Itachi atisbó a Deidara con curiosidad, de todos los miembros de esa pútrida organización, ese niño escandaloso es el único ser que se ha atrevido a hablarle en ese tono. Estaba tentado a cortarle la cabeza, incinerarlo hasta las cenizas o simplemente matarlo de esquizofrenia con un genjutsu. Pero había algo en ese chico que le impedía hacer semejantes atrocidades, ¿cariño? Quizás, con el tiempo comenzaba a creer que no lo asesinaba debido a que le recordaba ligeramente a su hermanito cada vez que le hace sus berrinches o le pone bombas en la cama o la comida. Tampoco podía asegurar la razón por la cual se divertía tanto cada vez que se enoja y su creciente deseo por molestarlo. Era complicado, pero igual no lograba asimilar el por qué dedicarle tanto de su valioso tiempo al análisis de algo que resultaba tan trivial y carente de sentido, después de todo no lograba entender la manera de pensar de ese ser que ahora tenia en frente apuñalándolo con la mirada.
Deidara no podía creerlo, lo humilló de la forma mas vergonzosa posible (según él) cuando lo obligo a integrarse a ese nido de ratas. No era capaz de vencerlo por mas que trataba, lo ignoraba constantemente cuando trataba de molestarlo y para el colmo……para el colmo……….No le compro la pasta dental!!!!!!!!!! Y ahora qué se supone que haría para lavarse la boca??? Sasori no le daría nada porque el no usa esas cosas y nadie, ningún pobre diablo de Akatsuki le daría un poco de pasta, a parte de que el no se rebajaría a pedirla. Estaba estrictamente prohibido salir a menos que no sea por orden de Pein y no se saldría a comprar nada hasta en 2 semanas. Deidara sentía como su cabeza explotaba de la ira y la impotencia, apenas le quedaba para unos 3 dias. Tan solo mirar al moreno con odio o insultarlo hasta el cansancio no bastaría para relajarlo y lograr un desquite, estaba seguro de que su olvido no fue un accidente, el Uchiha se la estaba cobrando.
-ESTAS SORDO?!!!!!!! ERES UN IMBECIL! MAL NACIDO! ZORRA!!!!!!! AHH!!!!- se abalanzó contra Itachi en un arranque de su rabia, cayeron ambos al suelo, Itachi recostado en el suelo y Deidara sentado sobre sus muslos con las piernas abiertas, estaba tan descolocado que se encotraba absorto de lo comprometedora de su posición, aunque ese detalle no paso desapercibido por el Uchiha que quedó prendado de las piernas del rubio, que a su parecer, estaban muy bien formadas y se notaban tersas.
-TE MATARE A GOLPES Y USARE TU PASTA!!!!- gritó con furia alzando su mano para lanzarle un puñetazo a la cara, que nunca llego ya que fue fácilmente atrapado por una de las manos del Uchiha. Eso, eso era lo que le molestaba a Deiara, su rostro continuaba inmutable, carente de expresión, no había exaltación, miedo, sorpresa, burla, nada, le molestaba su falta de emoción por las cosas, sin darse cuenta dejo de aplicar fuerza en su mano y se quedó observando con detenimiento el rostro del mayor.
-Pidele a Kakuzu, te la venderá- fue la tranquila respuesta del azabache ante tal situación. Como siempre, buscando la solución más simple a los problemas.
-¿DE DONDE SACARE EL PUTO DINERO?!!!!!- era cierto, un pequeño detalle, solo les daban el dinero justo para sobrevivir en las misiones, ni un centavo mas, así que ninguno tenía un mísero centavo. El rostro de Deidara se comenzaba a sonrojar por toda la ira que sentía en ese momento, era desespereante la maldita actitud del Uchiha.
-Puedes pagar con alguna otra cosa- A Itachi le divertía verlo enojarse y molestarle, era interesante y entretenido, hizo un gesto sugerente con la cara indicándole a Deidara a que se refería, lo único que consiguió con eso fue que el rostro de Deidara se enrojeciera más, ahora acompañado de bochorno y que se revolviera encima suyo lanzando golpes a su cara, los cuales Itachi se encargaba de esquivar y bloquear sin complicaciones. Lo que le inquietaba a Itachi no eran los golpes, era el hecho de no haberlo quitado de encima hace rato, o mejor dicho, el no querer hacerlo. Por una extraña razón él disfrutaba del tacto del rubio, sentía cosas inusuales, era algo irracional, pero atrayente, le tranquilizaba y lo relajaba. No podía evitar que sus ojos se fijaran en el cuerpo del chico y se distrajera por momentos en sus facciones que le parecían llamativas, era una sensación nueva, que rompía con la monotonía de su vida, tal vez sería conveniente probar, experimentar lo que aquellas sensaciones podrían llegar a provocar en él, era parecido a cuando estaba con una mujer, sin embargo no era igual, la emoción era mas intensa y magnética.
Todos esos pensamientos rondaron por la cabeza del mayor mientras evadía los golpes de Deidara.
En un momento dado, Itachi sostenía firmemente ambas manos de Deidara para inmovilizarlo, este se zarandeo con brusquedad buscando soltarse, pero le fue inútil.
-AAAHHH!!- grito el rubio en forma de desahogo ante su situación mas que humillante, respiraba como un toro bravo, jadeando con fuerza por el esfuerzo.
-¿Ya te sientes mejor?, me avisas para soltarte.- Deidara lo fulminó con la mirada y se revolvió un poco mas hasta que se canso.
-Lo hiciste a propósito ¡maldito!- Deidara se calmo un poco pero continuaba enojado, Itachi estaba ahí, justo frente a él, pero esa mirada, esa maldita mirada, es como si Itachi no estuviera presente, no lograba entender el por qué Itaachi era el único que lo trataba tan indiferente, al menos Hidan lo insultaba, pero Itachi era tan ausente, le molestaba que no lo mirara, que no le hablara, le abrumaba el hecho de no poder llamar su atención como solía hacer con las demás personas; y esa estúpida sonrisa burlona que tenia en ese momento, era desesperante.
Itachi estaba casi seguro de lo que pasaba con el rubio, ya lo entendía, pero le parecía algo infantil, bajo esa fachada de desprecio el joven artista ocultaba algo, que posiblemente él mismo desconocía, sin embargo Itachi estaba formulando una hipótesis con respecto al comportamiento del rubio y su significado. En el fondo, muy en el fondo le gustaba lo que estaba descubriendo en el rubio.
-¿Terminaste?- preguntó Itachi con basta tranquilidad, en parte fingida para hacer enfurecer al chico que estaba sobre él.
-AAAHHH!!!!!- se revolvió más y gritó lleno de frustración al ver que sus manos estaban fuertemente sostenidas hasta el punto de dolerle un poco supo que no podría soltarse.-SUELTAME!!!- obviamente el Uchiha no hizo caso.
Entonces sucedió.............
-mmmmmm- Itachi tenía sus ojos levemente abiertos, aunque su expresión no lo demostraba, estaba pasmado, Deidara es impulsivo, inquieto e impredecible, pero lo que estaba haciendo salía de todo lo que pudo haber pensado, aunque no se sentia nada mal.
Deidara, cansado de forcejear, en esa posición y desesperado sucumbió a sus más profundos impulsos. Estaba besando al azabache de una forma necesitada, demandante y hasta cierto punto salvaje, mordía los labios contrarios, entraba y se atrevía a probar la boca del Uchiha con aspereza, casi le hacía daño.
Itachi cerró los ojos por reflejo cuando sintió una leve mordida en su labio inferior, y es que Deidara no parecía querer despegarse de él por un buen rato, a cada segundo sentía el contacto más íntimo. La sensación le era placentera y de cierto modo, hasta relajante a pesar de la tosquedad con que era besado. Que mas daba, eso se podía arreglar con el tiempo, no se acabará el mundo porque Itachi Uchiha tenga un poco de placer.
Asi que Itachi llevó las manos de Deidara a su cuello para seguir con la caricia, tomó su rostro con delicadeza y lo separó haciendo un poco de esfuerzo, extrañamente el rubio se dejó hacer muy sumiso. Le miró y dirigió una de sus manos a la cadera de Dediara para acariciar la zona, este se encontraba más que sonrojado y jadeando un poco, solo pasaron unos 3 segundos e Itachi retomó el beso, siendo él quien lo dirigía, esta vez con elegancia y maestría. Introdujo su lengua en Deidara deleitandose con su dulce sabor.
De un momento a otro pasó a acariciar el trasero del rubio y este gimió muy leve dentro del beso, eso fue suficiente para despertar los sentidos del azabache y hacerlo desear más. Pero contrariamente esta acción hizo que Deidara despertara de su transe impulsivo y se separara de golpe, miraba al Uchiha con una expresión entre el enojo y la sorpresa.
-¿....Q.....qué....qué haces?- preguntó intentando fingirse el desentendido lo más firme que pudo, tanto por la impresión como por la verguenza de verse tan expuesto y la locura que acababa de cometer. También tratando, muy vagamente de recuperar su tono de voz y mirada venenosa de antes.
-La pregunta correcta es "¿Qué hacemos?" y te recuerdo que tu empezaste y continúas encima de mí. - le contestó con su tono habitual. Le divertía ver el notable sonrojo que adornaba el rostro del rubio.
-.......!!!!!!!!!!- trataba de pararse visiblemente sorprendido-M......MUERETE!!!!!!!!!!!!!!- rápidamente hizo los sellos y desapareció en una cortina de humo.
-jejeje, eso lo veremos- susurró con una leve sonrisa acariciando suavemente sus labios. Ya había probado a Deidara y no lo dejaría ir tan fácil, después de todo esas cosas le hacían falta y no veía nada de malo en pasarla bien mientras permanecía en este mundo.
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