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Se encontraba acostado en el catre, escuchando los sonidos nocturnos fuera de la tienda que hacía las veces de refugio en ese infierno, cuantas veces su esposo le había intentando convencer de que no fuese a esa guerra estúpida y sin sentido.
Los mejores años de nuestras vidas
Las mejores lunas sabor a miel
Tus manos traviesan nunca se olvidan
Tu boca impaciente sobre mi piel
Las lágrimas que derramaba diciéndole que solo quería tenerle todas las noches en la cama, compartir besos y caricias, palabras de amor que solo dos almas tan conectadas podían declararse la una a la otra.
Siento dentro que se acaban mis días
El siguiente héroe caído puedo ser
No quiero leyendas de valentías
Ni medallas por cumplir con mi deber
Pero no le hizo caso, empacó sus cosas, mientras esos ojos negros se le clavaban en el alma, ni siquiera su hijo de apenas 1 año de edad había conseguido retenerle, él se había metido a soldado, y ahora tenía que cumplir con su deber.
Y que hago aquí mirando al cielo
A diez mil kilómetros de tus besos
Besando banderas abriendo fuego
Cavando trincheras y te echo de menos
Y que hago aquí mirando al cielo
A diez mil kilómetros de tus besos
Besando banderas abriendo fuego
Cavando trincheras y te echo de menos
Muda está mi vida entre bombardeos
Dio vueltas en el catre sin encontrar una posición cómoda, en aquellos momentos no podía pensar en otra cosa que en volver a casa, dejar toda esa absurda misión incompleta y abrazar a su esposo contra su pecho, ver crecer a su hijo, jugar con él al fútbol, sonreír y amar junto a su familia.
Te echo de menos
Y que hago aquí
Sin ti
No puedo
Lo único que recibió de sus superiores al montarse en uno de los convoy fue una palmadita y una sonrisa de consuelo, pero ¿qué consuelo se le da a un hombre que está lejos de su vida, de su país y hogar? Poca cosa en comparación a lo que pierde, a lo que lloran las familias de los que nunca podrán regresar, el dolor de esas mujeres y hombres que pierden a padres, esposos, hermanas, hijas e hijos por culpa de las guerras.
Los mejores años de nuestras vidas
Se los estoy dando no se a que o a quien
O emboscao en una misión suicida
O esta puede ser la última vez
Sus ojos miraban por una de las rendijas de la tienda al enorme cielo estrellado que se cernía sobre él como un manto infinito reflejado en sus ojos azules opacados por las lágrimas que se le escapaban de vez en cuando, la libreta sobre su estómago y el bolígrafo en su mano…
Que te hable que te escriba
Que te llore que te diga
Que daría mi vida por morir a tu lado
Y gritarle al viento que fui un mal soldado
Que te hable que te escriba
Que te llore que te diga
Que daría mi vida por morir a tu lado
Y gritarle al viento que fui un mal soldado
Quizás nunca volviese a ver a los suyos, perderse en la piel de seda de su esposo, escuchar las risas de su hijo mientras cocina, los regaños de su madre y las charlas pacíficas con su padre en el jardín. Todo eso se perdería si no tenía la suerte de esquivar una bomba, o de no ser el siguiente objetivo de los terroristas.
Y que hago aquí mirando al cielo
A diez mil kilómetros de tus besos
Besando banderas abriendo fuego
Cavando trincheras y te echo de menos
Y que hago aquí mirando al cielo
A diez mil kilómetros de tus besos
Besando banderas abriendo fuego
Cavando trincheras y te echo de menos
Sorda mi vida entre bombardeos
El aire de la noche revolvió su pelo, metió la mano debajo de su catre saco un enorme álbum, mirando las fotos sonreía, en algunas se le escapaba alguna carcajada solitaria que moría en sus labios al recordar a sus compañeros dormidos a su lado, se quedó mirando la última de todas, una sacada esas mismas navidades en casa de sus padres con toda su familia, un suspiro se escapo de sus labios mientras más de esas traviesas lágrimas rodaban por sus mejillas morenas…
Te echo de menos
Y que hago aquí
Sin ti
No puedo
Te echo de menos
Y que hago aquí
Mirando al cielo
Puso sus manos detrás de su cabeza, cerró los ojos imaginándose que estaría haciendo su esposo… recordaba aún el tacto suave de sus labios, sus mejillas sonrojadas y sus ojos negros iluminados de deseo cuando hacían el amor, lento….suave…como sabía que le gustaba, adoraba su cuerpo con cada beso, caricia, mordida…lo deseaba tanto que esos meses sin él se le estaban haciendo interminables, como a un hombre con sed una travesía en el desierto.
Contaba los segundos y las horas para volver a acostarse en su cama y abrazarle, rodearle la cintura y besarle hasta quedar dormido mirándole dormir, despertar con él por las mañanas y oler el rico aroma del café recién hecho…cosas tan cotidianas para la mayoría, pero que en esos momentos a él se le hacían de lo más inalcanzables.
Lejos extremadamente lejos de tus besos
Intentando en mano cazar las estrellas con los dedos
Echándote de menos tu carita de melocotón
Tu boca tu pelo
Mirando al cielo implorando un tiempo muerto
Al dueño del universo pa que escuche mis versos
Y me mande de regreso directo a la tierra del fuego
A tu cama en llamas con besos de queroseno
Y me enveneno aquí sin ti, extraño tu presencia
Que es miembro de tu esencia
Duele más tu ausencia
Que las balas del infierno
Escuchó ruidos procedentes de fuera de la tienda, rápidamente se vistió guardó la cara recién escrita y se colocó el chaleco antibalas, el casco y la chaqueta, se encontró a sus compañeros, todos se miraban con terror hasta que un ruido ensordecedor, miraron al horizonte pero la bomba les arrasó en menos de 5 segundos, los ojos del rubio se cerraron para siempre, mientras una carta se desintegraba junto a él…
Y que hago aquí mirando al cielo
A diez mil kilómetros de tus besos
Besando banderas abriendo fuego
Cavando trincheras y te echo de menos
Y que hago aquí mirando al cielo
A diez mil kilómetros de tus besos
Besando banderas abriendo fuego
Cavando trincheras y te echo de menos
Pues que en alas del amor gira el destina
Cual ave extiende alas al volar
Como náufrago llora por tierra
Y marino por la mar
TE AMO SASUKE
Recuerda que tú y Kio son mi vida, dile a mis padres que les quiero y que espero que a mi regreso me prepares ese delicioso ramen de ternera.
Siempre tuyo.
Naruto Uzumaki.
Y que hago aquí mirando al cielo
A diez mil kilómetros de tus besos
Besando banderas abriendo fuego
Abriendo fuego abriendo fuego