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Matando La Soledad por Kmmy Lee

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Notas del fanfic:

Hola! >)

Awwww, al fiin fic con más de un capi ;3!

Aún no sé cuantos resulten al final, pero calculo que alrededor de 3 o 4 ^_^

Sii, a pesar de todo será cortito n_n

Ojalá lo disfruten ;3! Porque a mi me está gustando muxio escribirlo n.n

Ya saben :B

Es 100% Matt[X]Mello, tal como todos los anteriores *w*

Notas del capitulo: Ni DN ni sus personajes me pertenecen (que fastidioso es recordar eso ToT!) Lo que no me impide hacer de ellos lo que se me plazca en mi imaginación ^w^

Ahora a leer se ha dixo *u*! Espero lo disfruten n_n
“Memorias agudas como navajas,
Perforan en la carne de hoy...”


Que irónico. Podía percibir perfectamente como, dentro de mi corazón, todo empezaba a congelarse. Sin embargo, dándole un contraste aterradoramente demencial, realmente todo a mi alrededor ardía, sumido bajo el calor abismante de mis impulsos.

El abrumador e incesante crepitar de aquella sumisión de llamas que me envolvían, parecían estarse vurlando de mí descaradamente. Mientras algo mucho más allá en complejidad que el humo cubriéndome, ahogaba desesperadamente cada pedazo de mí.

Todo se volvía oscuro. Comenzaba a perderme en una niebla espesa, recriminadora, de la que, ni siquiera el punzante rose del fuego contra mi piel, era capaz de regresarme.

Sentía como una fuerza invicible se posicionaba sobre mi cuerpo, imposibilitándome cualquier atisbo de movimiento, al tiempo que un dolor tan indescifrable como agonizante, golpeaba con furia mi pecho, a cada débil latido que luchaba por mantener mi corazón.

Claramente, todos mis esfuerzos, sacrificios e intentos por estár un paso más delante de Near, se habían volteado en mi contra. Y no sólo mi cuerpo se consumía lenta y dolorosamente en aquel antro de mala muerte, sino que mi orgullo, mi persistencia y mi guerra por vengar a L, lo hacían también.


“El suicidio del amor,
Se llevó todo lo que importa...”


Entonces una dulce, pero dolorosamente lejana imagen, cruzó su mente.

Una sonrisa. El apacible y dulce tono esmeralda de una mirada. La calidez de un tímido abrazo. Y una tierna y sincera caricia, recorriendo su rostro.

Que egoísta hubiese sido al llebárselo con él. Jamás se habría permitido el arrastrarlo consigo en ese incierto y perturbador camino. Aún cuando, dejándolo atrás, su alma automáticamente decidiese quedarse a su lado, no se habría perdonado jamás el someterle a aquel mundo de mierda en el que él estaba sumergido hasta el cuello.

Y es que lo extrañaba de sobremanera. Lo necesitaba tanto…

Aquel chico que le entregaba tanto, tan sólo sonriendo. Aquella personita que, aún cuando él lo tratase como a su mascota, seguía cada uno de sus pasos.

‘Te extraño tanto, cachorro…’ Pensó, persibiendo como el aire ya se hacía casi inexistente.


“Y enterró los restos en una tumba
No marcada dentro de tu corazón...”


En el momento mismo en que había cruzado las doradas rejas de Wammy’s House, sin siquiera detenerse a mirar a su pelirrojo compañero, quién, como él, sentía que, con aquella partida, se le era arrebatada el alma, entendió que, sin su compañía, simplemente la existencia de sentimientos se haría innecesaria. Porque, al cerrarse la metálica puerta tras él, dejó a su corazón, inevitablemente, amarrado al de Matt.

Y así era como había vivido todo ese tiempo alejado de él. Únicamente guiado por su frialdad y temperamento, totalmente carente de sensibilidad.

Sin su cachorro, nada valía. Y es que ni siquiera el infierno significaba problema o impedimento, con tal de estár a su lado. Sin embargo, y curiosamente, era eso mismo lo que se lo impedía.

¿Poco me importan las consecuencias si estoy contigo, pero sería un maldito desgraciado si te expusiera así.’ Se dijo mentalmente, recordando, como en una especie de película en cámara rápida, cada momento vivido junto a su cachorro.


“Con el beso venenoso que me diste,
Estoy matando la soledad,
Que convirtió mi corazón en una tumba...”


La sensación de desesperación era tal, que, en lo único que era capaz de pensar, era en que todo acabase de una maldita vez. Si debía morir, quería que fuera ya. No soportaba más tanta agonía.

Entonces, inexplicablemente, sintió una calidez inundando su cuerpo. Pero, esta vez, era tan distinta a la de las furiosas llamas arremetiendo contra si. Era como si lo estubiesen alzando, como si un ángel se estubiese manifestando frente a él, con el rostro de…

-“¿Matt?”-Susurró instintivamente, mientras aquella peculiar sensación se mantenía invadiendo cada poro de su ser.

Era impocible, su cachorro no podía estár allí. Es decir, ¿cómo habría de estarlo? Si él mismo se había encargado de borrar cada pocible huella que delatase su paradero.

Hasta que lo sintió. Sin embargo, al tener sus ojos empañados por las lágrimas que, no tan sólo el humo inundando el lugar causaban, no lo pudo confirmar con exacta claridad.

Una calidez tan conocida, pero lejana, invadió su rostro. Luego el rose de una caricia exquisitamente tierna sobre su mejilla. Acto seguido, un suave rose sobre sus labios, que acabó por sumirle en una impacible y deliciosa ensoñación.


“Matando la soledad contigo..."
Notas finales: Ojalá les haya gustado ;3! Lo escribí hace como una semana atrás n_n, pero solo me animé a subirlo ahora ^^U

Gracias desde ya a los que vayan a leer y/o dejar reviews *-*!

Nos veremos en un nuevo fanfic n.n

Byeee :B!

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