Confesiones de Año nuevo: Amor Contemplativo
Ese año nuevo tenía que ser liberador, era el momento de sacar ese peso de su corazón, habían sido diez años de silencio, así que de entre la multitud y de entre sus amigos tomo la mano de su confidente, de su pilar en situaciones de crisis y se lo llevó a un apartado lugar.
Ese año nuevo entre copas de alcohol, risas y bailes le diría a su amigo lo que tantos años roía en su corazón.
- Tengo que decirte algo...- le gritó por sobre la estruendosa música, su amigo sonrió y lo acompañó.
- Sabes- comenzó tomando sus manos y mirándolo a los ojos- hace mucho tiempo quería decirte esto, eres una persona maravillosa, una de las personas más importantes de mi vida, y te amo, pero no como debe amar un amigo, te amo, y han sido tantos años, pero no quiero que esto sea un peso para ti, sólo quería que los supieras, quiero que este año que comienza no hayan secretos en mi corazón- Su amigo lo miraba mientras en su cara se refleja el amor que le tenía, a él, pero ah! que clase tan diferente de amor.
-Gracias- le dijo simplemente mientras que de sus ojos rodaban un sinfín de lágrimas- tú también eres importante para mí.
El muchacho sólo pudo sonreír.
- Amigo- prosiguió con un nudo en la garganta y con su corazón ansioso- te mereces a una persona maravillosa, que te haga muy feliz, y sé desde el fondo de mi corazón que con el tiempo encontraras a una persona que te haga completamente feliz, porque te lo mereces, eres una persona muy valiente, enfrentarte a todo y a todos por conseguir tu sueño te hace una persona extraordinaria y estoy orgulloso de ser tu amigo.
Su amigo entre lágrimas lo abrazó, y el correspondió a su abrazo liberando su corazón, entregándole a esa persona el amor que llevaba en el alma, aunque él sabía muy bien que sus sueños y esperanzas con él estaban acabadas desde la primera vez que lo vio. Ambos eran los mejores amigos, un apoyo mutuo, los confidentes de sus secretos, el soporte y el compañero de risas, el amigo que lo acompañaba en sus aventuras, su amigo era el amor de su vida y cómo sabía eso, simplemente porque llevaba diez años amándolo, sufriendo y riendo con él.
Todavía recordaba la primera vez que lo vio, en una sala de clases, los primeros días de secundaria, un profesor le pidió que leyera un poema, él se levantó de su asiento y ahí comenzó todo, el aura que lo envolvía su personalidad el tono de su vos, sus movimientos todo era hermoso, esa había sido la primera vez que su corazón se enamoro, claro que en esos momentos él no sabía que la emoción que se abría paso en su corazón era amor, no, claro que no, el amor se define con el tiempo y ellos tenían mucho tiempo.
Pasaron dos años antes de que se volvieran amigos, no los mejores pero al fin eran amigos, armaron su grupo dentro de la escuela y se divertían, jugaban como niños, mientras los demás miembros del grupo los tenían como causas perdidas, ellos simplemente disfrutaban de la vida, simple y maravillosa como era, pero no todo podía ser felicidad, es propio de la misma vida ir quemando etapas, así que a su amigo le llegó el momento, Cupido golpeaba su puerta, o más bien los autodenominados cupidos de sus amigos le buscaron a su otra mitad, la chica con la que comenzó un romance fue el primer año una buena persona, hasta él compartía con ella, muy a su pesar le agrada, así que apoyó a su amigo, mientras su joven corazón aún no distinguía e sentimiento que continuaba creciendo, el tiempo pasó y su amigo comenzó a tener problemas con su chica, así que él lo apoyo y dio consejos cuando se lo pidieron, entre tanto ir y venir de su amigo y su novia llegaron a su último año, él había conocido a una persona también, llevaba medio año viéndose con ella, eran simplemente una pareja sin título alguno y sin un gran sentimiento que los uniera, mientras su amigo continuaba entre peleas y reconciliaciones, él comenzaba a encontrar a la chica con la que salía, una mujer muy especial, tan especial que se atrevió a contárselo a su amigo, el cual se alegró enormemente. Y así pasaron dos años y medio más en los que él se enamoró de su chica, y el sentimiento que sentía por su amigo seguía presente pero extrañamanente calmado y tranquilo en algún lugar de su corazón, su relación no fue miel sobre hojuelas, en el amor nada era perfecto, para él ella fue su primera chica, su primera chica en todo, para ella él no fue el primero, pero a él eso no le importaba, la amaba, pero todo tenía fecha de caducidad y su amor se terminó, en esos momentos el cursaba el segundo año de leyes y su amigo estaba en otra ciudad estudiando idiomas, había que decir que su amigo tenía una maravillosa habilidad con ellos.
Ese año con las presiones de su familia y su mala relación con sus miembros y su frustración constante de saber que estaba haciendo algo que no le gustaba, su alma fue decayendo y con ellos su salud física y metal, pasaba mucho más tiempo enfermo que con buena salud, seguía siendo el hijo ejemplo, pero tenía el alma hecha pedazos y su corazón hacía algún tiempo le había informado a su cerebro que aquello que sentía por su amigo no era un amor de amigo era algo más, si bien fue un alivio saber que era lo que pasaba en su alocado corazón, la pena y la desesperanza que sentía no menguaban.
Comenzaba el segundo semestre del segundo año y sus notas se venían en picada había reprobado la mayoría de los ramos del primer semestre y su vida se estaba volviendo un infierno, así que optó por evitar su realidad y la persona alegre que fue, se convirtió en un mero recuerdo, no iba a la universidad, tan solo dormía, que placer tan enorme le reportaba dormir, se desconectaba completamente de su vida, mientras su amigo a kilómetros de distancia comenzaba una relación, una relación con un hombre.
- Tengo que contarte algo –su amigo estaba frente a él sentado en un sillón, paradójicamente en la casa de la ex novia de su amigo- Estoy saliendo con un hombre le soltó de repente.
- ¿Te hace feliz?- fue lo primero que pensó y preguntó.
- Sí- le respondió de inmediato con seguridad y con amor hacia ese otro hombre.
- Entonces está todo bien- le respondió- Cómo se llama.
Esa noche su amigo le contó como lo conoció como se ganó su corazón, como fue su primera vez con alguien de su mismo sexo, y él aunque suene masoquista fue feliz por su amigo, su amigo amaba y era amado y él era feliz, tristemente era feliz.
Ese año se retiró de la carrera ya no sería abogado, ya no sería la pareja de su amigo y dejó de ser el hijo que sus padres querían, ahora era un fantasma de lo que fue, ahora solo quería morir, ahora él estaba solo. Cierta noche tomó un trozo de vidrio roto y cortó sus brazos, el dolor ciertamente disminuía el dolor de su alma, pero no lo erradicaba del todo, así que siguió haciéndolo.
Se acercaba el final de un nuevo año y cuando ya tocó fondo, cuando se dio cuenta que estaba vivo y que ya era suficiente de sufrir recogió los trozos de su corazón y los volvió a unir claro que la forma era similar pero el fondo era completamente distinto, ese año nuevo como los anteriores los compartió con sus amigos y con él.
El nuevo año que comenzaba fue completamente diferente comenzó a estudiar algo que realmente enriquecía su espíritu y ahora estaba en la misma ciudad que su amigo, desde este año vivirían juntos.
Que diferente es tener un amigo y verlo en fiestas y reuniones a vivir con él, ya llevaban un año viviendo juntos, como amigos claro está, el seguía solo y su amigo tenía una lista de conquistas con las que llenaba sus vacios y sus noches.
Su relación se fue perdiendo, su amigo había cambado ya no era el mismo que amo desde el primer día de escuela ahora ya no poseía esa aura que lo encandilaba, ahora era un hombre con errores, imperfecciones, un hombre que lo lastimaba como se lastiman los seres humanos un hombre con más secretos que nunca para él, pero aún era el hombre que amaba y ese hombre decidió deja de compartir su vida con él, se separaron, ya no vivirían juntos él se quedó en el departamento que compartía y su amigo se fue a vivir con otra amiga, y gracias a eso su relación mejoró.
Los secretos seguían su amigo sufría a causa de su familia, así como el sufría con la suya, su amigo seguía viviendo conquista tras conquista, su amigo también decayó y toco fondo y él estuvo ahí para apoyarlo, ambos vivieron su propio Hiroshima en el alma, ambos aprendieron que en la vida también se sufre.
Ahora ambos estaban solos, se acercaba el final de año y se vería y se reunirían, entre todas las vivencias que compartieron esa sería la que él nunca olvidaría.
Naruto dejó de abrazar a su amigo que aún dejaba caer lágrimas por sus ojos y le sonrió, Sasuke secó sus lágrimas y la música siguió sonando a su alrededor sus amigos los rodearon y los arrastraron a la pista de baile.
Esa noche Naruto bebió como nunca y Sasuke se mantuvo sobrio, Naruto ya no tenía ese peso en el alma y Sasuke había escuchado su declaración. Si alguna vez su amigo sintió algo más por él, nunca lo sabría, porque sabía que Sasuke no se lo dirá y el ya no tendría valor para preguntar.
Esa noche, ese año nuevo Naruto le entregó el amor romántico que sentía a Sasuke, esa noche Naruto Uzumaki, abrió las puertas de su corazón para encontrar otro amor.
Porque diez años le enseñaron que Sasuke y Naruto solo sería amigos.
Ese año nuevo dejaba el amor contemplativo, esa noche dejaría de soñar y viviría su vida, con Sasuke a su lado como su mejor y más preciado amigo.
- Sasuke, serás feliz, porque eres una persona maravillosa, porque eres mi mejor amigo y lucharé contigo por tu felicidad y tú lucharas conmigo por la mía.
Ese año nuevo fue especial y ante Naruto se abría un mundo esplendido donde por fin tenía en su corazón la paz que tanto anhelaba.
Ese año nuevo decidió seguir amando a su mejor amigo como solo un amigo lo puede hacer.
“Amigo es aquel que avanza contigo siempre a tu lado”