Muchas veces nos preguntamos cómo van a terminar nuestros días, constantemente pensamos en lo que puede pasar de aquí a unos cuantos minutos, o inclusive años, pero la pregunta siempre está en algún lugar o momento ¿Cómo voy a morir? ¿De qué manera terminará mi existencia? ¿Una enfermedad, un accidente, la edad o un asesinato? O ¿podría ser que fuese yo quien decidiera quitarse la vida?
A decir verdad, todos los días tengo la muerte en mi mente, si bien no soy yo el objetivo de ese suceso pienso constantemente que la muerte me rodea, cuando salgo de mi casa, miro a todos lados, nunca sabes cuando un evento desafortunado pueda ocurrir, pero nada, nada ocurre cuando uno lo espera, pero esas son cosas del azar, sin importar cuán desgraciada o afortunada sea la persona siempre hay momentos donde las cosas salen como se esperan y viceversa, y si bien no es malo tener presente que uno no dura para siempre es natural que como un simple ser humano, no, como todo ser viviente se tenga un rechazo o temor al sentimiento de desaparecer, al momento que llamamos muerte.
Pero ¿qué es realmente la muerte?, para algunos el final de todo, lo peor que podría ocurrir, una señal de castigo, una amenaza; para otros es simplemente la liberación del alma, el comienzo de una nueva existencia (para los que creen en la reencarnación), el descanso del cuerpo y la gloria del espíritu que vuelve con el creador y muchas otras situaciones que dependen netamente de la mentalidad de cada persona. Supongo que todas las personas siente de forma diferente cada emoción, aun que se entiendan todas por lo mismo, ¿es realmente morir, como lo muestran en las películas o lo relatan en los libros?, la luz al final del túnel, el frio y la desesperación de la soledad; el final de un sentimiento de culpa, la libertad del dolor o la tristeza, ¿eso se siente siempre?, yo pienso que no deberían escribir sobre eso, si un niño lo lee lo más acertado es que le tomara miedo al hecho de morir, si lo lee un adolescente sucederán dos cosas, la primera es que lo tome como algo de lo que debe reflexionar, la segunda y en el peor de los casos la usaría como un escape fácil y rápido a sus problemas, en el caso de que el receptor sea un adulto o anciano las cosas que pueden pasar son muchas más, ya que, ellos tienen la experiencia de la vida y lo tomaran como más les convenga.
Si ya han llegado hasta aquí se preguntar quien tiene tal consomé de ideas en la cabeza, pues tampoco es que me guste mucho pensar en tales cosas, es simplemente lo que se me viene a la mente de vez en cuando, y tampoco es que sepa mucho sobre el tema, solo se me hizo necesario plasmar mi opinión en algo, muchos dicen que la adolescencia es el periodo más difícil de la vida debido al montón de cambios (tanto mentales como físicos) y puedo dar testimonio de eso, ¿Por qué?, pues porque estoy pasando por ella en este mismo instante, y en realidad no creo que sea tan raro que un chico de 16 años piense en tales cosas, después de todo es parte del contenido general durante esta etapa de formación como ser humano, o al menos yo lo veo de esa manera.
Sea lo tomen como un trastorno o simples palabrerías de adolescente, no importa, estoy completamente seguro y convencido de lo que escribo, otra pregunta que podría surgir sería ¿Por qué me dirijo a un “publico” siendo que no voy a mostrar esto a nadie?, simple, porque mi fastidioso hermano, sai (mayor por 2 años), se le ocurrió la “fantástica” idea de que en vez de tratar de “dormir” en el árbol del patio escribiera un diario, el idiota tuvo razón, en cierta forma es liberador, pero igualmente sofocante, ¿Por qué?, pues primero escribes todo lo que piensas en el momento sin importar mayormente si está bien redactado, hay faltas ortográficas o si las ideas son coherentes, con extrema naturalidad escribes cuanta pila de ideas que cruzan por tu mente al tiempo que puedes estar consciente, o no, de lo que estas contando, luego lees (en algunos casos) lo que has escrito y te das cuenta de tu propio sentido de la vida, que quizá dices ser de una forma pero tu pensamiento y forma de sentir es completamente diferente. ¿No es eso ser hipócrita? Puede que lo sea, pero inconscientemente es algo que cada persona ve de un punto de vista diferente.
Pasando a otra cosa, esta es la tercera vez que escribo un diario, las versiones anteriores las quemé, porque conociendo a mis hermanos, se que en algún momento lo encontrarán, sin embargo, esté tendrá un destino diferente, porque este es el testimonio de mis últimos meses con vida, esa es otra de las razones por la que está dirigido a un público, para que puedan entender mi forma de sentir durante este tiempo. ¿Si pienso que voy a morir pronto?, eso no lo pienso, tengo la certeza de que ocurrirá, después de todo padezco de una enfermedad incurable, la misma que le costó la vida a mi madre hace ya doce años. Ese día tanto mis ojos como mi espíritu fueron desprovistos de toda luz, con la luz de los ojos y el espíritu, me refiero al motivo de mi vida, desde ese día y hasta hace unas semanas todo me era completamente indiferente, si el sol salía, si estaba nublado, si llovía, me daba igual, nunca le presté atención a nada en particular, hasta que apareció él.
En el momento menos indicado, en un lugar en el que no debía ocurrir, un hecho que nadie debía presenciar.