- ¿Alguno de sus familiares sufre enfermedades como hipertensión, diabetes…?- pregunto una voz monótona
- No doctor- contesto una voz de señora mayor, y por que no decirlo, lenta.
- ¿Sus padres siguen vivos? ¿De que murieron?
- Mi madre murió en un accidente y a mi padre le dio una embolia, doctor
- Mmm…- cielos, cada cosa que dice uno, a ver, tranquilo, si no Cuddy me aumentará las horas de clínica- ¿Se conoce hipertensa?
- No doctor
- ¿Toma algún medicamento actualmente?
- Hidralazina doctor.
- …- ¿Por qué solo a mi me tienen que hacer perder el tiempo de esta manera?- ¡¡siguiente!!
- ¿Por qué acude a consulta?
- Es que hace 4 meses un insecto me pico en la rodilla derecha, y ambas se me hincharon muchísimo
- Yo las veo muy bien
- Si, pero se me hincharon, ¡y me dolía horrible¡
- ¿Le han disparado en una pierna?
- Pues… no
- Entonces no se queje que lo de usted no es nada grave- hojeo un poco el expediente- aquí dice que esta siendo tratada por el alergólogo ¿Qué alergias tiene?
- Al polvo, al polen, a los animales, a muchos alimentos, a los cosméticos, a los insectos…
- Aja, ¡bingo! ¿y por casualidad se tomo su medicamento cuando fue picada?
- No doctor, ¿Por qué la pregunta?
- ¡¡SIGUIENTE!!
Y así hubieran seguido dos horas de infernal clínica, de no ser porque House salio corriendo (claro, como pudo) de ahí arrojándole los expedientes a la enfermera.
- ¡¡House!! ¡Deberías de estar en clínica!- reclamo Cuddy cuando por fin pudo encontrarlo, caminando hacia su despacho
- Y tú deberías de usar un escote menos provocativo, o por lo menos cambiarte el corpiño a un color menos feo. Vamos, lo último que pude soportar fue a la paciente con ides, no puedes regresarme a esa tortura
- ¡claro que puedo, soy tu jefa! Y como tu jefa te asigno un nuevo caso
- No lo hare- nego con más enfado del normal
- Por supuesto que lo harás, ten- ordena dándole el expediente- paciente masculino de 8 años con hematemesis, ictericia y deterioro del lenguaje, tu equipo te espera.- habían llegado a la oficina de House, abrió la puerta y ahí se encontraban sus patitos de siempre, con el marcador recién usado y la pizarra mostrando un nuevo síntoma: demencia.
- Ahora ponte a trabajar que por algo te pago- continuo Cuddy, saliendo de la oficina, y al estar sola, continuo- y espero, que por tu bien, te reconcilies con Wilson de una buena vez.
¿Qué más podía hacer por aquel niño sin esperanza alguna?, sintió como si esa pregunta hubiera sido hecha mucho antes, y muy cerca de él.
- La próxima vez que alguien tome mi plumón sin autorización… bueno, estoy tan harto que no se me ocurre nada sarcástico en estos momentos. Quiero una BH, un general de orina, una química sanguínea y una prueba de funcionamiento hepático. Y mientras lo hacen no me molesten, que el porno por Internet no se ve solo.
El equipo salio y House decidió terminar la importantísima tarea de subir el nivel en su nuevo juego de video, los sonidos eléctricos sonaban en aquel lugar vacío, de pronto, la puerta dejo entrar a un niño que vestía su batita de exploración con pequeños ositos de peluche dibujados, vaya que con ver a una persona le pueden amargar la vida a uno.
El niño miraba atentamente al señor al frente de él, unos ojos tan azules que era muy difícil describirlos con palabras, y a la vez él miro los ojos del pequeño, los cuales de cierta manera imponían, la oscuridad del lugar les daba una tonalidad extraña, unos ojos negros con un anillo color rojo alrededor…
- Wilson…
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- ¡¡¿Qué son tan imbéciles que no pudieron ver que el niño tenia La enfermedad de Wilson?!!- gritaba House hecho una furia
- Pero el niño tiene los ojos cafés, el anillo no se veía a la luz- reprocho Cameron- ¡Y con la ictericia menos!
- Por eso son médicos, para poder distinguir una cosa de otra, así que denle Galzin y dejen de molestar. Y ni se les ocurra no hacer las pruebas que le mande hacer, que quiero desquitar el dinero que Cuddy no gasta en darme mas Vicodin, además que sirve para corroborar el diagnostico.
Que día mas tedioso había tenido, no supo como termino frente a la cama del pequeño paciente, el cual miraba el techo como si fuera lo más interesante del mundo, dio tres vueltas a su cabeza y de forma enfermiza volteo a ver a House.
- Yo no puedo ver nada ¿Tu también eres ciego?
- Parece que tu enfermedad ha avanzado…
- ¿Tú estas enfermo al igual que yo?- House se sorprendió a la pregunta, y porque no decirlo: yo también estoy enfermo de Wilson…
- Y también estoy loco y perdido, al igual que tú.
“¿Qué mas podía hacer por ese niño sin esperanza alguna?” se repetía James una y otra vez, verlo drogado y deprimido todos los días no era un concepto preciso de felicidad, llegaba a ser muy desgastante tener que convivir todos los días, pero por algo aun no se cansaba, por algo seguía haciéndolo y reconfortándolo aunque su pequeño niño no se diera cuenta de ello, pero ni él mismo sabia porque seguía con ese circulo vicioso, sin un principio y ningún final de 10 años de evolución, tomaba velocidad, y sin dar muestras de ceder, laceraba su interior.
Espero frente al ascensor hasta que la puerta se abrió, y ambos, Wilson y House, se miraron sorprendidos.
¿Cuánto durarían sin dirigirse la palabra? ¿Sin tomarse de las manos? ¿Sin ser tan testarudos uno con el otro?
No mucho…
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