Las Lagrimas acabadas por Haruka

Las Lagrimas Acabadas.

Alphonse

Era una mañana lluviosa y Edward permanecía encerrado en su habitación, después de nuestro pecado no hemos vuelto a vernos. Yo trato de evitar verle para que el no se sienta mal pero tía Pinako a dicho que eso lo único que hará es agarbar la situación, que terminaremos explotando ambos como siempre pero siento que esta vez hemos perdido mas que el mi cuerpo y unas partes del de Edward. Es como si la esperanza hubiera sido arrancada de nuestro corazones de una manera muy cruel y el infierno se hubiera declarado en nuestro mundo.

Dentro de esta armadura he comprendido que no ahí razón para seguir teniendo esperanza, los humanos no pueden ser resucitados y caro nos has costado, cuando quiero llorar, no puedo pero puedo escuchar un fuerte llanto en la habitación de Edward no me atrevo ni siquiera a mirar, pero aquello que siempre unió no podía apagarse y yo ser tan insensible, me intente tapar los oídos pero aquel llanto se escuchaba aun mas agudo.

-Al..lo siento...lo siento...-.Pude escuchar en mi escondite levantándome y entrar de sopetón en la habitación, al verlo en el suelo llorando he intentado sujetar uno de mis pies mirándome sin aquellos ojos llenos de una soledad y culpabilidad jamas visto en mi hermano.-Alphonse lo siento ...yo...

-Ed...yo también lo siento...-.Lo sujeto hasta llevarlo a la cama y dejarlo en ella.-Debes descansar no has dormido apenas...

-Al...-.Pero tapo con mi gran mano sus ojos por un segundo pude notar las manos de mi hermano sujetar la miá tan gran-dota, algo había ganado, pero lo cierto es que prefería sentir a su hermano de una manera real y me siento alado de la cama, Edward no suelta mi mano, es como si temiera que desapareciera por lo que me quedo quieto en la misma posición durante toda la noche, no cansándome de ver que mi hermano mayor me necesitaba.

-Yo jamas te abandonare Ni-san...

Winry

Dia 15, jamas abría imaginado que Edward estuviera tan callado, a pesar de que le hablo y le cuento cosas animadas sus ojos no tienen ni un ápice de vida, no me gusta este Edward. ¡odio que se sienta tan culpable! Le comentado que cuando sea un poco mas mayor le pondré implantes para que pueda caminar, pero el a renunciado a ello, de hecho me ha gritado por primera vez le visto furioso en parte me alegrado pero por otro lado al verle otra vez llorar no he podido ir abrazarme a la abuela.

-Winry ten paciencia....-.Me dije mi abuela con cariño, entrando a la habitación para tratar de calmar a Edward.- Vamos Edward no te preocupes...vale...tranquilo...

Puedo escuchar desde fuera los fuertes sollozos de Edward, jamas le visto tan mal, el siempre era el que llevaba la voz cantante o el que se metía conmigo y ahora verlo así, fue en ese momento que las grandes pisadas de Alphonse me hacen que me gire y observe a este. Odio a estos dos hermanos Elric, ¡¡quiero que regresen mis amigos!!, pero noto una mano en el hombro y puedo ver a pesar de la armadura la sonrisa de Alphonse.

-Al...-.Le digo observando a la gran armadura.

-Edward no se perdona...-.me dice con angustia.- Ni yo mismo me perdono, creo que no debimos hacer algo así...y este es nuestro castigo...ten paciencia Winry...ya veras que se recupera...Ed es un luchador nato...lo se..lo se...lo se...

-Alphonse no te fuerces...-.Le digo sonriendo le.-Ese cabezota necesita que le cuiden....

-Si...-.Noto apenada la voz de Alphonse, pero el no necesitaba animarme era yo la que debo animarles a ellos dos, los pobres están tan afectados.

-¡Daré mi mejor esfuerzo!...

Tia Pinako

Edward no ha dejado de llorar, lleva así 25 largos días, hoy le ha dado por no comer nada de nada. Es como si quisiera morir en el momento, pero lo peor es cuando ver a Alphonse, es como si se le viniera el mundo encima de sus hombros y como castigo el mismo comenzaba a comer, como si se impusiera un verdadero pecado, pero yo no puedo mas que protegerlos.

-Vamos Edward un poquito mas...-.Le digo acercando la cuchara a su boca, sus labios se abren para comer y se queda un rato masticando. Yo no vuelvo a pronunciar palabra alguna.

-Ed mira lo que cogí...-.Le dijo Alphonse mostrando le una foto donde sale Hohemhaim y es cuando todo explota, el llanto se hace mas fuerte y los gritos casi inaguantables. Alphonse se aparte de su hermano asustado al verlo gritar de esa manera, si ahi un dios en este mundo, le pido que alguien le de esperanza.

-Alphonse ayudame a sujetarle...-.Le digo al muchacho el cual me ayuda a dejarlo quieto para poder inyectarle un sedante, que lo deja en un estado tranquilo, al menos así no piensa demasiado, pero al ver como retira las manos temblando se que no es el único que quiere llorar, Edward lo hace por los dos.

-yo solo...-.Le escucho decir al menor, pero sujeto su mano y niego con la cabeza..-Tia pinako...

-Tranquilo...no dejare que nada os pase....

Alphonse

Día 30 Edward esta sentado en una silla de rueda mirando por la ventana hasta la que hace un mes fue nuestro hogar, es entonces cuando la puerta a sonado y Din no para de ladrar, al ver a Tía Pinako reclamar a alguien al entrar de golpe sujeto la silla de mi hermano y lo llevo hasta la luz observando al recién llegado que sujeta a mi hermano por la camisa de violenta manera.

-¡que habéis hecho!¡¡¡se puede saber en que pensabais!!!-.Grito aquel hombre que ni siquiera conocíamos, al ver que intenta zarandearlo y escuchar las suaves palabras de mi hermano, pidiendo perdón sujeto su mano.

-¡por favor pare!¡perdónenos! Perdónenos...lo siento...lo siento...-.No puedo evitar decir a la par que mi hermano. Aquel hombre se sorprende al mirar y observa al mi hermano pequeño el cual tiene aquella mueca a la que me acostumbrado a ver siempre en su rostro.

-Tu eres...-.Me señalo y suspiro, poniendo la mano en la barbilla como pensativo.

-por favor estos niños ya han sufrido suficiente váyase...-.Tia Pinako intenta echar al desconocido pero este nos mira y se cruza de brazos.-por favor...

-Tengo que hablar con Edward Elric...-.Todo fue surrealista, aquel hombre era el Teniente Coronel Roy Mustang y nos proponía ser de la milicia esta bajo sus ordenes y obtendríamos toda la base de la información militar para encontrar un modo de recuperar nuestros cuerpo, bueno era un buen trato pero la sensei nos dijo que jamas confiáramos en los militares y en nuestro actual estado podía chantajearnos, y así nos lo hizo saber en el momento pero que no pensaba decir nada de nada al respecto. 

-Bueno me despido...espero que nos veamos pronto...-.Señalo aquel hombre como si supiera algo que yo no sabia, al entrar en la habitación no pude creer lo que nuestros ojos vieron, Edward miraba por la ventana con aquella mirada llena de fuego, del fuego de mi hermano.

-Tia Pinako...ahí unos ahorros...-.Le escucho decir a Edward.

-no digas tonterías...no necesitas pagarme por esto...-.Pero yo sabia que indicaba aquella mirada y Tia Pinako al parecer también.

-no, quiero que me coloquéis unos automail...-.No me lo podía creer, mi hermano estaba dispuesto a ser un perro de los militares.

-Sabes que tardaras tiempo en ponerte de pie....-.Le dijo en la habitación de operaciones.

-¡un año! Al, espera un poco conseguiré que recuperes tu cuerpo...-.Su sentencia hizo que comprendiera en lo único que pensaba mi hermano, en mi, en como me sentía por lo que sin dudar asentí y me aparte para solo escuchar los gritos de Edward, pero esta vez no lloraba no, sus ojos podían verse aun mas fieros que de costumbre...

Roy Mustang

Un día realmente aburrido firmando papeles y siendo observada por mi subordinada, aburrido sin duda. Al llegar la hora de comer camino junto con Hewkeye y llego hasta la puerta donde una sorpresa me esperaba una enorme armadura y un niño, aquel niño de ojos fieros que sabia de sobra que vendría esperaba al pie de la escalera, cuanto había pasado ¿un año?.

-Ya estoy aquí...-.Me dijo y no pude evitar reírme, sin duda este niño me iba a ser muy útil al tiempo que traería algo de diversión a mi vida.

-Has tardado...-.Le dije como respuesta, era gracioso ver sus ojos con aquella expresión de fuego, un fuego que parecía no poder pararse ante nada.

-Tenia una rehabilitación que hacer...-.Dijo sonriendo confiado, una sonrisa que mostraba toda sus cartas. Pase por delante de el y con un gesto le hice que viniera conmigo, a fin de cuentas debía de decirle en que consistía la prueba y sin duda el que su hermano no participara parecía afectarle un poco aunque al parecer prefería que no fuera así.

-me encantara tenerte bajo mi rango...

-sera un placer trabajar con usted....

Edward Elric

Tantas suplicas a dios, en el que jamas confié y por una equivocación alguien me envió una esperanza. Si, seré un perro de los militares un demonio para los civiles, pero yo obtendré lo que deseo. No voy derramar ni una sola lagrima y si lo hago que dios me castigue, Alphonse, es mi único objetivo ni siquiera quiero ser yo el que complete mi cuerpo, ¡no, jamas!.

-Edward estas pensativo...el Teniente Coronel es muy amable...-.Escucho a Alphonse mientras ese tipo esta haciendo una llamada.- Crees que conseguiremos ser Alquimista nacionales...

-Al menos yo si...-.Le señalo con el dedo.-pero tu no debes de serlo...ya es suficiente lo que esta pasando...

-¡pero ni-san!-.Grito ofendido y sonrió al verle cruzar los brazos.-joooo....

-Deberías haberte quedado con Tia Pinako Alphonse...-.Apoyo mi mano en la mejilla y observo que aquel tipo viene.-¿y bien?

-Es gracioso el Fhurer en persona te hará el examen de habilidad...-.Señalo divertido y observo a la gran armadura que era mi hermano, el cual estaba enfurruñado.-¿que lepasa?

-ah bueno...que el único que tiene que ser un perro obediente, lo tiene delante ...-.El Teniente Coronel se rasco la cabeza no entiendo me, pero yo y Alphonse lo sabíamos, no mas lagrimas, no mas penas, no mas lamentarse en cuanto llegáramos a casa quitaríamos todos esos miedos e nuestra mente y no regresaríamos a Rozembool hasta que yo llorara por ver su cuerpo entero de nuevo.

Fin.