Hoy cumplo seis meses de embarazo, Miyavi esta en una gira por América va a llegar cuando cumpla mi séptimo mes de gestación. Me siento solito, es ahora cuando necesito un novio que me atienda y esas cosas deseo estar en la compañía acompañado de mis amigos, pero no puedo salir ¿y saben por que? Porque simplemente el doctor me dijo iba a tener dolores pélvicos y los estoy teniendo además de este insoportable dolor de espalda, me duelen los pies estuve barriendo y trapeando el piso de la cocina, de la habitación y la sala de estar quede mal.
Ahora tengo que atenerme a las consecuencias de mis actos mi vientre esta más hinchado que antes, mucho más ahora me pica, y me tengo estrías en la parte baja del estomago pero solo son poquitas ya que con las cremas que me echo no me salieron tantas como a otras embarazadas o embarazados.
Este bebe a estado pateando desde la mañana, de verdad que es muy inquieto se parece al Inquieto solista que tiene como “Padre”, hablando de él lo extraño mucho quiero que vuelva ya de esa gira y que esas fans dejen de tirarle peluches y regalitos que se que Miyavi traerá a la casa y los guardara no sé dónde.
Estoy muy cómodo recostado en el sofá grande de cuero a lo largo, cuando comienza a sonar mi celular que estaba en la mesita de centro, me siento como puedo en el sofá y contesto el celular.
-Aló – contesto sin mucho apuro.
-Hola amor, ¿Cómo estás? – saluda una voz muy conocida para mí.
-Miya-chan, bien ¿y tú? – le pregunto feliz de que me haya llamado por quinta vez en el día.
-Bien, ahora que escucho tu bella voz – dijo, y me hizo sonrojar.
-Tonto, ¿Cómo te ha ido?
-Bien…aunque igual hay mucho que hacer, mañana como es viernes me voy a Argentina y luego paso a Chile…que asco de país xD (broma, broma)
-JaJa – escucho una voz por el teléfono de Miyavi, una voz de señor mayor creo que es su manager.
-Amor…
-¿sí?
-Perdóname, pero me tengo que ir u__u
-a no te preocupes, adiós te amo.
-Yo igual, tú sabes al infinito y más allá – dicho esto me colgó, yo volví a dejar mi celular en la mesita y me recuesto otra vez en el sofá.
-Aaah… - suspiro largo, muy largo – que aburrido es estar solito u__u – me quede dormido.
Estaba en una sala blanca, en una camilla a mi alrededor millones de señores en batas color celeste con mascarillas y un gorro que tomaba todo su cabello, un señor estaba con un cuchillo de filo pequeño acercándose lentamente a mi gran vientre, yo no quería que esa cosa tocara mi barriga, no me habían ni si quiera puesto anestesia ¡No! Me va a doler y ¿Qué le iba a pasar a mi bebe así? ¡no, no y no! No quería, comencé a patalear pero unas señoras de blanco, con un sombrerito pequeño en sus cabezas y una cruz roja sujetaron mis brazos y piernas dejándome completamente expuesto. Ese cuchillo se acercaba a mi vientre y ya sentía su filo en mi estomago, por favor no, comencé a llorar cuando sentí el filo de esa cosa abriendo mi estomago.
-¡NO! – grite sollozando, ayándome de nuevo en la sala de mi casa. Me puse a llorar a moco tendido tengo miedo, no quiero llegar al parto me va a doler ¿Qué voy a hacer? No quiero que me duela. Seguí llorando unos minutos más hasta que ya no me quedaban más lágrimas, mis ojos estaban hinchados de tanto llorar.
Mejor no seguí durmiendo, tal vez de nuevo tendría esa pesadilla y no quiero meterme más miedo en la mente mejor saldré a pasear un rato para despejarme.
Este día hacia mucho frio, ya se me habían pasado los dolores. Tome una chaqueta de lana y me la puse, Salí de la casa y camine a un parque gigante que había cerca de la casa de Miya-chan cuando llegue me senté en un banquito a ver a los niños jugar, unos perritos jugar y a dos parejas sentadas bajo un árbol.
Sentía el viento acariciar mis mejillas y mi pelo, eran así suaves como las caricias de mi amado Miyavi, lo extrañaba tanto, los extraño cada día, cada hora y cada minuto. Miya-chan te extraño, amo hasta a tu ausencia pero prefiero amarte cuando estas a cuando no.
Vi una pelota con dibujos simpáticos de Bob esponja y cosas infantiles acercarse rotando a mí la atrapo con uno de mis pies antes de que siga rotando hasta la calle, un pequeño niño se me acerca.
-Culpe tol (Traducción: disculpe, me puede entregar la pelota) – me dijo el niño, se notaba que era un pequeño de dos o tal vez un año pidiéndome la pelota, así que se la entregue con una sonrisa en el rostro – Io (Adiós)
-Que tierno – me digo a mi mismo, vuelvo mi mirada a los niños jugando se ven tan lindos. Me pase la tarde observando a las familias y todas esas cosas, cuando vi que el cielo de ponía color rojizo o anaranjado vi la hora y eran las 7:3O maldita sea la hora que se pasa volando.
Me levante del cómodo banquito y me fui a la casita.
Cuando llegue todo estaba tan tranquilo, que me hacia extrañarlo mucho más, ya me había acostumbrado a su bullicio y a sus chillidos. Me saque la chaqueta de lana y lo colgué en la percha que estaba en una esquina cercana a la sala, fui a la cocina puse a hervir el agua hacia un frio, tenia entumidas las manos, las mejillas y nariz heladas.
Cuando estuvo hervida el agua me serví un café descafeinado y le eche el agüita caliente, me fui a la sala me acerque a la ventana corrediza y puse una silla para ver mejor por la ventana el clima un poco nublado para mí que se va a poner a llover.
Que día más aburrido, latoso, monótono y nostálgico… ¿Qué estarás haciendo Miyavi?
{Lejos de Japón, para ser exactos en Montevideo – Uruguay}
En una cama gigante, la habitación de un hotel un pelinegro se daba vueltas y vueltas en la cama, no podía capear el calor que hacía en esos momentos por mas que se destapara, por más que se tirara viento con sus manos o por mas que se desnudara de la parte de arriba no podía dormir, definitivamente a la mañana siguiente amanecería con unas ojeras horribles.
De tan solo no poder dormir se tuvo que levantar, dirigirse al jacuzzi (si jacuzzi O__O) abrir la llave para que esa gran tina se llenara y cuando estuvo llena se metió agradeciendo el huequito que había en una esquina para colocar la cabeza en el, se sentía en las nubes solo le faltaba un grande y bello detalle, su monito, su Shou, su bebe con cara de conejito.
Se sentía triste desde que se fue a su gira sentía aburrimiento, soledad, la nostalgia que nunca falta y extrañaba mimar a Shou simplemente lo extrañaba entero, sentía como si le faltara un pedazo de kokoroloco (Kokoro, corazón) un pulmón, le faltaba su complemento, le faltaba la mitad del oxigeno o sea todo (ya me puse wna xD)
Al salir de la tina se envolvió en una bata que estaba colgada en la percha del baño se amarro bien la cinta y salió del baño. Se dirigió hacia la un mini-frízer, sacando de él una lata de bebida bien helada, la tomo y bebió un gran sorbo de ella.
Saco su celular para ver la hora, eran las 2:14 de la madrugada “que rico” pensó él, recordando que se tendría que levantar a las 6:OO para tomar el vuelo a Argentina, así que cuando termino de beberse el liquido se la lata, boto ese producto no orgánico en la basura y se fue a la cama intentando dormirse, cosa que si logro esta vez.
{Mientras en Japón, en la casa de Miyavi y Shou}
Ya se esta haciendo de noche, mejor me voy a dormir a la cama…aunque prefiero dormir en el sofá ya que raramente lo encuentro cómodo, me dirigí a la habitación para solo tomar una manta y mi pijama que solo se trata de una polera musculosa y unos shorts color blanco al igual que la polera.
Me acurruque en el sofá, prendí la Tv, pasaba por todos los canales, casi todo estaban aburridos hasta que llegue a una película que creo se llama “quédate a mi lado” trataba de Una joven que se caso con un señor mayor y que la esposa de este tiene dos niños pero la mami de ellos le da cáncer, en el transcurso de la historia la mamá y la joven se afianzan más y al final no termina siendo una película muy trágica.
Ya después de eso no supe más del mundo…
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