~+~Near~+~
Me encantaba pasar cada día y cada noche con Elle. Él era la persona más perfecta del mundo y el novio más tierno y detallista del mundo. Cada que podíamos inventar alguna excusa para salir de la casa, él me llevaba a cualquier lado que yo quisiera y cuando nos veíamos en las noches, él siempre encontraba la manera de hacerme algún regalo, aunque fuera algo minúsculo, solo para hacerme sentir querido, lo cual –después de 11 años de completa soledad – me parecía lo más tierno del mundo.
Los días a su lado para mí pasaban volando, y antes de darme cuenta, él y yo ya llevábamos 4 meses de novios; cuatro meses que -para mí- habían sido los mejores de mi vida. EL me encantaba, en todo el sentido de la palabra, era lo mejor que me podría haber pasado en todo la vida. Me daba muchísima ternura como me dejaba a mi llevar el ritmo: Si yo quería, podíamos pasar toda la noche comiéndonos a besos, pero si no, él apenas me abrazaba o me tomaba de la mano, lo cual me parecía hermoso. Aunque a veces yo sentía ganas de dar el siguiente paso, pero no sabía cómo decirle, me daba vergüenza; es que cada vez los besos y abrazos me parecían un poco más insuficientes, puesto que yo tenía ganas de… intimar con él.
Ese deseo cada día se hacía más fuerte, pero yo trataba de reprimirlo, no quería parecer demasiado atrevido o espantar a Elle, porque, a pesar de ser un hombre adulto y todo eso, él se mostraba inocente y tierno conmigo, nunca me había insinuado nada indecoroso y parecía dispuesto a darme solo besos y abrazos por siempre, y cada día yo me sentía más necesitado de pasar a lo siguiente.
La idea llevaba ya un par de semanas dándome vueltas en la cabeza, pero ni loco me atrevería a decirle a Elle sobre mis impuros pensamientos, y más así, sin tener ni la más mínima idea de nada de eso. Entre mis tantas cavilaciones, me llegó la idea de seducirle pare que así él fuera quien diera el primer paso. La idea sonaba bastante buena, d no ser por el hecho de que no tenía ni la menor idea de cómo seducir a una persona. Si pensaba hacerlo, necesitaría ayuda, y al parecer, toda la posible.
EN cuanto logré juntar el valor necesario para decidirme a seducir a mi novio, salí a buscar la ayuda que necesitaba con la persona más experta en sexo que conocía: mi primo Matt. Salí de mi casa en la tarde, diciéndole a Roger que iría a la biblioteca, que estaba a pocas calles de la casa de Matt. Una vez ahí, caminé hasta la casa. En cuanto llegué abrí la puerta y entré, sabiendo que mi primo nunca cerraba la puerta con cerrojo; me arrepentí inmediatamente de no haber tocado a la puerta.
Dentro de la casa lo primero que vi fue a Matt recostado en el sillón con su rubio novio encima, besándole el cuello mientras paseaba sus manos por diversos lugares del cuerpo de mi primo mientras éste gemía y suspiraba débilmente. Me tapé el rostro con las manos, ruborizándome instantáneamente, petrificado en el lugar. Estoy seguro de que ellos no notaron mi presencia ya que continuaron con lo suyo por un rato largo, subiendo de tono las caricias casa momento mientras yo no me estaba muriendo de la vergüenza. Después de no se cuanto tiempo, un tosido escapó de mi garganta, alertando a aquellos amantes de mi presencia en la habitación.
-“Mierda, Near, ¿Cuánto tiempo llevas ahí?” dijo Matt levantándose del sillón, haciendo que su novio me dedicara una mirada asesina. “¿Por qué no dijiste nada?”
-“Cachorro, vuelve aquí en este instante y déjame hacerte mío!” le llamó su novio.
-“Espérate, Mello. ¿Qué no ves que acabamos de traumar a Near?”
-“Eso le pasa por no llamar a la puerta… Ahora ven acá.”
-“No seas así Mello, espérate. “ le dijo mientras se acercaba a mi “Near, ¿estás bien?¿Qué haces aquí?”
-“Ah! Sabes que, mejor vuelvo luego” dijo Mello levantándose molesto y saliendo de la casa azotando la puerta. El ruido de la puerta me sacó de mi estado de estupefacción, devolviéndome a la realidad.
-“Perdón… no debí entrar así…. Ahora hice que se pelearan tu y él… lo siento” dije en voz baja.
-“Nah, no te preocupes. Es así de explosivo, en un par de horas se le pasa.” Dijo acariciándome la cabeza “Y…. ¿Qué te trae por aquí, primito?”
-“yo… Ahm… Quería pedirte unos consejos…. “ dije torpemente, no tenía ni idea de cómo decirle sobre qué quería que me aconsejara.
-“¿Consejos sobre qué?¿Es una chica?¿Como se llama? Seguro es para pedirle que sea tu novia, ¿no?” preguntó imaginándose para que necesitaba su concejo.
-“No es una chica exactamente…. ES más bien…. Un chico…” dije casi en un susurro.
-“Wow…. Ya me lo imaginaba. Y…. a ver, cuéntame, ¿quién es el afortunado?”
-“Se llama Elle y es mi novio desde hace 4 meses…” contesté orgulloso
-“Oh… Y si ya es tu novio, ¿para qué quieres consejos?”
-“Es… es que… es que yo…” se me atoró la lengua espantosamente, no podía decir nada coherente. “ Es que quiero…. Quiero…. Hacer el amor con él…” susurré casi inaudiblemente.
Casi se le salen los ojos a mi primo al escuchar eso. Me miró con una expresión extremadamente sorprendida antes de decirme:
-“Enserio…. Hay, mierda, Near, nunca me lo hubiera imaginado….”
-“¿Por qué? Tu a mi edad ya habías hecho de todo….”
-“Es que… tu sabes… es diferente: tu pareces más…. ¿Cómo decirlo? Tranquilo e inocente.” En eso tenía razón. Él siempre había sido un chico muy precoz y sociable, pero yo era todo lo opuesto: tranquilo, callado, aislado y todo eso, era lógico que él se esperara que yo fuera virgen hasta los 29.
-“Pues ya ves que no, primo. Ahora ayúdame hacer que él y yo… bueno…” Quería que me dijera exactamente cómo hacerlo, ya que yo ni idea tenía ni idea de cómo.
-“Pues mira… primero…. ¡Ay no se! “ se veía que todavía seguía anonadado “Depende…. ¿Eres uke o seme?” Puse cara de signo de interrogación, no tenía ni idea sobre de que hablaba. “Ay, que ternura…. Entonces seguro eres uke…”
-“¿Qué es eso?” pregunté tratando de maquillar la inocencia en mi voz. Él soltó una sonora carcajada antes de responderme.
-“Seme es usualmente el mayor, mas fuerte y quien lleva las riendas de la relación. Dudo que seas eso, ¿o sí?” yo negué con la cabeza “Lo sabía. Entonces eres uke, o sea el mas chiquito, tierno e inocente y es quien se deja llevar por lo que su seme diga.” El me acarició la cabeza y dijo: “Aw, que lindo!¡ Le voy a enseñar al ukesito de mi primo a seducir a su seme!”
Después de eso, pasé unas cuantas horas aprendiendo las artes de la seducción y tomando nota de todo, tratando de aprender y aplicarlas para por fin poder estar con Elle.