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Amistad disfrazada por Caitlin

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Porque somos amigos

-¿Alguna duda en cuanto al plan?

-Bueno, si… ¿Cuál es el objetivo de esto?- No importaba las veces que lo repasarán, en lo personal le seguía pareciendo bastante estúpido, aunque el chico tuviera un elevado coeficiente intelectual, a veces parecía faltarle sentido común.

-Cuando hayamos descubierto la red de pederastia que maneja- Le explicó Ciel jugando con unos dardos- sus Empresas se vendrán a pique, es lógico pensar que una parte se la quedará el gobierno, pero las acciones que los socios liquiden en su desesperación por no verse involucrados en el escándalo, tendrán un precio bastante bajo. Es ahí, donde yo entró y las compró…eso será suficiente para fundar mi propia Empresa, pequeña por ahora, pero algún día…

-Será incluso mas grande que la desaparecida compañía Phantom.- El chico se lo había dicho cientos de veces, lo decía con una firmeza y seguridad que había momentos en los que incluso llegaba a creerle.- ¿Y no hay una manera mas práctica de conseguirlo?

-Si no te lo juegas todo, no puedes ganar.- Dictaminó poniéndose de pie y buscando entre su armario, le lanzó un par de tarjetas a Sebastián.

-¿Qué es esto?- Cuestionó revisando los documentos.

-Inscripciones para un torneo de ajedrez, siendo más preciso para el campeonato nacional.

Sebastián las hojeo, alzó una ceja como muestra de que no comprendía.

-Necesitamos alejarnos unos días de la ciudad para actuar libremente.- Explicó el chico hablándole como si la obviedad del asunto, no quedará demostrada.

-Y tu plan es que durante el día juguemos ajedrez y la noche seamos detectives.- Si no fuera un niño, le habría golpeado.

El menor asintió sonriente, Sebastián se puso de pie, le entregó la hoja de regreso y con firmeza le dijo:

-Me niego, la próxima semana habrá evaluaciones, torneo de natación y Chisé  cumplirá años.

-¿Y…?

-Tengo responsabilidades, no como tú.- Midió  muy bien el tono y énfasis que le daría,  podía evitar el que su obstinado amigo se metiera en problemas; una vez que el plan diera inicio, no habría vuelta atrás.- La vida no es un juego…

-Sebastián- Llamó Ciel, sosteniéndole la mirada- ¿Hace cuánto que nos conocemos?

El mayor no respondió, el plan había fallado; sintiéndose derrotado pero sin dejarlo entrever respondió.

-8 años.

-¿Y crees que no se cuando estas fingiendo?

-Sólo intento evitar que hagas estupideces, pero si quieres arrojarte a la boca del lobo. ¿Quién soy yo para impedirlo?- Observó como una sombra de tristeza oscurecía el rostro sarcástico de Ciel- Si yo no recupero la fortuna de los Phantomhive, ¿Quién lo hará? Soy el último descendiente y no tengo a nada ni a nadie que me apoye.

Pese a que Sebastián era el primero dispuesto a marcharse, Ciel salió antes de su recamara.

-Tienes razón- Le dijo amistosamente, al margen de la puerta- No tienes ninguna obligación para conmigo, me encargaré de esto por mi cuenta. Sólo te pediré que no te inmiscuyas en mis asuntos. Te veré luego.

-Ciel…- Exclamó sin comprender porque le habían pegado tan hondo esas palabras, se sintió igual que cuando rechazaba a una chica linda, a excepción de que Ciel no era ninguna agradable jovencita, bueno, eso quería creer.- Esta bien, tu ganas…Te ayudaré, pero cuando las cosas se pongan feas no quiero verte llorar.

-¿Me das tu palabra?- Cuestionó con expresión monocroma, dándole la espalda.

-Si.- Ciel rió durante algunos segundos, su risa suave pronto fue reemplazada por su confiada voz- Imaginé que dirías algo así. Hasta mañana.

Bueno, Ciel había ganado una vez más.

***************************

-Ya te dije que sólo será  por unos días.- Estaba mas que fastidiado de explicarle a su novia las razones de su inesperado viaje- Cuando regresemos, haremos algo para celebrar tu cumpleaños y de paso nuestro aniversario.

-No es justo, eres mío…no de ese niño.

-¡Sebas-chan, es mío!- Interrumpió Grell, Sebastián no tardó en empujarlo; estaba mas que abrumado, del lado derecho tenía a su novia Chisé y del izquierdo a Grell, pensó en que el único que faltaba para completar el cuadro era Ciel.

Y no tardó en ver como el pequeño se aproximaba, junto a su mejor amiga Lizzy. Es cierto que el pequeño era muy popular entre las chicas, pero la única a la que soportaba era a esa niña rubia de voz empalagosa; el también le conocía desde pequeña, aunque su lazo no era tan fuerte como el que compartía con Ciel.

Su cocinero le acompañaba, cargando con la mayor parte de las maletas.

-¿Qué tanto llevas ahí?- Cuestionó Grell sorprendido ante el tamaño de las 5 maletas del más pequeño.

-No te interesa.

-No me digas que tu y Sebastián…- Chisé fue ahora quién le abordó- ¡No puedo creerlo! Eso es tan indecente…

-Si…Sebas y yo vamos a hacer “muchas”- Puso especial énfasis en la palabra, sonando incluso indecente para un niño de su edad- cosas juntos, en la cama…Es decir, además de dormir.

-¡Cállate!- Sebastián le tapo la boca; cuando se lo proponía Ciel podía llegar a ser realmente insoportable.

-Si es que lo niega, es verdad- Proclamó Lizzi un tanto sonrojada de solo imaginarlo.

-Ya basta de juegos- Anunció Ciel con pose seria, después de todo, solo tenía 12 años y a veces también tenía ganas de jugar- No importa cuanto lo imaginen, no habrá nada. Además…Sebastián ronca cuando duerme, ¿Cómo podría dormir en la misma habitación que él?

-Yo no roncó- Negó el mayor “asesinándole con la mirada”. Tal vez no lo admitiera en voz alta, pero tenía una alta autoestima.

-¿Y como sabes que no?- Inquirió Ciel en un tono perverso- No puedes escucharte cuando duermes.

-Bueno, otras personas tienen la mala costumbre de hablar dormidos. ¿Verdad, Ciel?- Había dado en el punto clave del chiquillo, sus pesadillas.

El menor se encogió de hombros y alzando el mentón con gesto orgulloso dictó.

-Vámonos.- Si continuaban así, ese grupo de “conocidos” terminarían conociendo todas sus intimidades, cosas que solo Sebastián sabía.

Abordaron el autobús entre peleas de Ciel, quién discutió un largo rato por subir al menos tres maletas, finalmente consiguió que al menos le aceptarán dos.

-¿Por qué viajamos en autobús?-Le pregunta a Sebastián quién había insistido en ese medio de transporte, en lo personal hubiera preferido haber tomado un avión, en lugar de pasar 1 día entero sentado al lado de Sebastián.

-Quiero observar el paisaje, es todo.

El menor lanzó una mirada furiosa, seguramente el único objetivo era molestarlo.

-Hace frío.- Afirmó Sebastián colocándole una bufanda al pequeño- No quiero que te resfríes antes de la competencia.

-¿Ese es tu único objetivo?

-Si no ganamos, no habrá valido la pena…-Exclamó mirándole fijamente, el gesto fruncido del menor le gustaba- Yo odió perder. Abre la boca.

-No esperas que lo haga.- Replicó con evidente indignación.

-Ábrela.

-No lo haré.

-¡Ciel!- El menor refunfuño un par de veces y finalmente aceptó bajo la amenaza de que le obligaría sino accedía.

Echo una pastilla, y disfruto la mueca desagradable del pequeño.

-Tanaka me dijo que te diera esta pastilla. Dice que es un remedio que fortalece el Sistema.

-Sabe horrible.

-Lo sé- Y no pudo evitar sonreír satisfecho con la venganza.

*****************************

Ciel lo sabía, algo no andaba bien ahí. Las cosas no deberían haberse desviado tanto del punto original, en apariencia su plan había sido perfecto…sin fallas de ningún tipo, pero si hubiera sabido que le seguían la pista desde hace algún tiempo, no lo habría arrastrado hasta ahí.

-Déjenlo ir, por favor- Pidió desesperado, no soportaba más, ver como golpeaban a Sebastián…era demasiado, podían hacerle lo que quisieran con el, pero no a su amigo.

-El último Phantomhive- Un hombre se le acercó y tomándole de la barbilla se le quedó viendo; Ciel contuvo la mirada, si demostraba lo aterrado que estaba, podía darse por muerto.- ¿Dónde esta el diamante?

-Yo…los llevaré con él, si lo dejan ir. –Respondió pasivamente, negociando como todo un adulto- Si dejan ir a mi amigo, yo les llevaré hasta el diamante, pero si…

-¿Cómo sabes que mantendremos nuestra palabra? No eres más que un niñito mimado…

-Yo solo quiero que me dejen hablar con él, cinco minutos serán suficientes.

-Tienes tres- Empujo a Ciel hasta Sebastián quién yacía atado a una silla, le paso la manos por el rostro.

Se sonrieron como siempre, esa sonrisa que parecía decirles que todo iba a estar bien; Ciel recordó las veces en que Sebastián le había reconfortado, momentos tan oscuros que temblaba de sólo recordarlo.

-Vete de aquí, les daré lo que quieren y me dejarán ir.

-No puedes mentirme, Ciel…ellos te matarán tan pronto tengan lo que buscas.- Ciel sonreía, lo había visto muchas veces llorar, y otras mas reír de manera sarcástica, pero solo una vez con esa melancólica sonrisa.

Todos los asistentes al funeral ya se habían ido hace mucho, la torrencial lluvia había obligado a la mayoría a irse temprano.

Sebastián se acercó al pequeño, llevaba horas de pie, en la misma posición, sin mediar palabra o siquiera llorar; sus ropas estaban mojadas y su mayordomo temía que se fuera a resfriar o peor aún, le diera un ataque de asma.

-Ellos están muertos, nunca van a volver a hablarme.- Sebastián se perturbo ante la frialdad de la voz, nunca había escuchado a Ciel tan triste. No encontró palabras para consolarlo, se limitó a quitarse la chaqueta y cubrirlo, lo atrajo hacia si y le abrazó.

-Nos quedáremos aquí todo el tiempo que desees, no te obligaré a volver sino quieres.

Ciel alzó la cabeza para encontrarse con la mirada del adolescente.

-Te vas a enfermar, vete. ¿Por qué te quedarías conmigo toda la noche?

-Porque eres mi amigo.- Respondió sin pensarlo, Ciel le sonrió y después lloró…lloró durante horas.

-Puedes huir de aquí sin mi ayuda, Sebastián. No me hagas repetirlo, es mi culpa y…- El tiempo se le agotaba, no quería mostrar debilidad.- Sino lo haces, me enojaré.- Su tono de voz encajaba a la perfección con sus palabras, ni el mismo lo creía.

-¿Por qué lo haría?

Ciel sonrió y susurrándole al oído  respondió.

-Porque somos amigos.

 

 

 

 

Notas finales: Un poco mas de historia.

Ciel y Sebas se conocen desde hace mucho aqui, así que se dan la libertad de bromear y hacer tonterías; como verán Ciel no ha sufrido tanto como en la serie.

La novia de Sebas, no tendrá gran importancia y en el proximo capi narraré como es que se metieron en problemas.

Gracias por sus comentarios, en un momentos les respondo.

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