Definitivamente era el joven amo.
Esa personalidad se lo decía.
Con la piel mas pálida, los ojos más claros, el cabello mas liso y destellos grisáceos mas intensos pero era el mismo.
El porte tan poco común lo delataba...Ese aire aristocrático lo gritaba.
Las mismas palabras…con ese toque agrio, elegante y ahora más rebelde.
Era a la vez el mismo y sin embargo otro….
Porque había detalles que no se podían dejar pasar como la ropa, esas camisas con letras y caras de bandas, seguro las mismas que ahora mismo sonaban en el aipod, ese que notaba el amo apenas soltaba…supuso que sería como el parche moderno…
“Me siento como drogado, quiero estar solo
Por un tiempo corto
Semanas en la carretera, un largo camino a casa.
Solo calla el teléfono
Y tú dices yo te sanaré.
Yo siempre seré tuyo.
Y tú dices, te matare
Si yo hago algo malo.
Si,si,si,si,si,si”
Nuevamente se descubrió interesado por una canción de las muchas que siempre oían, sentados en el suelo, uno al lado del otro….recostados contra la cama un auricular en su oído y el otro en su bocchan que cerrando los ojos se dejaba llenar por la canción…
“Todavía se siente como la primera vez,
Estando aquí a tu lado
Juntos e indiferentes.
Caminamos a través de la oscuridad.
Todavía se siente como el primer día de mi vida.”
No pudo evitar una pequeña sonrisa por la lirica de esa canción…el también se sentía como el primer día de su vida, todos los días al lado de ciel eran el primero y el ultimo…así es como quería vivir y morir cada día, en la manos del pelinegro que ajeno a sus pensamientos solo golpeteaba sus pies con converse negras al ritmo de la música
“Recuerda los momentos, cuando juntos juramos.
Nunca dejar esta vida.
Todavía aguantando, todavía siendo fuerte,
Yo pertenezco aquí”
Su pequeña sonrisa se volvió una un poco más grande…esa canción le gustaba mucho casi parecía hecha para los recuerdos para ese momento, lo resumía todo..el pertenecía hay, junto al pequeño adolescente que oyendo rock le robaba todas las tardes y él lo agradecía solo en silencio, el amo a veces se ponía de mal humor si decía cosas comprometedoras.
“Y quizá, estoy loco.
Pero no puedo ir más despacio.
Si quizá, estoy loco pero por lo menos
todavía estoy alrededor, si, si,si,si,si,si”
Sus acciones nunca fueron las más sensatas o más dulces, pero siempre honestas esos eran los pensamientos que rondaban en su mente durante todo el tiempo que esperaba al amo despertar, quizá ahora estaba todavía mas loco por el que por lo que lo estuvo en la Inglaterra nublada de unos cuantos siglos atrás porque solo con una mirada lo hacía temblar, igual que antes, igual que en ese momento, igual que siempre
“Se siente como el primer día de mi vida
(Se siente como la primera vez)
Todavía se siente como la primera vez
Todavía se siente como la primera vez,
Estando aquí a tu lado
Juntos e indiferentes.
Caminamos a través de la oscuridad.
Todavía se siente como el primer día de mi vida”
No se fijo si fue el chico quien se acerco o fue el pero en determinado momento sus manos pasaron de estar una junto a la otra para entrelazarse en un roce casi lujurioso con mucha lentitud, el chico sabía que no era normal, de la misma manera en que sabía que el mismo tampoco lo era, mas no quisieron entrar en detalles de cosas que ya habían pasado hace tanto tiempo, Sebastián lo sabía porque lo vivió, ciel porque sus recuerdos lo solían atormentar cuando dormía
“Todavía se siente como el primer día de mi
Todavía se siente como el primer día de mí
Todavía se siente como el primer día de mi vida”
Porque cuando con solo una mirada todo lo demás sobraba, incluso las palabras. Por eso Sebastián esperaba, por eso ciel lo dejaba entrar en su casa, en su vida…sin explicaciones innecesarias cuando todo estaba escrito en las pupilas del otro