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Todo por quien amo por Terry

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Notas del capitulo:

Bueno solo quiero decirles que espero siga siendo de su agrado

A leer se ha dicho

 

-Mmhh ¿así que solo esta vez me darás gusto hermanito?-inquiere frotándose aun más-Qué malo eres...  ¿acaso es que estas interesado en alguien?

-Sí, tengo que admitir...que si…-suelta un largo suspiro cargado con placer viéndole fijamente a los ojos de manera penetrante.

-Entiendo...creo que es mejor una vez a ninguna...-responde Sheryl mientras le da mordiscos en el cuello dejándole completa libertad.

Este suelta un suave suspiro mientras sonríe aliviado de que no preguntara nada más.

- Vaya...es raro ver...que te rindas...-susurra cerrando los ojos echando su cabeza hacia atrás.

-No me estoy rindiendo...eres tú quien me ha prometido algo...y si no me lo cumples te arrepentirás Tykki-dice antes de mordisquearle el lóbulo de la oreja.

Este le observa de reojo con una sonrisa al mismo tiempo que se relame los labios.

-Soy un hombre de palabra, es raro que dudes de mi...-dice jadeante moviendo sus caderas de la misma manera que el pelilargo.

-Pues...uno nunca sabe...-responde mientras se sienta a horcajadas, comenzando a rosar su retaguardia en el miembro del otro mirando con malicia su expresión.

Ahoga un pequeño gemido cerrando por unos segundos sus ojos para luego posar estos sobre los del mayor con una leve sonrisa mientras posa ambas manos en la cintura del otro Noah.

-Tykki...es una pena que...mmhh prefieras a otro en vez que a mí...-dice Sheryl mientras se relame los labios y hace que su entrada rose la punta del miembro mientras se separaba el mismo sus nalgas.

Se estremece de sobre manera por ese tacto.

-Lo sé...-admitió cerrando los ojos mientras su sonrisa se volvía un tanto despreocupada, como las que siempre traía en su rostro- pero...uno no manda...el corazón -abrió sus ojos y en ellos se pudo notar un brillo especial.

-Así que es eso...-musito mientras comenzaba a sentarse en el grueso mimbro, sintiendo algo de dolor pero ignorándolo.

-Si es que en… verdad tengo uno...-susurro volviendo a cerrar sus ojos para morderse suavemente el labio inferior al mismo tiempo que apegaba su rostro al pecho de Sheryl- pero...aunque no me guste admitirlo...-dijo comenzando a sudar frio, ya que sabía que le molestaría de por vida con ello- a ti...te quiero mucho, aunque seas...fastidioso...-admitió riendo levemente de manera un tanto nerviosa.

Ante las palabras que Tykki acababa de decir una enorme sonrisa se dibujó en los labios del mayor.

-Tykki... me haces...mmhh tan… tan feliz...porque también te quiero, te amo hermano...-gime mientras comienza a moverse.

Este sonríe manteniendo sus orbes mieles cerrados, y teniendo su rostro pegado al pecho de su hermano, gimiendo roncamente al sentir que se comienza a mover.

-Ngh...-se aferra un poco más al otro.

-Tykki...-gime mientras le acaricia el cabello, montándole sin recato, deseoso de que el otro lo empezara a embestir a su gusto.

El moreno se muerde con suavidad el labio inferior estremeciéndose de sobre manera al sentir como el otro apretaba su miembro a propósito, y comenzó a mover a la misma velocidad sus caderas, jadeando levemente

Comienza a jadear al oído del menor mientras acariciaba la espalda.

-Mmhh te arañaría la espalda...mmhh pero no quiero meterte en líos...-gime temblando en sus brazos.

-Tienes razón…-dijo con voz ronca y excitada sonriendo más ampliamente para luego sostenerle con fuerza de la cintura para empezar a embestirle de manera más profunda pero aún siendo de forma lenta.

-Aahh... que cruel eres...mmhh...-gime al sentir esa desesperante forma mientras muerde un poco el cuello, lo suficiente para dejar una marquita que se borrará al poco.

-Quizás...ngh, tú no puedas...-dice con malicia viéndole con lujuria en los ojos- pero yo sí…-y tras decir esas palabras mordió uno de los hombros del otro succionándolo para dejarle una marca al mismo tiempo que aumentaba la velocidad.

Comienza a gemir sonoramente moviéndose más y más rápido, moviendo  sus caderas de modo ansioso.

-Ah... Tykki... mmhh déjame... mmhh marcas... quiero....recordar esta noche...

Y este último obedeció; comenzó a succionar y morder donde le fuera posible, dejando montones de marcas rojizas en el cuerpo de Sheryl, mientras le embestía de manera más salvaje.

-Aahh... es...espera...-dijo jadeante deteniendo un poco ese desenfreno... levantándose para ponerse en cuatro...deseaba más profundidad.

El Conde Mikk no pudo evitar sonreír con perversión al notar que deseaba cambiar la posición.

-Si así lo quieres...-susurro con voz seductora para luego entrar en nueva cuenta en el de una embestida, tomándole de la cintura.

-Sí...así lo quiero...mmhh Tykki...mmhh ¡aahh!-gime sonoramente al sentirse embestido, disfrutando del domino de su hermano.

-Shh…-le dice sonriendo con malicia- no querrás...despertar a los demás...-dice jadeante embistiéndole lo más salvaje y profundo que puede- ¿oh si?

-No… no quiero...-dice mordiéndose el labio sintiéndolo profundamente, temblando de placer.

Tykki cierra los ojos aun manteniendo esa sonrisa en su rostro, por algún motivo...le gustaba ver a su hermano así de sumiso con él; sintió un fuerte escalofrió recorrer todo su cuerpo de manera torturante y supo que estaba por terminar.

Sheryl se movía rápidamente apretando ese miembro en su interior antes de morder las sábanas...para acallar un sonoro gemido.

Este le dio sus últimas fuertes y profundas embestidas para después venirse en el interior de su hermano, apretando un poco la cintura del otro.

Al sentirse lleno se corrió dejándose caer en la cama... con Tykki sobre su espalda.

El Noah del Placer trato de no caer muy pesadamente sobre el otro, y se quedo así unos minutos, mientras trataba de regularizar su agitada respiración.

-Nada mal...-susurro con voz maliciosa.

-Tykki...mmhh ha sido delicioso...-susurra mientras le mira sobre los hombros-Y lo mejor es que me has dicho que me quieres...

Este se estremeció levemente y le sonrió con nerviosismo.

-Solo espero...que no me lo restriegues en la cara en frente de todos -dijo con una gotita cayendo por su sien.

-Mmhh está bien, solo te lo recordare en privado-dice con una sonrisa antes de buscar sus labios.

Aparece su típica sonrisa en sus labios para luego besarle de manera un tanto tierna y apasionada.

-No te acostumbres...-le recordó sonriendo

-Ya lo se...que tú no lo volverás a hacer...-dice cerrando los ojos...-Solo...déjame dormir esta noche a tu lado...-pide Sheryl tras ese lindo beso.

-Está bien...-susurro para luego levantarse de encima del otro para hacerle señas de que también se levante para ordenar un poco la cama y luego volver a acostarse; pero esta vez...los dos juntos.

Sheryl se acomoda al lado de su hermano, cerrando los ojos...su vida como humano sin duda era de ensueño, pero su vida Noah...era otra cosa...

Tykki le observo unos segundos en silencio con una expresión seria, y luego una leve sonrisa juguetona se formo en sus labios y sin previo aviso le abrazo cerrando los ojos.

Al sentir el abrazo el mayor se sonrojó, se acurrucó entre sus brazos posando su mano en su pecho.

-Tykki...gracias...

-No hay de que...-susurro suavemente soltando un largo pero suave suspiro mientras su sonrisa se ensanchaba y trataba de conciliar el sueño.

Sheryl no tardó en dormirse, estaba realmente agotado...y al sentir el calor de su hermano fue mucho mejor.

A la mañana siguiente, todo estaba bastante tranquilo en la Orden, todo hasta que...

-¡Suéltame Usagi!-se escucho el reclamo de parte del japonés; quien era abrazado por el ojiverde, quien le estaba abrazando por "X" razón, ni el mismo espadachín lo sabía.

-No quiero, No quiero, no quiero-decía el ojiverde pegándose aún más al nipón.

-¿Pero que es este escándalo?-inquiere Allen al fin saliendo de su recamara y llegando hasta donde los dos chicos.

-¡Moyashi, quítamelo de encima!-dijo exasperado con una enorme vena en su frente, ya que estaba demasiado atrapado entre los brazos del pelirrojo como para poder golpearle-¡¡Suéltame!!

-Ah que malo eres Yuu-dice Lavi de modo juguetón, algo sorprendido de que el mayor pidiera ayuda a Allen.

-Ah...veo que ustedes dos se siguen llevando igual de bien-dice con una sonrisa acercándose a Lavi-

-¡Tsk!-ya bastante cabreado hizo mayor intento de soltarse del agarre del Bookman Jr. y en uno de los tantos movimientos que hacía por zafarse rozo muy apenas su retaguardia con la entre-pierna del parchado.

-Mmhh Yuu si querías eso debiste decírmelo...para que fuera en privado-dice con una sonrisa maquiavélica.

Ante las palabras del ojiverde Allen abre los ojos con sorpresa percatándose de lo que pasaba.

-¡¿Qué mierda estás diciendo?!-grito totalmente cabreado para luego, milagrosamente; a causa de la ira, soltarse del agarre del pelirrojo y darle un fuerte golpe en la cabeza dejándolo tirado en el suelo-¡Conejo idiota!-le vio con una mirada y aura asesina.

-Aahh...mi cabeza...aahh pero no es mi culpa Yuu, eres tu quien se movía de ese modo tan...-sonríe malicioso desde el suelo justo cuando Allen lo sujeta con su brazo sano.

-Calma Kanda...sabes cómo es Lavi...-dice suavemente.

-Apretó con fuerza los puños y la mandíbula aún viéndole de aquella manera, con un suave tono carmín en sus mejillas- Tch, idiota...-desvió la mirada tratando de calmarse.

Allen le sonríe un poco al ver la cara de Kanda, aunque notó una mirada astuta en el rostro de Lavi, quien se levantó tranquilamente.

-Oh vamos Yuu-chan si te estaba gustando a ti también...Allen ¿Que tal que nos dejas solitos?-dice malicioso.

Se sonroja más notoriamente y le lanza otro puñetazo en la cabeza al pelirrojo.

-¡Déjate de estupideces, Usagi Baka! -dice para luego lanzarse encima de este comenzando a ahogarlo.

-Ah... auxilio... me...me matan...-dice sintiendo esa presión en su cuello aunque después le dedica una mira al pelinegro...llevando sutilmente una mano a esa estrecha cintura y acariciarla.

Este pega un pequeño brinco ante la caricia y se sonroja hasta las orejas; tanto por la mirada que le dedico el pelirrojo como por la mano en su cintura- Eres un…-su cuerpo tiembla ligeramente.

-¿Un qué?-inquiere el conejo aun en el suelo, Allen había comenzado a caminar dándose a la fuga.

-Un... ¡pervertido!-grito a todo pulmón para luego buscar con la mirada al albino- ¿Moyashi? -pregunto tratando de hacerse el loco y tratar de salir de encima de él.

Lavi rió divertido ante las palabras de Kanda mirando todo ese bello rostro; al oírse nombrado Allen dio media vuelta.

-¿Qué pasa Kanda?-inquirió mientras los miraba.

-Tengo que hablar contigo, luego...-dijo tratando de sonar calmado, ya que por alguna razón ahora el ojiverde le estaba poniendo bastante nervioso, y el japonés aún se encontraba con las manos en el cuello del otro y sentado sobre este.

-Ah...está bien...-dice Allen todo contrariado mirando la escena sonriendo, parecía que de un tiempo a la fecha Lavi molestaba aun más a Kanda.

Por su parte el pelirrojo lleva la mano que Allen no ve hacia la pierna de Kanda, acariciándola un poco por debajo de su larguísima capa.

Se sobre salta un poco y le ve con ojos entre cerrados al mismo tiempo que su tono carmín subía más de tono.

-¿Qué planeas hacer? -dice estremeciéndose un poco por la caricia del ojiverde.

Para la mala suerte de Kanda Allen había salido ya de esa habitación, dejando a los dos completamente solos.

-Pues...-comienza antes de acariciar la otra pierna.

Le da un leve tic en su ceja derecha.

- ¿Qué...?-abrió los ojos de sobre manera- Lavi...de cuando que tú...-pregunto con algo de incredulidad observándole fijamente.

-Ah... ¿creo que eso es algo irrelevante no crees?-inquiere jalando al pelilargo de las ropas al verlo con la guardia baja-Te vez tan encantador…

Una pequeña venita dio aparición en su frente.

- Respóndeme...-dijo tratando de no desviar la mirada ante las palabras y mirada penetrante del Bookman Jr.

-Vamos, eso realmente no importa... ¿o sí?-le acaricia el rostro incorporándose un poco-Yuu-chan...-le roba un beso.

Este al sentir los labios del parchado sobre los suyos intento romperlo, más el ojiverde no le dejo ya que poso una de sus manos sobre la nuca del japonés para evitar que se separara.

Lentamente el parchado comenzó a besar más apasionadamente, mordiéndole los labios, y acariciando sus sedosos cabellos, posando la mano libre sobre su cintura.

El espadachín le observaba con sus ojos algo entre cerrados, Lavi podía ser muy molesto cuando se le daba la gana, pero...no podía negar que era muy atractivo.

Lentamente y con audacia el ojiverde escabulló su lengua dentro de la boca de Kanda explorándola, la mano en la cintura comenzó a bajar por la cadera...

Este arqueo de manera inconsciente su espalda para luego soltar un débil jadeo entre el beso, comenzando a corresponderlo con algo de torpeza.

Al sentir la correspondencia el Bookman Jr. empezó a besarlo con mayor pasión apegándolo a su cuerpo.

Este ahogo un pequeño gemido entre el beso para luego cerrar por completo sus orbes oscuros, se aferro como pudo a la espalda del aprendiz del Bookman.

Al notar la correspondencia el ojiverde gira para tener al pelilargo bajo su cuerpo pudiendo así acariciar el abdomen desnudo bajo la capa.

-Ngh-se queja suavemente haciendo que sus lenguas comienzan a danzar entre sus bocas, al mismo tiempo que siente como su piel empieza a erizarse.

Lentamente le va quitando la capa, acariciando ese desnudo pecho, adorando que el nipón no use nada debajo...apretándole sus rosaditos botones.

El samurái rompe suavemente el beso para morderse levemente el labio inferior intentando acallar aquellos débiles gemidos.

-Yuu...-susurra mirando con ternura esa expresión del rostro de su compañero, besándole el cuello cuando...

-Chicos...este... ¡Viene Bookman!-se oye la voz de Allen desde el otro lado de la puerta de la biblioteca.

Este había cerrado sus ojos al sentir los labios en su cuello, más los abrió de golpe al oír las palabras del Walker y quito de encima de él en seguida al pelirrojo para acomodarse las ropas.

Lavi rodó por el piso ante el modo de ser separado, ganándose un chichón.

-Ah... que abuelo tan inoportuno...-murmuro con un puchero.

Este trato de evitar el ponerse más colorado para luego ponerse bien la capa y salir de la biblioteca sin decir palabra alguna, con los orbes oscuros escondidos en su flequillo.

Allen estaba entreteniendo al viejo contándole una vieja anécdota de cuando era payaso...mirando de reojo salir a Kanda, dentro Lavi se sentó en el escritorio como si estuviera leyendo, aunque maldecía la llegada del viejo.

-Moyashi, debo hablar contigo...-dijo posando su mirada sobre el peliblanco ignorando completamente la presencia del anciano allí.

-Ah sí, bueno Bookman, después te termino de contar-dice con una sonrisa de lo más inocente mientras voltea a ver a Kanda.

Le hizo señas de que le siguiera, ya que no quería que nadie más les escuchara hablando de ese tipo de temas, una vez que estuvieron solos le miro en silencio esperando a ver qué le decía.

-¿Qué es de lo que quieres hablar?-inquiere el menor con tranquilidad, mirándolo a los ojos.

-Solo tengo una duda que aún está dando vueltas por mi cabeza...-dijo con voz tranquila aunque mantenía una expresión más seria que de costumbre- ¿Por qué estabas con ese Noah?

Ante esa pregunta el peliblanco abrió los ojos, pensó que no le interrogaría al respecto.

-Porque...porque yo...

-¿Tú?-repitió observándole fijamente con una mirada penetrante- No es porque tienes un plan contra él... ¿cierto? -dijo esbozando una leve sonrisa.

Lo mira y traga un poco de saliva, ¿acaso Kanda lo había descubierto? Trató de responder pero las palabras no salían, además de que no sabía que decirle.

-Veo que mis sospechas eran algo ciertas, ya que no dices palabra alguna-dice cerrando sus ojos con lentitud y aún con aquella sonrisa en su rostro- Le amas, ¿verdad?

El menor cerró los ojos y se mordió los labios.

-Sí...lo amo...-respondió suavemente.

-Ya veo...-susurro abriendo sus ojos muy lentamente para posarlos sobre los plateados del albino.

Allen está callado, no sabe qué decir, solo tiene cierto temor, alza la mirada encontrando sus grises ojos contra los oscuros del mayor.

-¿Les...les dirás a los demás?

Parpadeo un par de veces con algo de sorpresa ante las palabras del menor

-¿Me crees capaz de algo así?-susurro afilando un poco la mirada mientras alzaba una ceja.

-Sé que odias a los Noah...-responde recargándose en la pared.

-Los odio, pero eso no tiene nada que ver con que le ande contando a los demás, ¿oh si? -pregunto viéndole fijamente un tanto pensativo.

Deja que sus ojos sean ocultados por sus cabellos, estaba a punto de romper en llanto de nuevo...estaba demasiado sensible...pero la mueca cambió de repente a una seria.

-Además...-dijo suavemente cerrando sus ojos- yo no les diría nada a nadie, eso...te pondría en peligro-dijo soltando un suave suspiro.

-¿Y no estarías feliz con ello?-su voz se oía seria, fría...mientras lentamente alzaba la mirada, dejando ver unos ojos ámbares.

Un fuerte escalofrió recorrió todo su cuerpo y abrió sus ojos de sobre manera al notar el color que habían tomado los orbes del menor.

-¿Mo-Moyashi?

Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro acercándose lentamente al exorcista de largo cabello.

Comenzó a sudar frio de manera inconsciente y como se iba caminando hacia atrás, tratando de huir del menor, se acorralo el solo en una pared.

-Moyashi...-dijo con voz temblorosa.

-Oh no tengas miedo...-dice acariciándole la mejilla con la diestra-Solo quiero saber... ¿no estarías en verdad feliz si estuviera en problemas?

-¿Por qué habría de estarlo?-dijo apenas audible sintiéndose realmente débil, sin saber muy bien ni el mismo el porqué de eso.

-Parece que aun no te das cuenta...-dice para después de esas palabras caer desmayado.

-¿Moyashi?-pregunto tratando de volver en sí, quedando a la altura del peliblanco- ¡Moyashi! -lo movió un poco para ver si despertaba.

Abre un poco los ojos ante el movimiento y la voz del japonés.

-Kanda... ¿Qué... qué paso?-inquiere mientras se sienta.

Se queda de hielo unos segundos por las palabras del menor.

-Moyashi... ¿no lo recuerdas?-pregunta con una gotita cayendo.

-¿Qué cosa?-inquiere el menor mirando con sus ojos ya de nuevo en color gris

-Tú...eres un Noah ¿ya lo sabías no?-susurro viéndole a los ojos.

Ante esas palabras el menor abrió los ojos y palideció tanto que parecía que se desmayaría de nuevo.

Este se quedo callado esperando la respuesta del menor, viéndole fijo a los ojos pero con una expresión bastante calmada.

-Lo supe...hace...hace poco...-dice con las lágrimas comenzando a rodar-Cuando...cuando ese guardia...

Puso toda su atención en él y de manera instintiva al notar las lágrimas se acerco a este y lamio esas gotas saladas.

Al sentir esa acción el menor comenzó a llorar aun más, temblando ligeramente, odiaba no recordar que era lo que pasaba.

-Tranquilo...-susurro para luego abrazarle, por dentro sintió algo de diversión, ya que antes era el que estaba confundido.

Se abrazo con fuerza al espadachín, temblando un poco, tenía tanto miedo de lastimar a sus amigos estando como Noah.

-Tranquilízate, Moyashi...-susurro despeinándole un poco un tanto juguetón mientras le sonreía de manera algo dulce.

-Es que...tengo miedo Kanda...tengo miedo de lastimarlos...

-Deberías quizás...decírselo a Komui-susurro viéndole fijamente a los ojos- él podría hacer algo para ayudarte...

-Y si...y ¿si la central o los superiores se enteran?-inquirió con temor-No quiero Kanda...no quiero volver a estar encerrado...no quiero lastimar a nadie...

-¿Entonces qué planeas hacer?-pregunto viéndole con seriedad para luego ayudarle a ponerse de pie-No podrás tenerlo oculto por mucho tiempo, y lo sabes...-susurro afilando un poco la mirada.

-Lo se...pero...pero aun no tengo ni idea de qué hacer...además... si se enteran que de verdad estoy enamorado de un Tykki...-se muerde el labio inferior.

-De eso jamás se darán cuenta, a menos que a ti mismo se te salga...-sonrió con algo de diversión- después de todo, yo no hablo mucho con los demás, y tampoco les diría algo así.

-Tendré cuidado...mientras pensaré en algo... yo... mmhh Kanda... gracias... -dice algo rojo.

Le vuelve a revolver los cabellos sonriendo.

-No digas nada...-susurro con una sonrisa y luego pudo ver como uno de sus compañeros se acercaba hacia ellos.

Mira de reojo hacia donde el otro se acercaba.

-¿Me acompañas a mi recamara? me duelen las costillas...-dice pues el desmayo le había resentido.

-Claro-susurro viendo de reojo que solo se trataba de Lenalee, la cual en seguida se acerco a ellos.

-Chicos, mi hermano quiere verles a ambos...-dijo con una leve sonrisa.

El menor palideció y enseguida se miró su brazo izquierdo...

El pelilargo observo de reojo al menor y le sonrió levemente en modo de que se tranquilizara, y ambos se fueron a donde les habían llamado.

-Ah...me pregunto...que...qué querrá...-dice nervioso casi comiéndose las uñas de la mano derecha.

El japonés abrió la puerta del lugar donde se supone que debería estar el chino; cuando entraron pudieron notar que este dormía sobre su escritorio.

Lo mira de reojo y se acerca a su oído para susurrarle.

-¿Crees que deberíamos despertarlo?

-No lo sé, y tampoco me importa-dijo cerrando los ojos al mismo tiempo que se cruzaba de brazos.

- ¡Ajá! ¡Los engañe! -dijo con una enorme sonrisa al mismo tiempo que les apuntaba.

Allen pega tremendo grito y se abraza a Kanda por el susto que Komui le había dado.

-Jajajajaja-ríe con diversión total por la reacción del peliblanco- Allen-kun, que asustadizo eres...-dice con una enorme sonrisa

-Moyashi, apártate...-susurro con una gotita viéndole de reojo.

-Ah...perdón, perdón-suelta a Kanda todo apenado mientras se trata de tranquilizar-Que malo eres Komui...espantarme de ese modo...

-Bien, supongo que se preguntan porque los llame a los dos...-dijo sonriendo cínicamente viéndoles con una mirada divertida.

-Pues sí...por lo menos a mí sí me intriga...-dice tratando de actuar normalmente.

-Pues chicos; lo que pasa es que a ambos...-dijo con una sonrisa amplia- ¡voy a hacerles una revisión! -dijo sacando repentinamente su taladro gigante con una sonrisa siniestra.

-¡Ah!-un grito de terror escapa de la boca de Allen antes de tratar de salir huyendo-¡No! ¡No!

-Así que era por eso...-dijo el japonés con una fingida tranquilidad mientras veía de reojo como el menor intentaba huir.

-¡Ven aquí, Allen-kun! -dijo Komui.

-¡¡¡Bua!!! ¡No quiero! ¡¡¡Bua!!!-se mueve un poco aunque al final se queda tieso sus costillas le reclamaron.

Luego de varios minutos de lloriqueo por parte del Walker, el hermano de Lenalee ya había terminado de "revisar" a los dos exorcistas.

-No fue tan terrible...-dijo sudando frio.

Allen lo mira con cara de "te mato" ante las palabras del nipón, pues él sí que había sufrido en su brazo izquierdo.

-¿Qué?-pregunto como si nada observándole con una expresión normal y una leve sonrisa.

-¡¡Lo dices tan fácil porque tu inocencia es tipo equipamiento!!-dice lloroso

 

 


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