No recuerdo bien en que momento me desmaye, ni tampoco recuerdo en que momento desperté en aquel lugar tan extraño, solo se que había un aroma repugnantemente fuerte y tenia nauseas, era como la mezcla existente en los hospitales, aroma a lenitivos, algo tan cargante, como el aroma de la levadura, el cual es fuete e insípido, verdaderamente repugnante.
Puede decirse, que tuve un momento de cognición… escuche la voz del medico delante de mi y entre confundido, probablemente incluso me sentía algo iluso, pero le mire, no era el medico de hace tiempo atrás, era otro medico totalmente distinto, mas joven, sin la barba blanca que a el otro caracterizaba tan marcadamente, como la nieve de las montañas altas y rocosas, me acomode en la camilla, la cual era muy cómoda y pulcra, aunque de aroma agobiado, algo así como cloro o desinfectante, de un color blanco inmaculado, característico del cuero sintético incoloro, cuando me puse cómodo, conseguí distinguir bien su rostro, algo difuso ante mis ojos disolutos, la garganta dejo de estar seca, la sentía libre de presión, libre de movimiento, fue que me decidí a hablar.
-disculpe-murmure, fue tan suave que creí no haber hablado, pero lo había hecho y había sido escuchado, su mirada se clavaba en la mía, profunda, sinuosa y sus manos pálidas dejaban de tomar apuntes, dejando la hoja sobre el escritorio color roble, la letra era ilegible, al igual que la de todos los médicos, cosa que me saco una sonrisa-disculpa que pregunte esto, pero ¿Dónde esta el otro doctor?
-¿te refieres a el señor de edad?-consulto, su mirada era oscura y su cabello también, ambos oscuros reflejando la noche de una manera realmente encantadora, su piel me llamaba la atención…era pálida, NO…era de un color lechoso, algo así como el que adquieren las mujeres al aplicarse talco sobre la base, pero realmente parecía tersa y al darme cuenta de su pregunta yo solamente atine a asentir y mirar el suelo, quizás algo apenado por la situación, haberlo encontrado atractivo, era para mi un hecho algo frustrante, después de todo yo era un hombre.
-falleció…le dio un infarto, hace poco ara un mes, pero ahora te estoy tratando yo…-una sonrisa de medio lado, eso fue lo que me obsequio, una sonrisa muy sincera a pesar de ser orgullosa y inherente, le mire y el me miro sonriendo, mis ojos se llenaron de lagrimas y el llanto no se hizo esperar, llore afligidamente, cuestionamientos innecesarios aparecían en mi cabeza, preguntas que jamás creo poder hacerme, aparecían en mis pensamientos “¿Qué me esta pasando? ¿Qué tengo?” “¿Quién soy ahora para no recordar donde me encuentro?”
-no llores, todo pasara…ya veras-me hablo con calma apoyando una de sus manos calidas en uno de mis hombros, suave, deslizando la yema de sus dedos por la tela delgada que apenas me cubría el cuerpo, lo sentí tan cercano, familiar y corriente, como si todos los días sus manos hubieran estado posadas en mis hombros y el acto de por sí ahora solo fuera un hecho más dentro de la rutina diaria.
-¿que tengo? ¿Cómo te llamas? ¿Por qué si me estas tratando desde hace un mes no te recuerdo?-tenia muchas mas preguntas, la desesperación de que fueran contestadas se apoderaba de mi plenamente, pero al parecer el se encontraba feliz de poder responder, como si el movimiento de mis labios le contentara increíblemente, me acaricio la mejilla, luego los hombros y tomo aire, como si fuera a contestarme, todo fue lento y pausado, tanto que dolía.
-por que as tenido un momento de clarividencia, estas enfermo Uzumaki Naruto, pero are lo posible para sanarte ¿te parece?-dijo mientras se sentaba a mi lado y yo tuve el impulso de abrasarle mientras lloraba mares, estaba desesperado, asustado y me sentía abandonado, solo, muy despreciado por mi mente, la cual me hacia pasar tan malos momentos-me llamo Uchiha Sasuke, soy tu medico desde hace mas o menos unas 2 semanas y realmente me sorprenden tus avances ya que tienes momentos de lucidez mucho mas seguidos, vamos deja de llorar, se que es duro, pero debes de ser fuerte-seco mis lagrimas con sus manos y sonrió de manera sincera, mi cuerpo tiritaba y mis manos temblaban de una manera excesiva, un lazo invisible unió nuestras miradas, no se exactamente por cuanto tiempo, solo se… que de pronto en la nada unos gritos asustados nos sacaron del transe, voltee la vista, algo impresionado, escuche con más claridad, era un muchacho y su llanto, me dolía.
-¡SUELTENME! ¡DEJENME! ¡NO ME TOQUEN! ¡AH! ¡NOOOO!-se escucharon los gritos desesperados, desgarradores, irritantes, me alce de la camilla, caminando torpemente hacia la puerta, Sasuke me siguió de cerca y entonces cuando entre abrí la puerta pude ver a un chico de mas o menos mi edad de cabello rojo y ojos verdes gritando y llorando, forcejeando contra dos paramédicos los cuales pretendían amarrarlo, parecía estar sufriendo mucho, arrodillado en el frío suelo que estaba bajo mis pies descalzos y en el suyo bajo sus rodillas temblantes-déjenme por favor, no e hecho nada, déjenme, déjenme… ¿Dónde esta Sai? ¡SAI!-le escuche, gritaba, lloraba y se resistía intentando no ser llevado, de pronto quedo en una esquina mientras lloraba en el suelo y tanteaba las baldosas de una manera desesperada intentando encontrar una salida.
-¡Gaara! Suéltenlo de una vez…-mire hacia el lado y un chico de aspecto muy parecido al de Sasuke salía de la habitación colindante a la nuestra, su caminar era lento, pero su rostro mostraba un disgusto evidente hacia los paramédicos que sencillamente se alejaron del muchacho que seguía llorando sin alzar la vista del suelo, el medico tenia el cabello oscuro y los ojos de igual manera, solo que su cabello era mas corto y liso…se acerco a el chico, acariciando su cabello primeramente, notando como este cerraba más los ojos, asustado, intimidado por los hechos, le abraso con ímpetu, el pelirrojo lloraba sin consuelo y le rogaba en voz alta que no le dejara solo, que no permitiera le hicieran daño- aquí estoy Gaara, no te voy a dejar, tranquilo… tranquilo pequeño.
-Sai… no me dejes, tengo miedo ¡no me dejes!-rogaba mirándole a la cara, susurrándole las mismas palabras, alargando el momento en el cual se encontraban, se veían… tan unidos, pero a la vez tan destruidos por los hechos que sencillamente pequeñas lagrimas cayeron de mis ojos.
-ese es el cariño que se genera entre un doctor y su paciente…-escuche que Sasuke murmuraba desde atrás mió, me voltee y le mire, el también me miro y sonrió de una manera dulce…yo no supe que fue lo que incentivo a abrasarle, bajar mi rostro hacia el suelo, suspirar algo abatido y ocultarme en su pecho, buscando protección ante las imágenes recién vistas-Naruto…vamos a seguir con lo nuestro por favor quiero que me escribas en una hoja como te sientes....
-esta bien-fue lo único que salio de mi boca, el me paso una serie de lápices, todos eran de pasta y habían de todo tipo, saque el de color azul…no entendía para que quería el resto de lápices aunque de verdad me parecían llamativos y lindos…me puse a escribir, en realidad no se cuanto tiempo estuve escribiendo, pero cuando termine y alce la vista pude ver como Sasuke me miraba con una sonrisa-¿pasa algo?-consulte y el negó con la cabeza y tomo la hoja...sus ojos se abrieron y me miro rápidamente, generándome un poco de nerviosismo, el cual ya era común en mi-Sasuke-san me estas asustando…
-lo siento, pero de verdad…es que as mejorado demasiado…-dijo con una sonrisa en el rostro, leía lo que la carta decía y yo le miraba tratando de averiguar que pasaba por su mente. Recuerdo que escribí algo parecido a esto:
“me siento como si ubica despertado de un sueño muy largo, de verdad siento como si mi mente estuviera entumecida y necesitara ejercicio, raramente tengo ganas de hacer ejercicios de matemática aunque yo se que detesto esa materia donde hay tantos números, nunca e sido bueno en ese tipo de cosas, pero creo que si Sasuke me acompaña en este camino seré capaz de hacer lo que el me pida…solo puedo recordar…una caída al suelo, justo donde recuerdo miraba una pequeña luz dentro de mi casa, ese creo que fue el motivo por el cual termine aquí ¿y si tengo esquizofrenia? Me muero…realmente me muero si es así…no quiero ser un loco, realmente deseo volver a salir a la calle y jugar con Kiba como seguramente lo hacia hace años…quiero saber que hay fuera, que es de lo que me e perdido, que es lo que me espera, pero sobre todo…no quiero separarme de mi nuevo medico…”
-¿Sasuke?-consulte al verle tan perdido dentro de el papel y al parecer el llamado que le hice le saco de su estado extraño de paralización…carraspeo la garganta, sacudió la cabeza y me miro sonriendo, me sorprendió bastante su rápida recuperación, pero decidí guardar silencio.
-bien…Naruto…pues será así…-no entendí sus palabras, pero muy en mi interior sentí una alegría enorme quizás, no era cosas de mi imaginación el echo de que no nos separaríamos…Nunca más…
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Sentí que mi cuerpo pesaba y entonces me encontré recostado sobre una cama, mirando hacia el techo con un peso sobre mi pecho uno que respiraba y que se movía constantemente, me moví un poco y pude ver que se trataba de Sasuke…dormía placidamente sobre mi mientras que yo tenia una cara tan pálida que parecía más una hoja de block de dibujo que mi piel un poco tostada. Me levante como pude, respirando agitadamente mientras Sasuke comenzaba a despertar por mis suaves movimientos.
-despertaste ¿me recuerdas?-consulto mientras yo asentía quedamente y le acariciaba las mejillas-¿para que haces eso?-consulto nuevamente a lo que yo le di una sonrisa.
-¿desde cuando estoy así?-consulte mientras me sentaba y me masajeaba la frente con algo de molestia, un dolor punzante recorría mi frente, como si en esta me hubieran pegado con un mazo.
-creo que unos 3 días… ¿Por qué? Lo que me sorprende es que hallas despertado con lucidez…-dijo mientras se acomodaba la ropa y se sentaba a mi lado-hoy jugaras con Gaara…
-¿Gaara? ¿Es el chico pelirrojo?-consulte mientras Sasuke afirmaba con la cabeza-¿por que?
-por que el tiene el mismo trastorno que tu…y por que el también tiene momentos de lucidez…y hoy también esta lucido así que podrán conversar…-me explico mientras me acariciaba la cabeza y yo le di un abraso apretado, últimamente aquello se me hacia muy común, el lanzarme a sus brazos era parte de mi rutina diaria.
-muchas gracias, dime… ¿Quién es el medico de ese chico?-consulte mientras mi mirada clara se posaba en la suya opaca, algo parecido a una imagen en contraste, eso eran nuestros ojos en conjunto.
-es Sai…un colega bastante odioso, pero que esta profundamente enamorado de su paciente-me dijo riendo casi a carcajadas-no me esperaba que un tonto como Sai se enamorara de alguien tan inocente como Gaara, pero… ¿Qué se le puede hacer no?
-¿en serio? ¿Un doctor puede enamorarse de su paciente?-consulte mientras miraba y contaba las baldosas del suelo
-claro que si…un medico también tiene corazón y conviviendo día a día con esa persona es muy probable que se enamore…-murmuro Sasuke abrasándome, sus brazos rodeaban mi cintura y me llenaban de una calidez exquisita que únicamente me hacia sonreír.
-entonces… ¿tu podrías enamorarte de mi?-consulte y Sasuke se sonrojo de oreja a oreja…pensé que tenia fiebre y por eso le palpe la frente mirándole a los ojos-¿estas bien?
-si…vamos Sai y Gaara nos están esperando-dijo con un tono algo entrecortado, pero sonreía de todas formas… “si, gracias a ti Sasuke la pasare muy bien”
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-se demoraron mucho…-dijo Sai apoyado en la esquina de una puerta mientras que Gaara estaba tranquilamente sentado sobre una mullida cama en medio de una habitación muy calida.
-tuve una conversación con Naruto copia barata en blanco y negro-dijo Sasuke mirando de reojo a Sai, según mi parecer ellos dos eran amigos forzados, algo en mi interior me decía que no se llevaban muy bien, pero que igual se tenían algo de afecto.
-si claro…tan real como que tu tienes un pene-y Sai con Sasuke se pusieron a discutir, sospeche que aquello era su plato de entrada, todos los días al momento de entablar una conversación.
-¿otra vez?-murmuro Gaara con un deje de inocencia mientras ladeaba la cabeza, pero luego su mirada se poso sobre la de Naruto que le miraba con la misma mirada que el-¿eres…tu…el chico que jugara conmigo?
-supongo que si…-dijo Naruto sonriendo de oreja a oreja, Gaara le dedico una sonrisa no tan amplia, pero sincera y divertida-pues vamos a jugar ya que Sasuke y el otro doctor están jugando a la guerra
-si, al menos nosotros no jugaremos a la guerra ¿verdad?-asentí quedamente con la cabeza, pensé que mi sonrisa hablaba por mí y así parece que era.
-soy Uzumaki Naruto un gusto
-soy…Sabaku no Gaara…
Continuara….