba sin prisa de pie; todos disfrutando del silencio.

Un sonido rtmico interrumpi los pensamientos de aquel singular tro; sobresaltada, la joven rebusco entre su bolsa para despus llevarse a los odos el moderno celular.
-Disculpen- dijo apenada mientras se pona en pie y se alejaba de los dos hombres al tiempo que se enfrascaba en una conversacin con un socio importante de su empresa; su lugar fue ocupado por el arquero segundos despus.

- Lo que ms me sorprende es como puede llevar ese estilo de vida, es decir, ser la reencarnacin de la diosa de la Sabidura y al mismo tiempo lidiar con hombres tan avaros como los de la compaa- el bromista tono de Aioros le hizo sentir en parte mejor y en parte peor- mmmm, veo que tienes todo un horario que seguir-
La observacin de su amigo hizo que no pudiera quedarse en silencio ms tiempo, pero esta vez y para su alivio, su voz no se entrecorto.

- Si, je… es de lo ms divertido- se quej levemente el geminiano, queriendo seguir el tono bromista de Aioros.
- Divertido seria que te prohibieran comer dulces Sagita, eso te acabara- respondi frescamente Sagitario. Su cabello quebrado era iluminado por los destellos solares que se colaban por las hendiduras de las hojas del rbol que les brindaba sombra.

…Pero para su triste sorpresa, el arquero dorado confirm al voltear que el continente de su compaero era an ms melanclico que otras veces.
Lo pens unos segundos, indeciso, pero al ver los cristalizados ojos de su mejor amigo, que hacan juego con el leve temblor de sus manos al sostener la bolsa de medicamentos, su duda desapreci.

Tal vez no era la mejor idea, pero aunque ese fuera el caso, mientras tena bajo su abrazo al aturdido Gminis, igual susurr con amistad verdadera las frases que dict su corazn.
- Ahora todo est bien… y pronto estar aun mejor- Saga se movi bajo sus brazo, tratndose de liberar, encontrndose con que si bien su fuerza era considerable, la de Aioros no era inferior.
- Por qu haces esto?... despus de todo lo que te quite, despus de todo lo que te prive… - su voz se volvi a quebrar y Sagitario sinti la humedad de las lagrimas de su amigo - …. Te lo quite a l…-

Una punzada de dolor le atraves el corazn al hermano del len dorado, punzada recurrente siempre que recordaba ese aspecto de su vida… ese suceso, pero el leve gemido del caballero que se hallaba bajo su abrazo y el casi inexistente calor de ste propiciaron que el arquero formulara la respuesta correcta: la verdad.
- Por… porque eras m mejor amigo…. y an lo sigues siendo-
- Por los dioses te mande asesinar Aioros!, y por si no fuera poco, fue a manos de Sh….- pero una mano firme le impido seguir con su auto flagelacin.

De pronto se encontr con los verdsimos ojos de su amigo mirndolo fijamente, exigindole toda su atencin.
- Escchame Saga… si, lo hiciste, lo mismo que muchas otras cosas… pero ya es suficiente!- Saga pas saliva y observ como el moreno agitaba delante de sus ojos la bolsa de medicamentos psiquatrcos varias veces- vas a estar bien, costara trabajo, s, no ser fcil, pero estars bien…. y-y volvers a ser el de antes, a ser como eras antes de que Arles llegara- los ojos esmeraldas se abrieron de sorpresa al divisar las lagrimas que se formaban en los ojos de quien lo segua sosteniendo con fuerza - …. Sonreirs como antes, porque se va a ir!... y despus, despus veremos qu hacemos con “ellos”, veremos qu hacemos con la cabra....y con Aries…- la quebrada voz del castao ceso, al tiempo que diriga su mirada unos centimetritos ms abajo, pasajeramente triste, pero atento a las reacciones de Saga.

La frase rond en su cabeza varias veces, hasta que termin de comprenderla; por la juguetona mirada que ahora le lanzaba Aiorios supuso que su expresin deba ser ms que reveladora.
- ….C-como lo sabes?, es decir, yo no…yo no he…Mu nunca…-
La risa de su amigo lo call.
- Hay Gminis, entonces estaba en lo correcto, pero bueno…antes de pensar en eso o en la cabra tenemos que ocuparnos de que sigas tu tratamiento como es correcto, ok?-
El peliazul asinti.

Ambos hombres sonrieron, y al tiempo que estrechaban sus manos con fuerza, sus ojos brillaron, optimistas y agradecidos de tenerse de nuevo uno al otro…. De tener a un amigo sincero y poder hablar de los problemas del otro en plural.

Por eso, cuando ya dentro de la limusina que los llevaba al Santuario en compaa de Sahor, pasaron junto a un gran letrero de una carnicera que venda carne de carnero y cabra, rieron de buena gana, an bajo la interrogativa mirada de la divertida Athena.

El vehculo negro desplazndose ligeramente por la rocosa carretera, el mar agitndose al final del barranco…. y la bolsa llena de frmacos descansando a un lado de un peliazul determinado a que su vida fuera de nuevo lo que de no haber conocido nunca esa voz dentro de l habra sido…. toda suya.

Libre de la otra personalidad.... libre de Arles.
Notas finales: Todo puede resumirse a una sola frase: DEJEN REVIEWSSSSSSSSSSSSSSSSS POR FAVORRRRRRRR.!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! VAMOS, NO LES QUITA NADA Y LES PUEDE DAR MÁS DE …STO.

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