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El secreto de la hoja por sanaky

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Notas del capitulo:

Hola, esta es la continuacion de mi fic, parece que no gusto mucho T_T y eso que me esforce tanto, pero bueno, no importa mucho, solo espero más criticas esta vez.

Cáp2: Anónimas Cartas, Viajes lentos y solitarios (II parte).

 

      El sol irrumpió en mi descanso golpeando mi cara de manera tenue, abrí los ojos con cansancio, tal vez había dormido muy poco, arrugue la cara, un extraño aroma me llego a la nariz, uno conocido y varonil, voltee mi rostro esperando encontrar lo que me propiciaba aquel aroma, enfoque la vista creyendo haber visto algo, pero en cuanto me di cuenta, no era nada, solo había sido una locura de mis sentidos, por un momento creí que había alguien a mi lado, suspire y estire mi cuerpo entumecido, me puse de pie, con una lentitud que aturdiría hasta a una tortuga, recogí las cosas con calma, el aire matutino era exquisito, observe a mi alrededor viendo que no se me quedara nada, cuando me asegure de ello, coloque la mochila en mi hombro, baje de un salto al sendero, camine con lentitud hacia el río, de forma diagonal, procurando avanzar, aunque fuera solo un poco, deje mis cosas junto a las orillas que rodeaban la corriente de fría agua.

     

       Me bañaría y luego seguiría rivera abajo, me saque la chaqueta, la deje en una rama para que se oreara, luego me saque la camiseta de red negra, los pantalones, el calzado, los boxer, todo quedo colgado en el mismo tronco, bajo la custodia de unas trampas, no fuera a ser que me pillara con un ladrón, ya tenia la mala experiencia y no deseaban volver a vivirla, ingrese en las frías aguas, sintiendo como estas me relajaban, me hacían sentir libre, limpio.

     

      Lave mi cabello con las cosas que había traído, de pronto sentí un ruido extraño, era como si hubieran pisado un bulto de hojas secas, mis ojos buscaron rápidamente, pero lo único que encontré fue un pequeño conejo que al parecer buscaba comida, me tranquilice de inmediato, volteándome para seguir con mi aseo, cuando me sentí lo suficientemente limpio salí y me seque con una toalla que había dejado sobre una roca cercana, me seque con tranquilidad, vestí mi cuerpo con una de las prendas que tenia de intercambio la cual consistía en un pantalón negro bastante suelto, una remera sin mangas color celeste y una chaqueta naranja la cual tenia un gorro, deshice las trampas y guarde la ropa dentro de la mochila, me puse esta al hombro volviendo la vista por ultima vez a la derecha, entonces aprecie la corriente del río.

 

      -“la corriente es bastante fuerte en el centro del río, es correntoso, pero no tiene muchas rocas”-una pequeña luz se encendió en mi cabeza cuando volví a pensar en la corriente se supone que debo llegar al lago y este río desemboca precisamente en el lago ¡claro! ¿Cómo no lo pensé antes? Si me subía sobre un tronco y me deslizaba por el centro de la rivera llegaría mucho más rápido a mi destino ¡por supuesto! En cuanto lo pensé puse mi plan en practica de inmediato, con el rasengan  bote un árbol ni muy grueso ni muy delgado, uno que era perfecto para utilizar como canoa, lo puse dentro del río con ayuda de bunshins y lo amarre a la orilla con una cuerda, busque una rama larga y delgada la cual me sirviera de remo en cuanto llegara al lago, me subí al tronco de un salto y me acomode, coloque una soga alrededor de el para poder sostenerme de el sin caerme, y corte la soga que mantenía el tronco estático, la corriente de inmediato hizo lo suyo y me arrastro a una velocidad considerable rivera abajo, llegaría más rápido de lo que pensaba, sonreí grandemente, y disfrute del paisaje, tal vez seria lo único que me entretendría en unas cuantas horas.

      Llego la hora de comer y el tronco seguía siendo arrastrado por la corriente, saque de mi mochila una lata de conserva y me la comí con animo, mirando, me preguntaba cuanto quedaría para llegar, pero por lo visto, no podía hacer más que esperar.

 

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      -Ese Usuratonkachi me tomo por sorpresa, demonios… tengo que llegar antes que el-corría incesantemente por el bosque, había conseguido adelantarme por un instante a Naruto, pero si no me apresuraba me toparía con el justo a media noche, me mordí el labio ¿Por qué tenia que ser tan de golpe y porrazo para sus acciones? Maldición me sentí ciertamente superado, era el ninja numero uno en sorprender a las personas, creo que ni Itachi se podría haber opuesto a el, de repente hasta creí sentir envidia, solté una carcajada negando con la cabeza, me excitaba la idea de sentirme así, arrastrado por otra persona que no era mas sinistra que yo, pero ciertamente era más sincera, no había forma de que pudiera pensar en el de otra forma, le tenia envidia, le tenia cariño, le tenia… me tenia completamente enamorado, cegado, hechizado-Maldito idiota… como me gustas…

 

      Acelere el paso, tanto así que el viento llegaba a nublarme la vista y el oxigeno entraba dificultosamente en mis pulmones, dentro de solo tres horas serian las doce de la noche, fruncí el ceño.

 

      -esta bien, que sea lo que el amor quiera-murmure pudiendo ver a poca distancia el lago, el sendero se abría paso entre los árboles, dando el aspecto de corredor, un túnel que al final mostraba la luz de una hermosa luna y su reflejo completamente maravilloso en las cristalinas aguas, de un salto escape del sendero cayendo sobre las aguas, mis pies se mantuvieron a flote gracias al chakra, de pronto una extraña sensación se apodero de mi, era como si me estuvieran observando, un ruido chocante me hizo voltear, ciertamente inquieto, no había nada, no sentía ningún chakra-¡Demonios!

 

      Solté ese quejido al darme cuenta que alguien había saltado sobre mi, nos sumergimos en el agua, no podía distinguir quien era, el Sharingan no funcionaba en aquel momento, las burbujas que nos rodeaban impedía que mis ojos fuera efectivos, cerré los ojos, esperando que el agua turbia se calmara, no obstante, lo único que aprecié fue un jalón que me subió de golpe a la superficie, unos brazos delgados, pero fuertes me rodearon, sentí el calor contrario recorrerme a pesar de lo fría que se encontraba el agua, sonreí, sonreí como hacia mucho tiempo no lo hacia, aquel aroma, aquella piel levemente tostada, aquel hermoso cabello rubio, no podía ser de nadie más, mis brazos le rodearon y mi nariz se hundió en la húmeda cabellera, aspirando aquel embriagante aroma.

 

      -Hola, Usuratonkachi…

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      La noche había caído, el cielo se mostraba oscuro, realmente hermoso, estrellado y con la luna más presente que nunca, aquella maravillosa esfera plateada se mostraba enorme, mis brazos cayeron a mis lados, como si hubieran estado sujetos a algo por mucho tiempo, ahora se encontraban sin fuerzas, tiesos por un esfuerzo que desconocía haber hecho, mire el cielo ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué veía el cielo nuevamente?

 

      Me voltee, extrañamente no me podía el cuerpo, todo me pesaba, estaba tan cansado, sentí un extraño chakra cerca de mi, alce la vista, pero no pude apreciar nada, intente que mis ojos vieran bien, pero veía todo borroso, después de todo estaba algo ofuscado, a demás que mi vista ya no era la misma, cada ves estaba más ciego, aunque ahora, no tenia el Sharingan activado, que más podía hacer, había alguien junto a mi, alguien que estaba sentado, manteniéndome sobre sus piernas, me senté con gran dificultad, acercando mi rostro al contrario para poder distinguirle, en cuanto aprecie sus facciones le reconocí al instante, me aparte bruscamente, tan brusco que caí sobre sus caderas en una fuerte sacudida que consigue despertarle, mi boca se mantenía cerrada, mis ojos no mostraban expresión, pero la sorpresa recorría mi alma, como si esta fuera un estanque vacío que justo en una sacudida le hubieran llenado de golpe con una gran cantidad de agua.

 

      -Mi…Minato-sama-murmure, con mi voz ronca completamente destruida, rota, cansada, el me miro con aquellos ojos claros que me helaron el cuerpo, sentí como me sumergía en ellos, cayendo el un profundo pozo de aguas heladas, alzo su mano calida, encaminándola a mi mejilla, me acaricio el rostro, mi cuerpo se estremeció ligeramente, dieciséis años sin verle, tantos años había pasado, pero… ¿Por qué estaba vivo? ¿Por qué yo estaba vivo al igual que el? Mi hermano me había asesinado, lo tenía presente en mi mente, entonces ¿Qué había ocurrido?

 

      -oye… ¿estas bien? Te encontré desmayado a mi lado hace solo unos instantes-me acariciaba la mejilla con una lentitud que provocaba el cosquilleo a lo largo de toda mi piel, una extraña pasión recorrió mi columna al verle nuevamente, aquel hombre siempre me había puesto cachondo, era dulce, sin duda alguna una persona muy bondadosa, pero sin lugar a dudo lo que nunca pude olvidar fue su sonrisa-¿Cómo te llamas?

 

      -Soy Uchiha Itachi, Minato-sama… soy el ex líder del escuadrón Anbu ¿me recuerda?-le dije rápidamente, con voz calmada, aunque mis sentidos estaban todo menos calmados, coloque mis manos en sus rodillas firmes y mi cara quedo a escasos centímetros de la suya, sin sentir yo el mas mínimo sentimiento de pudor, dejando que mi rostro se reflejara en sus ojos a ver si conseguía apreciar el cambio que había tenido, pero sin duda alguna seguía teniendo la característica cara de aquellos tiempos de mi más solemne juventud.

 

      -no me tomes el pelo muchacho, Itachi tiene solo doce años es imposible que seas tu-aunque al parecer luego que dijo eso reacciono, como si se hubiera pegado el mismo una bofetada, su cuerpo tembló ligeramente al igual que el mió que solamente tendió a abrasarle sin saber lo que realmente me ocurría, le deseaba, tan ardientemente como así ya tanto tiempo.

 

      Sus brazos me rodearon, sentí como todo mi cuerpo no reaccionaba, como mi alma se quemaba lentamente, estando en sus calidos brazos de los cuales no deseaba escapar, ni tampoco ser rescatado, tantos años sin que me abrasara así, aunque antes me abrasara por otros motivos mucho más oficiales, no había perdido esa calidez, esa sensación que solamente el podía darme, mi cabeza callo sobre su hombro, totalmente desganada sin muchas ansias de seguir engañándose.

 

      -Minato, los dos… deberíamos estar muertos-susurre mirando su claro cabello con total atención-deberíamos, pero no lo estamos…

 

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      En cuanto nuestros cuerpos salieron del agua, puede apreciar la furia recorrer cara parte de mi alma, la tristeza me recorría de igual forma al igual que la alegría y no obstante, lo único que pude hacer fue cerrar mis dedos en un puño, estrellándolo contra su mejilla pálida, su cara se volteo abruptamente hacia el lado izquierdo.

 

      -¡eres un idiota!-grite con todas mis fuerzas, dándole otro golpe que le hizo voltear la cara hacia el otro lado, sus ojos estaban fuertemente cerrados, pero no hacia ningún otro gesto-¡me abandonaste por mucho tiempo y ahora en las cartas dices que me extrañas!-las fuerzas me flaquearon, mi piernas no me sostuvieron dejándome caer de inmediato, el me sostuvo de la cintura antes de que mis rodillas se estrellaran contra el suelo, me abraso, me rodeo la espalda con una fuerza tal que pude sentir los latidos de su corazón, junto con un sentimiento de bien estar, le rodee el cuello, no creyendo lo que estaba ocurriendo, le tenia de vuelta, junto a mi, completamente junto a mi, me estaba abrasando, era un momento en el cual, él era única y absolutamente mió-eres un imbecil ¿sabes el alivio y el dolor que sentí cuando te vi parado a pocos pasos de mi? ¿Tienes idea de eso Sasuke?

 

      -Cállate…-le escuche decir, sus palabras me hipnotizaron, deje caer mi cabeza irremediablemente hacia atrás, un extraño placer me subía por la piel, impidiéndome moverme, la boca de Sasuke se poso en la curvatura de mi hombro y cuello, dio un beso allí consiguiendo que todo mi ser tuviera un espasmo que no se podía considerar ni siquiera como sorprendió, más bien era excitado.

 

      -Sasuke, detente… no estoy aquí para esto-le dije decidido, me separe de el rápidamente, sin llegar a distanciar demasiado nuestros cuerpos, solamente apoyando mis manos en sus hombros y procurando que las de el  siguieran en mi cintura, su mirada negra quedo clavada en mi retina, nos sostuvimos la mirada por un buen tiempo-¿Qué es lo que quieres?

 

      -… -no salían palabras de su boca, aquel silencio me irritaba de sobremanera, tan así que conseguía envolverme en ira, mis dedos se posaron sobre sus labios, acariciándolos en el acto, mi mano se deslizo casi muerta hacia su pecho, me separe completamente, si no tenia nada que decirme entonces no tenia por que seguir aquí, camine al tronco que había dejado abandonado, mirando que mi mochila siguiera allí intacta y precisamente allí estaba tal cual la había dejado, escuche los pasos de Sasuke tras de mi y me permití voltear para ver que le tenia tan cerca que hasta su respiración chocaba con la mía, una extraña sensación me subió por el cuerpo-lo que quiero… es a ti…

 

      Mi cuerpo se estremeció completamente ante aquello, su mano se poso en mi cadera, subiendo lentamente por la ropa que yo calificaba y sentía mojada, sus pupilas no miraban hacia ningún sitio que no fuera yo, me sentía tan extrañamente especial, un dolor punzante atravesó el tiempo y me devolvió a la realidad, no podía ser aquello, no podía ser… aparte su mano de mi, en estos años, aunque nunca había dejado de pensar en el, aunque mi cuerpo solo pudiera considerarle a el un dueño, aunque hubieran pasado tres largos e infinitos años en los cuales no deje de reflexionar el por que de aquel vació, allí fue que me di cuenta que le quería demasiado, tanto como para llegar a aceptar el querer ser su amante, pero ahora no, yo no quería que así sucedieran las cosas.

 

      -Olvídalo, no me tendrás… soy el viento Sasuke, puedes cortarte si te acerca, puedes mirarle y sentirle, pero jamás poseerle, por que el es libre, yo soy libre, no le pertenezco a nadie, mucho menos permitiré pertenecerte a ti, el cual cortara mis alas y me encerrara en una caja de cristal- me negué tan súbitamente a mi deseo que mis piernas y brazos deseaban rebelarse, dejarse caer en los brazos contrarios, pero no lo permití, los ojos de sasuke se ampliaron, como si le hubiera dicho algo sorprendente, como si le hubiera negado algo que según el por derecho merecía, esa mirada frustrada, se sentía bien, muy bien…

 

      -Tu no entiendes nada Naruto, yo odio con fervor y por ello me fui de la villa, por mi venganza, si… ese fue un motivo, pero jamás te detuviste a pensar que mi odio no fue la única motivación que tuve para marcharme-mis ojos se ampliaron ¿acaso había otro motivo aun más fuerte? Retrocedí varios pasos asta que caí sentado en el tronco, con sasuke arrodillado entre mis piernas, me miraba tan intensamente que me sentí morir-te mostrare cual fue uno de mis verdaderos motivos, aunque aquello me cueste hablar mas de la cuenta…

 

      -Sasuke…

 

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      -Naruto ¿tienes idea de la impotencia que produce el saber que eres inútil?, que… no eres capaz de mitigar ni siquiera un poco aquel dolor que tu siempre ocultas tras una sonrisa que refleja lo más dañado de tu alma ¿Por qué no te abrías a mí? ¿Por qué no me mostrabas lo que tanto deseo y deseaba ver la forma más prohibida? Cuando me di cuenta que en el pasado te ame en el presente te odie y el futuro perdone a mi mismo esos pensamientos abriendo paso de nuevo al amor de la forma más cruel. Cuando sientes en tus entrañas que le traicionaste siendo que te traicionaron a ti diciéndote algo que jamás creíste, tu no sabes, tu no lo sabes… ¡quería protegerte y me sentía débil-murmure sin saber si mis palabras realmente tenían sentido cuerdo, solo expresando mi dolor, pude ver los ojos de aquel hermoso rubio posados sobre mi, llorando irremediablemente, me apresure a secarle las lagrimas con los manos deslizando mis dedos por su calida mejilla, le vi acercarse a mi, tan lento, tan sosegado que consiguió exasperarme, todo mi ser tembló al sentirle apegado a mi, abrasándome y besándome las mejillas donde anteriormente me había golpeado.

 

      -te amo… Sasuke-mi ser se dejo caer rendido, aquellas palabras me había dejado sin aire, sin fuerzas, hacia tanto tiempo que añoraba escucharlas, hacia tanto tiempo-me pude dar cuenta de ello en el ultimo tiempo…

 

      -¿de verdad?-mi voz salía quebrada y rota, demasiado, tanto así que me dolía, le rodee la cintura con los brazos en un lento movimiento, me puse de pie, cargándole, su peso me sorprendió, era muy liviano, tanto que quizás si le tiraba con fuerza hacia el cielo subiría por lo menos sus cuatro metros, coloque mis manos en la parte baja de sus muslos, sujetándole para que así no resbalara de entre mis brazos, los cuales no pretendían dejarle ir en mucho tiempo, sentí algo frió recorrerme las muñecas en pequeños hilos, dejándome una extraña sensación de humedad, la ropa escurría agua constantemente, intentando deshacerse de aquel peso que su tejido había absorbido, mojándome las manos, los brazos, las piernas, el torso, sobre todo mis mejillas, las cuales yo apoyaba con devoción en el empapado cabello dorado que tenia justo bajo mi mentón.

 

      -Sasuke… ya es tarde, deberíamos ir a un lugar seguro para acampar-le escuche que me murmuro con una lentitud sobrecogedora, sonreí, acaricie los cabellos con una de mis mejillas la cual se rozaba suavemente contra su cabeza, sus brazos calidos a pesar de estar empapados, me rodearon el cuello, me sentía tan en paz, no recordaba haber presenciado otro sentimiento igual en intensidad, ni siquiera el odio profundo que había sentido asta hacia tiempo atrás podía con este calor que recorría todo mi pecho y estomago de una forma estallante.

 

      -no te preocupes, tengo el lugar perfecto…

 

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      -Itachi ¿puedes sentirlo?-Le escuche murmurar, de entre sus labios salían leves suspiros que liberaban un pequeño humo a causa del frió que nos rodeaba, de una manera feroz, estire la mano procurando tocar su suave mejilla, con delicadeza deslice la piel perteneciente a la yema de mis dedos por sus pómulos, recorriendo su tenue calor, el cual era claramente mitigado por el  escarchado aire, quería sentirle junto a mi, pero a la ves sentía aquel extraño sentimiento de estar siendo manipulado, pensé que tal vez a aquello se refería, apoye mi nuca en su pecho intentando desvanecer esos pensamientos, con la esperanza de que la mañana llegaría y todo volvería a estar en orden.

 

      -si te refieres a si me siento manipulado, la respuesta es si… me siento pavorosamente manipulado-susurre, dejando que su calor me inundara los sentidos, claramente a aquel paso terminaríamos congelados, mis rodillas se tambalearon por el frió, sin embargo, me obligue a mi mismo y me puse de pie, alejándome tan solo unos pasos, no queriendo hacerlo realmente, camine, deteniéndome donde recordaba haber localizado un tronco caído, solo y extrañamente perdido, lo corte en pequeños trozos, los cuales tome, d3ejandolos cerca de la arena que se ubicaba frente a nosotros, los deposite allí y en una pequeña llamarada lo encendí abruptamente-Katon…-murmure, Minato me miraba fijamente, como si no hubiera nadie mas en el mundo, como si yo fura su mas grande tesoro, me abría gustado que siempre me hubieran mirado así, que siempre me hubieran acariciado como el lo hacia, que siempre me hubieran amado así…

 

       -Itachi ¿ocurre algo?-su voz era dulce y tranquila, una sonrisa era solamente dedicada a mi por aquellos carnosos labios, entonces un pensamiento atravesó fugaz mi mente, permitiéndome sonreír calido como hacia mucho no hacia, una sonrisa que solamente Sasuke había apreciado.

 

      -no, nada “siento que tu sonrisa puede sanarme, razono que por fin conozco a alguien que puede hacerme olvidar”-volví a mi anterior posición, sin expresar gran emoción en mis expresiones, sentándome entre sus piernas como antes, abrasando mis rodillas, recostando mi espalda en su pecho y mi nuca en su hombro, sus brazos me rodearon apoyando sus manos sobre las mías en una unión que lejos estaba de ser distanciada.

 

      -es muy probable que aquel “nada” que me as respondido, sea precisamente lo que ocurre y sea también nuestro mayor problema…

 

Continuara…

 

Notas finales:

eso fue el capitulo de hoy, espero criticas y comentarios y bombas o lo que sea, gracias ^^

       Atte. Samako no Sanaky


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