Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un extraño día de San Valentín II por Nadki

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Dedicado a Sweet <3

Feliz día del amor y la amistad mi peque Sweet.

Sé que te gusta el kanonxmiku y traté de hacer este fic kanonxtaku kanonxmiku pero no salía x33

Te lo juro, traté varias veces y nada T.T

Pero te haré un kanonxmiku, lo prometo :D

Una molesta e irritante melodía suena insistentemente e interrumpe mi lindo sueño. Molesto y con pesadez tanteo buscando el maldito objeto tecnológico que no me dejó seguir con mi sueño -mi celular de última generación- aun con mi cabeza debajo de la almohada. Cuando lo alcanzo, violentamente lo lanzo a cualquier lugar de mi pequeña habitación...

Dejó de sonar.

Satisfecho, vuelvo al reino de los sueños.

 

...

 

Estaba tranquilamente durmiendo hasta que no sé a qué humano sin modales se le ocurrió golpear ferozmente la puerta de mi departamento, haciendo vibrar cada una de las paredes por los estridentes movimientos que amenazaban con echar abajo la puerta, y tal vez toda mi casa.

Los escandalosos ruidos me despertaron de golpe, al principio me asusté. Pero esa emoción se transformó en ira cuando escuché gritos -realmente cuando identifiqué la voz.

 

-¡Sano! ¡Sano abre la maldita puerta antes de que te mate!- era mi "querido" amigo -insisto, era- Akiharu -más conocido como Miku.

 

Me levanté de mi lecho y arrastraba los pies al caminar, no tenía un espejo pero de seguro debía tener un semblante de asesino. Llegué a la sala de estar y abrí la puerta lentamente. Le dediqué una de las mejores miradas que al verlas uno diría "si te pudiera matar con la mirada estarías más que muerto", más, él me devolvió una de gran reproche.

-¿Sabes que día es hoy?

-El día de tu muerte, Tsukiyama.- le dije con un oscuro tono de voz, pero no se asustaba.

-Yo creo que será tú funeral cuando nuestro manager te vea ¿acaso lo olvidaste?- Miku me miraba esperando una respuesta con esa mirada de un profesor molesto esperando una buena excusa para no reprobar al estudiante por llegar tarde al examen final.

De pronto, como si una bala hubiera atravesado mi cabeza, recordé. Mi mirada cambió de una asesina a una de sorpresa, mis ojos se agrandaron y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo al imaginar el rostro de furia de nuestro manager.

-¡El concierto!- grité llevándome una mano a mi frente.- lo había olvidado.

-Por tu culpa todos vamos a sufrir la ira de nuestro manager, así que rompe el record Ginnes en arreglarte, mientras menos te demores menos sufrirás.- me dijo serio.- porque, si no te mata nuestro manager, te mataré yo y el resto de los chicos.- me dijo amenazante, y sabía que cuando Miku estaba así no estaba jugando, aunque creo que estaba exagerando, no me gustaba para nada su semblante.

Entré a mi departamento, me duché en un minuto, me vestí en dos y me arreglé en uno y medio. Miku se había sentado en el sillón mientras contaba el tiempo. Cuando salí dispuesto a irnos, volvió a mirarme enojado.

-El record Ginnes es de 3 minutos y te demoraste 4.30 minutos.

-Ya, me atrasé en cambiarme.

-Cállate y vámonos.

 

El cielo estaba oscuro, lleno de grises nubes. Todas las personas tenían rostros molestos o deprimidos y todos vestíamos ropa oscura. Me subí en el auto de Miku y él me llevó a la disquera.

-Bájate.- me ordenó con una mirada fulminante.

-Hey, está bien, cometí un error, pero no es para que me trates así.- traté de apaciguar su ira.

-Cállate, agradécele a los cafekkos de que sigas vivo porque sino ya te habría matado.

Lo miré atónito, al parecer la radiante y feliz voz de An Cafe se despertó de malas. Me encogí de hombros y lo seguí antes de que me matara.

 

Cuando entré a la disquera me sentí muy extraño, algo no encajaba ¿desde cuando que las salas de recepción son tan frías y apagadas? La vieja secretaria con cara de perro nos lanzó una fea mirada, que Miku respondió en peor tono. No sé, pero yo recordaba la sala de recepción con las paredes color durazno y a una bonita secretaria de dulce voz.

-¿Qué miras tanto?- me dijo en mal tono la secretaria.

-Nada.- respondí algo cohibido.

-¿Tú que miras?- Miku se integró a lo que yo veía una discusión sin sentido.

-¿Qué te metes tú? Yo hablaba con tu estúpido acompañante.

-Vieja metiche, métase en sus propios asuntos y deje de molestar.- dijo a secas el "tierno" vocal de An Cafe, para luego tomar mi muñeca y arrastrarme, literalmente, por los pasillos de la disquera.

-Miku ¿Qué te pasa?- pregunté aturdido. Mas, no tuve respuesta.

 

Cuando llegamos a Red Cafe -nuestro sub-sello personal- me encontré con una sorpresa bastante... ¿oscura?

Todos, hasta Yuuki, estaban vestidos con ropa de funeraria y en silencio. No se escuchaban risas, bromas, juegos, ni siquiera música. Todos estaban mirando partituras por separado.

-Traje al idiota irresponsable.- dijo a los demás refiriéndose a mí con un tono bastante despectivo.

-Valla... don Sano se dignó en aparecer.- dijo Teruki molesto. Lo confieso, eso no me cuadra.

-¿Ah?- musité para mi mismo.

-Que ni llamadas se digna en responder ni a citas acudir.- dijo Yuuki mirándome sin los lentes de manera déspota. Eso tampoco me cuadra.

-¿Qué?- pregunté aturdido. Miré a Takuya, él me respondió con una mirada de desaprobación que duró eternamente -aunque sé que realmente fueron menos de dos segundos, pero cuando la persona que amas (sí, me gusta Takuya aunque ande con Bou) te mira de fea manera duele, y el dolor no tiene medida de tiempo- para luego volver a ver las partituras y, al parecer, adaptarlas. Eso, menos me pareció normal.

 

¿Qué está pasando con el mundo?

 

-Ahora que por fin estamos todos reunidos, ensayemos antes de que nuestro manager aparezca. No quiero recibir un reto por culpa del idiota que está a mi lado.- dijo Miku nunca mirándome. Este trato frío y desdeñoso nunca antes lo había vivido en An Cafe y me estaba asustando, además que se sentía mal.

-¡Hey! ¡Sano!- me gritó Teruki.- ¡reacciona de una vez y toma tu instrumento para que ensayemos!- nada me cuadra ¿Desde cuando que Teruki mira a los demás como si le estuvieran robando su oxigeno?

Tomé mi bajo y comenzamos a ensayar, este ambiente, este aire, todo me era tan pesado. Quería dejar mi bajo y salir corriendo, tomar aire fresco y ver una sonrisa. Miraba el reflejo de todos, pero sólo veía miradas indiferentes. Miré mi propio reflejo y me asusté, estaba tomando el mismo semblante. Labios levemente apretados, mirada dura, entrecejo levemente fruncido. Sacudí mi cabeza para tratar de eliminar esa imagen de mí y traté de sonreírle al espejo. Al hacer eso, Miku paró el ensayo.

-Sano, si con esa cara de idiota pretendes presentarte en el evento mejor retírate.

-No, sólo estaba relajando los músculos de la cara.- pero al decir eso, Miku -junto con Teruki y Yuuki- me miraron con odio, respondí usando una mirada de susto. Miku miró a los integrantes de atrás -Teruki y Yuuki- y despectivamente les dijo.

-¿Por qué está este idiota aquí?- les preguntó apuntándome con el dedo.

-Porque toca bien aun con su estupidez. Tsukiyama, no dejes que te distraiga, no te rebajes al nivel.- dijo Teruki sin mirar a nadie, sólo mirando a su reflejo de forma altanera.

Tengo miedo, no sé que está pasando aquí. Siento una fuerte opresión en el pecho y me duelen los ojos, creo que quiero llorar; pero no puedo hacer eso, si ya me tratan mal -por alguna razón desconocida- me van a tratar peor -si es que se puede- por llorar. Sacudo un poco mi cabeza para quitar esas ideas y sensaciones de mi mente y concentrarme en el ensayo. Pero no dejo de preguntarme si estoy en una pesadilla. Nunca había visto a An Cafe así, ni cuando se fue Bou, ni cuando pelee con Miku por Bou, ni aun en los peores momentos de An Cafe había visto esto.

Miré el reflejo de Takuya, pero él -a diferencia de los demás- tenía una mirada apagada, que a veces se volvía agresiva -como cuando me miró al llegar.

 

Necesito que alguien me traduzca esto.

 

Ensayamos muchas horas, no sé cuantas exactamente, el tiempo no parecía girar. Yo quería parar, estaba cansándome. En un momento del ensayo me detuve para hacer descansar mis dedos; pero Miku me miró de horrible manera.

-Pararemos cuando haya que parar.- me dijo en tono amenazante.

-¿Cuándo?

-Cuando Nagata decida detenerse.- todos se referían a los demás con frialdad, indiferencia o desagrado. En ese instante fue con indiferencia.  

Así que al final de Kawayu's Rock, Teruki se detuvo. Solté el bajo rápidamente, sólo quería tenderme en el piso y descansar -como innumerable veces lo había hecho junto a los demás- pero todos me quedaron viendo al hacer eso.

-¿Qué clase de profesionalismo es ese?- me preguntó Miku indignado.- ¿Y te haces llamar músico?

-Hey ¿Qué te pasa?- le encaré, siento mis ojos acuosos, no quiero ponerme a llorar y menos delante de esta gente que no son mis compañeros.- ¿Qué les pasa a todos ustedes?- esta vez fue mirando a los demás.- miradas frías es lo único que he recibido, palabras en tonos bastante ofensivos ¿No se supone que somos An Cafe? ¿No les suena la palabra "Nyappy"?

-¿Nyappy?- todos se miraron extrañados, como si esa palabra jamás la hubieran escuchado.- ¿Qué es esa tontería de "Nyappy"?

-Esa palabra la inventó un amigo tuyo.- le dije a Miku extrañado.- y ambos hicieron una competencia de quien la hacía popular.

-Yo no tengo amigos idiotas que inventan palabras tontas como esa estupidez de "Nyappy"- dijo duramente sin sonreír, nunca había visto a Miku tanto tiempo sin sonreír por nada, me preocupa.

-¿Y como las "Nyappy in the World"?- volví a preguntar, esto se está volviendo muy extraño.

-¿Las nya que?- preguntaron los demás aturdidos. Era como si le estuviera hablando a otro grupo.

-Esto no es An Cafe.- sentencié para luego retirarme.

-Hey, Sano ¿a dónde crees que vas?- me llamaba Teruki.

-A buscar la nyappicidad.- dije como despedida mientras salía de la habitación, miraba los pasillos desesperado, buscando algo de calor. Pero sólo descubrí mi rostro humedeciéndose, estaba llorando y no sabía porque... ¿Impotencia por no saber que ocurre? ¿Dolor por el trato que recibí de la gente que quiero? ¿Falta de afecto?

 

Salí de la disquera, todo adentro de ella era oscuro, frío. Cuando salí, el cielo estaba aun oscuro. Miré a mi alrededor, todos vestían ropas oscuras. Me miré a mi mismo, también vestía tonos oscuros.

-¿Qué está pasando aquí?- me preguntaba desesperado mientras caminaba y trataba de mirar todo con bruscos giros.- ¿An Cafe no conoce la palabra Nyappy? ¿Todos usan ropa de funeral? ¿Nadie sonríe? Un parque, debo ir a un parque de diversiones.

 

Busqué por toda la ciudad... pero no había parques de diversiones.

 

-Cine, tienen que haber cines.

 

Busqué, pero sólo encontré cines de documentales.

Recorrí calles completas preguntando por ciertos elementos:

 

-¿Helados?- no hay.- ¿Peluches?- tampoco- ¿Dulces?- no existe- ¿Colores?- ¿Qué se fumó?

 

Ya es la cuarta vuelta que le doy al centro de Tokio y no hay nada. Me dejo caer pesadamente en un banco de uno de los paseos mientras trato de pensar, pero sólo pienso ¿Dónde estoy?

Tomó mi celular, quería ver la hora, sin embargo me llevé una sorpresa de colosales dimensiones.

 

14 de Febrero

 

-¿Qué? ¿Hoy es San Valentín?- grité en mi interior. No, no podía ser. Miré a la gente, quienes sólo me devolvieron entre miradas duras, de asco o altaneras.- ¿Un San Valentín sin amor? Tal vez... tal vez tengo la fecha mala, todos celebran San Valentín, es imposible así.- me levanto de mi puesto y me acerco a un vendedor.

 

-Disculpe.- trató de llamar su atención, me mira interesado.

-¿Qué quieres?- aunque su tono era duro se veía en sus ojos ese brillo de ilusión ante la idea de tener más dinero.

-¿Me puede decir que fecha es hoy?

-¿La fecha?- me pregunta con ese típico tono como si me quisiera decir "¿por esa estupidez que estás preguntando estoy perdiendo mi tiempo?"

-Este, sí, por favor.- creo que nadie recuerda "las palabras mágicas".

-Es 14 de febrero.- dijo apenas mirándome.- ¿Y qué vas a comprar?

-¿Pero acaso no es que el 14 de febrero se celebra San Valentín? ¿Una fecha donde uno entrega amor y amistad?- el señor me miró bastante colérico.

-¿Vino a comprar o a decir estupideces? Esa celebración que usted está diciendo no existe. Vallase que hace que pierda mi tiempo y me espanta a los clientes.- decía mientras movía sus brazos indicándome que me fuera, como si estuviera espantando algo, con la palma de las manos hacia dentro, mirando al dueño de éstas.

Asustado, me retiré. Noté que la gente hacía comentarios sobre mi persona, creo que quedé como "el loco del paseo". Suspiro resignado.

¿Qué pasó con San Valentín? No es que me preocupe, nunca he celebrado esa fecha de la mejor manera. Digo, les he dado regalitos a mis amigos, pero jamás he celebrado este acontecimiento con una pareja.

 

Sin darme cuenta estaba caminando sin un rumbo fijo, me sentía tan vacío, tan solitario, con ganas de llorar; aunque el cielo me ganó y él empezó a llorar primero, mojándome con sus pesadas gotas que a mí me sabían a incomprensión. No entendía que pasaba con la gente ¿Cuándo sacaron San Valentín? ¿Cuándo se anunció eso?

Me quedé en silencio... ¿Qué es ese ruido? ¿Acaso la naturaleza usa al viento para que haga el sonido de los sollozos como usa a las nubes para llorar? Miré donde estaba, en la periferia de un parque que no conocía ¿Cómo llegué aquí? -hoy es el día de preguntas sin respuestas-. Escuché el sollozo más profundo, decidí adentrarme entre tanta planta y árbol casi sin vida -este ha sido un San Valentín muy apagado- pero valla sorpresa que me llevé.

-¿Takuya?- susurré, un poco fuerte, atónito al ver a mi amado guitarrista llorando a lágrima viva.

-¿Quién es?- Takuya estaba sentado en el frío pasto, cuando escuchó mi voz se levantó un poco - por lo menos la cabeza-  y buscaba a quien le habló -o sea, yo.

-Kanon.

-¿Kanon?- su voz, algo estropeada por el llanto, ya no se escuchaba dura, sino bastante dulce. No pude resistir la tentación y me acerqué a él, abrazándolo. Al parecer no se lo esperaba porque trató de zafarse. El llanto del cielo nos golpeaba.

-Tranquilo, no te haré nada, y cuando la gente está triste necesita un abrazo.

-Yo no necesito a nadie.- dijo volviendo al tono de dureza.

-Takuya.- giré su rostro bañado en lágrimas delicadamente, pensaba que tendría que usar fuerza pero no, Takuya se dejó tocar.- ¿Qué pasa? Tú no eres así.

-Aquí comenzó todo.- dijo nostálgicamente, mirando a... ¿un banquito todo mojado?- aquí tuvimos nuestra primera conversación confidencial, aquí me confesó muchas cosas, aquí me dijo que me amaba, aquí nos dimos nuestro primer beso.- a medida que hablaba, su voz se iba cortando y aparecían lágrimas.

-Ya, ya, tranquilo.- trataba de consolarlo, arrimándolo más a mi cuerpo, más mojado de lo que estaba no podía quedar -aunque me tenía preocupado eso pues sentía que mi corazón atravesaría mi pecho por la intensidad de los latidos.

-¡No me digas que me calme cuando me acaba de dejar mi pareja!- me gritó furioso rompiendo nuestro abrazo.- ¡y más aun en el lugar donde comenzó todo!- me gritaba con las lágrimas atravesadas en su garganta, temía que se fuera a ahogar, además que la lluvia también amenazaba con entrar en su provocativa boquita.

Parecía que tenía intenciones de irse, sin embargo alcancé a tomar su muñeca estirándome, y lo tiré hacia mí, apresándolo entre mis brazos. Con una mano le acariciaba la espalda y con la otra su cabello. Eso lo relajó al parecer, sentí sus brazos más relajados y temblaba un poco, aunque su respiración estaba muy agitada -lo cual me hacía mal escuchar- y el freno que detenía sus lágrimas se había relajado también.

Sin saber que hacer, pues los nervios me tenían dominado, comencé a besarle el cabello. Él levantó su mirada impresionado.

-¿Kanon?

-Takuya, no me gusta ver a los que quiero tristes. Prefiero mil veces ser yo el que esté sufriendo que alguien que es tan especial para mí, como tú.- me miró raro al decir esa confesión, decidí seguir, pues... ya parecía una declaración.- eres un amigo muy importante, desde que te conocí aquel día me has llamado la atención. Aferrado a tu guitarra, sin mirarnos, tímido, y con un talento impresionante. Con el paso del tiempo nos tuviste confianza, tú y yo nos volvimos grandes amigos. Las horas se hacían segundos a tu lado, cuando te ibas, sentía que tu recuerdo me acompañaba. Pensaba en ti día y noche, es que tu ternura me conmovía, todo tu ser me encantaba. Cuando nos veíamos, yo era tan feliz cuando me saludabas, porque aunque había sido unos escasos segundos, eran momentos que me dedicabas, momentos donde sólo pensabas en mí. Tu sonrisa tenía el poder de hacerme sonreír del corazón. La noticia de tu noviazgo con Bou me cayó como una patada en el estómago, en las noches lloraba de angustia, no sabía si debía ser feliz porque éramos grandes amigos o llorar porque eras de otro y mi amor no era correspondido. Pero cuando te veía, te veías tan feliz, tan enamorado, que eso me bastó para ser feliz, aun cuando tu sonrisa era causada por otro y no por mí. Ahora que estás así me duele, no quiero verte triste. Quisiera que esas gotas de agua jamás se aparecieran en tu rostro y que tu linda sonrisa las reemplace como ella no más sabe hacerlo.- mientras le decía eso limpiaba su rostro de las lágrimas, o de la lluvia.- espero que sean gotas de la lluvia las insolentes que se atreven a recorrer la perfección de tu rostro.

 -Kanon.- susurró totalmente sorprendido.

-No sé si lo dije bien, no soy bueno con las palabras. Pero en resumidas cuentas quiero decirte que te amo.

Lo abracé fuertemente, sentía que mi cuerpo entero temblaba, creo que los nervios provocaron que sintiera que la sangre viajaba violentamente por todas mis venas y me dolía, sentía que mis brazos me fallarían en cualquier momento. Quería llorar, tenía miedo de perderlo luego de decirle todo lo que sentía, o por lo menos tratar.

-Kanon, mírame.- me ordenó suavemente, mi cabeza descansaba en su hombro y me escondía en su exquisito aroma y suaves cabellos.

Levanté mi cabeza para mirarlo y en un movimiento rápido me besó. Quedé muy sorprendido, dejé de sentir la lluvia, el frío, los temblores, de pensar. Se nublaron todos mis sentidos y sólo quedó disponible el tacto. Sentía sus dulces labios sobre los míos, los de él querían empezar una tímida danza con restos de agua, lo que los míos accedieron gustosos. Sus manos en mi cuello acariciaban las puntas de mi cabello, provocándome cosquilleos. Mis manos, creo, estaban en su espalda y cintura. Lo tenía muy apegado a mí.

Después, perdí la razón del tiempo, no supe cuanto tiempo estuvimos así, hasta que cortamos esa unión.

El oxígeno no me ayudaba a aclarar mi mente, sólo provocaba que alucinara; ya que veía a Takuya sonriéndome con esas sonrisas que se notaban que salían del corazón -o por lo menos eso era lo que veía yo.

Luego, no estoy muy seguro que pasó después. Al parecer nos besamos de nuevo, yo no sentía esos besos de calentura o de despecho, provocaban muchas sensaciones en mi interior que no sabía bien como definirlas, pero yo creo que todas significaban lo mismo. Una felicidad de un tamaño tan grande que no cabía en mi cuerpo y una dicha de las mismas proporciones.

Sentí, por primera vez en todo el día, calidez.

 

...

...

Abrí mis ojos ¿Dónde estaba? Miré a todos lados asustado. Estaba en mi habitación, solitario como siempre. No recordaba más allá. Mi último recuerdo fue "yo y Takuya besándonos bajo la lluvia en el parque"

Tomé mi celular para ver que hora era, era temprano. La fecha: 15 de febrero.

De pronto, tocaron a la puerta de la entrada. A diferencia de ayer eran suaves golpes.

Intrigado, fui a abrir. No sé que más me llamó la atención.

-¡Nyappy!- gritó como saludo el cantante de la banda.- ¿Cómo estás, Non-chan?- Miku, a diferencia de ayer estaba muy alegre, como era habitual. No sé si me llamó más la atención que fuera él a mi casa luego de lo de ayer o que estuviera tan radiante como siempre.

-¿Ahora sabes que es nyappy?- le pregunté molesto, luego de lo que pasó ayer y de los malos ratos que me hizo a pasar cómo no iba a estar molesto. Me miró con extrañeza.

-¿Ahh? ¿Qué?- parecía que no entendía nada, pero no iba a caer en su jueguito.- ¿Non-chan de que hablas?

-¿Y ahora estás amable?- estaba molesto y tenía ganas de matarlo por lo de ayer, además de que me dolió todo ese mal trato. De seguro, mis intenciones asesinas se debían notar en la mirada.

-¿Por qué dices esas cosas?- me preguntó con una real cara de no entender.

-¿Por qué pones esa cara de idiota?- y mi enojo estaba empeorando.

-No sé de que me hablas.- su rostro y voz expresaba confusión sincera.

-Ayer ¿Acaso no recuerdas la "linda" y "amable" manera de tratarme? ¿en especial en el ensayo?

-Kanon, ayer no hubo ensayo...

-¿Cómo que no hubo?- te interrumpí.- viniste a mi casa, apaleaste mi puerta, me llevaste al arrastra y con amenazas a ensayar y tú con Teruki y Yuuki me trataban muy mal.

-Tuviste un sueño muy real entonces ¿Acaso no recuerdas que dijimos la semana pasada que nos tomaríamos el catorce de febrero, ayer, para que pudiéramos pasarla con nuestros seres queridos? Aunque realmente era para que Teruki tuviera una pre-luna de miel.- dijo eso mientras con una mano se afirmaba el mentón en posición pensativa, posición que dejó cuando siguió hablando.- yo ayer no te vi en todo el día.- Miku me miraba muy confundido.- además, sé que alguna vez me has pillado en días conflictivos o sensibles, pero nunca te he tratado con amenazas. Aparte... si hubiera apaleado tu puerta ¿no debería tener huellas?

Me giré para verla, y no tenía nada. Estaba asustándome.

-Este...- comencé a musitar.

-Tranquilo.- me sonrió amablemente, posando su mano en mi hombro.- todos hemos tenido sueños o pesadillas muy reales.

-Sé que sonará estúpida esta pregunta... ¿pero sabes que hice ayer? Sólo recuerdo cosas que deben ser de ese sueño.- aunque Miku me dijera que todo lo que viví ayer fue un sueño no lo creo así... los tirones, los ruidos, las miradas, la lluvia, el... ¡el beso! ¡Debía ver a Takuya! Bueno, antes de eso iba a decir que todo había sido atemorizantemente real.

-No sé, creo que te la pasaste con Yuuki viendo animé y creo que en la tarde saliste con Takuya.

 

¿Qué mierda pasó entre Takuya y yo que no recuerdo?

 

-¿Takuya no se fue con Teruki por el pack "cupido"?- me acordé que Teruki, que tiene pareja, conoció ese pack, que te lleva de viaje no sé a donde, y lo estuvo promocionando. Se suponía que Takuya estaba con Bou y que había aceptado el pack. Entonces ¿Cómo pasé la tarde con Takuya si se había ido de viaje?

-¿Qué? ¿No sabes?

-¿No sé qué?

-Takuya y Bou terminaron hace un mes atrás.

-¿Qué?- estaba... no sé, creo que choqueado. La verdad, muchas sensaciones pasaron por mi cabeza y no me podía decidir por una. Lo único que tenía claro era que tenía que ver a Takuya ahora ya.

Sin despedirme de Miku, fui corriendo a la casa de Takuya. Noté que Miku me miraba desde la entrada de mi casa aturdido. Sé que estuvo mal, pero necesitaba saber que hice ayer.

 

 

-¡Takuya!- golpeaba su puerta desesperado.- ¡Takuya! ¡Soy Kanon!

-Kanon qué manera es...- se quedó callado al verme ¿Tanto se notaba que estaba desesperado?- ¿esa de golpear?- susurró lo que quedaba de frase para cambian su semblante.- ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás así?- me preguntó preocupado.

-Takuya, ayúdame. No sé que pasó ayer.

-¿No te acuerdas? Y eso que no bebiste.

-¿Qué hice? Por favor dímelo.

-Ven, pasa.

 

Me permitió pasar y acepté. Me señaló un sillón para que me sentara para luego retirarse, volvió con dos vasos de agua y galletas. Le conté casi todo lo que creo yo que pasó ayer -excepto mi declaración y el beso.

-Valla, que sueño más real.- comentó.

Luego le conté lo que sucedió hace escasos minutos con Miku y del porqué de mi desesperación.

-Kanon, tranquilo. No pasó nada grave.- se rió de esa manera tan especial- estuviste con Yuuki casi toda la mañana y parte de la tarde, luego quisiste verme por... no sé qué motivo.

Luego nos fuimos a un parque de diversiones. Estabas muy callado, y bastante ido. No entendía que pasaba contigo. En un momento me diste un peluche de gatito y me dijiste que lo compraste porque se parecía a mí.- volvió a reírse.- le puse pingui-chan en tu honor. Más tarde.- dijo pensativo, tratando de recordar que hicimos después, estaba muy nervioso, temía haberme declarado.- ¿Qué hicimos más tarde?- se quedó un momento en silencio.- ¡ah! Ya me acordé, nos fuimos a la casa de Yuuki, jugamos videojuegos y luego quise ir a beber pero Yuuki no quería salir, así que fuimos a comprar alcohol pero tú no quisiste tomar. Y eso sería nuestro San Valentín.

 

¿O sea? ¿O sea que no besé a Takuya? Pero... no entendía... todo fue tan real. No fue un sueño, definitivamente no lo fue.

 

-¿Y eso no más soñaste? Porque tu sueño iba desde que Miku te despertó hasta que saliste corriendo por todo Tokio buscando helados.

Le conté lo que seguía indeciso, cuando llegué a la parte del beso, se sorprendió. Sentía mis orejas arder, mis manos sudar y temblaba un poco, otra vez la sangre me golpeaba, aunque no tan fuerte como ayer. Temía estar sonrojado.

-¿N-nos be-besábamos?- me preguntó aturdido.

-Sí.- respondí apenado, pero me di cuenta que eso sólo me delataría. Comencé a reír tratando de que no sonara falsa.- mis sueños son tan extraños.- escuchaba como mi interior me gritaba "mentiroso"

Takuya comenzó a reír forzadamente para luego mirar el recipiente que contenía las galletas.

-Bien, Kanon.- me felicitaba sarcásticamente mi yo interno.- acabas de matar la amistad entre tú y tu amado, felicidades,  pingüino idiota.

 

Un silencio incómodo inundó la sala de estar, Takuya dejó de mirar las galletas y tomó una, pero no se la comió. Comenzó a jugar con la galleta en forma de osito, sin mirarme.

Quería irme pero no estaría nada bien -sería peor que lo que le hice a Miku hace escasos momentos.

De pronto, Takuya se levantó de su asiento y se estaba yendo de la sala de estar. Eso me llamó la atención y lo miré.

-Recordé un detalle de lo que pasó ayer. Antes de irme de la casa de Yuuki me dijiste que revisara a pingui-chan. Eso me extrañó mucho pero te dije que lo haría. Disculpa, olvidé revisarlo y me acabo de acordar ¿qué tiene?

-Takuya, lo siento, pero yo no recuerdo absolutamente nada de lo que hice ayer además de lo que te he contado, que se supone que fue un sueño.

-Ah, claro, ya veo.- dijo incómodo, pero yo estaba peor, o tal vez él estaba peor que yo -después de todo es su casa.

 

Se fue y yo me preguntaba que diablos tenía el tal peluche, me frustra esto de no acordarme que hice ayer para los demás, porque yo insisto que lo que yo recuerdo lo viví y no fue un sueño.

 

El tiempo de espera se me hacía eterno, Takuya no regresaba, mi amistad con él colgaba de un hilo, no tenía ni pito idea de que tenía el bendito peluche que se supone que yo le regale...

Creo que la pesadilla de ayer aun no termina

 

Cuando creía que ya no volvería, Takuya regresó con el susodicho pingui-chan en sus brazos. Se veía... no sé como definir la cara que traía pero no era de felicidad, era... era seria, sí, era muy seria y estaba asustándome.

-Kanon.- me llamó, sin mirarme a los ojos (porque estaba mirando al peluche).

-¿S-sí?

-¿Por qué?- preguntó mirando al peluche.

-¿Ah?- no entendí su pregunta.

-¿Por qué?- volvió a repetir sin mirarme, acariciando el peluche.- ¿Por qué?- esta vez sujetaba una patita y la movía de un lado a otro.

-¿Por qué qué?

-¿Por qué usaste un peluche y un sueño para declararte?- me miró, pero parecía que... creo que estoy alucinando porque lo veía sonreír... no, ya no sonreía, se reía... cada vez más fuerte.

¡Se estaba carcajeando frente a mí!

Sí, ya no estaba alucinado, esa risa era real... bueno, ya ni sé que es real y que es sueño pero no parece alucinación.

-¿Qué es lo tan gracioso?- le pregunté en reproche, aunque parecía más que todo esas risas que uno suelta cuando está nervioso.

-Es que... tanto escándalo, tantas vueltas, para decirme que me quieres. Me compraste el peluche y dentro había una carta escrita por ti ¿Cómo pudiste meter la carta dentro del peluche?- me preguntó riéndose aun, tenía sus manos en su estómago y hacía presión en él.

-¿Me dejas verla?- le pregunté pidiéndole la carta.

-Jajaja, claro, toma.- me la entregó y me asusté. Mucho. Demasiado.

La carta decía exactamente lo que le dije en el "sueño"

-Y además eres adivino, porque yo estaba triste porque ayer era San Valentín y hace un mes terminé con Bou. Me sentía muy solo y anoche lloré camino a casa, y justo en la noche comenzó a llover.

 

Estaba en completo shock.

 

-Takuya, lo siento, yo... yo...- no sabía que decirle, lo único que atiné fue a disculparme. Es obvio que él amaba a Bou y... fui un idiota. En mi "sueño" fui un idiota, ahora en la "realidad" fui un idiota. Siempre soy un idiota que siempre todo le sale al revés.

-Fue muy lindo de tu parte.

-¿Ah?

-Gracias.- dijo sinceramente. No entendía.

-¿Gracias de qué? ¿No estás enojado?

-¿Enojado? ¿Por qué lo estaría?

-Es que... ay, no sé, no entiendo nada.

-¿Quieres saber porque terminé con Bou?

-¿Por qué?

-Porque no quería hacerle daño.- no entendí.- es que hace un tiempo algo me pasaba contigo, pensaba que era un gran cariño de amigos pero me di cuenta con ciertas cosas que no era así, yo te empezaba a querer de otra manera. Y cuando me di cuenta terminé con Bou porque no quería dañarlo. Ayer estaba triste porque cada día te quiero cada vez más y estaban tan ido como si no te importara, así lo sentí yo. Era un día especial y yo me sentía solo, sin nadie a quien decirle "te amo".

-¿O sea que tú...?

-Te amo, pingui-chan.- luego de eso tomó mi mentón y me besó dulcemente.

La carta voló porque abrí mis manos de la impresión. Se sentía, se sentía como ayer... la misma sensación -sólo que sin la lluvia- La misma sensación de calidez, los mismos nervios, y la misma sensación de que el único sentido que no se había bloqueado era el tacto.

 

 

Dejando de lado aquella linda experiencia, y lo que vino después que fue simplemente hermoso -ok, eso sonó cursi, es que fue esto:

Luego del beso comencé a reir, es que me sentía tan feliz que no se me ocurrió otra cosa que reír. Él me imitó aunque algo extrañado. Sentía una felicidad que nunca antes había experimentado en esa magnitud.

-¿Qué es lo gracioso?

-Te amo, Taku-chii.

-También te amo, Non-chan.

-No sé si estará bien, pero hace mucho que he soñado con esto.- Takuya me miró con duda.- ¿Quieres ser mi novio?

-Pfff.- me respondió ¿molesto?

-¿Qué? ¿N-no quieres?- pregunté al borde del llanto, noo, lo que estaba tan hermoso iba a morir.

-No me hagas preguntas tontas.- me dijo encima de mis labios, comprendí de inmediato el mensaje.

-No las hago si me das un beso.

-No tienes que pedirlo.- dijo para acercarse, cerré los ojos esperando. Pero nada ocurrió.

Abrí mis ojos, pero cuando lo hice escuché la dulce voz de Takuya muy cerca de mi oído.

-Feliz día de San Valentín atrasado, my love.- me susurró para luego en menos de un segundo depositar sus labios en los míos.

 

 

 

Ese momento fue... no tengo palabras para narrar cada una de las sensaciones que me provocó aquel encuentro entre Takuya y yo.

Cuando iba caminando a mi casa iba pensando en tantas cosas, trataba de asociar ideas y lo que descubrí es que mi "sueño" no fue un sueño.

Yo no sabía que Takuya había terminado con Bou, me enteré hoy en la mañana gracias a Miku. Sin embargo en mi "sueño" Takuya me decía que terminó con Bou.

Miro a la gente y veo en ellas mi propia felicidad. Aun estando en invierno siento como si los rayos del sol me estuvieran calentando -cosa imposible porque está nublado.

Miro al cielo y, aunque esté nublado, se ve más claro que los otros días.

 

Llamé a Yuuki y le conté todo, pero todo, lo ocurrido. No importa si él sabe que Takuya y yo ahora somos más que amigos, él nunca nos va a juzgar.

Me sorprendió su respuesta.

-Lo que "soñaste" no fue un sueño. La realidad es algo muy extraño porque cada uno arma su propia realidad, y lo que viviste ayer fue la realidad de tu corazón.

-¿Ah?- no le entendí a Yuuki.

-Tiene sentido. Querías amor, calidez, y eso era Takuya. Como no tenías a Takuya, tu corazón era frío y/o agresivo. Es como raro de explicar pero eso es. ¿Acaso no recuerdas aquella chica que conocimos en una convención? Te trató de coquetear pero tú sólo le respondías fríamente, no te interesaba porque sólo querías a Takuya. Eso lo reflejó tu corazón cuando le diste el momento de expresarse. Cuando llovió representó las veces que debiste llorar por él ¿o no?

-Sí.- acepté apenado, lloré por Takuya varias veces. Era tan doloroso verlo con Bou y cuando hablaba de él.

-El ambiente frío y oscuro era tu corazón que sufría porque no era correspondido. Pero cuando tuviste a Takuya y él se dejó besar sentiste la calidez, porque fue el momento en que tu corazón sintió la calidez de ser correspondido.

-P-Pero le di una carta a Takuya en lo que se supone que fue la realidad y la carta decía lo mismo que le dije cuando me declaré en tu "realidad de mi corazón"

-Por eso te digo que no fue un sueño ¿Me estás prestando atención o no?

-Es que... es raro, no lo entiendo.

-Yo tampoco, pero nunca pienses que el tiempo es estático y que la línea es primero el pasado, luego el presente y después el futuro, porque no es así.

-Ay, Yuuki, es tan confuso, no entiendo.

-No importa, nuestro trabajo no es entender, es vivir. Ahora disfruta que tienes la calidez.

  

Estuvimos hablando un rato más, creo que Yuuki está culturizándose con la rara filosofía. Incluso me hizo pensar que la realidad no es un todo, no es algo colectivo, es un pedazo de lo que nosotros trasmitimos, es el reflejo de lo que somos por dentro, es un espejo.

 

Mi realidad -y lo único que tengo claro- es que te amo.

 

Notas finales:

Ojalá les haya gustado ^^

Recuerden que este día es en honor de un sacerdote llamado Valentín que casaba parejas a escondidas hace muuuchos años. A ese sacerdote lo mataron por eso un 14 de febrero en x año (no me acuerdo)  

Feliz día de San Valentín a todos los que lo hayan leído y espero que la pasen con sus personitas especiales.

Sweet tkmm (ele)

Se agradecen los reviews :D

Bye Nyappy [!]


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).