Los rayos del sol comenzaban a acariciar lentamente el País del Fuego, era de mañana y los pobladores del inmenso país recién comenzaban a despertarse y a comenzar con sus normales actividades, casi todos ellos eran vampiros excepto por algunos que eran otro tipo de seres que vivían en ese país de forma pacífica, después de todo cualquier ser vivo era bien recibido en ese país, a menos que sea un licántropo claro.
Pero aunque recién los súbditos comenzaran a despertar, en el castillo, específicamente en la biblioteca, que era un lugar oscuro y alumbrado solo por luz artificial, lleno de libros y algunos objetos extraños se podía ver al joven príncipe sentado leyendo una de los más grandes libros, a su lado, caminando en círculos y hablándole estaba su sensei, un peliplateado adicto a los libros eróticos, resumiendo, un pervertido.
_ Es por eso que aquellos seres que son alterados genéticamente son llamados híbridos y particularmente pienso que son
_ Repugnantes – concluyó el azabache pasando las páginas – pienso igual… no puedo creer que exista un reino de esos seres y que mi padre tenga alianzas con ellos
_ Si… bueno así son las cosas… solo espero que tu hermano sea más cabal – dijo tranquilamente acercándose al azabache y pasando la página.
El era el encargado de enseñarle algunas cosas, después de todo, el príncipe además de aprender cosas que toda “princesa” debía saber también tenía que ser una persona ilustrada y la verdad era que tenía muchos sensei pero el único de su misma raza y de su completa confianza era el peliplateado, Kakashi Hatake.
_ Siguen licántropos… nunca me has hablado de ellos – dijo tranquilamente evitando que el mayor pasara la página – enséñame
_ Dudo que tu padre deseara que supieras de ellos
_ Si pero ¿desde cuando obedeces a mi padre? – dijo dándole una media sonrisa y era la verdad, Kakashi no seguía estrictamente todas las reglas y entre las que rompía estaba principalmente la de tutear al joven príncipe y enseñarle algunas artes vampirescas, lo cual definitivamente era prohibido pero a Kakashi le valía un gorro eso.
_ Verdad – dijo soltando delicadamente su mano – bueno… pasa las páginas hasta que veas la imagen de uno
El azabache lo hizo hasta ver algo que lo hizo abrir enormemente sus ojos, en esa página de podía ver la imagen de un ser monstruoso, era enorme, de ojos rasgados y con la pupila alargada y de un color rojo como la sangre, estaba parado en dos patas, enormes caninos, colmillos la verdad era que no podía saber lo que eran, garras grandes que seguro podrían desgarrar cualquier cosa y un cuerpo lleno de pelos que podía asemejarse al de un lobo, eso confirmaba que la vulgar forma de llamarlos era correcta – hombre lobo – susurró
_ Bueno los licántropos o como se los llama vulgarmente “hombres lobo” – decía mirando la imagen – son seres que tienen rivalidad con nuestra raza, ellos viven en Konoha que extrañamente es nuestro país vecino, ambos somos países costeros es decir…
_ Tenemos salida al mar… ya sé – dijo recargando su rostro en su mano y mirando fijamente la imagen.
_ Exacto, y después de la guerra Sharingan que pasó hace 100 años se creó un precipicio que separara un poco ambas naciones… tal vez algún día te lleve a que lo conozcas… te gustaría mucho- sonrió mirándolo
_ Seguro… si mi padre me dejara sería un milagro… bueno sigue
_ Bueno la idea es que los licántropos son…
_ Seres de la oscuridad, unas bestias salvajes y asesinas que solo tiene un objetivo: matar a las vampiros y a cualquier ser – cortó al peliplateado una voz fría con un tono que hizo ponerle los pelos de punta al azabache.
_ Hermano – dijo mirando hacia la oscuridad y encontrándose con unos ojos rojos que miraban fulminantemente al Hatake.
_ Kakashi… pensé que mi padre te había dicho claramente que el tema sobre esas bestias estaba prohibido y que mi hermanito no debía saber de ellos
_ Itachi-sama lo sé pero
_ Yo se lo pedí hermano – intervino el azabache poniéndose de pie – Hatake-sensei no deseaba decírmelo pero yo lo obligué… perdóneme sensei – dijo mirando al peliplateado, era extraño la forma formal de llamarlo cuando habían otras personas cerca, normalmente ni siquiera le decía sensei.
_ Sasuke… esta bien – mirando al mayor – espero que no vuelva a desobedecer alguna orden de mi padre y si quieres saber sobre ellos Sasuke solo te diré una cosa que resume todo de ellos… son salvajes y capaces de matar hasta a los de su misma especie, no son como nosotros y si alguno te viera deberías huir porque te aseguro que ellos no dudarían en matarte ¿comprendes? – decía serio mirando a su hermanito menor
_ Hai nii-san – respondió bajando su rostro
_ Padre te llama… apúrate – volvió a decir antes de desaparecer en la oscuridad.
_ Creo que estoy en problemas – dijo suspirando, seguro la estúpida Hada le había ido con el chisme a su padre ¡demonios! – mañana seguimos con la clase ¿si?
_ Bien Sasuke pero - tomándolo de la mano y haciéndolo rozar con sus dedos la imagen del licántropo – no todo es como parece… ellos pueden parecer bestias pero ¿Qué te asegura que lo sean? ¿la palabra de tu hermano? Mejor es que no los juzgues sin conocerlos…
_ Tu… Kakashi ¿has visto a un licántropo? – dijo abriendo sus ojos y mirando al Hatake
_ Tu padre te espera – le respondió, besó su mano antes de desaparecer dejándolo solo.
No estaba muy seguro de lo que realmente eran esos seres pero, pero se veían tan terribles que simplemente ya había comenzado a tenerles miedo, aunque ¿Por qué Kakashi contradecía lo que su hermano decía? No sabía.
_ Bestias asesinas – murmuró antes de cerrar el libro y comenzar a caminar hacia la salida de la bilioteca, resignándose a ser regañado por su papá.
# La indecisión y confusión aparece en el corazón de la joven princesa, y un temor hacia aquella raza comienza a nacer en esa blanca piel ¿será cierto lo que son esos seres? #
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